BANG ll: Explosion of love.

iherebelieber tarafından

469K 26.8K 5K

TERCER LUGAR CATEGORÍA ACCIÓN EN LOS #BIEBERAWARDS2016 No leer esta historia si no has leído la primera tempo... Daha Fazla

«Prologo»
«Introducción»
«Prefacio»
«¿Aún piensas en él?»
«En la cárcel»
«Malditamente encerrados»
«Noche de alcohol»
«Segunda oportunidad»
«Sao vicente, Cabo verde»
«Decisiones»
«Blake Desmond»
«Caída»
«Feliz cumpleaños, Blake.»
«Compras y malas noticias»
«Problemas»
«Sólo tú y yo»
«Adrenalina, y vecinos raros»
«Charlie Everson» (Parte uno)
«Charlie Everson» (Parte dos)
«Plan seductivo»
«Engaño»
«Así es el amor»
«Disculpas»
«Tengo miedo»
«A comenzar de nuevo»
«Cassy»
«Dinero y explosión»
«No otra vez»
«Oscuridad»
«Todo estará bien»
«Ideas, sobornos y abogados»
«Juicio»
«Sensaciones»
«Sólo amor»
«¡Olvide su cumpleaños!»
«Adelantos»
«Accidente»
«Isaac»
«Locuras»
«Nervios»
«Gemidos, viaje, suciedad y narices rotas»
«Planificación»
«Cásate conmigo»
«Si»
«Matricidio y nuevos jefes.»
«Deja vu»
«Huida»
«¿Celoso?»
«Golpes y anuncios de compromiso»
«Hoteles, trajes, y vestidos.»
«Preparativos, dieta, y más preparativos»
«Ciudad del pecado»
«Impedimentos matrimoniales»
«Locura en Las Vegas»
«Locamente casados»
«Sorpresas y más sorpresas»
«Pequeños cambios»
«Amenazas»
«Peligro»
«Familia»
«Los Dean»
«Rusos y Australianos»
«Espionaje»
«Vergüenza»
«Estamos listos»
«El trabajo de nuestras vidas»
«Uno menos»
«¡Diablos!»
«Año nuevo»
«Bebé Bieber»
«Cuidado»

«Despedida»

5.5K 336 41
iherebelieber tarafından



Capitulo cuarenta y cuatro.


Leah's POV.

Habían pasado tres semanas, dos exámenes, y tres guías prácticas, desde que Adam y Megan habían llegado. Fruncí el ceño leyendo lo que debía aprender ahora. Esto yo ya...

Oh, cierto. Ashton me había estado ayudando a estudiar, y lo que debía ''aprender'' ahora ya lo sabía gracias a él. Me reí, y respondí rápidamente mi guía de ejercicios.

Kendall me miraba con los ojos entrecerrados.

—No entiendo nada. —dijo, y se rió. Sonreí. Kendall llevaba media hora sentada a mi lado viendo todo lo que hacía. Terminé quince minutos después y apagué mi laptop para dejarla a un lado.

—¡Chicas, a cenar! —nos avisó Adrián desde la puerta de la habitación. Le sonreí y nos levantamos. Megan y Justin habían cocinado. Tenía mucha suerte de que él si supiera cocinar.

Caminamos hasta la mesa. Todo ya estaba servido. Y se veía muy... elegante. Habían puesto hasta copas, y sabía que ese había sido Adam. Y Justin. Ambos adoraban el vino caro. Pero ese que es jodidamente caro.

Tomé asiento entre Cassandra y Justin, con Damon y Adam justo en frente de mí.

—Quiero hacer un brindis. —dijo Adam cuando ya todos teníamos un poco de vino en nuestras copas. Se levantó y nos miró.

—Por mañana—dijo con una pequeña sonrisa. —Por Leah y Justin. Y porque nuestra vida sea mejor, hoy, y siempre.

Levantamos nuestras copas, y Justin me dio una sonrisa de esas que hacían que quisiera quitarme la ropa en ese instante. Cenamos entre risas, recuerdos, y proyecciones futuras.

Cuando dieron las diez, estábamos todos sentados en el living riendo como locos. Justin tenía su brazo sobre mi hombro, y estaba relajadamente apoyado hacia atrás en el sofá.

—¿Viste el juego del otro día? —le preguntó Damon a Adam. Entonces todos los chicos, menos el mío claro, se fundieron en una conversación sobre futbol. Una vez, cuando estudiábamos juntos me dijo que no era parte del equipo porque no se arriesgaría a que le pegaran en el rostro. Pero tampoco le gustaba la otra clase de futbol. Era como... si simplemente no le interesara. Y me gustaba eso, es decir, no a todos los hombres debe gustarle el futbol. Estaba segura que Justin prefería pintar, o tal vez leer poesía mientras fumaba un cigarrillo antes que ver un partido de futbol. Porque él era así.

Justin me miró y acarició mi rostro con suavidad. Su rostro se iluminó, y entonces sonrió. Se levantó y tiró de mi mano.

—Ven, vamos muñeca.

Arreglé mi vestido mientras él entrelazaba los dedos de mi otra mano con los suyos. Caminamos en silencio y sin llamar la atención hasta la terraza.

—¿Dónde vamos? —pregunté cuando siguió caminando, para bajar a la playa.

—A dar un paseo. —respondió. De pronto par en medio de las escaleras y se quitó los zapatos sin soltar mi mano. Los tiró con fuerza hacia arriba, logrando que quedaran en la terraza.

—Sácate los zapatos.

Me lo quité y el hizo lo mismo, pero con menos fuerza. Bajamos aún tomados de la mano. Cerré mis ojos ante la fresca brisa del mar de Costa rica. Esto era el paraíso.

—Mañana...—murmuré, mientras negaba con la cabeza.

—Muñeca no lo hagas. —se quejó dejando de caminar. Sonreí.

—¿Qué cosa?

—Esto. No lo hagas. No quiero que me hagas arrepentirme de ir a Italia. Todo está listo.

Lo abracé.

—No nos separemos. —hice un puchero.

Él sonrió.

—Serán solo tres semanas. —dijo.

—Casi un mes. —rectifiqué. Me tomo otra vez de la mano y comenzó a andar.

—Todo saldrá bien. —me aseguró. Paró de caminar y posó su mano en mi mejilla, —te amo.

—También te amo—murmuré. De pronto sonrió maliciosamente y me tomó en brazos, dejándome justo sobre su hombro.

—¡No Justin! —dije. Se me iba a ver el trasero. Justin comenzó a reírse, y no pude evitarlo también.

—¿Qué dirías si te tiro al agua? —me preguntó sin dejar de reír.

—¡Me enojaría! —dije con una sonrisa reprimida.

—Uhm, no lo creo. —respondió. —Me gusta tu trasero—comentó con la voz ronca.

—Ya lo sabía. —dije

—¿Si? —caminó hasta acercarse a la orilla.

—Si. Me lo dices siempre. Y me apretaste el trasero una vez cuando no te conocía.

Él soltó una carcajada estridente, mientras se acercaba en pasos pequeños hasta la orilla, que aún no lograba mojarle los pies.

—¿Entro? —preguntó. Subió la mano con la que no me sujetaba, y me acarició el trasero. Cerré mis ojos, me estaba mareando al estar de cabeza.

—Si. —susurré.

Me puso en el piso de nuevo. Me miró unos segundos, y me besó rápidamente, sonriendo de por medio. Amaba cuando todo era solo besos y sonrisas entre nosotros, porque se sentía maravilloso, y me hacía olvidar lo malo que nos rodeaba. Bajó su caliente mirada por mi cuerpo, pasó por mis pechos hasta mis piernas. Tomó el borde del vestido y lo tiró hacia arriba, hasta sacármelo. Lo tiró en la arena, y me miró. Bajé mis manos por su pecho con suavidad, hasta quitar su camiseta. La tiré junto con mi vestido y él me tomo por la cintura.

Bajó y su boca se encontró con la mía, y con suavidad entreabrió sus labios cuando empujé con mi lengua. Mis pechos se encontraron con torso, que desprendía un calor inimaginable. Jugué con su lengua, y gemí cuando sus manos bajaron a mi trasero y me apretó acercando mi cuerpo al suyo.

—Ah...—suspiré. Comenzó a besarme hasta llegar a mi cuello, y succionó ahí, para dejar una marca.

—Justin—me reí acariciando su nuca y él volvió a mi boca.

—No tendré sexo por tres semanas—gimió—déjame disfrutarte.

Me besó otra vez, y sonreí.

—No serás el único—dije acercándome. Nos besamos durante unos segundos de nuevo, y cuando nos separamos, con rapidez me tomó en brazos, y avanzó conmigo hasta el agua.

—¡No! ¡Esta fría, esta fría!

—Lo siento muñeca.

Avanzó con más rapidez hasta que el agua le llegaba al abdomen, y a mi casi al trasero. Entonces, tomó aire, y yo también lo hice, porque... sabía que él no se hundiría conmigo. Conocía mi fobia, pero también sabía, que a las olas no les importaría.

En ese preciso momento una nos pasó por encima, mojándonos por completo. Tomé aire y tiré mi cabello hacia atrás.

—Tengo frio. —dije tomando más aire. Estiró sus manos, y metió sus dedos por el borde de mi ropa interior, la de abajo. Entonces tiró, jalándome hacia él. Nos besamos unos segundos, hasta que le tiré agua y comenzamos una guerra.

—No quiero que sea mañana. —Miré el mar y después hacia arriba, la luna. Ahora nos encontrábamos sentados en la arena, y estaba siendo abrazada por él.

—Yo tampoco—susurró él.

Me mordí el labio, queriendo ir arriba, sólo a estar con él. Entrelacé nuestros dedos, y lo miré algo nerviosa.

—¿Quieres... ir arriba? —me mordí el labio de nuevo. Él sonrió de lado y nos giró, dejándome acostada en la arena. Me besó y acomodó mi cabello, despejando mi rostro.

—Por su puesto.

Nos levantamos con rapidez, y tomamos nuestra ropa. Me coloqué el vestido en la terraza y él sus pantalones, y pasamos con rapidez hasta nuestra habitación. Cerró la puerta y me acorraló contra ella, besándome con rapidez.

—¿Por qué eres tan lindo? —pregunté acariciando su rostro. Él soltó una risita que se me contagió.

—Ay, Leah...—susurró. —me encantas. Me vuelves completamente loco.

Se inclinó otra vez hacia mis labios para darme un suave y nuevo beso. Se lo devolví más desesperadamente, cada vez... cada vez que nos encontrábamos así algo parecía apoderarse de mí.

Metió su lengua en mi boca y jugó con la mía mientras yo entrelazaba mis manos en su cuello. Jadee, cuando su mano tocó mis pechos por encima de la tela húmeda del vestido. Se había pasado por mi ropa interior mojada. Apretó mis pechos y gemí en sus labios. Entonces me tomó por la cintura y avanzó hacia atrás, hasta que me recosté en la cama. Se subió encima, y me acarició de nuevo el rostro. Tomó mi mano izquierda, y movió el anillo que allí se encontraba. Besó mis nudillos mientras me miraba a los ojos, y dijo;

—Ahora serás solamente mía.

Asentí, hipnotizada por el amor que sentía hacia él. Sus ojos parecían desnudar mi alma. Deslizó poco a poco su mano dentro de mi vestido y comenzó a pasar sus dedos por encima de mi ropa interior.

—Justin...—gemí cerrando mis ojos. Su boca fue a mi cuello y comenzó a besarme con más fuerza. Su mano corrió la tela, y comenzó a tocar mi intimidad directamente. Gemí de nuevo, sin poder evitarlo.

El calor entre nuestros cuerpos era algo muy difícil de ignorar. Sentía calor por todos lados, mis mejillas, mis pechos, y en especial abajo, donde nuestros cuerpos estaban presionados entre sí, con su mano de por medio. Toqué su abdomen, pasando mis dedos suavemente por allí. Busqué sus labios mientras no paraba de tocarlo por todas partes, y puse todo de mí en ese sensual beso.

Acaricié un poco más su pecho, que subía y bajaba con rapidez. Bajé mis manos hasta su pantalón y tiré de él para bajarlo. Cuando estuvo fuera, giramos y el quedó debajo. Entonces me tomó por la cintura, y tiró de mi para que me sentara encima de él.

Me moví lentamente, frotando nuestros cuerpos a medida que el beso que compartíamos se volvía más ardiente.

—Vamos a la ducha. —dijo pegando nuestras frentes. Asentí, con los ojos cerrados y mordiéndome el labio. Enredé mis piernas en sus caderas, mientras me sujetaba con una mano, y bajaba su bóxer con la otra. Él terminó por bajarlo, y sonreí. Dio un paso adelante para dejarlo atrás, y yo desabroché mi brasier, para dejarlo caer. Avanzó conmigo colgada de él hasta la ducha, y abrió la llave. Cuando estuvo bien bajó mis bragas, y las tiró en alguna parte del baño, para besarme al mismo tiempo en que estábamos bajo el agua.

Ahí dentro, me quede de pie, mientras él se encargaba de lavar mi cuerpo. Su boca se acercó a mis pechos y jugó con ellos unos segundos, besándolos y lamiendo. Comencé a respirar más fuerte que antes.

Me empujó contra la pared con fuerza y me besó salvajemente. Mucho más fuerte y duro que antes. Sus dos manos fueron a mi cintura y me levantó.

—Enreda tus piernas en mis caderas muñeca. —dijo con voz ronca. Hice lo que me pidió, y entonces él colocó su punta en mi entrada.

—Hazlo. —susurré.

Entonces comenzó. Al principio fue lento, y calmado. Gemí con fuerza y apreté su espalda con mis dedos.

—Más...—murmuré a penas.

Comenzó a moverse más y más rápido, y no podía hacer más que gemir.

—Oh muñeca. —gimió. —mierda.

Sus embestidas eran precisas, fuertes. Perdía la razón por él, completamente. Cerré mis ojos, concentrándome en sus movimientos y en su respiración. Lo besé, y gimió otra vez contra mis labios.

Dios, él era completamente maravilloso.

En todos los sentidos.

—Te amo. —dije agitadamente.

—Yo más preciosa. —jadeó. —yo más.

Unos segundos después, acabó dentro de mí.

Mis piernas temblaban y solo él me sostenía. Había tenido un espectacular orgasmo, de esos que sólo él sabía cómo darme. Y es que, tal vez, el amor en nosotros era la clave de todo. Me besó con suavidad y suspiró.

—Eres preciosa.

Pude quedarme parada, y sonreí inconscientemente. Justin me tomó de la mano y me colocó debajo del chorro de agua, enjuagándome. Hizo lo suyo, y luego envolvió mi cuerpo en una toalla.

Mientras él terminaba de secarse caminé hasta la cama y me senté en ella. Saqué mi pijama que era una camiseta grande de Justin y me la puse. Me levanté y me coloqué bragas, para luego pasarme la toalla por el cabello.

Justin se secó un poco más y entró desnudo a la cama. Me quejé.

—¡No lo hagas!

Sólo recibí una sonrisa sexy como respuesta a eso. Él conectó el secador de cabello, e hizo que me sentara dándole la espalda. Lo encendió y comenzó a pasar sus dedos con suavidad por todo mi cabello, desenredándolo y secándolo al mismo tiempo. Cuando terminó lo desconectó y se acostó. Me atrajo hacia su pecho y escondí mi rostro en su cuello.

Me besó en la cabeza y sonreí, pasando una mano por su abdomen. Estaba bien marcado. Sus abdominales eran perfectos, y su piel era suave. Le di un pequeño beso en el pecho y levanté mi cabeza para mirarlo. Seguía despierto.

Aprovechó la oportunidad y estrelló sus labios contra los míos. Parecía jamás cansarse de besarme. Y en cualquier caso, yo tampoco lo hacía. Delineó mis labios con su lengua y sonreí.

—Ya...—suspiré. —Estás muy caliente hoy, Justin.

Él se rió.

—No es cierto.

—Si. —dije—dime, ¿tendrías de nuevo sexo conmigo? ¿Ahora?

Sonrió.

—Si. —dijo. —no me canso de hacer el amor contigo.

Negué con la cabeza.

—Me encantas.

Ni si quiera recuerdo cuando me quedé dormida. Sólo podía sentir los besitos que Justin repartía por todo mi rostro mientras mis ojos se cerraban y el cansancio de apoderaba de mí.

La mañana siguiente, era hora. Desayunamos todos juntos, lanzamos muchas buenas vibras y el plan comenzó.

A las doce del mediodía, en plena luz del sol, el jefe narcotraficante de Cassandra tendría preparado un vuelo privado para transportar todo su dinero a Estados unidos. Serían maletas, y maletas llenas de dinero que Justin, Damon, y los demás chicos se llevarían.

Lo que más me gustaba del plan, era que estos días de planificación que habíamos tenido, habíamos quedados que chicos se irían con chicos, y chicas con chicas. Oh, excepto Megan. Ella se iría con Adam a Italia.

Así que me iría con Kendall, Cassandra y Megan a California.

Adam, como siempre lo tenía todo bajo control. Como poseía mucho dinero, y Cassandra comenzó a decir que no quería ir a Italia, él dijo algo como, ''vale nena, ve con las chicas, arrendaremos un departamento''

Y todo solucionado.

Así era como Cassandra tenía un nuevo hogar cerca del mío. Bueno, ni tan cerca. Había hablado con mamá hace algunos días y le mentí sobre porque iba a California. Mencioné que viajaría con Kendall, y nos quedaríamos un par de semanas ahí hasta volver a encontrarme con Justin.

La mentira no había sido del todo mentira, el decir, había dicho que Justin tenía unos asuntos con los negocios de su padre que solo él podía resolver, y no quería aburrirme allá.

Al principio mamá no me creyó y pensó que habíamos peleado o algo así.

Todo estaba calculado. Entraríamos al aeropuerto internacional de San José todos juntos, yo, Ken y Cassandra tomaríamos un avión a California y luego los chicos se irían a efectuar el plan.

Justin's POV.

Ver a Leah con los ojos llenos de lágrimas, y que fuera por mi culpa me descolocaba completamente. No sabía qué hacer. Sólo... tenía que protegerla, y para eso sería necesario que estuviéramos separados este tiempo. Ella se iría con su madre, y estaría segura.

—Muñeca... no llores. —gemí. —por favor, no llores.

Sus ojos azules parecían atraparme, y suplicarme que no nos separáramos.

—Te amo. —dijo abrazándome. Se aferró con fuerza. La abracé por la cintura con una mano y con la otra acaricié su cabello.

—Yo también. —La miré de nuevo. —Te llamaré todos los días, ¿vale?

Asintió y entonces mi corazón se quebró. Me encontré con los ojos llenos de lágrimas también. Las de ellas ya habían comenzado a caer. Parpadee unos segundos, y ella negó con la cabeza, limpiando su rostro.

—Lo siento.

—No, no—dije. —Quiero que te cuides mucho. Pronto iré por ti. Estaremos juntos. Como debemos estar.

La besé dulcemente durante unos segundos, y la abracé de nuevo. Me sentía como si estuviera totalmente pegado a ella. Como si fuera un imán y yo una pieza de metal. Una voz monótona llamó a todos los pasajeros del vuelo de Leah, y entonces me mordí el labio. Tenía un nudo en mi garganta. Dejarla ir, otra vez, era parte de las cosas más difíciles que había tenido que pasar en la vida.

Leah tomó el mango de su maleta y me miró.

—Dios, te amo demasiado.

Se impulsó y me rodeo con sus piernas. Estábamos haciendo de esto un teatro, pero no me importaba. No todos los que miraban iban a separarse del amor de su vida durante lo que sería aproximadamente un mes.

—Tu vuelo ya se va—dije a penas. Leah asintió y se bajó. Le di un último abrazo y acaricié su rostro. Luego coloqué todo su cabello hacia atrás, justamente como me gustaba que lo usara. Su precioso rostro despejado, y su cabello finamente peinado hacia atrás.

—Te amo. —repetí. —te amo mucho.

—Y yo. —dijo.

Me despedí de Cassandra y de Kendall que estaba siendo aún más dramática y lloraba como si nos fuéramos a morir. Cuando las vi embarcar cerré mis ojos y apreté mis labios. Sólo esperaba que el tiempo se me pasara rápido. Damon me dio un asentimiento y nos largamos.

Ahora, sólo teníamos que lograr salir de Costa rica con todo, todo ese maldito dinero.

____________________________________

Está medio aburrido pero lo tuve que escribir bajo presión:(

Mañana me voy de vacaciones y bueno, recién lo termine. Bueno son más de las doce en mi país, así que técnicamente es lunes, y me voy hoy. No creo que vuelva a subir hasta el próximo lunes o algo así, y tampoco me estaré conectando.

Cumplí con subir tres capítulos cada los días como dijimos RKÑDLKF, la verdad es que pensé que no lo lograría, porque hubo un momento en que me dió la lata así total y no quería escribir nada.

Bueeeeeeeeeeeeeeno♥, supongo que nos leemos cuando vuelva.  Voten y comenten porque se vendrá muy muy bueno. No tienen idea de como planeo que sea el matricidio en las vegas.




Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

14.8K 1.6K 33
Autor: DeadlyMaelstrom Daveth Baratheon es el hijo mayor del rey Robert Baratheon y la reina Cersei Lannister. Conocido en todo el mundo por los Siet...
31.1K 2.6K 15
Izuku midoriya un chico que nació diferente a las demás de su generación no por el hecho de no tener un don El tenía algo más El era un prodigio Tod...
172K 17.5K 85
Durante una lucha con una maldición de primer grado con la habilidad de crear portales, itadori caería en uno que lo mandaría al mundo pokémon. ¿Su o...
76.4K 13.8K 103
Mientras un joven Peter Quill muere lentamente de hambre en una celda de prisión en el barco devastador de Yondu, aparece otra alma y se fusiona con...