El juego

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La bailarina ya debe de estar dentro de la casa. Me cerciore que no me siga nadie y también que ella no esté en la sala. No pienso arriesgarme en ponerme la mascarilla y mañana salga mi foto con esto.
Una vez dentro me coloco el antifaz y subo las escaleras deprisa. Me espera con la puerta abierta y lo primero que veo, es a ella, acostada en la cama en ropa interior negro. Sus piernas intentan tocar sus glúteos, se apoya en el colchón con sus codos y está prestando atención algo que está en sus manos, es una revista.

Maldición, la revista. Abro los ojos como platos al ver mi foto con Anahí. Mi corazón se empieza acelerar. No creo que se de cuenta que sea yo. Además en la foto, no se ve por completo mi rostro, para que me pueda reconocer aún con este antifaz.

Me aproximo y no se da cuenta porque está sumergida en las letras de esa basura.

-¿Te gusta el chisme?- levanta la cabeza de inmediato y me sonríe de oreja a oreja.

-Me distrae- cambia de posición y se sienta en el colchón, con las piernas en forma de X.

-Es mentira todo lo que publican.

-No todo- se encoge de hombre. Y me entra la curiosidad de saber, si la habré visto en algún evento.
Si es alguien público, debimos habernos topado en algún momento y quisiera saber en cual.

-¿Los conoces?- lanzo la pregunta.

-Si, por supuesto- contesta como si fuera obvio.

-Eres amiga, de uno de ellos- por favor, que no sean amigas.

-No, de ninguno de ellos. Solo los he visto en algunas eventos o ceremonias- es un alivio.

Pienso en cada una de las mujeres que he conocido en esos lugares, e intento recordar si la he visto. Pero no encuentro ningún aspecto similar. Y las españolas, no tienen su silueta y mucho menos sus movimientos.

-Entonces nos veremos, en el siguiente evento.

-Quizas- se encoge de hombros.

-Lo raro y lo más probable es que nos hayamos topados. Sabemos quiénes somos, pero no nos reconocemos- ella sonríe.

-Es más divertido- me inclino hacia la bailarina y quedó a centímetros de su rostro.

-Es desesperante.

-Tendras que buscarme.

-Y te voy a encontrar y prepárate, porque te querré follar en ese instante.

-Mmm, me gusta este juego- me da un corto beso.

-Dejemos de hablar y ver tonterías- lanzo la revista muy lejos de nosotros. Sus ojos reflejan el deseo y una duda.

¿Que será?

-Escupelo bailarina. No quiero que pienses en nada, cuando esté dentro de ti. Tu mente con tu cuerpo, deben de estar conmigo.

-Bien, eh, solo quería saber si has traído... mi dinero, porque dudo que todo acabe en un solo bolsillo- señala mi pantalón.

-Lo deje abajo, ¿Te interesa más el dinero que yo?- pregunto ofendido.

-Lo que hago es por dinero- frunzo el ceño.

-¿Y yo?

-Un placer que me doy- comenta sin vergüenza.

-Nos damos, querida- beso su cuello. Ella gime- gasto en un placer que me doy- vuelve a gemir.

-Encontre unos juguetitos- me avisa y se aparta de mis labios. Sonríe de manera traviesa y me guiña un ojo, antes de marcharse.

-Mmm ok, ¿Que será?- no creo que hable en serio. Bueno, quizás este pensando mal, dudo que ella haya comprado juguetes sexuales. Lo más probable es que sean juguetes infantiles. La creo capaz.

Devuélveme El Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora