Devuélveme El Corazón.

Da KatherineMarin11

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Anahi y Alfonso con personalidades iguales, descubrirán que no son sólo un deseo. No podrán salvarse de su pr... Altro

Prólogo
El principio
La empresa
Un amigo
Divirtiéndome
la bailarina
no lo soporta
Quiero mas
Desafío
conocí a otra
Escándalo
Tengo su número
La cena
Mi querida invitada
comunicado
La noche
El pasado
Ex
De nuevo
me tiene harto
El vídeo
Otra cita
El pasado sigue volviendo
pensativo
control.
Hablamos
desahogo
no puedo decir no
La revista
El juego
El gran día
Que termine el día
Empezamos
complicaciones
noticias
Celos
Pagando con la misma moneda
Empate
Fragil
comunicado
Ella
Juntos
Rueda de prensa
Nos acercamos
prisioneros
Es sincera
Le cuento mi historia
No juzga
Deseo
uno solo
Desapareció
Aún nada
Unidos
Experimentar
¿dónde estás?
Volvemos a vernos

Discusión

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Da KatherineMarin11

Nicole me fulmina con la mirada y luego mira al detective. Él frunce el ceño al verla de esa forma.

-Quizas, debería de presentarlos...

-No es necesario. Por lo visto es un policía y seguro volviste hacer el mismo ladrón - no te pases.

-No hice nada.

-Con lo que me hiciste hoy, y poner a mi madre en mi contra, te creo capaz de todo y nunca has cambiado- grita.

-No pongo a nadie en tu contra. Tu eres una tonta que no se da cuenta y  Nicolas, quiere adueñarse de la empresa a través de ti. Pero estás tan enamorada que no lo ves.

-El, solo quiere lo mejor para mi- me río y miro al detective. Y elevó las cejas.

-El quiere arruinarnos. Quiere quitarnos del camino para que su empresa sea la mejor- exclamo furioso.

-No me vas a botar de la empresa.

-Si sigues con esa idea, lo haré.

-¿Tambien me vas a botar de la casa?- grita como vieja menopausica.

-¿Que sucede?- mi madre vuelve a mi lado. El detective viene detrás de ella.

-Que está loca- le digo.

-Podemos hablar de esto, en otro momento, tenemos visita...

-Los policías están por Alfonso, porque robo de nuevo.

-Callate, no sabes lo que dices- exclama mi madre.

-Lo sé perfectamente. Lo mejor sería que vuelva a la cárcel y no me joda- ¿Lo dices en serio?

-Nicole- grita mi madre.

-Dejala madre- doy unos pasos hacia mi hermana- lo que hago es por cuidarte y por cuidarnos- resopla- si tanto dices que  lo amas, entonces vete con él. Mi madre y yo, podemos hacernos cargos de la empresa.

-Es mi empresa- señala su cuerpo con el dedo índice.

-Nuestra, y fuimos bien claro, más bien tus cláusulas fueron claras y ahora tú estás yendo en contra de ellas. Si tienes una duda, te daré una copia y podrás confirmar que estás despedida.

-No pueden- se niega.

-Si puedo, y mas con el apoyo que tengo de mi madre- Nicolea mira dolida-..., No te ciegues, por favor.

-Bien, si eso quieren me iré y también de la casa. Veremos por cuánto tiempo mantiene la empresa arriba sin mi.

-No tienes que irte- súplica mi madre.

-No voy a vivir en el mismo techo que él- me mira con odio.

-Deben calmarse...

-Madre, mejor me iré yo.

-No, acabas de volver y nadie se irá. Lo resolveremos cuando se vayan los detectives.

-Iré a hacer mi maleta- dice Nicole.

-No, yo lo haré.

-Ninguno.

-Bien, no te quiero está noche en esta casa.

-Odio decirlo, pero él te va a destruir y vendrás llorando a pedirme disculpas- se ríe.

-El me ama- inquiere.

-Ya lo veremos- Nicole sube a la habitación echa una fiera.

-¿No lo dices en serio?- pregunta mi madre.

-Si, y por favor no quiero que discutas con ella cuando me vaya. Está alterada, porque la tiene cegada, recuerda que es por su bien. Así, ella se dará cuenta a tiempo con quién está.

-Nosotros nos iremos.

-¿Eso fue todo?- pregunto.

-Si por el momento.

-Bien- iré hacer la maleta.

-¿Dónde se quedará?- pregunta el detective Cardona.

-No lo sé, el primer hotel que vea al paso- mi madre me abraza.

-Tranquila, podremos vernos en la empresa y a mi hermana en la casa.

-No es igual.

-Lo sé. Déjame ir hacer las maletas- se aparta muy triste.

-Apenas tenga un lugar, nos avisa- dice el detective Pérez.

-¿Todavía seguirán visitando?

-Si es necesario lo haremos. Por el momento creo que hemos terminado.

-Que bien.

-Tranquila- tocó su mejilla- ha sido un placer verlos y disculpe la escena que tuvieron que ver. Pero esto a ocurrido desde que mi hermana ha perdido la cabeza- comento.

-No se preocupe. Debemos de seguir trabajando. Adiós- se despide el detective Cardona. Y se acomoda el cuello de la camisa negra que lleva puesta.

-Buenas noches- asiente el detective Pérez al decirlo.

Mi madre los acompaña a la puerta, mientras que subo deprisa las escaleras y voy a la habitación a empacar todo. Bueno, lo primordial, mañana empacare unas cosas mas.

Reviso mi móvil y no hay nuevos mensajes.

Le escribo a la bailarina.

"Voy en camino"

Por el momento me voy a quedar en esa casa. Hasta que vea un hotel, no quiero arriesgarme que ella entre de la nada y sepa quién soy. Si yo no tengo el derecho de saber quién es, ella tampoco lo tiene.

Empiezo a coger lo que necesite está semana y solo voy a llenar una maleta. Guardo los pantalones de tela, unos jeans, camisas de manga larga y manga corta, conjuntos y zapatos deportivos, zapatos casuales.

Mientras empacó puedo escuchar las voces de mi hermana con mi madre. Quizás quiere hacerla cambiar de opinión.
Agarro mi maleta y salgo de mi habitación.

-Él se irá, se acabó- grita mi hermana.

-Tu hermano...

-No lo menciones, desde hoy no somos nada, es un completo extraño.

-Tu padre estaría decepcionado de ti.

-De él y no de mi.

Doy unos toques a la puerta.

-Me voy, madre- le aviso.

-Largate de una maldita vez- respiro. Más vale que me contenga.

-Esperame- dice mi madre.

-No piensas en mi. En como me siento con todo esto.

-Si te quieres ir con tu hijo, lárgate- no voy a contenerme más.

Abro la puerta de golpe.

-A nuestra madre no le hablas así y peor por tu maldita calentura- grito.

-Prefiero estar sola.

-Lo estarás y muy pronto. Porque el te dejará y nosostros también.

-Él, si es un hombre de verdad y me quiere. Jamás jugaría conmigo como tú lo haces con todas esas perras que te acuestas y más aún la ramera que te hace gastar miles de dólares. Ella te usa y aún así estás fingiendo un romance con Anahí. Debería contárselo- por un momento, olvide que ella lo sabía. Y estuve a punto de contarle todo, porque es mi hermana y quería su consejos, menos mal no lo hice.

-¿Quien? ¿De quién habla?- pregunta mi madre.

-Primero no es una ramera, tu no le distes clases hermana- está a punto de chistar y no la dejo- y segundo no te metas en mis asuntos. Aquí la que rompió un acuerdo eres tú. Y no me importaba si te acuestas con todos los hombres que se te pongan en tu camino, en fin es tu vida y tú verás a quien le abres tus piernas. Así que no me jodas. Porque te juro que te vas arrepentir. Y en vez de hablar con Anahí, habla con la secretaria de tu Nicolás y di, cuántas veces se follan al día- se le abre los ojos como platos y echa una fiera.

-Ya basta.

-Estan empeorando las cosas- replica mi madre.

-Escuchame bien, Nicole, dijiste que no soy tu hermano a partir de hoy...

-No lo eres- vuelve afirmarlo.

-Bien, yo también me olvidare de ti. Y sabes bien como soy y como enemigo no te convengo. Si haces algo en mi contra, lo haré con tu nueva familia. Me encargare de hundirlos.

-No te tengo miedo- se cruza de brazos.

-Deberias.

-Basta, ya es suficiente.

-Mañana en tu escritorio, estará la hoja que debes firmar y te podrás largar dónde sea.

-Veremos cuánto sobrevive esa empresa sin mi.

-Sobrevivira, más que tú relación con Nicolás. Y te juro, que no vas a volver nunca a la empresa. Ya no serás socia, jamás.

-No me interesa, estar en una empresa donde estés tu.

-Me alegro. Madre, salgamos de aquí- agarro su mano.

Cuando salimos, Nicole nos avienta la puerta en la cara. Quiero volver abrirla.

-Hijo, no, ya basta.

-Es una idiota- digo entre dientes.

-Ruego que se de cuenta a tiempo de todo.

-Lo hara. Pero conmigo, se terminó todo está noche. Me ha decepcionado demasiado. Y habria hecho lo que fuera por cuidarla, pero me queda claro que ella me entregaría a mis enemigos. No quiero saber de ella, nunca más.

-No digas eso.

-Mejor me callo, no quiero empeorarte. Por favor, come, no importa si ella no te acompaña. Ve a comer. Prométeme que estarás bien.

-Es difícil, pero te lo prometo. Avísame en dónde te quedarás. Hoy lo haré en casa de una amiga- le guiño el ojo.

-¿A la mujer que se refirió, Nicole?

-Si, me quedaré con ella está noche y mañana me iré a buscar un lugar apropiado.

-¿Te saca mucho dinero?

-Madre, por favor. Es algo complicado de explicar y no lo haré. Solo sé que no es interesada- le doy un beso en la sien.

-Cuidate- se despide.

-Descansa, de acuerdo. No pienses en esto.

-Imposible, pero haré lo mejor que pueda- pongo los ojos en blanco.

-Buenas noches, madre- me voy de la casa. No miro ni por un segundo atrás, porque seguro debe de estar llorando y no quiero verla así.

Y quizás este mal un buen tiempo, y luego todo se va a calmar.

Conduzco hacia la bailarina. Y algo que me he dado cuenta, es que ella siempre me recibe con mis mierdas. Son muy pocas las veces que la he visto sin enojo, sin cargado de rabia, o triste. Y lo bueno es que logra calmarme y hacer que tenga paz en mi interior.

"Rayos"- seguro que querrá el dinero en efectivo y no lo tengo... Un momento, quizás si, el idiota de Richard dijo que había puesto el dinero en la parte de atrás del auto. No debo de preocuparme, y no me gusta darle para nada de eso dinero que tiene la sangre de mi amigo Eduardo. Y mañana a primera hora, le daré el dinero que le corresponde a la hija.

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