conocí a otra

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A pesar de estar tieso y también frustrado, la sonrisa en mi rostro, no se borra. Recuerdo como presionaba sus piernas. Quizás no duerma, espero, no haga trampa. Si no, la siguiente ocasión, no se compara con lo que haré.

Conduzco a través de la ciudad, con mucha calma y alegría, que hace mucho no había sentido. Cuando la veo, no puedo explicar lo que siento y cuando no está la extraño mucho. Deseo verla todos los días, pero no lo hago. No quiero que una mujer se meta bajo mi piel. No quiero amarla. Aunque la anhelo tanto, solo a ella. Con todas mis fuerzas me controlo para no buscarla. Y siendo sincero. No estado con nadie después de lo que pasó con Greta. Y si hoy, le dije lo contrario, fue por dos razones. La primera quería saber cuál era su reacción, asco o enojo, quizás ambas. La segunda, fue para que, no se sienta segura que tengo pequeños sentimientos hacia ella. A veces lo insinúa y me molesta.

Suena mi móvil y me saca de mis pensamientos. En la pantalla principal, está el nombre de mi fastidiosa hermana. Suficiente que la tenga en mi vida y me joda. Para que otra mujer lo haga.

Rechazo la llamada. Ya pronto llegaré a casa, no le veo caso responder ahora. Pero esa pequeña insiste. Y esa es otra razón, por la cual no quiere tener novia. Me gusta ser libre. Y falta unos meses para que acabe su contrato. Y cada día no me dejó de preguntar, que es eso. Tan importante para que haya aceptado, prostituirse.

Vuelve a sonar. Rodeo los ojos.

¿Ahora que quiere?

Rayos, me desespera tanto. Me hace querer dar retro e irme a dormir a un hotel. Pero estoy tan cansado que no quiero conducir. Quiero ir a mi cama.

Las rejas se abren y antes de seguir conduciendo, suspiro. Si no es algo importante, la dejaré hablando sola. Así grite por toda la casa.

Al estacionar el auto, hay otro coche estacionado. Nunca lo había visto y tampoco es de algunos de nuestros empleados.

¿Se habrá comprando un coche? Si hace poco se compró su segundo auto. Salgo del auto y cierro la puerta. Vuelve a sonar mi móvil. Hará que me dé un derrame antes de entrar a la casa.

Respondo.

-Te puedes esperar unos segundos, ya voy a entrar. No sigas jodiendo- mascullo.

-Alfonso, no vayas a...- cuelgo.

Abro la puerta y escucho la voz de mi hermana, proviene de la sala, mi madre está con ella. Hablan de trabajo. Cualquier cosa que me tengan que decir, puede esperar. Ahora, solo quiero descansar. Iré a desearles buenas noches. Cuando estoy en la sala, otra silueta está con ellas. Me quedo boquiabierto, es una hermosa mujer, su cabellera larga de color negro, sus medidas son perfectas. Sus ojos cafés resalta. Lleva puesto un vestido corto de color gris. Es muy elegante. Me observa con amabilidad y sonríe. Y es la segunda mujer que no se moja al verme ¿Sucede algo conmigo? ¿Por qué no causó ese efecto?, su sonrisa no insinúa nada. Ni siquiera su mirada. Pero es muy bella, sus perfiles afinados la hacen lucir espectacular.

La chica que cuyo nombre desconozco, me mira de pie a cabeza. Y cuando alza la mirada, y se encuentra con la mía. Le devuelvo la sonrisa. La misma sin interpretar nada. Solo amabilidad.

"Solo por tu madre, lo haces" no se calla nunca.

-Alfonso- salta mi hermana del sillón para presentarme a esta encantadora mujer- te presento, a mi mejor clienta- ese sermón lo usa con todas, pero esta vez está en lo cierto. Es la mejor de todas sus clientas. La chica de cabello largo se pone de pie-... Y ahora mi amiga, Anahi- un nombre precioso- Anahi, te presento a mi hermano Alfonso.

Es la cantante.

Extiende su mano y la tomo enseguida, su piel es muy suave.

-Encantado de conocerla, mi hermana habla mucho de usted- presionó la mano.

Devuélveme El Corazón.Where stories live. Discover now