La lucha de una Madre Búho...

Par JahirTemple

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Bajo una tormentosa lluvia en medio de un oscuro bosque, una recién nacida Luz fue abandonada por su madre en... Plus

Cap. 1 - Abandonada
Cap. 2 - Hogar y familia
Cap. 3 - Aprendiendo a ser madre
Cap. 4 - Tía Lilith
Cap. 5 - ¡La primera palabra de Luz!
Cap. 6 - Celos y el primer cumpleaños
Cap. 7 - La primera "amiga" de Luz
Cap. 8 - ¿Por qué no me parezco a mamá?
Cap. 9 - ¡La buena bruja Luzura!
Cap. 10 - Terrores nocturnos en una noche de locos
Cap. 11 - Hechizo de Luz
Cap. 12 - Amity, la nueva aprendiz
Cap. 13 - Camila Noceda
Cap. 14 - ¡El primer encuentro con la rival de Luz!
Cap. 15 - Duelo cancelado
Anécdotas de la madre búho
Cap. 16 - Ocultar los sentimientos, mantener las apariencias
Cap. 17 - Enfermedades humanas, no de brujas
Cap. 18 - Ser una mejor madre
Cap. 19 - Cumpleaños número trece de Luz
Cap. 20 - La aterradora bestia búho
Cap. 21 - Siempre seré tu madre
Cap. 22 - Lilith, Luz, y la crisis de los cuarenta
Cap. 23 - Quiero mi propia vida
Cap. 24 - Eda, búho espía maga bruja rebelde adolescente
Cap. 25 - Día de la madre's
Cap. 26 - Mi tierna morena de lentes
Cap. 27 - Derroquemos al tirano
Cap. 28 - Abuela Gwendolyn
Cap. 29 - Azura lovers
Cap. 30 - Biblioteca humana
Cap. 31 - ¡Raine Whispers, aléjate de mi mami!
Cap. 32 - Amity vs Boscha... ¿vs Luz?
Cap. 33 - Mi amigo imaginario
Cap. 34 - Friends in Azura's style (1/2)
Cap. 35 - Azura's Book Club (2/2)
Cap. 36 - Reencuentro
Cap. 37 - Envenenando a mi enemigo
Cap. 38 - Despierta, Luz
Cap. 39 - Lo siento, mi pequeña.
🎃Hallowen con Luz y mamá búho
Cap. 40 - Te extraño, mami.
Cap. 41 - Cambios y tiempo de luto
Cap. 42 - ¡Nerd enamorada, nerd enamorada!
Cap. 43 - Hospital humano
Cap. 44 - El otro lado de la historia
Cap. 45 - La triste chica basilisco
Cap. 46 - Encuentra un hogar para Vee (1/2)
Cap. 47 - Hey, mi pequeña búho (2/2)
Cap. 48 - Emperador Dorado es un nombre tonto
Cap. 49 - Beso no tan accidental
Cap. 50 - Luz, una señorita bruja casi adulta
Cap. 51 - Superación y hermanos, ¡muchos hermanos!
Cap. 52 - Investigaciones sobre criaturas no tan mágicas
Cap. 53 - Mi papá es cool, pero...
Cap. 54 - La peor cena de la historia
Cap. 55 - Una incomodidad antes que una verdad
Cap. 56 - La verdad siempre sale a la Luz
Cap. 57 - Dos almas en pena
Cap. 58 - El destino de Luz
Cap. 59 - Querida hermana, ¿me odias?
Cap. 60 - Resentimiento
Cap. 61 - Cicatriz
Cap. 63 - Juicio
IMPORTANTE LEER. Dibujo de mamá búho incluido 🦉

Cap. 62 - El diario del emperador

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Par JahirTemple

Desde hace semanas, durante su estancia en el plano de los sueños, Hunter evoca el recuerdo de un espacio rocoso lleno de papeles, plantas marchitas y huesos lijados de animales en el áspero suelo de una lóbrega cueva. Es intermitente, normalmente viene a su mente en las noches luego de una jornada de extenuante carga laboral.

Él juraba que Belos lo llevó a ese lugar, más concreto llamarlo "escondite", establecido dentro de las montañas que camuflaban a Latissa, más allá del frondoso bosque de Bonesborought, cerca de una playa. Guiándose por vagas sensaciones y un recuerdo nublado, Hunter se aventuró a las fallas geológicas próximas de la luminosa ciudad con el objetivo de calmar su curiosidad.

Para bien o para mal, no le tomó mucho tiempo divisar una montaña, casi a un kilómetro de sobrevolar a Latissa mediante su bastón. Se preguntó si era el lugar indicado; un deja vu le hizo saber que era obvia la respuesta. Percibió un fuerte pinchazo en el pecho y murmuró «Es aquí» de forma automática.

El horizonte se tornaba cada vez más claro. Sí, Belos lo trajo allí durante una etapa temprana de vida, por eso no identificaba si lo que vio en sueños era real o solo una jugarreta de su cerebro. Al final, resulta que desbloqueó un recuerdo muy oculto de su ser.

Instantáneamente, otra cuestión se asomó: "¿Qué exactamente es este lugar?". Hunter moría por averiguarlo. Ayudado de su bastón mecánico, hizo a un lado la gigantesca piedra en forma de balón que cubría la entrada, bastante más pequeña de lo que creía. Agachándose logró ingresar a la cueva.

Era tal y como visualizaba en los sueños: libros tirados por doquier, plantas secas en macetas por los rincones, teorizada que se trataba de una clase se pasatiempo o estudio profundo de su tío sobre los aquelarres herbáceos. Asimismo, se topó con huesos de animales llenos de polvo en medio de la habitación, debajo de una mesa de piedra. En esta, estaban desparramados varios mapas del antiguo Bonesborought.

Moviendo algunos pergaminos, Hunter halló lo que parecía ser el plano de... una persona. Es decir, esquemas complejos y bien detallados dedicados al estudio de la anatomía de una bruja. El rubio arqueó una ceja, no encontraba el saco de bilis mágico en aquellos diseños, en su lugar una piedra circular con la descripción de "Galdorstone" lo había sustituido.

Conclusión a la que llegó Hunter:

—Laboratorio secreto —susurró aguantándose la emoción, puesto el descubrimiento consistía en una pieza invaluable del legado del primer emperador de las Islas Hirvientes.

La emoción aumentó con creces luego de que debajo de tanta papelería encontrara un pequeño libro marrón con tapa de cuero desgastada.

— ¡Un diario! Titán, me saqué la lotería —expresó contento.

El eco del lugar llamó su atención. Guardó varias cosas de su interés en la mochila que llevaba y se dirigió al fondo de la habitación, dónde la luz desaparecía tenuemente.

Hunter encontró un pasillo largo, otra habitación con más secretos geniales. Hunter fue tambaleante, puesto que el ambiente se tornó tenso en su sentido literal. Le costaba respirar, pero no por falta de aire, sino por un olor vomitivo que emanaba del final del pasillo, que conectaba con una habitación. Se asomó a esta con ambas manos en la nariz, de lo contrario juraba que se desmayaría por tal peste. No lo vio del todo claro por la falta de iluminación.

—Parecen tumbas —murmuró intrigado.

Eran fosas cubiertas de tierra con varias lianas que las interconectaban. También había lápidas de piedra de un lenguaje que no alcanzó a leer por un inconveniente.

Su entorno dejó de ser oscuro para pasar a iluminarse de una luz roja. Un pequeño temblor sacudió los cimientos, ocasionando pequeños derrumbes de piedras a punto de colapsar de las paredes y techo.

El sistema de seguridad se activó. Los reflejos de Hunter le permitieron esquivar un par de flechas de las paredes sin recibir más que un susto. Presuroso se dirigió a la salida.

Creyó que estaría a salvo fuera de la cueva, pero la antigüedad del escondite rocoso se manifestó de una mala manera. La gigantesca esfera en automático regresó a su lugar, cubriendo nuevamente el ingreso. Esta golpeó una pequeña cornisa sobresaliente, que se rompió y cayó. El pobre Hunter no tuvo tiempo de reaccionar plenamente. Dio una hábil voltereta táctica para que no sea un golpe seco en la cabeza, lastimosamente su hombro y antebrazo se llevaron la peor parte.

Invocó su bastón, levantando un pesado vuelo.

Los excéntricos muros de mármol, cuadros de eras pasadas, salones gigantes con candelabros milenarios y sillas talladas en piedra caliza... son artilugios de un pasado. En la actualidad, la sede del Nuevo Aquelarre del Emperador, si bien es un reconstruido castillo más pequeño que el anterior debido a las limitantes de espacio, se asimila más a un soso edificio lleno de oficinas dónde laboran los reclutas y se reciben a altos funcionarios de aquelarres para debatir sobre seguridad y economía. A su vez, tienen un museo interno dónde se conversan piezas de magia salvaje y oscura rescatadas del pasado.

De regreso a su oficina, Hunter cubrió los moretones de su brazo y hombro con un par de bandas del Aquelarre de Sanadores. En unas horas estaría como nuevo.

El rubio se enfrascó en una curiosidad arraigada a su reciente herida: "¿Alguna vez me he lastimado de gravedad?". Enfermado sí, leves gripes que te hacen alucinar y provocan que hongos florezcan en tu cabello, también. Si no fuera porque desde pequeño lo obligaron a leer sobre la anatomía de las brujas, pensaría que la sangre era tan solo un mito. Dejó el hecho de lado, jactándose de ser el más rudo y resistente gracias al entrenamiento militar recibido desde su infancia para suplir la falta de magia innata. Estaba seguro de que por eso jamás sangró.

Un poco menos adolorido, en la mesa vio de reojo los esquemas y diario que sacó de su mochila. En una primera instancia, pensó en almacenarlo como recuerdo intocable y puro del extraordinario legado de su tío... pero como una vez Lilith le enseñó: "Un libro se pone triste si no lo lees".

—Titán, cuánta sabiduría debe haber en estas páginas —emitió un chillido mudo.

Para su mala suerte, la mitad del libro estaba en blanco. Lo agitó abierto y hacia abajo, esperando que algo cayera, pero no nada. Siguió pasando entre las hojas. Llegando a casi un cuarto del final, por fin habían escritos, aunque lejos de la sabiduría con la que esperaba toparse.

«Resucitación de basiliscos: Experimento sobre absorción de magia salvaje. Año 10. Intento 20», leyó Hunter. Parecía el título de una turbia novela.

«Los resultados fueron cuánto menos interesantes. El espécimen "Two" del lote 3 fue resucitado con éxito luego de un mes sin resultados fructíferos en las otras pruebas. Al parecer algunas clases de basilisco crecen exponencialmente durante la etapa de gestación. El sujeto en cuestión se negó a colaborar en un principio, aunque su actitud distante fue apaciguada luego de que se le alimentara con una buena cantidad magia proveniente de animales mágicos, tales como ratones y un par de talismanes de brujas que... ya no los necesitarán. Sin embargo, llegados al punto más álgido del experimento, se negó a colaborar en la tarea de absorber la magia de una bruja cautiva para usarla en su contra. Mencionó algo de un "mandamiento sagrado en contra de las brujas". Nota: averiguar más sobre la cultura basilisco».

Hunter arqueó una ceja. Recuerda haber leído sobre aquellas arcanas criaturas que poseían la capacidad innata de absorber la esencia mágica del entorno. La causa de su extinción no es del todo clara.

Lleno de curiosidad... con unos extraños y crecientes nervios por leer el antinatural proceso que su tío orquestó entre las sombras, Hunter volteó hacia la siguiente página del cuadernillo.

«Por más que lo intenté, fallé en manipular al único espécimen vivo del lote. Prueba fallida. El sujeto de pruebas y la bruja en cuestión fueron eliminados. Creo que me dejé llevar, la sangre de mis nudillos tardó en quitarse. Al menos sirvieron como desahogo».

—Q-Qué...

Anonadado por tremenda "forma de expresarse", Hunter dejó que el tétrico libro se le escurriera de las manos. Sino fuera la letra de su tío, pensaría que se trataba de una carta confesa de múltiple asesinato. Pero ese no era el caso, Belos nunca mataría una mosca a menos que este ataque primero. Todo tenía una explicación.

Recostándose en su ostentosa silla de emperador, se sintió repelido por la lectura. Lanzó el libro a una esquina de su oficina, sobre una pila de papeles que le faltaba por llenar con firmas.

El estómago se le revolvió por la llegada repentina de los recuerdos en los que su tío tantas veces le alzó la mano por fallar en una misión, por más simple que sea. ¿Qué tan cerca estuvo de morir por culpa de su único familiar vivo? Hunter ladeó la cabeza violentamente, hasta luego se sintió mareado. Confiaba en que todo era una rara tergiversación de lo que verdaderamente en el caso de ese basilisco.

Además, pensando nuevamente en su propia integridad, sabe que Belos jamás lo lastimaría de gravedad, solo era parte de su entrenamiento. Las diversas cicatrices de su espalda... meros ejercicios militares, intensificados por tener la presión de ser el magnífico sucesor del anterior Guardia Dorado, muerto por causas desconocidas.

«Seguramente la bruja y el basilisco fueron criminales», se quiso convencer mientras recogía lentamente el diario del suelo.

En el fondo de su alma, el pobre huérfano de ojos carmesí dudaba de la intachable conducta de su tío.

Hunter no estaba seguro de seguir leyendo, pero se armó de valor. Debía confirmar que todo era una simple confusión. ¡Lo era!

«Me urge encontrar la forma, se me acaba el tiempo. Mi cuerpo se descompondrá dentro de unos años por pecar del uso constante de glifos tatuados para extender la vida. Los taliamigos dejarán de surtir efecto antes de lo esperado. Un Grimwalker es requerido. Recolecté todos los ingredientes, pero la clonación resultará peligrosa si es que ÉL sigue oponiendo resistencia e intenta sacrificarse para suscitar nuestro deceso a la mitad del trasplante de conciencias como casi sucede hace 30 años. Nota aparte: las escamas de selkidomous son difíciles de encontrar. Si descubro cómo resucitar de forma pasiva a un basilisco, podría replicarlo con los nuevos Grimwalkers, hasta tal vez encuentre la manera de clonarlos a una edad madura para no soportar las varias etapas de crecimiento».

«Matar dos ratas de un sablazo. Las metáforas de mi hermano eran extrañas». Los siguientes párrafos fueron pintarrajeados por un seco líquido rojo, haciendo imposible la lectura a Hunter, que soltó el libro repentinamente de una sacudida una vez se percató de que eran aquellas manchas: sangre coagulada.

— ¿Papá...? —soltó Hunter de repente.

Fue rescatado por los aquelarres a sus escasos dos años, y según palabras de su tío, solo tenía un hermano, que falleció por culpa de la magia salvaje. El rubio trató, pero no obtuvo ni una pizca de información adicional sobre su familia antes de ser adoptado, Belos siempre evadía el tema y entraba en un mal humor terrible que lo estremecía de nervios. Con los años dejó de preguntar.

Es la primera vez que Hunter lee sobre su padre. ¿Por qué Belos lo mencionaría tan de repente? Las respuestas probablemente se conseguirían en los siguientes párrafos.

Su mente gritaba que se detuviera, pero sus dedos dieron paso a la última página del diario.

«Día de la Unidad. Coleccionista rastreado, más no encontrado; conclusión a la que llegué: es mito de las inútiles brujas salvajes. Un largo camino me espera... pero todo sea con tal de purificar este pagano mundo lleno de herejes. Fin de la...». Hunter cerró el libro de inmediato, un timbrar extremadamente agudo erizó hasta el último vello de su cuerpo e hizo que se cayera hacia atrás de la silla.

—Titán... —masculló reprimiendo el decir una maldición.

El hombro lastimado fue víctima de un nuevo golpetazo. Hunter bufó adolorido, tanto física como por el golpe emocional de la lectura.

Desahogarse mediante sollozos sonaba recomendable hasta cierto punto. Una persona que haya sufrido lo mismo que Hunter, tarde o temprano se rompería. Sin embargo, él no podía permitirse aquello a la mitad de su nueva investigación.

Su tío no era una mala persona. Necesitaba leer entre líneas, descifrar códigos secretos y muchas pistas de aquel diario que dejaba mal parado al ex emperador. Todo eso se resumiría en muchas noches sin dormir.

Quiso ponerse manos a la obra, sentarse nuevamente para releer aquellos espantosos párrafos... pero sus temblorosas manos perdieron fuerzas y no pudieron sostener el libro más de cinco míseros segundos. Hunter entendió que requería cierto grado de distracción o caería en la locura total. En pocas palabras, hacerse la vista gorda por un buen rato, dormir, salir o meramente suspirar para no pensar en la terrible persona que podría resultar ser su tío... por lo menos hasta la mañana siguiente, ya casi eran las tres de la madrugada.

A buena hora leyó el mensaje que recibió en su pergamino. "NiñA RaRa" fue el contacto que le escribió a través de Penstagram.

🦦🦦🦦

Hey, chico emperador.
Te invito mañana a comer helado, ¿te apuntas?
Podemos hablar de muuuchas cosas interesantes
Fue lo que le escribió Luz Luz. Hunter se ruborizó por un motivo específico: Salir con la Clawthorne significaba hablar sobre el tema de Lilith pausado desde hace meses. La extrañaba demasiado. Ver a la bruja como una especie de figura materna es algo de lo que no se arrepiente, pero sin dudas era vergonzoso de admitir hasta en su propio cerebro.

Hunter estuvo a punto de responder para pactar el horario y lugar de encuentro. Sin embargo, recordó que... era el Emperador de las Islas Hirvientes, tenía obligaciones más allá de investigar el diario de su tío. Además, Darius sería capaz hasta mandaría una escolta de abominaciones en su búsqueda si no lo ve trabajando en la oficina. La idea de una salida amistosa parecía lejana, no es como que pueda decretar un feriado para todos los aquelarres y ciudadanos porque sí. A todo el mundo le encanta trabajar.

Otro mensaje de Luz llegó a su pergamino.

🦦🦦🦦

Tardas en responder, supongo estás ocupado
Oye, no dejes que eso te detenga, ¡eres el Emperador!
Puedes decretar que mañana sea día libre para todos los trabajadores del aquelarre
Nadie se quejaría porque es viernes y...
Jelou, fin de semana largo. A nadie le gusta trabajar tanto tiempo
Salida fácil, luego me lo agradeces :D
Y antes de otra cosa, mi tía te manda saludos
Fue idea de ella por si acasito, así que... :P

Al día siguiente.

Casa Búho: Habitación de Luz.

Igual que cuándo tiene una salida divertida con sus amigas o familia, Luz usó demasiado esfuerzo en escoger un conjunto casual para el encuentro que tendría con el, denominado por ella, "Emperador Dorado". Sin embargo, esta vez era consciente de que la diversión sería un tema secundario en la salida. Necesitaba enfocarse en lo que dirá, como lo dirá, y menos en preocuparse que su larga falda y las mangas de su blusa azul no se arruguen. Con lo último en mente, desistió en usar falda, sino que lo cambió por un pantalón celeste y zapatillas blancas. De accesorio, una carterita; "de accesorio", porque sus pertenencias más valiosas las guarda en su largo cabello que le llegaba 10 centímetros debajo de la cintura.

—Estoy... casi lista para mi primera misión —espabiló frente al gran espejo con bombillas en el perímetro de este, que usa como su rinconcito de moda aledaño a su cama—. No puedo fallar, muchas personas cuentan conmigo.

Sus hermanastros se encargaron de mimarla con ostentosos regalos, el tocador fue uno de tantos. Los focos fueron provistos por Eda, que manipula mucha magia salvaje para prenderlos cuando se requieran.

Hablando de la madre, ella superó aquella fase de negación acerca de la moda para enseñarle a su niña a arreglarse como una linda señorita... aunque sin el uso constante del labial.

— ¿Misión? Parece una medida desesperada sin mucho fundamento —habló una voz desconocida, muy forzada para hacerla súper ronca.

—Quién dijo... —cuestionó la morena.

—Por aquí, boba —señaló Luz; mejor dicho, su reflejo del tocador, que funcionaba a modo de voz de la razón o segunda conciencia—. ¿Crees que el plan de tu tía y mamá tiene sentido? Digo, aparte de mal estructurado, suena como aprovecharse de un chico sentimentalmente dañado para forzarlo a hablar de un tema que tal vez sea traumático para él. ¿Qué hay de tu moral y valores? —atacó molesta y cruzada de brazos.

— ¿Qué es eso? ¿Se come? —cuestionó Luz burlona. Se jaló de una mejilla, dramatizando como si la otra ella la regañara—. ¡Auch, para! Lo hago por la familia de Amity, debemos tratar por todos los medios posibles. Sí, suena desesperado, pero a veces los planes improvisados salen mejor. Sin mencionar que es la primera vez que mamá nos confía algo de este calibre. Quién sabe así empieza mi carrera como espía defensora de los débiles.

—Mejor hazte abogada —se quejó.

—Tú qué vas a saber, eres mi reflejo... una muy guapa, pero ni así me convencerás —sentenció la morena. Acto seguido, cubrió el espejo con una manta—. Ya tomé mi decisión.

—Pero y si Hunter no quiere cooperar. Tiene la libertad de irse e ignorarte, el plan se caería a pedazos —se reprochó Luz; mejor dicho, un títere de la propia Luz.

La morena lo movía con su mano, mientras que entre dientes hablaba para su contraparte.

—Usaré mis encantos supongo.

—Ajá. —Luz peluche se cruzó de brazos.

—Además, él fue quien insistió desde hace meses para reunirse conmigo. Se aguantará toda mi habladuría —sentenció la morena real, lanzando a su contraparte de peluche.

— ¡No estoy segura de nada! —expresó la Luz títere por los aires antes de caer dramáticamente sobre la cabeza de una bruja recién llegada a la habitación.

Dicho eso, y después de despedirse de casa, marcó rumbo al lugar acordado en el que se encontraría con Hunter: la feria semestral de Bonesborought, sitio dónde se vive del día a día, por lo que las atracciones estarán abiertas pese a que ese día se haya declarado como no laborable.

Luz llegó al sitio establecido, frente a un puestito de tacos. Esperó relativamente poco, el rubio arribó a los minutos y tuvieron un saludo... medio incómodo. Luz visualizaba entre dos opciones: darle la mano o una reverencia, él no dejaba de ser el emperador después de todo, pero la nula imponencia que Hunter reflejaba, rápidamente le hizo descartar la segunda opción. Extendió su mano, y raro fue el hecho de que esperó más tiempo por una respuesta a su saludo que por encontrarse directamente en la feria.

Hunter arqueó una ceja. Siempre estuvo rodeado de superiores, soldados rasos o ciudadanos comunes. Sus cortesías se dividían en realizar reverencias o recibir elogios de los dos últimos grupos nombrados. De manera amistosa no sabía sobre las conductas con jóvenes de su edad. Le pareció extraño el gesto de Luz, ¿debía extenderla la mano de vuelta o ya había pasado mucho tiempo metido en sus pensamientos y sería raro ya hacerlo?

De igual forma, soltó un «Buenas tardes, rara», para proseguir a dar media vuelta y avanzar hacia el centro de la feria. No lo admitiría en voz alta... pero estaba sumamente nervioso por su comportamiento frente a otro adolescente. Por ello, sus conductas toscas y mal agradecidas serían malinterpretadas por Luz, que no era ni de cerca la bruja con la mayor paciencia de las Islas.

Luz quedó en blanco. Una venita se formó en su frente por la falta de respeto que, según ella, el rubio ejecutó a modo de vengarse por dejarle en visto por Penstagram durante varios meses. Pero antes de seguir renegando, espabiló golpeándose ambas mejillas. «Sé linda y convive con él», musitó. La primera parte de su plan entraría en marcha más pronto de lo esperado. Necesitaba crear un espacio armonioso de compañerismo y relajación para que el rubio se sienta cómodo y de ese modo pueda abrirse de mente con ella. Qué mejor manera de cambiar sus gestos serios que con una ronda de juegos divertidos en la feria.

En el puesto de golpea al topo, Hunter se desesperó porque Luz era constantemente la ganadora. Creía inaudito que alguien de su calibre en el entrenamiento militar pierda en un juego contra una niña mimada que le llegaba de altura al mentón. Lejos de relajarse, se sintió tenso. Luz se percató a tiempo y le dejó ganar un juego, aunque no parecía una buena idea, ya que el rubio se puso en modo arrogante con ella, lo que empeoró sus ganas de querer hablar con él. Punto negativo.

En la casita del horror... no hubo mayores sobresaltos. Luz se asustó más por el precio de la entrada que pagó por ella y Hunter, que no llevó dinero, lo cual obviamente para nada servía en que ambos se lleven mejor. Más puntos negativos. Luz temía que con el paso del tiempo la situación no mejoraría, Hunter lucía serio. Lo que la morena no sabía, era que la seriedad del rubio se debía a que no sabía o encontraba el momento adecuado para hablar tranquilamente con ella si es que seguía arrastrándolo a docenas de actividades recreativas. Tampoco sabía cómo negarse, su fuerte jamás fue la conversación. Y siendo el emperador una segunda faceta, hacía que, de plano, sentirse Hunter sea igual a sentirse un bueno para nada. Desearía poder salir con la máscara puesta.

En la Muelaña Rusa, dónde los carritos eran dientes oxidados desde hace décadas, Hunter descubrió que no había sido buena idea comer de esos buñuelos misteriosos llenos de manchas negras que Luz le invitó. La morena descubrió por qué esa comida estaba en descuento. MÁS PUNTOS EN CONTRA.

A ese paso, Hunter terminaría por irse y seguramente escribiría en Penstagram la mala vivencia que tuvo en compañía de la Clawthorne. Luz solo deseaba que él se relaje para poder conversar tranquilamente sin que lleguen a incomodarse con la presencia del otro. Para eso, optó por el último as bajo su manga... un puesto de helados. Hunter se negó en un principio, pero al Luz prometerle que estos no estarían pasados la fecha de caducidad, el rubio creyó que después de esos buñuelos, nada podría hacerle vomitar otra vez.

—Mi favorito es el de chocolate, me trae una copita. ¿Cuál es tu sabor favorito para pedirlo y...?

Luz habló con el mesero al lado suyo, que le ofreció una mesita al aire libre, en el patio delantero del local. Pese a su insistencia, el rubio permanecía cruzado de brazos y sin prestarle mucha de su atención.

—Ugh. Para él tráigale uno de fresa, veamos si con eso se le quita el trasero que tiene por cara —pidió Luz.

— ¡Hey!

—No lo decía en serio —le sacó la lengua. Comenzaba a creer que su plan de hacer que él se ponga cómodo iba de mal en peor—. Titán, cambia esa amargura. He intentado de todo para que te sientas relajado, pero al parecer quieres permanecer eternamente amargado.

— ¿Sabes qué? Creo que... Oh —calló Hunter por tremendo cerro en un tazón que le trajeron por helado. En la cima había yogurt y muchas cerezas.

—Eso fue rápido —expresó asombrada. Para ella, una copita más pequeña y fina, con una cucharita y galleta wáfer decorada que sobresalen—. ¿Qui ibos a decer? —habló tupido, llenándose la boca del postre helado.

—Venir fue un error. Tengo muchos problemas como para malgastar mi tiempo con una rara —increpó. Sin embargo, no evitó darse un gustito en sorber de su montaña personal de helado de fresa con yogurt y chispas de colores—. Delicioso... —murmuró.

— ¡Hey! Yo también tengo problemas —reprochó Luz—, no por eso soy grosera en decir que invitarte a charlar es una gran pérdida de tiempo.

—Comparados con los míos, lo dudo. Qué dificultades en la vida podría tener una niña mimada como tú, aparte de descifrar mediante un mapa mental cuál es tu verdadero sabor favorito de helado —bufó el rubio, dejando su vaso medio vació en la mesa.

Hunter se cruzó de brazos, pensando seriamente en irse, dejando así estancado el tema de Lilith una vez más. Pero algo golpeó su pecho. Regresar a su solitaria estancia en el castillo... significaba continuar la investigación del diario de Belos. No se sentía preparado, el estrés y miedo lo carcomieron al punto de provocarle acidez en el estómago, por lo que volvió a tomar de su helado para contrarrestar la quemadura.

—Oh... —Contraria a la actitud del chico, una alegre Luz se percató de un detallito interesante—. Entonces si me escuchabas, ¡sabes que me encanta el chocolate!

—S-Supongo —balbuceó avergonzado.

—Pues... yo también podría escucharte. Soy buena, aunque no lo parezca.

—Debatible. Aparte, todo es confidencial —se cruzó de brazos.

«Titán, mi títere tenía razón. Si se niega a hablar, será un gran inconveniente», reflexionó Luz. Una idea asomó como única alternativa.

—Pero y si no hablaras directamente del problema, sino con ejemplos o analogías —contempló Luz como ejemplo.

El rubio arqueó una ceja, no porque sonaba relativamente como una vía de escape o respiro a todo lo que carcome su cerebro, sino por la repentina acción de Luz al sentarse a su costado y poner una mano en sus hombros.

—Te escucho, Hunter —animó Luz tiernamente, con esos ojitos de perrito mojado.

—Uhmmm —masculló unos segundos..

Finalmente, sucumbió a la petición de Luz.

«No está mal pedir una opinión indirecta del caso que te atormenta», pensó inseguro. Sin embargo, aquella enseñanza de Lilith sonaba muy sensata. Necesitaba opiniones de brujas que estuvieran lo más alejadas de la política, de ese modo no levantaría sospechas sobre alguna relación de él con el legado de Belos.

— ¿Alguna vez te has decepcionado de otra persona? Digo, pensaste que era buena, luego te enteraste de la farsa. Pero en el fondo, sigues creyendo en la imagen que forjaste de esa persona porque eres incapaz de aceptar que en realidad era... alguien terrible. No sé si me dejo entender.

—Te entiendo —asintió Luz—. Sí, me he decepcionado de una amiga. Fue hace mucho tiempo...

— ¿Cómo lo superaste? —lanzó Hunter sin mucho tacto.

—Bueno...

Luz jugueteó con un mechón de su largo cabello. No esperaba que aquel tema saliera tan de repente y se extendiera con esa pregunta. Sin embargo, el superarlo implicaba hablar de lo ocurrido con Boscha sin que la duela el pecho o empiece a sollozar.

—Es un hecho que las personas cambian, sobre todo al crecer. Por eso, a pesar de convivir tanto tiempo, nunca conocerás a la otra persona del todo. Te sorprenderás de nuevas actitudes, querrás negarte que esa persona importante para ti haya cambiado para mal. Buscarás excusas y la defenderás, alegando que eran malentendidos... cuando menos te das cuenta, saliste lastimado —explicó Luz. Por cada oración, su ánimo decaía un poco por la nostalgia de haber pasado por eso—. Es lo que pienso. Ya sabes, las reflexiones que uno tiene mientras come helado bajo las sábanas de tu cama y... ¿Qué tienes? —señaló la mirada gacha de Hunter

— ¿Y si no puedes dejar de lado la imagen que proyectaste de esa persona porque de lo contrario... tu mundo entero se destruiría? —lanzó el rubio. Las manos le temblaban, ansiosas por una respuesta.

—Muy específico diría yo —balbuceó Luz extrañada y para sí misma—. Perdóname. No sabría qué decirte, Hunter.

—Oh. —Se hizo para atrás en el respaldo de la silla. Resignado, tomó su vaso de helado y desvió su vista de la morena—. O-Olvida el tema, niña rara.

—Deja eso. Mis amigos y todo el mundo me llaman por mi nombre: LUZ—enfatizó la niña.

El término "amigos", por un extraño motivo, creó una bonita sensación en su pecho. Hunter se avergonzó y continúo sorbiendo su ya semi derretido helado de vainilla.

—Titán, para ser de la realeza tienes un raro modo de cómo tratar a las señoritas —señaló Luz con una leve molestia.

—Es la primera vez que hablo con otro adolescente. —Hunter soltó un pesado suspiro.

—Pero ya habíamos charlado antes, cuando me quisiste extorsionar en Hexside hace meses —Luz le sacó la lengua—. Sin mencionar tu acoso constante por Penstagram.

— ¡Eso no fue...!

A sabiendas del pequeño lazo de confianza que ambos crearon, la morena podía tornarse más a como verdaderamente se comporta con sus amigos. El rubio renegó unos segundos, luego se percató de la burlona que la niña podía llegar a ser.

—Ugh, eres una tonta —se ruborizó por la mofa—. Me refiero a siendo yo, Hunter, no el emperador. Con la máscara me siento confiado, sin ella soy... no lo sé.

Luz dejó de sorber su helado. Hunter mostraba más de sus sentimientos, era de suma importancia entenderlos por la misión... y para darle apoyo moral.

— ¿Se supone que esté bajo una máscara el resto de mis días? —enfrascado en sus ideas, Hunter no se percató que seguía hablando en voz alta—. Hice tantas cosas malas siendo el Guardia Dorado. Quisiera enterrar el pasado, enforcarme en ser emperador para forjar un mejor futuro, pero es tan difícil olvidarme de Belos y sus métodos de... mierda.

Fijarse en la atenta mirada que Luz tenía sobre él, le hizo espabilar. Asimismo, se avergonzó de haber terminado la frase en un mal momento, pero la niña se percató y emitió una risilla.

— ¡No, métodos de mierda no! Intentaba... ugh —se cubrió el rostro con ambas manos y emitió un grito mullido—. ¡O-Olvida todo lo que te acabo de decir!

Hunter sudó frío. En gran parte porque era información demasiada personal, en menor medida... no deseaba espantar a su reciente "amiga".

—Sin tu máscara eres cool —animó Luz, ninguneando el tema.

No porque sea de precaria importancia, sino porque era el pasado. El arrepentimiento que mostraba el triste rubio mediante sus expresiones y labios decaídos, daba a entender que trataba de redimirse y perdonarse de aquella faceta de su vida. Luz siempre animaría a que las personas sean la mejor versión de sí mismas, ella sabe lo doloroso que es el proceso y lo espantoso que puedes llegar a sentirte cuando no tienes el control de tus emociones.

—Y como emperador, creo que vas en buen camino en mejorar la vida de todos.

Como prueba, la morena le enseñó los comentarios del último post de la cuenta del Nuevo Aquelarre del Emperador, dónde aprobaron satisfactoriamente el fin de semana de largo recién establecido y le tiraban flores al emperador por ser tan amable. La mayoría de publicaciones iban por el mismo camino.

Hunter no creía que realizaba las cosas... tan sobresalientemente bien. Él pensaba que escuchar y ser más activo para los habitantes de las Islas Hirvientes sería algo normal. Pero si los ciudadanos aplauden tomas de decisiones tan básicas en un mandato, ¿significaba que con Belos no vivieron ese tipo de trato?

La población, si bien escéptica en un comienzo, sobre todo las familias nobles, en la actualidad aprueba la gestión del nuevo mandato. El uso libre de magia en escuelas es uno de muchos cambios que deseaba realizar luego de concluir finalmente el agotador caso de Alador Blight.

Sus logros empezaron por el impulso de las enseñanzas de Lilith para hacer felices a todos... no evitaba pensar en que ella estaría orgullosa.

—Así que ya te la sabes. No dejes que los errores del pasado influyan en tu cambio, atormentándote no llegarás a nada —indicó Luz—. Lo importante es arrepentirse, sanar, perdonarte y perdonar a los demás. Creo que así llegarás a ser una mejor persona.

—Eres sorpresivamente sabia.

—Soy una búho —sonrió orgullosa—. Los problemas de la vida me han forjado.

—Y yo... soy el emperador.

La frase de Luz coló en Hunter, pero en el sentido de que los "problemas" se manifiestan a través de un intenso papeleo. La hora que vio en su pergamino le hizo darse cuenta de aquello

—Demonios, debo regresar al castillo o nunca terminaré el papeleo para el caso del fin de semana.

— ¡EL QUÉ! —gritó Luz repentinamente, casi atragantándose con el helado.

Un click se activó en Hunter. Alador Blight es padre de Amity Blight, y esta última es amiga de la morena frente a él. Era de esperarse aquella reacción luego de hacerse público el juicio que tendría el brujo dueño de Empresas Blight & Lavier. Le resultaba natural la reacción de la morena. No obstante, debía seguir con sus obligaciones.

Jamás admitirá en voz alta que disfrutó la extraña compañía de la niña Clawthorne. Lo más probable es que vuelvan a salir en otra ocasión.,

Hunter se despidió amablemente mientras Luz veía diluida su oportunidad, puesto no encontraba una forma de preguntarle a fondo del caso contra Alador sin sonar sospechosamente interesada.

—Me llevaré esto. —Mirando de reojo por todos lados, Hunter cargó la fuente de vidrio con lo que sobraba de helado e invocó su bastón mecánico—. Hasta la próxima, ehhh...

—Luuuz —balbuceó la morena de manera mullida debido a tener la cara enterrada en la mesa.

—Hasta la próxima, niña rara —mofó Hunter, alejándose de la mesa. Comenzaba a agarrarle la onda al tema de charlar tranquilamente con otro adolescente.

Por otro lado, la morena se lamentaba por haber fallado en su misión.

—Hasta aquí llegó mi carrera como bruja defensora de débiles —masculló, viendo a la lejanía al rubio y su bastón mecánico—. Me dieron ganas de tener mi propio bastón. Espera, ¿por qué el suyo no tiene taliamigo? Ugh... tanto por hablar y perdí el tiempo comiendo este... tonto y delicioso helado. Ñom.

Mentalmente, Luz repasó puntos importantes de la conversación con Hunter desde que pidieron el helado, tal vez de ese modo pueda saber en dónde mejorar para invitarlo nuevamente y poder, esta vez, hacerlo soltar un poco de la sopa respecto a Alador Blight. Sin embargo, quedó trabada en la parte dónde le brindó consejos al rubio. Ella misma se enorgullece de las cosas que dijo, sobre todo una oración en particular:

—Perdonarte y perdonar a los demás—repitió Luz en un susurro para sí misma.

La imagen de una bruja cruzó su mente, de tonalidades rosáceas y un ojo extra de lo normal. «¿Alguna vez te has decepcionado de otra persona?», rememorar la cuestión de Hunter sin duda fue un pinchazo en el corazón.

Antes de que Luz ahonde en el tema, una llamada repentina la interrumpió a la mitad de su vaso con helado derretido.

—Luz, espero que no sea un mal momento, pero... ¿cómo te va? —saludó Edalyn entre susurros. La discreción era esencial en ese tipo de misiones.

—Hunter se acaba de ir —se alzó la morena de hombros—. Estoy tomando un helado de cocholate.

—Dirás comiendo —corrigió la madre.

—No, mira. —La niña activó la cámara—. ¿Lo ves? Parece sopa de caca —bufó, luego chilló.

Por último, Luz dejó caer estrepitosamente su cara en la mesa. El impacto hizo que el postre se desparramara en su cabello. Como todo era visualizado a través de la cámara, Edalyn concluyó en...

—Uhm. Esa actitud tuya que me hace creer que no salió como lo planeabas.

— ¡LUZ! Cuéntalo todo y exagera, ¿lograste algo significativo? —Lilith apareció sobre el cabello de Eda.

—Bueno... ahora sé que alguien en quien tuvo una gran confianza lo decepcionó en el pasado. Aparte, parece querer cambiar actitudes negativas del pasado y ser justo para forjar un mejor futuro ¿Esa información sirve de algo? —barajó con una sonrisa forzada que no arrancó ninguna reacción sobresaliente de las mayores. Luz no pudo evitar sentirse... inútil—. ¡Perdón!, no pude hacer más. Primero quise que él se sintiera cómodo para así entablarnos mejor, pero una vez lo logré... tuve pena y no logré ser más lanzada. Escuché un poco de sus problemas, eso es todo, pero perdí tiempo e hizo que fallara en mi misión y...

—Bah, no pasa nada —soltó Eda despreocupada, ocasionando que Luz deje de lamentarse, al borde del sollozo, para tomarle atención.

—Sí, pensándolo mejor, fue una medida desesperada de nuestra parte —añadió Lilith.

—Además, si te lo pones a pensar, suena como aprovecharse de un chico sentimentalmente dañado para forzarlo a hablar de un tema que tal vez sea traumático para él —culminó Eda—. Digo, era medio obvio que no te contaría nada sobre Blight.

—Mi reflejo tenía razón —balbuceó Luz—. P-Pero ahora, ¿qué pasará con el señor Alador? ¿Tía, m-mami?

Ambas hermanas compartieron una mirada preocupada. Luz suspiró triste. Ya no podía hacer más, solo dejar que los adultos y el emperador se hagan cargo.

—Ejem. —Detrás de Luz, el mesero llegó con una pequeña hoja con varios caracoles apuntados—. Señorita, la cuenta. Y le pediré que me pague el tazón de vidrio que su amigo se lle... ¡Oiga, regrese aquí! ¡NO PUEDE IRSE SIN PAGAR!

Nueva sede del Aquelarre del Emperador.

—Esa niña es... ¡muy tonta! —masculló Hunter con la cara metida entre los papeles de su escritorio. A un lado, el tazón de vidrio ya sin helado.

Le avergonzaba aceptar, luego de procesarlo por un par de horas, que una niña a la que no consideraba ciertamente muy lista, le haya dado una lección de vida que lo haya puesto a reflexionar varios aspectos de su vida. Y aunque reniegue del hecho, no niega que las palabras de Luz serían algo que Lilith le podría llegar a decir. No por nada era su sobrina.

Pese a todavía tener el hombro adolorido por aquel incidente en la cueva de Latissa, Hunter cargó un par libros sobre la "Historia oculta de las Islas Hirvientes" y los dejó caer en su escritorio, pensaba en investigar sobre la desaparición de los basiliscos.

Miró de reojo el diario de su tío tirado en la misma esquina desde el día pasado; suspiró y desvió la mirada. Hunter temía no sentirse preparado de volver a tener ese libro entre sus manos. Si analizaba a fondo, y llegaba a la conclusión de que las palabras de su tío, las historias y experimentos enfermizos que realizó, resultaban ser la mera verdad, sin lugar a discusión o malentendidos... Hunter no sabría en quién creer. ¿Significaba que él también es un ser horrendo por ser familiar de aquel monstruo? El legado de Belos es ahora de él, ¿habría consecuencias que recaerían en sus hombros?

— ¿Qué demonios es un Grimwalker? —cuestionó arrugando la hoja. Tomó el diario y releyó varios párrafos, no soportaba otro segundo viéndolo de lejos.

Para su mala suerte, cierto brujo de tez morena apareció de repente en su oficina.

— ¡D-Darius! —exclamó nervioso. El brujo mayor levantó una ceja por el trato recibido—. Lo siento, me sorprendí. Creí que estarías en casa, otorgué el día libre.

—Lo sé, solo pasaba a cerciorarme de que las cosas estuvieran en orden. Ya sabes lo idiotas que pueden llegar a ser los guardias —bufó aburrido, entrando hasta sentarse frente al muchacho—. Veo que trabajas duro —señaló el desastre laboral de papeles y libros en el escritorio

— ¡Sí, todo en orden por acá! —exclamó forzando una sonrisa para esconder sus nervios. Discretamente cerró el diario de Belos y lo apartó—. Ahora que te lo dije directamente, puedes regresar al spa.

— ¿Qué haces? —inmiscuyó Darius. Rápidamente se dio marcha atrás—. Lo lamento, no quería inmiscuirme. Vine porque se me hacía curioso que no te tomes el día libre, pero me enorgullece que no lo hicieras. El emperador debe trabajar todo el tiempo... más aún con el tema del juicio de Blight tan...

—Darius —interrumpió Hunter. Con su mano derecha, oprimía la tapa delantera del diario de Belos—... mi tío fue una buena persona y emperador, ¿verdad?

— ¿Dudas de su noble trabajo de varias décadas? —cuestionó Darius, acomodándose en su asiento para tomarle más atención.

—Jamás —sentenció. El ceño fruncido fue suficiente para el mayor se lo tomara en serio—. No me tomé el día libre para salir, pero si para pensar sobre algunas cosas. Me siento nostálgico. Recordé todo lo que mi tío me hizo pasar para desbloquear mi potencial.

—Belos siempre se preocupó por tu futuro —expresó Darius.

—Dijo que el Titán tenía grandes planes para mí —continuó Hunter. Por unos segundos, la voz le trastabilló, pero debía mantenerse fuerte aún con el diario maldito a su lado—. Pero sin él, no sé qué rumbo tomar. ¿Estaba destinado a ser Emperador a tan corta edad, es por eso que me privó de una infancia normal? Titán, jamás había tenido una charla con alguien de mi edad hasta que salí cooon... ¡Ejem! Digo, pensaba ir de infiltrado a... Glandus, sí. Ya sabes, rutina encubierta para cerciorarme de que la escuela cumpla con los altos estándares educativos que especifiqué en el último boletín de leyes que lancé ayer.

—Claro...

Darius arqueó una ceja. Se perdió unas cuadras en el mensaje que Hunter trataba de comunicar sobre sus sentimientos y lo enredado que se desenvuelven sin Belos, o Lilith, cerca de él. Nunca fue bueno al tratar con jóvenes fuera del trabajo o de la política, pero por Hunter, el chico que impartirá justicia contra Alador por arrebatarle a su mejor amiga, haría una excepción. Exhaló pesadamente antes de regalarle una sonrisa.

—Belos fue una persona solitaria. Antes de que llegaras a su vida, estoy seguro de que no hablaba de sus problemas con nadie. De cierto modo, creo que verdaderamente te quería, por esa razón te entrenó arduamente, para que seas su digno sucesor —explicó en un suave tono, tomando el mentón de Hunter para que no tenga la mirada gacha—. Lamento que esos planes se hayan adelantado tanto, pero ahora tienes el poder de castigar al culpable. ¡Venga a tu tío! Estoy seguro de que eso... lo habría llenado de orgullo.

—Me siento desorientado —resopló Hunter, masajeando el puente de su nariz con pesadez.

—Supongo que a pesar de ser alguien dotado, te es difícil por la edad ver que todas las acciones de Belos fueron por el bien tanto de ti como de las Islas Hirvientes.

—Pero él... vi cómo torturó brujas y yo... —murmuró dolido. Después de tiempo... recapacitó de lo infame de sus acciones—. Yo le ayudé...

—Belos siempre se preocupó por todos, buscaba lo mejor —insistió Darius—. Compartía su visión de un mundo mejor y se aseguraba de que sean por medios pacíficos, con excepción claro de los criminales. Ese tipo de brujas a las que tú recuerdas, ¡merecían un castigo ejemplar! —Fue violenta su forma de expresarse, levantó su tono—. Se requiere atornillar cabos sueltos para evitar que todos se "aflojen".

—Necesito un rato a solas —solicitó el rubio.

Se paró de su silla para dar media vuelta y quedar de espaldas a Darius, contemplando un gigantesco cuadro de Belos, en el que yacía rodeado de varias brujas adorándolo. Uno de los tantos tesoros rescatados del antiguo castillo.

—Como desees, solo recuerda no tomarte mucho tiempo libre. El caso de Blight está a la vuelta de la esquina y necesito que... —ordenó sereno. De reojo, Hunter lo vio con cierta mirada de pocos amigos—. Me refiero a que necesitamos prepararnos para cualquier remate que la incompetente de Lilith quiera lanzar frente a ti, señor juez. Confío en que no serás convencido tan fácilmente... a no ser que sea a favor mío.

—Seré objetivo —sentenció Hunter—. Desde que implementé los hechizos de juramentos, los casos han...

—No me lo recuerdes —refunfuñó Darius—. Extraño la época dónde simplemente cazábamos al culpable con trinches.

— ¿Y qué pasaba si era inocente?

La imagen mental de aquella bruja y basilisco a los que Belos torturó hasta la muerte, rondaron la cabeza del joven rubio.

—Un error lo comete cualquiera —soltó Darius despreocupado. Hunter sintió una punzada en el pecho—. Como sea, gracias por el día libre. Volveré mañana a primera hora.

Dicho eso, dejó a Hunter solo en la habitación.

Las palabras de Darius fueron sin remordimiento, en las expresiones se denotaba que poco le importaba esas vidas o si es que mínimamente se dignaría en probar su inocencia. Ese tipo de casos ya no ocurrirían con Hunter al cargo... lo juraba en nombre de la persona que le enseñó a hacer lo correcto pese las circunstancias que lo rodearon y moldearon su vida durante tantos años.

—Cuántas cosas más me habrás ocultado, tío... —suspiró Hunter resignado. Miró el diario de Belos con recelo. Todavía no se sentía preparado para afrontar que su único familiar era una horrible persona.

El siguiente capítulo será el fin de este arco de Alador, y me di cuenta de que las curiosidades que pongo en este apartado se usarán en allí, por lo tanto, serían spoilers. Pero como siempre digo:

Recuerden que el Preguntas & Respuestas está abierto c:

Fua, gracias por la espera. Ya saben, el verano se disfruta. El capítulo estuvo complicadito de realizar por las diversas muestras de sentimientos de Hunter, Luz y Darius. Necesitaba que esos tres cabezas huecas desarrollen más sus relaciones para que todo se detone en el siguiente capítulo. 

Asimismo, tardé también porque... estaba preparando todo para irme de viaje. Por si no lo saben, tengo una relación a distancia desde hace un año. Iré a visitarla en una semana QwQ

Por cierto, ¿ya leyeron mi nuevo fic? Se llama: Tú y yo contra el mundo (Remake de la historia creada por @-SailorV-

¡Gracias por leer! Si les gusta la historia, pueden apoyarla con una estrellita o siguiéndome para no perderte de próximas actualizaciones <33. Si la comparten, OMG, sería el pibe más feliz de este lado del mundo.

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