Mi querida invitada

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Mi hermana se levantó muy temprano, más de lo normal, quizás... No, estoy seguro que lo verá. Solo será así al inicio, hasta que se le pase el encanto y vuelva hacer la misma y ya no me importará el tal Soto.

-Buen día, madre- le doy un beso en la sien.

-Hola, mi amor- el desayuno se ve exquisito.

-¿Nicole, no irá a trabajar?

-Si, ya fue a la oficina, quiere adelantar su trabajo, para estar disponible temprano en su almuerzo.

-Esa pequeña, no aprende. La llamaré para recordarle que debe usar condón- bromeó.

-Alfonso...

-Si, madre. Desayunare y luego se lo dire- sigo bromeando y doy una bocanada a mi sandwich.

-¿Puedes llevarme al trabajo?

-Madre, eso no se pregunta- me sonríe.

Mientras desayubamos, hablamos de unos asuntos de la empresa y de lo sucedido de ayer. Hoy, no sería un día tan largo, en lo cual es genial. Solo espero, que Anahí, este disponible.

Limpio los traste por mi madre y dejo las cosas en su lugar. Agarro mi móvil, aprovechando la ausencia de mi madre y camino hacia la salida. No quiero que me escuche.

Marco a Anahí y responde enseguida.

-Ho-la- se escucha agitada. Y está noche, lo estará más. Trago saliva, de solo pensarlo- ¿Quien habla?- apenas puede hablar.

-Buen día, soy Alfonso, el hermano de Nicole, tu diseñadora.

-Oh- se queda en silencio- ¿A sucedido algo con mi vestuario?- quizás, debería de usar eso como excusa para poder invitarla.

-No es un problema, me gustaría invitarte a cenar para hablar sobre ello.

-¿Y Nicole?- me sorprende que pregunte por mi fastidiosa, hermana. Imaginé que aceptaría la invitación enseguida. Aun recuerdo como presionaba sus piernas. Debió de ser, por mi. O quiere hacerlo difícil. Mejor aún.

-Esta ocupada, por eso seré yo, quien hablaré contigo ¿Tienes problemas con eso?- está tomando algo, se le escucha beber de forma desesperada. Espero su respuesta.

-Disculpa- respira profundo- estoy haciendo ejercicio. Y me cuesta hablar, pero está bien ¿A qué hora?

-¿Estas disponible, en el almuerzo?- mmmm, es lo único que se escucha.

-No, puedo en la noche.

-¿A las ocho?

-Si, está bien.

-Te enviaré un mensaje, del nombre del restaurante

-De acuerdo.

-Adios- me despido. También lo hace y cuelga.

Debería analizarla muy bien, no quiero meter la pata y joderlo, no antes que me la pueda follar.

-Vamos, hijo- cierra la puerta mi madre. Está hermosa, cómo siempre.

-¿Sabes? Siento, que uno de estos días, vas a presentarme a mi padrastro- se ríe a carcajadas.

-¿Que dices?- pregunta, entre risas.

-Cada día, estás mas bella. Y seguro, tienes a más de uno enamorado.

-Dices tonterías, además ya estoy vieja para el amor- agarro su mentón.

-No estás vieja, madre.

-Lo dices, porque eres mi hijo. Mejor vámonos y no digas bobadas- le ayudo a bajar los escalones.

Devuélveme El Corazón.Where stories live. Discover now