Devuélveme El Corazón.

Escándalo

Llegamos al centro comercial y estacionado mal el auto. No me importa, lo único que quiero es solucionar esto y que no sea cierto. Lo que mi hermana me ha dicho.
Subimos por las escaleras eléctricas y en cuestión de segundos ya estamos cruzando el umbral. La boutique, realmente da un aspecto de elegancia. Todo está decorado como mi hermana y yo hemos deseado. Hay unas cuantas clientas observando y escogiendo sus vestuarios. Otras están en los vestuarios y por supuesto han traído a sus amigas para que les de su aprobación.

-No deberían de comprar nada, en este lugar. Su calidad es pesima- exclama una señora enojada. Y con ella está el encargado de la tienda.

-No es verdad, todas nuestras prendas están en perfectas condiciones y son exclusivas- exclama avergonzado el señor.

-¿Y esto?- agarra el vestido y muestra la parte de la costura abierta- ¿Llama a esto buena calidad? Solo me probé el vestido y se abrió al costado. Pague demasiado por un vestido de porquería- lo tira al suelo y lo pisa con sus tacos afilados.

Una de las chicas le cree y deja un enterizo que había escogido, devuelto a la percha y se marcha. Murmura algo y una de nuestras empleadas, se acerca y trata que no se vaya pensando en nuestra marca, como una de las peores.

-Un momento- grita mi hermana- no puede pisar el vestido, si piensa devolverlo. No se le hará el reembolso, si está en muy mal estado- la quejosa cliente se enciende.

-Mas de lo que está, dudo mucho que pueda quedar. Y quiero mi dinero- exige. El señor.......... , viene corriendo hacia nosotros. Nos mira con alivio y a la vez como su salvación.

-Buen día...

-Nosotros lo arreglaremos, usted trate de calmar a las clientas y hacer que no se vaya- le ordeno y camino hacia ella. Y como toda mujer, cae al solo verme. Quizás lo arregle muy rápido. Aunque eso no quiera decir que me ha enfadado, que haya tirado el vestido y pisoteado cómo que fuera un trapo, cuando hay mucho esfuerzo y trabajo en cada prenda. No sabe las horas que pasa mi hermana diseñando, escogiendo la tela y más que nada el tiempo de mi madre.

-Si quiere que le devolvamos el dinero, muestre me la falla del vestido- habla mi hermana.

-Para que vean sus errores- mira a cada uno de nosotros pero cuando se encuentra con mis ojos, me queda mirando más de lo normal-... Recogan el vestido- mi hermana resopla y yo me río con mal humor.

-Usted lo tiró y usted lo alza para que lo muestre, si no, no devolveré su dinero- mi hermana se nota que se contiene. En su interior, quiere arrastrarla y dejarla como ese vestido, pisoteada.

-Yo no tengo, porque hacer eso- grita. Pobre del novio, si es que tiene.

-Entonces, no le devolveremos nada- mascullo Nicole y esta a punto de girar sobre su propio eje. Cuando...

-Bien- dice en regañadientes. Y se cunclilla para recoger el vestido. Vuelve a estar de pie y lanza el vestido hacia Nicole. Y la sonrisa que tenía mi hermana en su rostro por haberle hecho recoger el vestido, se le borra cuando le arroja el vestido.

-Eres una...

-Nicole, tranquila- la sujeta mi madre cuando puse mi brazo como obstáculo para que no, le arrancará la cabeza a esa estúpida clienta.

-Hay está tu maldito vestido. Ahora dame mi dinero- grita. Nicole frunce el ceño al sentir la tela y empieza a revisar.

Observo alrededor y ya están muchas personas mirando esta escena. Algunos están con sus celulares.

Maravilloso, ahora estaremos en la redes sociales y algunas páginas de farándula. Criticando y mintiendo sobre nuestra marca. Porque es lo único que hacen. Me arrepiento que las puertas sean de cristales.