(Narrador Dallani)
Deseaba la muerte en esos instantes ¡Sí! Lo que escuchan, no tenía ya motivos por las cuales seguir viviendo, todo por lo que había luchado ya no existía...pero mi corazón se secó por completo al escuchar todo lo que el señor Lars me había dicho, Anakin mató a mi madre, el mismo me dijo aquella vez que cuando fue por su madre mató a todos, y lo más seguro es que estaba ahí mi madre, la sangre me hervía recordando eso, ahora sabía con exactitud quien era el culpable de esta desgracia, Anakin.
No podía seguir en ese lugar que cada parte me recordaba a él, me sentía tan repugnante con tan solo recordar el beso que nos dimos, ahora mi mente solo pensaba en una cosa: vengarme.
Decidí caminar lo suficientemente lejos de la casa, me sentía tan cansada, exhausta, poco veía a causa de mis lagrimas que brotaban sin parar y cada vez aumentaba mi ritmo cardiaco. Así ambule por toda la noche, pude darme cuenta que camine demasiado ya que al horizonte se podía observar como apenas iban saliendo ambos soles dando luz a un nuevo día, mis pies no resistían más por lo que me deje tumbar sobre la áspera arena observando dicho horizonte, quería huir de Tatooine, quería huir de Dantooine, huir de esta galaxia...sin dejar de pensar en todo lo que ocurría, voltee a mirar el amuleto que me dio Anakin, arrebatándolo de mi cuello, y tras mirarlo unos segundos lo arroje a la arena con mucho odio, ¡Otra vez volvía el llanto! Mis ojos estaban cansados, solo quería dormir y no volver a despertar, pero mis pensamientos fueron interrumpidos ante unos ruidos extraños, otra vez esos malos presentimientos volvían, pude notar a lo lejos como unas criaturas extrañas de baja estatura color marrón se aproximaban ante mí, y sin pensarlo dos veces mi incorporé para "escapar" de ellos, no sabía cómo eran los habitante de Tatooine por lo que me preocupo que me atraparan como lo hicieron con mi madre, mis piernas ya no daban para más ante el cansancio de la noche y lo peor no solo era ser asechada por unos enanitos marrones; empezaba a hacerse una tormenta de arena por la cual me adentré a ella sin darme cuenta, lo único bueno es que los enanitos se retiraron, pero yo me encontraba dentro de esa tormenta por lo cual me revolcó en la arena y con las pocas fuerzas que me quedaban trataba de salir de ahí, lo cual fue imposible, quedando inmóvil y cayendo inconsciente solo alcancé a ver a unos cuantos pasos unas botas negras.
[...]
(Narrador Omnisciente)
-¡Ya es mucha espera!- gritaba alterado Jaron.-
-Creo que debemos ya salir a buscarla.- dijo Owen.-
-¡Eso era lo que debíamos hacer desde hace horas!- terminó gritando Jaron, saliendo enfurecido de la casa.-
Owen y Jaron tomaron unas de las speeder y fueron en busca de Dallani, recorriendo todo el árido desierto, pasaron medio día y no daban con ella, Jaron cada vez estaba más preocupado y alterado por lo que de momento se detuvo bajando de la speeder y empezó a caminar, Owen le dijo que daría una vuelta más por si encontraba señales de ella, mientras que Jaron emprendió camino solo, por más que buscaba no daba con ella pero en un giro vio a lo lejos algo que brillaba en la arena, el se aproximó rápidamente tomando el objeto, cuando lo vio sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo.
-Oh no linda...- susurró para el mismo preocupado.-
Era el amuleto que le dio Anakin a Dallani, el recordó que ella lo llevaba puesto y el simple hecho de que lo encontrara tirado en la arena, significaba que ella estaba en peligro.
[...]
Mientras tanto en Coruscant, Obi-Wan se encontraba en el templo reunido solamente con el maestro Yoda y Mace Windu.
-Me temo que corra peligro...- decía Kenobi sosteniendo su barbilla.-
-El peligro...ella es- comentó Yoda.-
-No lo sé maestro...lo poco que la he tratado no siento que ella lo sea.
-Tal vez no lo sea ella, pero su pasado es más fuerte de lo que cree -respondió Windu.-
-Protegerla, debemos- suspiró Yoda- En el lado oscuro, no dejarla caer.
-¿Cree que siga los pasos de sus padres?- preguntó Obi-Wan.-
-Impredecible, el futuro es, pero- meditó Yoda- esto que ha hecho, solo el comienzo es.
-¿A qué se refiere maestro?- preguntó desconcertado Obi-Wan.-
-Por sus impulsos, ella actuó...el miedo es el camino al lado oscuro es...-meditó- Mmh curioso... en ella percibo... como en alguien lo mismo le dije.
-¿Qué podremos hacer en estos momentos maestro?- preguntó Windu.-
-Esperar, maestro Windu.
[...]
(Narrador Dallani)
No sé cuantas horas debí haber dormido, lo que si es que me dolía todo el cuerpo, poco a poco fui abriendo los ojos , me encontraba en una alcoba algo extraña, todo estaba oscuro y poco podía visualizar donde me encontraba, me incorporé de la cama y al momento de hacerlo dejé caer mucha arena al suelo, mi cuerpo estaba cubierto por todas partes de arena áspera, era incomodo por lo que me decidí a examinar donde estaba, todo era confuso para mí, lo último que recordaba era la tormenta en el desierto pero ahora estaba en este extraño lugar donde la cual se podía percibir una sensación fría y extraña. Seguía atónita observando el lugar hasta que unos ruidos que provenían de la puerta hicieron que me exaltara, camine unos pasos retrocediendo hacia la pared pues me empezaba a atemorizar, pero cuando entró ese sujeto a la habitación me quede tan sorprendida.
-Bienvenida señorita Baraan.
Era el conde Dooku, quien al verme sonrió de una manera tan escalofriante, yo no sabía cómo es que estaba frente a él, atemorizada trate de escapar de la habitación pero me fue imposible ya que él cerró la puerta utilizando la fuerza para que después obligándome a sentarme en la cama.
-¡Porqué me tiene aquí!- le grité enfadada.-
-Tranquilízate Baraan...después de todo tu sin pensarlo llegaste a mi.
-¿Disculpe?- pregunté extrañada.-
-Tus deseos de odio te trajeron hasta mi...¿Ves que tenía razón? Si me hubieras hecho caso, nada de lo que te está pasando hubiera ocurrido.
-Y usted que puede saber de lo que me está pasando...
-Mucho Baraan, tus padres ahora están muertos y ya nada puedes hacer.
-¡Cállese!- le grité con odio en seguida de lagrimas.-
-Tu odio puede hacerte más fuerte de lo que crees tan solo mírate...otro no hubiera resistido todo esto...Dallani ¡Tienes que vengar a tus padres!
Yo solo lloraba ante el recuerdo de ellos, no podía controlarlo y cada momento que pasaba sentía más rencor y miedo en mí.
-Solo tú puedes vengarte de aquellos que los han hecho sufrir, cuando los mandaran de exilio a Dantooine provocando su muerte, porque me imagino que si sabes quién los exiliaron ¿No?- negué con la cabeza- Me imaginé...los jedi hicieron que se fueran de Coruscant, prohibiéndoles continuar con lo que tanto querían.
-¿Mis padres eran jedi?- pregunté desconcertada.-
-Eran unos jóvenes que luchaban por eso, quedaron siendo recordados como simples padawan...y todos sus sueños fueron frustrados por amor.
-No entiendo nada...
-Por ti Dallani, la orden jedi prohíbe el apego y al enterarse el consejo de tu llegada los exiliaron para no volver a Coruscant...
-Pero eso no puede ser posible...los jedi no actúan de ese modo...
-Por el temor de ser separados...ellos se unieron al lado oscuro...y al enterarse eso en un combate con su maestro Yoda hirió a Soliah dejándola inconsciente al punto de poder perder la vida ella o tú...Gracias a que se unieron al lado oscuro pudieron sobrevivir ambas pero el miedo los llevó a irse lejos y supongo que el mejor lugar que encontraron fue Dantooine. Es una pena que su felicidad fue interrumpida de nuevo por los jedi. Justamente tu padre muere por Mace Windu...y tu madre por Anakin Skywalker.
Todo era tan confuso para mi, pude sentir mucho dolor quería gritar, llorar, quería que la muerte viniera a mí, tantas cosas que no supe, que me mintieron por años, y lo peor es que todo fue por mi culpa, de no haber venido a mis padres no los hubieran exiliado y no pasarían por tanto mal...jamás creí que los jedi fueran tan injustos pero lo que más me dolía era que ahora sabía el nombre de los asesinos de mis padres, uno que me salvó en plena guerra y otro quien me salvó de mis miedos...ahora esos dos nombres los odiaba con todo mi ser y tendrían que pagar todos por la infelicidad que sufrieron mis padres y por su muerte.
-¿Y qué podría hacer yo al respecto?- pregunte llena de rabia y en llanto imparable.-
-Unirte a mí...juntos tu y yo vengaremos el apellido Baraan...tu padre fue un amigo tan cercano a mí, por eso juntos nos vengaremos de aquellos que los han hecho sufrir, especial mente de aquellos que los mataron.
-Entonces...estoy a su disposición...
Cuando dije eso, pude notar como una sonrisa maliciosa se formaba en el rostro de Dooku, sin embargo a mí ya no me importaba nada, solo tenía sed de venganza, ya no tenía por quien luchar, ahora mismo empezaba mi venganza sobre los jedi.
[...]
(Narrador Omnisciente)
Han pasado ya dos años de lo ocurrido, Dallani se volvió fiel servidora del conde Dooku, aceptaría estar en el lado oscuro pero no quería ser aprendiz para llegar a ser completamente una sith, solo quería recuperar los conocimientos y habilidades necesarias para poder cumplir su venganza y una vez concluyéndola se retiraría a Dantooine. Pero aunque ella no quería se estaba convirtiendo en uno de ellos, sin embargo Dooku tenía otros planes con ella, después de convencerla unirse a él, también empezaría su venganza contra los Baraan y lo mejor que hacía era volviéndola cada día en algo que ellos trataron de evitar. Dallani prácticamente era su mano derecha, aprendió en ese tiempo habilidades como saber luchar, usar armas y entre ellas saber manejar el sable láser, su aspecto de igual manera cambió, ahora era una mujer de 20 años, ya no reflejaba a la dulce Dallani que era, ahora su mirada reflejaba tristeza y odio, era tan distinta a la que alguna vez fue.
Dooku aprovechaba la vulnerabilidad de ella, el rol que desempeñaría Dallani sería de infiltrada en el senado para estar más al pendiente de lo que ocurría, la cual la preparo lo suficiente bien para que fingiera y poder transportar información; aunque era claro que para información del senado no le hacía falta Dallani pues tenía una fuete poderosa sobre aquello, solo que era el pretexto para tenerla controlada, pero la simple cercanía que poseía con la senadora como con Skywalker era lo que más le interesaba, acabar con todos incluyéndola a ella misma.
Esa tarde se encontraba Dallani practicando con un sable láser, que al momento de entrar Dooku la interrumpió con su entrenamiento, aparentemente se veía que traía buenas noticias para él, pues su rostro reflejaba una sonrisa de victoria.
-¿Ocurre algo Conde Dooku?- decía Dallani apagando el sable.-
-Por fin ha llegado el momento Baraan...empieza tu venganza, prepárate que ahora mismo partes a Coruscant como ya lo habíamos planeado...
Al terminar de decir eso Dooku, Dallani se quedo dudosa, estaba tan decidida de ir, volver a ver a todos sería impactante pero muy dentro de ella tenía miedo pues después de todo Padmé no tenía la culpa, pero ya no había vuelta atrás pues esa promesa que hizo al jurarles a sus padres vengar su muerte se cumpliría.
Fue a prepararse para alistarse a su nueva vida que junto con Dooku ya habían planeado el momento y ahora era la oportunidad, se colocó unos pantalones en compañía de un top del mismo tono, junto con una capa a lo cual su vestimenta se reunía en un solo color que era negro así como sus botas, su larga cabellera la acomodo en modo de un pequeño recogido sencillo. Una vez que se encontraba lista se quedó meditando unos segundos en lo que podría ocurrir al momento en que vuelta a Coruscant, ya nada sería igual, incluyendo a Anakin.
Subió a la nave que la estaba esperando para llevarla directo a Coruscant, mientras que Dooku al ver su partida fue directamente con Darth Sidious para informarle lo ocurrido.
-La venganza comenzó maestro.- decía Dooku inclinado ante un holograma de Darth Sidious.-
-Muy bien hecho, después de todo la chica a la vez será útil...Baraan será nuestro anzuelo.- comentó entre una risa malévola.-
[...]
La nave se encontraba ya en Coruscant, el viaje no fue largo, pero cada segundo se volvían horas para Dallani, sentía como su corazón se aceleraba más de lo normal y otra vez se hacía presente esos malos presentimientos, ella odiaba sentir eso pero la ansiedad la mataba.
Dejándola cerca del apartamento de Padmé, Dallani empezó a caminar por esas calles de la impresionante ciudad, todo parecía tan igual, el característico ajetreo en esas grandes calles mientras que sus habitantes caminaban chocando unos con otros, sin embargo ella iba distraída pensando sobre cómo explicaría su huida hace dos años sin decir nada, a la vez le preocupaba por si nada resultaba como lo había planeado y sin darse cuenta ya estaba en el lugar. Arribó en ese elevador que recordaba perfectamente "Aparentemente nada ha cambiado" pensaba ella sumergida en sus pensamientos. El tiempo se volvía eterno ahí adentro; una vez que se abrieron las puertas tragó una bocanada de aire para estar nuevamente cara a cara con aquello que había huido.
Antes de tocar la puerta, dio varias vueltas en su propio eje y una vez conservando la calma se encontró dispuesta a tocar.
-¿Dallani?
(Narrador Dallani)
Dispuesta a tocar esa puerta, esa voz volvía a penetrar mi cuerpo, pude sentir como un nerviosismo recorría por todo mi cuerpo "¡Maldita sea! ¿Por qué me ocurre esto?" Pensaba para mis adentros, baje mi mano que estaba a punto de tocar la puerta y al girar lentamente me encontraba nuevamente con él...Skywalker.
Era un Anakin tan distinto, ahora relucía mas diferente a la última vez que lo vi, su cabello ahora era más largo y se apreciaba ligeramente ondulado, podía notar que usaba ahora un guante negro sobre su prótesis metálica que combinaba con el resto de su vestimenta, aunque en su rostro cerca del ojo derecho poseía una cicatriz, que de cierta forma no se le veía nada mal. Se notaba que había madurado, ya no era el joven padawan que conocí, supongo que completo con su entrenamiento. No dejaba de observarlo, volver a sentir ese par de ojos celestes sobre mí era una debilidad, por más que trataba de concentrarme en mi venganza me era imposible pues me quede inerme ante él, entre en un estado de shock al igual que él, quedamos sin palabra alguna ante nuestro reencuentro, pude notar como en su rostro aparecía una encantadora sonrisa pero yo me rehusé a devolvérsela, y él sin pensarlo un segundo más, corrió hacia mí para abrazarme tan fuertemente, ¡Esto era perturbante! podía percibir esa deleitable aroma de él, estar entre sus fuertes brazos me hacían vulnerable mientras que mis pensamientos estaban en blanco y mi corazón latía más rápido de lo normal.
Todo fue en cuestión de segundos, todo fue tan rápido e indescriptible, tanto que perdí la noción del tiempo y sin más palabras pude sentir como Anakin me tomo del rostro acercándolo al suyo, sintiendo como sus labios se acercaban lentamente a los míos y sin dudarlo más, lo atraje hacia mí para darle un beso, un beso que después de dos largo años volvíamos estar unidos de esa manera. Podía sentir de nuevo esos jugosos labios sobre los míos, nos encontrábamos envueltos en una ola de deseo en aquel beso, sus manos me sostenían fuertemente de la cintura mientras que yo lo sostenía de su cabeza, era claro, estaba nuevamente frente a mi dulce pesadilla.