Unidos

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Veo en sus ojos que lo desea y no parece que se vaya a marchar. Me aproximo y ella no se mueve, esperando mi tacto para poder hacerlo. Coloco la mano en su mejilla calida y pestañea.

-Debemos irnos, no quiero ser una chica más que follas en el escritorio.

-Te dije que lo cambiaría- ella mira el escritorio.

-Sé ve igual- me río.

-Eres despistada.

-Tampoco le tome una foto a tu escritorio para poder reconocerlo- se defiende o eso creo.

-¿Lo has hecho en una oficina?- abre los ojos como platos.

-No, claro que no.

-Perfecto. Te va a encantar aunque prefiero cuando hay personas en el edificio y sin seguro, se siente más arriesgado y se disfruta mejor.

-Lo dudo mucho- rozo su cuello con la nariz y se le corta la respiración.

-Mañana tengo una reunión, ¿Quieres venir?

-¿Por qué querría? Si no pertenezco a esta empresa.

-No precisamente asistiras a la reunión- doy besos cortos en su cuello hasta la clavícula.

-¿Entonces?

-Solo ven- le digo.

-¿A qué hora?- pregunta. Sonrió sobre su piel.

-A la una.

-Creo que estoy desocupada.

-Bien, solo llega unos cinco minutos antes.

-De acuerdo- me sujeta el pelo y tira de el. Se le escapa un gemido. Agarro sus caderas y la acerco hacia a mi, sin dejar ningún espacio entre nosotros. Luego la cargo y ella me atrapa entre sus piernas y la guío hasta el escritorio que está a unos pasos. Presiono sus nalgas antes de sentarla. Cuando lo hago, empieza a sacarme la ropa con tal desespero que me excita. Empiezo a subir su vestido y ella apoya los dedos en la madera para alzarce un poco y permitirme sacar su braga.
La saboreo y ella gime, se retuerce del placer que le doy con la boca. Sus muslos se tensa y se que está a punto pero no quiero que acabe aún.

-Desnudate- ordena. Y me río.

-Tu mandas- empiezo a quitarme lo que a ella le faltaba por retirar. Dejo en el suelo el tablón y el boxer.

Ella retira por completo el vestido, está semi desnuda encima del escritorio. Me inclino y le ayudo con el sujetador. Arquea la espalda y beso las curvas de sus senos. Tiro el sujetador.

Miro el reflejo del cristal y me alegra haberlo puesto. Nuestros cuerpos parecen que estuvieran hechos el uno para el otro. Mis manos se amoldan a las curvas de su cintura. Gime. Aprieta las caderas contra mi bajo vientre. Provoca que me acelere el pulso y que mi respiración se salga de control.
Anahí, también ve nuestros reflejos y ya no parece avergonzada si no, envuelta en la pasión que nos consume. Introduzco los dedos y quiero ver su cuerpo perderse con mi tacto. Jadea contra mi hombro. Sus manos están acariciando la espalda.

-No tienes idea de cuántas veces te imagine aquí- susurro en el hueco de su cuello y le doy un corto beso mientras mis dedos sigue en su interior.

Anahí, vuelve a mirar nuestros reflejos.

-¿Te gusta?

-Demasiado- cambio los dedos por mi polla y clava sus uñas en la espalda.

Jadea y me encanta lo que provoco en ella. Masajeo sus senos y abre más la boca. Rozo sus labios con los míos. Vuelve arquear la espalda y sentir su pecho desnudo, es fascinante. Mantengo los ojos bien abiertos para verla perderse y yo lo estoy provocando. Me gusta que su cuerpo vibre al sentirme, al follarla. La beso y ella me muerde el labio inferior. Me mira y siento como sus ojos arden por las llamas de su interior.

-Me encantas- confieso. Ella, me sigue mirando de esa forma tan excitante- estoy a punto, Anny- digo. Entrelaza los dedos con los míos y puedo sentir como se viene conmigo.
Gime y me muerde el hombro. Presiona sus piernas. Mientras se apaga su interior. Nuestras cien se apoyan y empezamos a recuperar el aliento. Acarició su mejilla y ella sujeta la nuca.

-Ha sido asombroso- murmura.

-Nosotros provocamos eso. Eres mía, Anahí. Apuesto lo que sea que jamás has sentido algo así- estoy seguro que ningún idiota que la haya follado, la haya hecho vibrar y disfrutar de esta forma- fuimos hechos el uno para el otro- su mirada ahora es calida.

-Y eso es lo que me aterra.

-No temas, dejate amar.

-No tengo demasiado experiencia, quizás te aburras de mi muy pronto y mi corazón estará lo suficientemente involucrado como para no sufrir.

-La experiencia no es todo, creeme porque soy yo quien te lo dice. Es lo que tienes, y tienes todo lo que necesito y quiero en mi vida. Mientras ambos nos correspondamos, todo está bien. Y puedo enseñarte, aunque no lo veo necesario, tu cuerpo se acopla al mío y me sigue el ritmo. Ahora, estoy completamente seguro que me seguirás en cualquier locura, aunque tu mente diga que no, tu cuerpo te llevara la contraria. No puede resistirse cuando te toco- acarició su brazo. Ella traga saliva.

-No te sientas muy seguro- enarca una ceja.

-Si me siento seguro es por esto- vuelvo a penetrarla y se retuerce. Jadea- si no estoy muy seguro, detenlo- la reto. Ella tira la cabeza hacia atrás. Sujeto su nuca y beso la clavícula. Aceleró el ritmo y apoya sus manos en el escritorio. También agarro sus caderas y la llevo hacia la mía con la misma que la penetro, quiero estar totalmente dentro de ella. Y me lee la mente porque abre sus piernas y me hundo más en ella. Sus gemidos son fuertes y la silencio con mis labios.

El móvil de ella empieza a sonar. Pero es nuestro momento pero nadie debe de interrumpir.

Provoco el segundo orgasmo y el tercero. Ahora estamos tendidos en el suelo recuperando el aliento.

-Ya deberíamos irnos- musita.

-Por que siempre quieres marcharte despues de follar.

-Me gusta adelantarme- sonríe.

-No te haría eso. Sabes, ya tengo un departamento para poder pasar la noche juntos. Nadie se tendrá que ir después de follar.

-Solo iremos para follar.

-Para cenar y dormir.

-No puedo vivir contigo.

-No te estoy pidiendo eso. Solo de vez en cuando dormir juntos.

-Dos veces a la semana- dice.

-tres- le hago otro oferta.

-dos y tres- pongo los ojos en blancos.

-De acuerdo- acepto.

-Ahora si debo irme.

Busca sus prendas y no encuentra el sujetador.

-¿Dónde lo has tirado?- busco con la mirada cerca del escritorio.

-Lo hice aún lado- Anahí empieza a buscar.

Y tengo más ropa de ponerme que ella y estuve listo primero.

-Mañana lo busco- se rinde.

-No puede desaparecer.

-Tranquila, no es el fin del mundo que vayas a casa sin sujetador- me lanza una mirada asesina.

-No ayudas- le doy el vestido.

Se lo coloca en un santiamén y agarra su bolso.

-Necesito el baño, mi pelo debe de estar como araña.

-Te ves bien, pero al fondo a la derecha.

-Gracias.

Cuando regresa se a vuelto a repasar el maquillaje.

-¿Bien?

-Si, me dan ganas de volver a colocarte encima del escritorio- se ruborizó y acelera el paso hacia el ascensor.

-Ya vámonos- rio a carcajadas.

Tuve que escoltarla hasta su casa, ya que ella había llegado en su coche. No estuvo mucho tiempo, solo nos despedimos y volvimos a quedarnos de acuerdo con vernos mañana.

Devuélveme El Corazón.Where stories live. Discover now