―¿Cómo te fue en la escuela?―le pregunto a Danielle después de recogerla de la escuela.
―Es miércoles, todo es muy tranquilo los miércoles―me contesta con una gran sonrisa en el rostro.
―Pero dime que fue lo que hiciste―le insisto. Quiero saber la razón de esa sonrisa que tiene pintada en el rostro.
―Hicimos tarjetas en la clase de Lengua.
―¿Tarjetas de qué?
―De lo que fuera, yo hice una de cumpleaños porque Olivia me dijo que el martes será el tuyo.
―Estás en lo cierto. ¿Ya acabaste la tarjeta?
―Ya.
―¿Puedo leerla?―me han dado unas ansias enormes desde que me dijo que me ha hecho una tarjeta por mi cumpleaños en la escuela.
―No, es de cumpleaños, así que te la daré hasta el martes―vaya que esta niña si es difícil de persuadir, aunque para pedirle su colaboración para preparar una sorpresa para Olivia no será nada difícil.
―Oye, te tengo una propuesta.
―¿Propuesta?
―Sí, es que quiero darle algo especial a tu madre.
―¿Cuándo?―pregunta Danielle emocionada. No fue nada difícil persuadirla para esto.
―El martes.
Danielle me fulmina con la mirada. Ha de pensar que el martes es mi día y sólo mío, por lo cual sería indecente que le diera algo a Olivia este sábado. Necesito hacerle la propuesta que tengo en mente a ella lo antes posible. Comienzo a imaginarme su reacción.
―Pero es tu cumpleaños―dice Danielle entre dientes.
―Sí, pero hay algo que tengo que decirle a tu madre, es demasiado importante―le digo y ella de inmediato saca un cuaderno de su mochila y un lápiz. Es su cuaderno de sus pesadillas.
En ese momento llegamos al edificio de la Policía de Manhattan. Danielle baja del auto de un salto. Yo le abro la puerta del asiento trasero a Noah y, cuando se encuentra fuera del vehículo, lo cargo. Después, me dirijo a la entrada junto a Danielle.
―¿Qué clase de propuesta es?―me pregunta mientras atravesamos el vestíbulo hacia el elevador.
―Matrimonio―digo en un susurro. No quiero que nadie se entere antes de tiempo.
―¡¿Te vas a casar con Olivia?!―grita Danielle emocionada. Yo le tapo la boca a ella de inmediato.
Toda la gente de la planta baja voltea a vernos. Yo destapo la boca de Danielle lentamente mientras ella me mira arqueando las cejas.
―Habla en voz baja, no quiero que alguien le diga lo que tengo pensado hacer―digo pulsando el botón para llamar al ascensor. Danielle asiente.
―Yo quería hacer eso, papí―dice Noah con cara de enojado.
―En un momento lo podrás hacer―digo y entramos en el elevador.
Dejo que Noah presione el botón del piso de la Unidad. Danielle se coloca en un rincón, viendo su cuaderno fijamente mientras golpea su lápiz contra sus labios una y otra vez.
―¿Por qué no nos llevas a casa?―me pregunta sin dejar de mirar el cuaderno.
―Porque quiero que me ayudes a planear la propuesta.
―Quiero ver a Nemo―dice Noah.
―Ahora mismo no tengo la película, campeón, pero la veremos al llegar a casa―le digo a Noah.
―¿No iré a entrenar?―pregunta Danielle mientras hace una anotación en su cuaderno. No ha volteado a verme desde que entramos al elevador.
―Por hoy no―le contesto cuando las puertas del elevador se abren. Salimos de ahí―, necesito que me ayudes a planear todo.
―Tiene que ser muy creativo, debe de ser demasiado especial para que...
―Cállate―le ordeno a Danielle en voz baja en cuanto veo que Olivia camina hacia nosotros.
―¿Qué hacen los niños aquí?―me pregunta Olivia.
―Hoy no habrá entrenamiento, así que le dije a Elliot que quería venir a aquí en lugar de quedarme en casa―Danielle le miente. Olivia asiente convencida, creyéndose la mentira.
―¿Cómo les fue en la escuela, mis pequeños?―pregunta Olivia después de darle un beso a cada uno de los niños.
―Bien, mami, hice esto―Noah saca de su morral del kínder el dibujo de una flor.
―Es hermoso, mi amor, lo pondré en mi oficina. ¿Qué hay de ti, Danielle?
―Nada en especial, todo tranquilo―es la misma respuesta que me dio a mí cuando entro en el auto, sólo que con otras palabras.
―Te noto algo rara, Dani―le dice Olivia.
―La rara eres tú―contesta Danielle. Olivia reacciona abriendo mucho los ojos.
Danielle también me ha sorprendido con esa respuesta. ¿Será que es su faceta de mentiras o es que se está revelando, abandonado su faceta sumisa? Tal vez sean las dos opciones, no sé de qué lado irme.
―¿Por qué?―Olivia comienza a desafiar a Danielle.
―Déjame lo pienso, ah sí, has estado más protectora y cariñosa―Danielle en eso tiene razón, seguramente se debe al embarazo de Liv pero, ¿por qué esa actitud de Danielle a Olivia?
―Danielle, creo que tú eres la rara―afirmo y ella lleva su vista a su cuaderno.
―Entonces, hablemos―dice seria.
Llevo a Danielle a una sala de interrogatorio desocupada después de haberle dejado a Noah con Olivia. En cuanto cierro la puerta y me giro para verla, ella me sonríe con alegría. ¿Qué carajos le está pasando?
―¿Qué te pasa?―le pregunto.
―Quiero que se sumerja en el misterio de la situación―ella está hablando de Olivia.
―Puedes mantener el misterio sin ser hostil―Danielle bufa, pero después asiente.
―Está bien, ¿qué haremos?―dice sentándose a la mesa y se alista para comenzar a escribir.
―Tengo un plan, pero tendré que hablar con el Teniente Tucker si a ti te llega a agradar lo que tengo pensado.
―Comienza a hablar, padre, soy todo oído.
Comienzo a contarle a Danielle todo lo que hay en mi cabeza, incluso los detalles más mínimos. La elaboración, los detalles, la manera en que llevaré a Olivia al lugar que tengo pensado, todo se lo cuento a la niña que escribe rápidamente frente a mí.
―¿No sería más sencillo mostrarle la caja con el anillo y ya?―pregunta Danielle en cuanto termino de hablar.
―Sí, pero quiero que sea algo que ni ella se imagine―creo que Olivia tampoco espera que vaya yo a pedirle matrimonio el sábado.
―¿Cuándo irás a hablar con el Teniente Tucker para ver si podemos llevar a cabo todo esto?
―Creo que querrás decir iremos―le afirmo, sorprendiéndola.
―Pero yo no trabajo en la policía, tú sí―Danielle me reprende. ¿Desde cuándo un hijo mío me reprende? Creo que nunca me ha pasado.
―Puedes servirme para persuadir a Tucker, puedes suavizarle el alma―Danielle comienza a mirarme con demasiada atención―, a lo mejor si te ve y observa que estás involucrada porque no puedes esperar a que tus padres estén juntos nos deje llevar a cabo el plan.
―Convénceme―Danielle me desafía.
―Te compro un jersey de quien tú quieras―le digo y Dani sonríe triunfante.
―Hecho―Danielle cierra su cuaderno y se levanta de su silla.
Salimos de la sala de interrogatorio mientras Olivia nos mira intrigada desde su silla. No puedo esperar a que sea martes para que se convierta en mi prometida y después de un tiempo en mi esposa. Olivia Stabler. Me gusta cómo suena mi apellido acompañado de su nombre. Voy hacia Olivia y le doy un beso en los labios, esperando que nos olvide a mí y a Danielle por un momento.
―¿A dónde van?―pregunta Olivia justo cuando Danielle y yo vamos atravesando la puerta de su oficina.
―A ningún lado, mamá―dice Danielle con amabilidad extrema en su voz. Esta si es la niña que todos conocemos.
―Es cierto, sólo vamos a la máquina expendedora―le digo a Olivia.
―¿Seguros?
―Demasiado seguros―dicemos Dani y yo en coro.
―¿Quieres que te traigamos algo?―pregunta Danielle. Liv niega con la cabeza.
―No, gracias, estoy bien.
Cuando Danielle y yo salimos de la oficina de Olivia suspiramos aliviados. No estuvimos en un interrogatorio al estilo Benson. Si Olivia nos hubiera interrogado el plan pudo haberse arruinado por completo.
Mi hija y yo vamos al elevador, con las esperanzas d que Tucker nos de la aprobación para que esta propuesta de matrimonio algo loca se lleve a cabo sin ningún problema.
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Creo que pronto habrá una propuesta de matrimonio :3 pues bueno, este es el capítulo de hoy, espero que les haya gustado, dejen sus sexys comentarios :3
Bueno estamos a 10 capítulos de llegar al capítulo 50 y pues me gustaría hacer un video respondiendo preguntas sobre el fic, como por ejemplo que va a pasar o porque hago las cosas como las hago xD o cualquier clase de pregunta xD
Deja tu voto si te gustó el capítulo y comenta pues alguna pregunta para el video :3 jajaja
Los amo, y como estoy en periodo vacacional, tal vez suba capítulo nuevo mañana :3 jejeje
Nos leemos pronto :3