En esta noche significativa, la respuesta correcta es que sí puedo tenerte. Solo yo puedo tenerte.
Haré que sientas mi amor. Me probarás ahora.
Se que te va a gustar, cuando susurre a tu oído todo lo que siempre has querido escuchar.
Poco a poco nuestras respiraciones se acelerará y todo se volverá dulcemente sofocante en este pequeño espacio.
Cariño, haremos esto día y noche, solo confía en mí y sígueme esta noche...
Tomó todo de Jimin no venirse tan pronto las cálidas y vírgenes paredes de SeokJin apretaron su pene adolorido.
Contuvo el aliento, aferrando a SeokJin contra su cuerpo cuando el pequeño chico lloró. El se mantuvo quieto en su lugar, no quería lastimar a SeokJin, nunca podría hacerlo aún si el infierno se desataba en su mente. Nunca.
—Listo, bebé. Eres genial. Shhh. Necesitas relajarte cariño.
—¡Duele, Hyung! ¡Haz que se detenga! Mhg…
—Se que duele bebé, solo confía en mí. Mejorará, solo soporta el principio. Te aseguro que no me moveré hasta que estés listo.
Y lo haría. Jimin esperaría el tiempo que fuese necesario. Pero si Jin le pidiera dejarlo, Jimin haría eso también. No podía pensar más que en el bienestar de su pequeño chico.
Sin embargo, SeokJin no le pidió que se detuviera, lo cual honestamente sorprendió a Jimin. Él había esperado los golpes de Jin, que lo alejara y le gritara lo jodido que era. No fue así.
Jimin solo beso con dulzura la coronilla del menor mientras decía. —Solo respira, cariño. Te prometo que el dolor pasará y se sentirá mucho mejor.
Jimin fue paciente mientras esperaba, escuchando los bajos sollozos de SeokJin y sintiendo los delgados brazos del menor envolverse con fuerza en sus hombros.
Espero cualquier cosa que SeokJin pudiera decirle, o cualquier indicio de que se alejara y dejara todo.
Finalmente, el cuerpo de SeokJin pareció dejar la tensión y relajarse bajo él. Poco a poco sus músculos se aflojaron y el agarre en sus hombros, los pequeños sollozos aún permanecían pero SeokJin comenzó a mover un poco sus caderas, invitándole a moverse.
Muy lentamente y cuidadoso, Jimin comenzó a empujarse más profundo en el interior de Jin. Observó atento la reacción del menor pero este solo mantuvo sus dientes apretados mientras pequeñas lágrimas se deslizaban de sus ojos y asentía.
Todo lo que Jimin tenía que hacer era encontrar ese punto dulce que haría delirar a su chico. Una vez que hiciera eso, entonces todo estaría hecho. SeokJin ni siquiera recordaría el infierno de dolor.
De repente la boca de SeokJin se abrió y dejó escapar un grito silencioso, mientras Jimin veía la parte blanca de sus ojos cuando él menor echó su cabeza hacia atrás y rasguñó con sus pequeñas uñas su espalda.
Jimin sonrió. Había encontrado la próstata del chico.
—Está hecho. —Dijo, viendo cómo Jin se dejaba ir contra su cuerpo y gemía agudamente debajo de él.
Fue la vista tan más jodidamente erótica que Jimin jamás hubiera visto. En el pasado había estado con hombres y mujeres por igual, pero nunca había visto algo tan hermosamente excitante. Su pene se volvió más duro dentro de SeokJin, dolía sólo moverse lentamente contra él.
Podía sentir el propio placer de Jin cuando esté movía sus caderas encontrando sus lentas embestidas.
Sus cuerpos encajaban a la perfección y Jimin sólo podía sumergirse en el placer, alejando los innecesarios pensamientos. Podía sentirse culpable después.
Incluso si sólo deseaba golpear sin detenerse, Jimin sabía que aún no debía ser duro con Jin. Todo lo que podía hacer era balancearse atrás y adelante, dejando el interior de SeokJin lentamente, para sumergirse otra vez con cuidado.
Si seguía sus instintos, sólo causaría dolor en su pequeño chico, y todo lo que Jimin quería era el placer de Jin.
Conforme pasó el tiempo, su ritmo se volvió áspero y un poco más rápido. Se echó hacia atrás y adelante, en un vaivén marcado. Jimin se lo movió exactamente como tenía que moverse para darles el mayor placer posible a ambos.
Los gemidos de SeokJin fueron la prueba de que lo estaba logrando. —¡Ahhh! ¡Ohhhh, joder!
SeokJin hizo cualquier sonido y dijo todas las palabras que se esperarían de un chico virgen siendo tomado por primera vez.
Cuando Jimin se dio cuenta de que sólo había placer. El verdadero juego comenzó.
Se inclinó para tomar los labios de Jin en un beso duro y salvaje, mientras sus dedos pellizcaban los pequeños pezones del menor. Se movió más rápido, escuchando el crudo choque de sus pieles cuando Jimin golpeaba el trasero de SeokJin con sus duras y rápidas embestidas.
El menor se alejo de él, viéndole. Por un momento Jimin espero alguna palabra desafiante salir de los labios de Jin y que le alejara, en cambio, éste envolvió sus brazos en su cuello y afianzó sus piernas alrededor de sus caderas, encontrando las embestidas de Jimin.
Dejó escapar un gruñido satisfecho y gimió roncamente ocultando su cabeza en el cuello del menor para besarlo y morderlo, dejando marcas que le recordaría a Jin quien tenía el dominio de su cuerpo y de su vida a partir de ahora.
SeokJin le pertenecía, de eso no había duda. Pero era hora de que el pequeño chico lo supiera.
Las bolas de Jimin se apretaron cuando lo hizo el interior de Jin. Supo que estaba cerca de su orgasmo al igual que el menor.
Se movió más rápido, más duro y sin cuidado. La cama rechinaba y golpeaba duro contra la pared. Estaba seguro de que si su habitación no fuera a prueba de sonido, todo el mundo en el maldito vecindario ya los habría escuchado.
—Joder… Joder… Joder… —Jimin gruñó oyendo a SeokJin gritar su nombre una y otra vez.
—¡Jimin! ¡Jimin!
Un empujón más bastó para que Jimin pudiera sentir y oler el almizclado aroma del placer de SeokJin. Fue tan intenso que tiras de blanco esperma mojaron sus estómagos y la barbilla de Jin, quien gritaba con sus ojos llenos de lágrimas y temblaba espasmódicamente bajo su cuerpo.
Pero Jimin no se detuvo, continuó marcando el cuerpo de SeokJin mientras se movía salvajemente en su interior. Eso era. Era todo lo que Jimin había estado esperando y deseando.
Jimin dejó escapar un ronco gemido de su pecho, satisfecho cuando su placer finalmente estalló libre, llenando completamente el interior de SeokJin con su orgasmo.
Fue tan intenso que el espeso y caliente líquido blanco se deslizó por los muslos del menor y este una vez más se vino entre sus cuerpos sudorosos y cansados.
SeokJin se aferró a su cuerpo y lloriqueó preso del placer en su cuello. Jimin lo sostuvo hasta que la nube de placer se alejó y lo llevó de vuelta.
Jimin rodó su cuerpo, sabiendo que era pesado, llevando al menor sobre él y besando la cabeza de Jin con cariño, este aún se aferraba con sus brazos duramente envueltos en su cuello, aspirando su aroma.
Jimin suspiró. Lo había hecho, había tomado lo que tanto había deseado. Nadie iba a decirle que esto no era correcto, o que se trataba de un error, ni siquiera Taehyung -probablemente una vez que se diera cuenta de ello, Jimin lo haría, golpeándose contra la pared por ser un idiota sin control, pero no ahora con su pequeño chico insolente entre sus brazos-.
Su respiración era errática y pesada, estaba cansado y sólo quería dormir, pero nunca se había sentido tan lleno, satisfecho y completo como ahora. No quería nada más que quedarse así, sumergido en la calidez de Jin y aferrado a sus brazos.
Jimin sabía en su interior que SeokJin también estaba de acuerdo con lo que sucedía y con sus pensamientos de permanecer atados.
Solo había una cosa que faltaba. Que Jimin aceptará las cosas de hecho.
Maratón 3/3.
Espero que les haya gustado este pequeño maratón, al fin lo que tenía que suceder sucedió. Espero estar actualizando pronto al igual que mis demás historias y una que probablemente viene en camino. 🤭
Sin más, mucho amor para ustedes. ❤️❤️