Anahi y Alfonso con personalidades iguales, descubrirán que no son sólo un deseo. No podrán salvarse de su propio remolino de pasión, ni siquiera pueden detenerlo.
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Su madre le dice que lo ha hecho muy bien, igual que siempre. Que está orgullosa de ella y lo que va construyendo poco a poco. Las flores, están en el escritorio, ya puesto en el florero. Presiono los labios, para que no me vean sonreír.
-Los dejaré un momento a solas- añade la madre de Anahí.
Se marcha y ella se sienta.
-Estuviste genial.
-Dime algo que no sepa- encoge los hombros.
-Que modesta.
-No esperaba verte.
-Lo se, tampoco pensé en venir- confieso. Está vez, tengo más si atención.
-Entonces, ¿Que haces aquí?
-Solo me dieron ganas de verte, en estos días de mierda que he tenido- me siento en un sillón.
-Eso explica tu apariencia- me miro en el espejo.
-Intente, vestirme lo mejor posible.
-No es tu vestimenta, de hecho te ves muy bien. Lo digo, por tu rostro, estás preocupado.
-Si, no la he pasado bien. Y no quise arruinarte las noches que deben de ser las mejores para ti, con mi actitud.
-¿Que sucede? ¿Puedo ayudarte?
-No, nadie puede. Y no deseo hablar de ello. Si no de ti, estuviste espectacular. Eres una diosa- me sonríe.
-Gracias. La verdad, creí que ya no vendrías a mi último concierto.
-¿Último concierto?- ¿A qué se refiere?
-Si, ya no tendré otro. Hasta después de unos meses- me explica.
-Oh, vaya- pensar que lo quería dejar para mañana y no había mañana. Habría encontrado, a los trabajadores quitando la tarima.
-¿Tu problema es grave?
-Demasiado. No te preocupes, ya veré como solucionarlo.
-Sabes que cuentas con mi ayuda, ¿Verdad?- me pongo de pie y camino hacia ella.
-Gracias, pero no puedes ayudarme. Aunque, puedes hacer algo por mi- sujeto su mano.
-¿Que cosa?- se pone de pie.
-Salir conmigo, mañana- verla me a dado ánimos de salir de mi encierro mental a causa de ese maldito. Ni siquiera ahora, necesita un pensamiento.
Doy un paso adelante.
-Claro, si es en lo unico que puedo ayudar. Lo haré- acepta.
Vuelvo a mirar las flores.
-¿Te gustaron?- pregunto y vuelvo a dar otro paso.
-Si, y tampoco me lo esperaba- sus ojos son hermosos. Las luces de este lugar, hace brillar mucho su piel. Quiero tocarla.
