Ese día la mansión cabello estaba lista para la llegada del patriarca; Sinu esperaba a su marido con alegría, después de varios días de estar ausente de casa por fin regresaba y le daba mucha ilusión porque a Alejandro no le gustaba estar lejos de su bebe, su única hija a la que ambos adoraban.
Divisó el carro de su marido y volvió por su pequeña para recibirlo en la puerta.
_ ¿cómo están mis dos amores?_ entró Alejandro contento a la enorme mansión.
_ Tus dos amores están extrañándote_ Sinu adoraba a su esposo y la prueba más grande de ese amor era la pequeña Camila.
Y la pequeña Camila en cuanto vio a su padre alzo ansiosa sus manos hacia él para que la cargara.
_ ¿la ves?_ Sinu sonrió por la desesperación con que su hija buscaba a su padre_ nunca te vuelvas a ir, aquí se te extraña mucho.
_no me gusta dejarlas mucho tiempo, amor_ Alejandro la miró amoroso mientras la tomaba en brazos orgulloso de saberse querido_ pero a veces los negocios apremian.
_ por cierto, por poco no llego, me quedé sin combustible_ empezó a jugar con su hija.
_ estaba a punto de ir al pueblo por la despensa, pero no quise irme antes de que llegaras, ¿quieres ir conmigo?
_no cariño, estoy muerto, déjame a mi nena y me traes combustible_ Alejandro estaba decidido a que la próxima vez que saliera de viaje llevaría a su familia con él porque las extrañó mucho.
_cariño, estás cansado, mejor me la llevo_ protestó Sinu.
_ nunca para mi hija_ Alejandro daría todo por su bebé, incluso cuidarla aunque estuviera muerto de cansancio.
_está bien_ Sinu suspiró resignada, sabía que Alejandro no cedería en dejarle a Camilita _ me llevaré a Yessica para que me ayude con las compras., ¿Crees que podrás arreglártelas solo?
_tu vete sin pendiente, Camila y yo estaremos bien_ Sinu se despidió y se fue con Yessica.
Era sábado por lo que la servidumbre estaba en día de descanso, así que Alejandro se quedaría solo con Camila, ya se habían quedado antes, así que Sinu confiaba en que sobrevivirían sin ella., jamás se imaginó que era la última vez que vería a las dos personas más importante de su vida.
Sinu y Yessica iban platicando alegremente por la carretera, estaban a la mitad de llegar al siguiente pueblo cuando vieron al lado del camino algo que les llamó la atención. Sinu detuvo la camioneta y bajo seguida de Yesica, estaba un poco lejos de la orilla, por lo que se alejó de la camioneta
_señora, tengo miedo, mejor regresemos a la camioneta_ dijo Yessica temerosa.
_parece un cuerpo_ dijo Sinu preocupada sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo
No muy lejos de allí se encontraba Diego quien al ver que estaba a punto de ser descubierto, se alejó sigilosamente de allí y en cuanto vio que las dos mujeres se alejaron, rodeó la camioneta., de entre sus ropas sacó la navaja suiza para abrir silenciosamente el cofre y cortar rápidamente el freno y mangueras., después se movió a toda prisa al escuchar el grito desesperado de Sinu y Yessica.
_ ¡Maldita metiche! _ masculló Diego.
_¡está muerta! _ gritó Yessica aterrada_ ¡vayámonos de aquí señora! ¡por favor!_ lloraba histérica.
_¡Sí! ¡Dios!_ gritó Sinu_ ¡Corre Yessy!
Sinu corrió hacia la camioneta seguida de Yessica, estaba dispuesta a denunciar los hechos. Metros adelante notó aterrada que no llevaba frenos y que la camioneta iba chorreando gasolina.
Yessy Gritó aterrorizada al ver la figura de Diego al lado del camino, con una sonrisa malévola en el rostro y la playera cubierta de sangre... metros después la camioneta se volcó ardiendo al instante., sin probabilidad de que alguien saliera con vida... todo quedó completamente calcinado.