Le cuento mi historia

15 2 0
                                    

Anahí, está sentada encima de la parte delantera del coche observando la vista. Le gusta y a mí me gusta verla.

-Tengo una pregunta- rompo el grato silencio.

-¿Cuál?- sus ojos se posan en mi. Y no puedo evitar recordar a la bailarina, podría decir que tienen la misma mirada.

-Si ese imbécil cambia de opinión, ¿Lo aceptarías?- la pregunta la sorprende y vuelve a poner su vista hacia delante. El hecho que haya desvió la mirada me da mucho que pensar y dar inseguridad.

-Él y yo, no estamos en las mismas ligas por así decirlo. Somos muy diferentes, y estoy segura que nunca cambiaría, creeme que después de lo que sucedió está noche...- se queda callada de golpe.

Eso se le ha salido.

-¿Estuviste con él? ¿Después de vernos?- presiono la mandíbula.

Ahora sé, cuál era el motivo por el cual revisaba su móvil y quiso irse enseguida. Y claro está, que no quiere que los medios hablen de una posible relación.

Me enfurece saber que prácticamente me a botado para irse con ese idiota. Si debería de preocuparme.

-Si, él fue a verme y... Discutimos, por eso no pude conciliar el sueño.

-¿Y ahora estás conmigo?- lo digo con desaprobación y reproche.

-Primero, no me vengas con reclamos, te estoy contando para que tengas claro las cosas. Segundo, quizás tu tengas cosas que contarme pero no lo haces- ahora es mi turno de desviar la mirada.

-No me equivoco. Te estoy siendo honesta...

-No me has respondido- le recuerdo.

-¿Tu lo haras?- inquiere.

-¿Que?

-Decirme la verdad, la que sea- suspiro.

-Lo haré- miento. Y no me gusta sentirme culpable.

-Contestando a tu pregunta, no lo aceptaría, porque no lo conozco y a la vez si, es raro pero así es- frunzo el ceño- no le diera una oportunidad, porque sé cuál será el camino y cómo terminará. Las cosas que empiezan mal, terminan mal- mira al suelo.

-Asi intente impresionarte de todas las formas y haga lo imposible?

-Haga lo que haga, nunca va a cambiar la forma en la que estamos.

-¿Y conmigo?- relaja los hombros.

-¿Eres sincero? ¿No me ocultas nada?

-Soy sincero respeto a mis sentimientos, cuando te digo que me gustas y me tienes completamente loco es porque así es, no eres un capricho, no quiero pasar una noche contigo, quiero todas las noches a tu lado, si es posible. Cuando te digo te quiero, es porque lo siento, no por impresionarte. Me has cambiado, soy otro hombre, no necesito a las otras para divertirme- solo una más- cuando lo puedo hacer contigo. Quiero que seas mi novia, es una estúpida etiqueta pero a ustedes les hace feliz y la verdad, da ciertos derechos a esa etiqueta- oculta una sonrisa.

-Quiero creerte por completo, pero no me has respondido. Me has dicho cosas que cualquier mujer quiere escuchar y por la cual uno se derretiría- me aproximo. Tocó su mejilla y ella hunde el rostro en la mano.

-Te lo estoy demostrando. Solo eres tu, me has robado el corazón sin darme cuenta y te has adueñado de mi mente. Eres una mujer maravillosa y muy buena hurtando.

-Bueno, tu también eres un ladrón...- si supiera que lo soy en todo el sentido de la palabra.

Bajo mi mano y me pongo serio al escuchar esas palabras.

-¿Que pasa?

-¿Quieres sinceridad?- no puedo creer lo que vaya hacer. Y a la vez me da miedo, pánico de que ella salga corriendo y no me vea igual si no como un simple ladrón que usa traje de empresario.

-Asi es- sus ojos se clavan en mi con mucha curiosidad.

-Quiero que me prometas algo- se queda en silencio y solamente asiente- recuerda a este Alfonso, no quiero que me veas diferente. Seré el mismo después de contarte todo. No quiero que te enteres de otra manera o peor aún, que mi hermana te lo diga y como han estado las cosas que llegue a cambiar mucho la historia- la creo capaz de todo en este momento.

-¿Es muy malo?

-Algo así- ladeo la cabeza.

-Te escucho- me presta mucha atención.

-Pero antes, prometelo. Porque tengo un miedo terrible que te vayas y me alejes de tu vida y no ser lo suficiente para ti- ella hace una mueca.

-Escucha, dudo mucho que eso pase. También tengo cosas oscuras...

-Pero no como la mía, no creo que un ángel como tú tenga un sucio pasado- se muerde el labio el inferior y mira al suelo.

-No soy un angel- me corrige.

-Eres un ángel, rodeado de un infierno ¿Adivina quién es el infierno?- se ríe.

-Tu.

-Asi es, tu eres un ángel.

-Dejame decirte, que esté angel se escapó del infierno, así que no es ninguna santa. Solo llevo puesto un disfraz.

-Es mi deber, devolverla al infierno- curva los labios.

-Arrastrame al infierno- ¿Lo acaba de decir? ¿De verdad? Prácticamente me aceptado. Su sonrisa parece que está consciente de lo que ha dicho y no puedo evitar sentirme feliz, maldición la quiero y mucho.
La beso con delicadeza. Anahí, abre sus piernas para que pueda acercarme y tener más acceso a su cuerpo. Ella empieza a jugar con la lengua en mi boca y aceleró el ritmo y vuelvo el beso más apasionado y salvaje. Sus manos presionan la nuca, mientras que las mías están en sus caderas.

No me la creo que me esta dando permiso para follarla. No me parece que la esté mal interpretando. Y justo ahora se le escapa un gemido... Mierda, quiere que la folle. Y antes que suceda nada, debe saberlo, quiero que lo sepa porque no quiero secretos con ella.

-Antes, debo decírtelo. No quiero que te culpes de nada o te arrepientas por haber estado conmigo- Anahí, tiene su respiración acelerada.

-No te veré diferente- me asegura.

-Voy averiguarlo- le doy un corto beso.

Antes de hablar me tomo un chasco, no se por donde empezar ni usar las palabras adecuadas para que no se escuche tan feo la historia. Le cuento la verdadera historia de mi vida, sin omitir. Ella sabe unas pero demasiadas editadas.

Estudio su mirada en cada detalle, esperando el miedo y las ganas de salir corriendo aparezcan pero no lo veo, más bien se sorprende, por supuesto que no se esperaba que este hombre haya estado muchos años en la cárcel y por robo. Claro está que oculto el último robo, no veo necesario que sepa de eso, ya es suficiente con haberle contado casi todo. La sinceridad, que le estoy dando es a medias, ya que oculto una muy grande y sé que la perdería. Así que, pienso que es lo mejor que termine pronto con la bailarina, solo voy aprovechar muy bien el tiempo que nos queda y me olvidaré de ella. Debo de haberlo, así me cueste porque Anahí no merece que la engañe.

La bailarina es algo pasajero y ella mismo se a encargado de decirlo, en cambio Anahí, quiere una relación estable con alguien con quién compartir sus historias, un compañero a su lado quien le haga reír, quien le apoye, quien sea su salvadidas y quiero ser ese hombre. Por primera vez quiero ser todo para una mujer.

Cuando termino de contar todo, por supuesto que se queda pasmada con todo lo que le he dicho y le doy su tiempo para que pueda articular alguna palabra.

Devuélveme El Corazón.Where stories live. Discover now