La lucha de una Madre Búho...

Autorstwa JahirTemple

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Bajo una tormentosa lluvia en medio de un oscuro bosque, una recién nacida Luz fue abandonada por su madre en... Więcej

Cap. 1 - Abandonada
Cap. 2 - Hogar y familia
Cap. 3 - Aprendiendo a ser madre
Cap. 4 - Tía Lilith
Cap. 5 - ¡La primera palabra de Luz!
Cap. 6 - Celos y el primer cumpleaños
Cap. 7 - La primera "amiga" de Luz
Cap. 8 - ¿Por qué no me parezco a mamá?
Cap. 9 - ¡La buena bruja Luzura!
Cap. 10 - Terrores nocturnos en una noche de locos
Cap. 11 - Hechizo de Luz
Cap. 12 - Amity, la nueva aprendiz
Cap. 13 - Camila Noceda
Cap. 14 - ¡El primer encuentro con la rival de Luz!
Cap. 15 - Duelo cancelado
Anécdotas de la madre búho
Cap. 16 - Ocultar los sentimientos, mantener las apariencias
Cap. 17 - Enfermedades humanas, no de brujas
Cap. 18 - Ser una mejor madre
Cap. 19 - Cumpleaños número trece de Luz
Cap. 20 - La aterradora bestia búho
Cap. 21 - Siempre seré tu madre
Cap. 22 - Lilith, Luz, y la crisis de los cuarenta
Cap. 23 - Quiero mi propia vida
Cap. 24 - Eda, búho espía maga bruja rebelde adolescente
Cap. 25 - Día de la madre's
Cap. 26 - Mi tierna morena de lentes
Cap. 27 - Derroquemos al tirano
Cap. 28 - Abuela Gwendolyn
Cap. 29 - Azura lovers
Cap. 30 - Biblioteca humana
Cap. 31 - ¡Raine Whispers, aléjate de mi mami!
Cap. 32 - Amity vs Boscha... ¿vs Luz?
Cap. 33 - Mi amigo imaginario
Cap. 34 - Friends in Azura's style (1/2)
Cap. 35 - Azura's Book Club (2/2)
Cap. 36 - Reencuentro
Cap. 37 - Envenenando a mi enemigo
Cap. 38 - Despierta, Luz
Cap. 39 - Lo siento, mi pequeña.
🎃Hallowen con Luz y mamá búho
Cap. 40 - Te extraño, mami.
Cap. 41 - Cambios y tiempo de luto
Cap. 42 - ¡Nerd enamorada, nerd enamorada!
Cap. 43 - Hospital humano
Cap. 44 - El otro lado de la historia
Cap. 45 - La triste chica basilisco
Cap. 46 - Encuentra un hogar para Vee (1/2)
Cap. 47 - Hey, mi pequeña búho (2/2)
Cap. 48 - Emperador Dorado es un nombre tonto
Cap. 49 - Beso no tan accidental
Cap. 50 - Luz, una señorita bruja casi adulta
Cap. 51 - Superación y hermanos, ¡muchos hermanos!
Cap. 52 - Investigaciones sobre criaturas no tan mágicas
Cap. 53 - Mi papá es cool, pero...
Cap. 54 - La peor cena de la historia
Cap. 55 - Una incomodidad antes que una verdad
Cap. 56 - La verdad siempre sale a la Luz
Cap. 58 - El destino de Luz
Cap. 59 - Querida hermana, ¿me odias?
Cap. 60 - Resentimiento
Cap. 61 - Cicatriz
Cap. 62 - El diario del emperador
Cap. 63 - Juicio
IMPORTANTE LEER. Dibujo de mamá búho incluido 🦉

Cap. 57 - Dos almas en pena

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Autorstwa JahirTemple

— ¡FUI YO!

Ahora Luz lo sabe; Raine, Amity, prácticamente el mundo entero se enteró que ella era una cobarde, que arruinó la vida de su hermana por un tonto miedo que al final no resultó en nada más que dolor, sangre y odio.

—L-Lo hice... soy culpable. Ya no podía seguir ocultándolo.

En ese momento, algo se quebró en el corazón de Luz. Sus manos temblaban, al igual que sus piernas que amenazaban con hacerla sucumbir; no si antes, que ella cuestione lo dicho por su tía. Porque hasta el último segundo, Luz siempre creerá que Lilith Clawthorne es una grandiosa tía y bruja.

—N-No...

De un pasito dubitativo, Luz retrocedió. Frente a la imagen derrotada de su tía, la pequeña tiritó sus labios y el pecho se le cerró. Aún así, consiguió tartamudear algo de su desesperación.

—T-Tía, p-por favor, no. No —balbuceó la morena. Su cuerpo no soportaba de grata manera la bomba que le explotaron en el corazón—. E-Es una broma. Por favor, no me gustan ese tipo de bromas.

—Luz... —susurrando, Lilith extendió su brazo, en espera que su sobrina no se siga alejando de ella—. Por favor, déjame explicarlo y...

— ¡ES UNA BROMA QUE NO ME GUSTA! ¡T-TÚ NO PUDISTE...! —gritó Luz, raspando profundamente su garganta mientras su lamento resbalaba por las mejillas y ambas manos jalaban mechones largos de su cabello suelto—. Titán... Oh, Titán... —suspiró reiteradamente, a cada segundo el respirar era más pesado.

A su auxilio, Whispers fue a consolarla. La encerró en un abrazo y dejó que la niña oculte el rostro en su hombro. Amity permaneció aturdida, pero al contrario de Luz, no esbozó ninguna reacción corporal, ya que su mente se enfrascó en varias suposiciones que llegaban a una conclusión clara.

—Por qué... —Raine tomó la palabra, agravándose en una voz reprimida que no dejaba escapar todo su enojo y aturdimiento—. P-Por qué, Lilith... ¡mierda, responde!

— ¡Por miedo! —exclamó. Aquello coló de muy mala manera en Luz, que creía una razón patética para tanto dolor—. Y celos, por ser una fracasada. L-Les contaré todo. Luz, por favor, lo explicaré todo. Cálmate y déjame...

—Tú le dijiste que mi madre fue quién la maldijo para salvar tu pellejo —interrumpió Amity en un severo reproche que aun así reprimía al máximo su decepción y tono de voz violento que enrojecía la mayor parte de su rostro.

—Eso... solo fue un malentendido, Amity. —Lilith se levantó al instante, queriendo explicarse a pesar de que la peliverde mantenía una distancia prudente de ella—. Te juro, por el Titán, que jamás tuve esa intención. No sería capaz de...

— ¿N-No ser capaz? Maldijiste a tu propia hermana, eres capaz de muchas cosas malas —increpó la menor, tan decepcionada de aquella bruja que le enseñó casi todo lo que sabe desde muy pequeña.

—Pensé que solo sería por un día... —añadió Lilith derrotada, sin valor de mirar directamente a la niña que la tenía en un alta estima. Ahora lo arruinó.

— ¡Y tratas de excusarte! —vociferó Amity, desviando la mirada con un resentimiento que aumentaba por cada palabra de la bruja.

— ¡LO SIENTO! —gritó Lilith finalmente, no soportando el reproche de medio mundo y el pensamiento de cómo lo procesará su sobrina—. S-Soy una terrible bruja, hermana... tía.

— ¿Luz? —murmuró Whispers ante lo último dicho por Lilith.

Teniendo en mente que la morena permanecería en shock o sollozando, ambas juntas probablemente, la encerraría en un gran abrazo que la ayudara a controlar mejor lo que vendría a ser la mayor revelación y decepción de su corta vida en forma de una violenta avalancha de emociones quebradas y confundidas. Sin embargo, Raine no percibió ningún lamento a la cercanía. Volteó ya no con poca preocupación, llamó unas veces en voz baja, pero la menor no daba rastro de haberse quedado en ese lugar por mucho tiempo, diversas huellas en la arena denotaban que ella se alejó, corrió, escapó de la escena a causa de su resentido corazón.

— ¡¿Luz?! —llamó Whispers una vez más, tan alto que las demás presentes se llenaron de la misma angustia—. ¡LUUUZ!

—Dónde está... —murmuró Lilith, ojeando rápidamente hacia todos lados de la playa.

Aún con la fragilidad de sus piernas debido a la tristeza que la carcomía, la Clawthorne se reincorporó lentamente, solo unos segundos antes de volver a hincarse de rodillas en la arena mientras gritaba el nombre de su pequeña. «¡LUZ!», resonó en la costa, y el eco de la entrada del bosque rebotó hacia ella.

Unos segundos atrás, cuando su niña todavía no acababa de procesar el hecho, Lilith la observó con temor. A Luz se le veía... aterrorizada, denotada por sus pupilas contraídas y la irregular respiración que sofocaba el pecho de la niña.

A Lilith le resultó muy familiar la forma en la que el cuerpo de Luz reaccionó. Un deja vu de hace varios años, cuando la bestia búho las atacó en casa por única vez. Pero ahora era su culpa de que Luz se encuentre tan vulnerable. Aunque para ser técnicos, Lilith consideraba que ambas veces fueron pecado suya. Aquello destruía más su corazón y las esperanzas por explicarse o encontrar el perdón de la familia.

Luz se quedó paralizada, fácilmente se podría confundir con que sus pies se aferraron a la arena. Ella contemplaba perdidamente el cielo, despejado sin ninguna nube pese al frío inicial de la mañana. «Mamá siempre decía que si no había nubes era porque el clima te favorece y tendrías un día lleno de suerte». Aquella enseñanza de la cultura de las brujas salvajes fue otra cosa que la decepcionó en tan corto periodo.

Lo único que se movía en Luz era su pecho, a una velocidad que acrecentaba la ansiedad que apuñalaba su corazón. Asimismo, sus ojitos cristalizados formaron una abundante cantidad de lágrimas que levemente empañaron sus lentes por culpa también de su agitado respirar.

Lilith cometió aquello que Luz misma trató de convencerse que ella sería incapaz de hacer. Su amada tía maldijo a su madre, a su propia sangre fraternal, a la bruja que la pequeña morena más ama en el mundo.

Por tantos años, Luz juró que encontraría al responsable, lo odiaría y le haría pagar con todo el peso del mundo; pero esa persona resultó ser... una parte esencial de su propio mundo.

Una parte de la vida de Luz se vino abajo luego de que su tía abriera la boca. Confesó el crimen más horrible que haya escuchado en vida. Entonces, fue allí donde todas las conclusiones le llegaron de golpe, induciendo a un colapso nervioso que intensificaba exponencialmente sus colosales ganas de arrancarse varios mechones de cabello debido al estrés que por cada segundo subía como la espuma.

Si su tía fue causante de la maldición, por consiguiente, es responsable directa del mayor trauma que asoló su pobre alma. Ella es la culpable de que su madre fuera una rechazada social por tantos años. La peor parte que le tocó vivir fue por culpa de la bestia búho, de una maldición que todavía no sabe el motivo exacto por qué lo hizo. De igual forma... Luz jamás aceptaría ninguna excusa por más creíble sea.

El corazón de Luz tocó fondo, cada lamento en forma de catarata rápidamente se secaba en la caliente arena de la playa bajo el sol del mediodía. Luz quiso, intentó controlarse, un flash de pensamiento lógico le hizo recordar las enseñanzas del Aquelarre de Sanación para ejecutar una respiración correcta en casos urgentes donde su torso esté por estallar.

«G-Grifo bebé; Grifo a-adulto...», susurró cabizbaja, apretando la parte baja de su blusa mientras Raine y Amity confrontaban a... su tía, que para mal, poseía una actitud muy similar a la de ella: destruida. El griterío de fondo no apoyaba en nada a a mejoría de la morena.

Inconscientemente, Luz dio un paso. Su tía lucía desconsolada; siempre prometió calmarla y protegerla, tal como hizo con ella cuando era menor. Sin embargo, al dar el segundo paso, la pequeña no pudo evitar que sus frágiles piernas de gelatina la hicieran desplomarse de rodillas.

El miedo de acercarse habitaba con mucha presencia en su mente; sentía asco, confusión, demasiada decepción de tener en su frente al agente nefasto que arruinó todo. Luz se puso de pie con lo último de energía que le quedaba y dio una rápida media vuelta. Pese al temblor de sus extremidades, quiso realizar una arrancada para escapar, para no ver a nadie... desaparecer y ser miserable a solas. Pero la falta de atención en el terreno, luego de recibir una fatal herida en el alma, provocó que se tropezara con una extraña piedra. Perdió el equilibrio.

Luz pensó que caería, pero su sorpresa fue que no recibió un golpe arenoso, sino que se hundió dentro del perímetro que construyó con ramitas para separar las Piscinas Temporales. Deseó que la tierra se la trague; no fue exactamente lo que pasó. La pequeña emergió en un nuevo escenario, bañado en el fino fulgor nocturno de la luna. Aturdida y sin capacidad de pensar con sosiego, la niña se sobresaltó excesivamente y aceleró lo más rápido que pudo, adentrándose en el mismo bosque aledaño a la playa, solo que esta vez era en una distinta y desconocida época.

— ¡L-LUZ! —llamó Lilith, aún con el tono quebrado, regresando del camino por dónde llegaron por si acaso la morena quiso ir a casa. Pero nada.

— ¡LUUUZ! —exclamó Amity con el rostro más atomatado que pudo. Los constantes llamados en busca de su amiga la dejaron exhausta y sin aire.

—Ugh... no encuentro ningún rastro. —De la frondosidad de un par de arbustos, Raine retornó con las brujas, sin éxito en su visita por el bosque cercano—. Mal momento para tener esta cosa pegada al brazo... —bufó en voz baja, quejándose de la marca del Aquelarre de Bardos tatuada en su piel, ya que su magia era inútil en el contexto vivido.

— ¿Y si la marea se la llevó? Ella no sabe nadar —hipotetizó Amity, intranquila, caminando de un lado a otro luego de casi media hora de la última señal de su amiga

—No lo creo, habríamos escuchado algún pedido de ayuda —tranquilizó Raine, tomando asiento unos segundos en la arena para descansar luego de la búsqueda en el bosque y meditar mejores opciones en los que su hijastra pudo ir.

La Casa Búho sería una idea viable; sin embargo la conoce cuando es sometida a tanto estrés por problemas que sacuden hasta la última fibra de su corazón. Si Luz es despistada en estado normal, que sea víctima de angustia empeoraba la situación.

—Ahora tengo menos paz —expresó nerviosa, con un tic en su pie derecho que no paraba de dar pequeños pisotones—. Ella... ella no se merecía esto.

Lilith apartó la mirada hacia abajo. Necesitaba hallar a Luz, pero seguía tan enfrascada en sus errores, y el cómo su sobrina podría reaccionar si se volviera a ver, que Lilith no podía dar el máximo de sí para ofrecer soluciones.

— ¡Wah!

De repente, y sin atención de las brujas, Raine dio un paso en falso dentro del perímetro de una de las piscinas. No obstante, su cuerpo chocó con la arena, media cabeza solo se llegó a hundir. Del otro lado, se percató de una escena muy familiar que transcurrió hace un rato, solo que desde una perspectiva diferente.

Presenció la misma deplorable confesión de Lilith que llevó a su hijastra al límite de sus sentimientos. Unos segundos después de que la abrazara y tratara de consolarla para luego confrontar brevemente a Lilith, Raine, al poseer una vista en tercera persona de la escena, se percató de que Luz no se mantuvo quieta, sino que corrió sin darse cuenta y sin dirección.

Mal destino; caprichoso se portó. Luz se tropezó con la cabeza de Raine por no fijarse en el camino. Y al estar un poco más adelante, ella inevitablemente cayó en otra Piscina Temporal.

—Oh, carajo —masculló Whispers, regresando a su época, donde Amity seguía intranquila releyendo algunas anotaciones que Luz dejó en su libretita— ¡Luz cayó en una de las piscinas! —De inmediato, el par de brujas captaron su atención—. La ví, porque... ella se tropezó con mi cabeza.

Raine se sobó la nuca, el golpetazo quedará marcado por unos cuántos días.

—Necesitamos rescatarla —se apresuró Amity, a punto de zambullirse en la arena, pero siendo interrumpida por Whispers a último segundo.

—Un momento, Mittens. —Raine, discretamente, se la llevó un poco lejos, algunos metros adecuados para que una visiblemente afectada Lilith, que de a pocos limitaba su sollozo, no les escuche—. Mi Luz es lista y sabe el camino. Si no regresa... es porque necesita un tiempo a solas. Ya sabes el motivo.

—E-Esto es justo lo que no quería que pasara... —murmuró la bruja Clawthorne, amonestándose con palabras soeces todo el mal que causó con su mera existencia.

—Tu respuesta no me convence del todo —reprochó la peliverde—. ¿Y si Luz está en peligro? Sabes cómo es, pudo tropezar o ser atacada por un hada que quiere comerse su piel.

—En ese caso, conversemos mejor... con Lilith. Traer a Luz no mejorará nada si las cosas no se calman por aquí —pidió amablemente, tomando asiento a un lado de la piscina donde su hijastra cayó—. No quiero que mi niña se sienta amenazada o forzada a regresar si no está preparada. Si nos ve, podría asustarse y salir corriendo... o peor, no sabemos cómo reaccionará con Lilith cerca. Si ella es... volátil, ese comportamiento incrementa mucho cuando está bajo mucha presión o siente demasiada tristeza. Créeme, estuve presente en cada una de las sesiones a las que ella se presentó en el Aquelarre de Sanación.

—Está bien... —acató Amity, realizando lo mismo y cayendo de rodillas para esperar unos minutos más.

No obstante, a la peliverde le era imposible seguir de ese modo. Minutos más o menos podrían decidir que su amiga se lastime o no. Mittens invocó su pergamino a espalda de Raine; nada se preocupada por Lilith, que de lejos acató lo dicho por Raine. La presencia de la Clawthorne además podría ser fatal una vez Luz regrese, por lo que ella se cuestionaba en sí alejarse de una vez encuentren a Luz.

Por mientras, de cierto modo desesperado e inusual, Amity se apresuró a timbrarle a cierta bruja, que merecía saber la verdad de la situación que comprometía de peor forma el bienestar de Luz.

Paralelamente  en la Casa Búho.

— ¿Dónde está Luz? —preguntó King, algunos segundos después de levantarse de su profunda siesta. Habían pasado semanas desde que la casa era tan tranquila, sin bulla de Luz o sus hermanastros—. ¡¿Dónde está todo el mundo?!

—Ni idea, tal vez Raine la llevó al parque o algo así. Su pergamino no agarra señal —contestó Eda tranquila, echada con flojera en el sofá. Fijó la atención en su pergamino. Por más mensajes mandara, nadie se dignaba en dejarla en visto—. Lilith tampoco me responde; Luz... no creo que desee hablar con su tonta ma...

El chirriante sonido del teléfono central de la sala alertó a Hooty, quien raudo fue a contestar. Sin embargo, Eda se adelantó y de un manotazo lo apartó para ser la primera en saber si era un familiar suyo que podía decirle la ubicación exacta de su pequeña.

— ¿Señora Clawthorne mamá de Luz...? —escuchó la bruja al otro lado de la línea. La vocecita le era demasiado familiar, solo que el tono usado y la sorpresa del llamado la extrañaron muchísimo.

—Dime en qué problema se metió mi hija... —suspiró Eda.

Quince minutos después.

Raine sabe que su problema de comunicación directa con otras brujas es algo con lo que deberá trabajar si desea seguir como cabeza del Aquelarre de Bardo; de lo contrario, su carrera de una u otra forma se vería trabada por tal vez una bruja con mejor talento en la oratoria. Con la idea clavada en su cerebro, dio varios pasos mientras suspiraba con pesadez. Necesitaba charlar muy seriamente con Lilith, de muchas cosas, pero claro, todo entorno sobre la maldición impuesta en Eda... y el bienestar de Luz.

Sin embargo, la propia incapacidad de Raine por iniciar con un tema tan serio hizo que Amity tomara la batuta y le preguntara una vez más a Lilith por lo motivos que desencadenaron en algo tan... espantoso. La iniciativa de la peliverde encendió una chispa en Whispers, que a pesar de no ser su especialidad, se plantó firme y comenzó el interrogatorio.

—Yo... —balbuceó Lilith ante la presencia de Raine y la mini Lavier, intimidante a su parecer—. Sé que buscan explicaciones, y se las daré, pero...

—Nada de "pero", ex segunda mejor amiga —reprochó Mittens, que al instante se silenció por una mano en su rostro.

—Amity, con tacto, no queremos sacarle tan pronto el porqué de... tan horrendo acto —masculló Raine, dándole una vuelta entera a lo pidió en primer lugar. En viceversa, Amity fue la encargada de poner una mano en su rostro para callarle—. Perdón... pero es que todavía me es difícil procesar tanta repulsión hacia... ti, Lilith.

—L-Lo tengo presente. —La Clawthorne minimizó el hecho. Sabe que a partir de ese momento sería el foco central de cualquier ataque de su familia—. Luz siempre me decía que ayudaría a capturar al culpable. Cuando escuchaba eso... no podía evitar pensar en su reacción. Al final terminó sucediendo. Tenía pesadillas todos los días, respecto a este momento. Desearía que todo fuera diferente... que mi niña no sufra por todo lo que hice —murmuró.

— ¿Pues qué creerías que ocurriría? —cuestionó Amity punzante—. ¿Qué Luz entendería y no tendría alguna reacción negativa?

—E-Ese es un sueño. Cómo dije, sufro de pesadillas —recalcó Lilith, regresando a su semblante cabizbajo y arruinado—. Solo desearía que las cosas fueran diferentes. Mi Luz y hermana no merecen a un idiota, cobarde y...

— ¿Alguien ordenó una sexy bruja salvaje? —preguntó cierta bruja, estacionándose con su bastón en medio de los presentes—. Porque vine a salvar la situación.

— ¡Edalyn! // ¡Cariño! —saludaron Lilith y Raine respectivamente, aunque en diferente manera; nervios y confusión.

— ¿P-Por qué... y cómo sabías donde estábamos? —preguntó Lilith, preocupada de tener que afrontar la abrumadora reacción sobre la maldición de otro miembro de su familia en tan corto tiempo.

Para variar, con peor suerte, la verdadera afectada yacía frente Lilith, queriéndola abrazar a modo de saludo.

—Ella me notificó –gesticuló Edalyn, apuntando con su bastón a la peliverde, quién rauda fue a su encuentro.

— ¡Necesitamos toda la ayuda posible si algo le pasó a Luz! La señora Edalyn es su madre, merece saber... todo —enfatizó, clavando su mirada en una conmocionada Lilith que no visualizaba un encuentro tan rápido e inesperado de ese calibre.

Un poco más y Lilith caería rendida, dudando si levantarse mejoraría las cosas o lo ideal sería no hacerlo. La psique de ella sufrió lo suficiente en un día debido a la marea ascendente y descendente a la que fueron sometidos sus sentimientos. Empezó la mañana de manera alegre junto a sus padres; terminará fatal, con su tierna sobrina perdida en la complejidad del tiempo. Y ahora su hermana... Lilith solo creía que el Titán la atormentaba. Ella gustosa aceptaría el castigo si es que la conduciría finalmente a la redención.

—Menta, dame una actualización rápida. Solo me dijiste que pasó algo grave mientras buscaban las Piscinas Temporales. —Eda ladeó, veía a su pareja de un actitud muy particular—. Un momento, ¿con el permiso de quién se llevaron a mi hija? ¡Eh!

—Uh... —balbuceó Whispers, ya que era su responsabilidad velar por la niña en caso no hubiera otra persona mayor cerca.

—Así es, señora Clawthorne —asintió Amity para salvar de la situación a Raine—. Tuvimos un descuido y Luz cayó en una de las piscinas. Hay dos puntos positivos. El primero, localizamos en cuál se encuentra. El segundo... sabemos que Luz es lista, muy inteligente... astuta y...

—Ejem —tosió Edalyn.

—Ella sabe el funcionamiento, los patrones de tiempo y cómo volver —añadió Amity. Raine la hizo espabilar de un leve codazo en el hombro—, pero ya pasó un buen rato y tememos que algo le haya pasado.

—Si saben por dónde se metió, ¿por qué no la siguieron? —increpó Eda levemente, ladeando su cadera a un lado, cruzada de brazos y con una ceja levantada.

—Porque recién nos enteramos dónde cayó —explicó Raine—. Y fue hace unos 15 minutos. Luz no vuelve por alguna... extraña razón.

— ¡Casi 1 hora y recién me lo notifican! —increpó Eda.

No fue con intenciones negativas por parte de la Clawthorne, pero Amity se sentía un tanto amenazada por la postura en la que les reprochaba el descuido de dejar a Luz sin vigilancia adecuada. Sin embargo, si Eda supiera la verdadera razón por la que su hija quiso huir, comprendería mejor que Raine o Amity no pudieron evitar la obvia reacción que ella tendría.

—Sé que usted es muy poderosa, ¿sabes algún hechizo de magia salvaje que ayude a localizar brujas? —cuestionó Amity.

Lejos de asentir o responder con palabras, Eda exhaló con pesadez y se alejó un poco para tener un espacio en el que realizar correctamente su encantamiento.

—A la próxima, invítenme a su "picnic" —amonestó sarcásticamente, observando de reojo a Raine, que mantenía la cabeza gacha, al igual que Amity y Lilith... quien para Eda, extrañamente se mantuvo muy callada—. Tardaré unos minutos. Es difícil rastrear con exactitud a una bruja de condiciones un tanto distintas, así que haré unas cuántas modificaciones.

—Oh, claro, Luz no posee magia —supuso Amity que a eso se referían—. Rastrear sus vestigios de magias o feromonas de su saco de bilis debe ser complicadísimo.

—Sí... —balbucearon las hermanas Clawthorne.

—A todo esto, no puedo creer que encontrara el mito de las piscinas —Eda cambió de tema—. Hasta yo creí que era falso y que mamá nos lo contaba de niñas para que nos hagamos travesuras en casa.

—Luz nunca perdió la esperanza —notificó Amity, tiñendo tiernamente sus mejillas—. Suele ser muy ingenua, pero también dedicada en lo que le gusta y quiere.

—Así es mi niña... —suspiró Eda.

Se sentía muy orgullosa de Luz, y amaría poder decírselo en la cara a la par que la encerraría en un abrazo. Pero claro, primero tendría que encontrarla, luego solucionar los malestares e inconvenientes durante la cena de Alador. Para su buena fortuna, una de las brujas más afectadas por el tema, de peliverde cabellera amarrada en una colita, esperaba impaciente porque termine de realizar su encantamiento. Tener cerca a la mini Blight podría ser un buen punto de inicio, así lo consideraba Eda.

—Bien, los hechizaré. Una vez crucemos la piscina, sus ojos se iluminarán y tendrán la capacidad de ver las huellas que Luz dejó en el suelo durante la última hora.

Dicho eso, Edalyn dio un toquecito con el dedo índice en la cabeza de Raine y Amity, que al instante se bañaron de una tenue luz amarillenta; quiso proceder con su hermana, pero ella se mantenía quieta, cabizbaja y con la mirada perdida en la arena.

—Hey, Lilith. Te noto... en extremo callada, considerando que te encanta todo el tema de las Piscinas Temporales —sospechó Edalyn, acercándose para también encantarle y que ayude en la búsqueda de Luz.

—Uh... —balbuceó Lilith, dando un desapercibido pasito hacia atrás—. Solo... solo estoy preocupado por mi sobrina.

—Cómo cualquiera, pero así son los accidentes —calmó Edalyn, posando una mano en el hombro para encantarle.

Le regaló una sonrisa... que no hacía nada más que pulverizas más los sentimientos de Lilith. Si su hermana se llegara a enterar, ¿qué sería de ella? ¿Abandonar la Casa Búho para que Luz y Eda estén tranquilas? Tal vez en el mejor de los casos Lilith decida irse por cuenta propia antes de que la releguen o la establezcan como una muerta, sentimentalmente hablando.

«Pero y si... ¿existiera el perdón?», reflexionó Lilith como la opción menos viable de todas. Ni ella misma se redime o siente mejor respecto a la maldición. Su hermana, que pasó por un calvario cien veces peor, ni de cerca la quisiera volver a ver en pintura... o eso era lo que Lilith visualizaba sería la situación una vez Luz, Raine, Amity o hasta ella misma se lo confiese en la cara.

—La encontraremos antes de que anochezca —comentó Eda optimista, cualidad no muy relacionada a ella—. Es más, todo saldrá bien, puede que hasta ella cruce la piscina... ¡ahora!

Dramatizó apuntando a la arena; sin embargo, pasados unos segundos vergonzosos provocó que se arrepienta por ser tan excéntrica.

—Mejor nos apuramos —comentó Amity para aliviar el bochorno. Tomando respiración, se dejó caer de espaldas dentro de la piscina.

—Las veo del otro lado —despidió Whispers, que de modo contrario al de Amity, lentamente se arrodilló, metió sus brazos y cabeza con sumo cuidado para cruzar el portal.

—Nuestro turno. —Eda jaló a su hermana del brazo. Sin embargo, la extremidad tensa de la mayor casi hace que la madre de familia se caiga. Mala idea usar tacos en la arena—. Hey, ¿acaso no vienes?

—Uhmmm —balbuceó de forma negativa, ladeando casi imperceptiblemente su cabeza—. R-Realmente me siento... muy indispuesta.

—Eso es obvio, pero creo que lo entiendo... solo creo. Te sientes culpable, aunque no deberías —comentó Edalyn confianzuda, rodeando un brazo alrededor del cuello de ella.

«D-Demasiado culpable...», se lamentaba Lilith en su mente. «Lo siento... tanto»

—... el aparato que usó Luz te pertenece. ¿Fue mala idea dejarlo a su alcance? Tal vez, ya sabes cómo es nuestra niña curiosa —añadió, queriéndole brindar confort a una Lilith afectada.

Edalyn emitió una leve risilla, leve puesto su corazón comenzaba a contagiarse de la angustia que emanaba su hermana, que suponía era por encontrar a Luz sana y salva. Lilith, pese a las palabras de Eda, no reaccionó, ni siquiera parpadeó, aquella actitud taciturna le hizo entender a la madre de familia de que la situación con su hija, por más rara o tonta que llegó a ser, chocó emocionalmente de algún modo u otro en la psique de su hermana mayor.

—Ugh. Como casi nunca mantengo la calma respecto a temas maternales, pero tu cara me da mala espina y me pone de mal humor. ¡Bien hecho! Ahora estoy malhumorada —se quejó, más en tono de mofa que seriamente, aunque bajo las condiciones de Lilith, esta se lo tomó muy a pecho.

Eda erizó su cabello, sintiéndose hasta un punto incómoda por las varias arrugas consternadas que se delineaban en el rostro de Lilith. Su intención de crear amenidad nuevamente fue rechazada, la mayor apartó el rostro. Dándose por vencida en mejorar la actitud de su hermana, Eda metió un pie en la piscina y le dedicó unas últimas palabras.

—Bien, quédate y espéranos, de todos modos necesitamos a alguien que vigile por si nos cruzamos y la niña regresa antes —ordenó Edalyn, sumergiéndose a medio cuerpo en la arena. Unas nuevas últimas palabras le expresó a Lilith—. Ya deja esa cara, invitaré la cena una vez volvamos a casa.

Guiñó un ojo y desapareció. Eda trató de dispersar optimismo a un resquebrajado espíritu de Lilith, bruja que ni bien se quedó sola en la playa, volvió a caer en la arena y dejó que su verdadero estado saliera a flote. En la misma situación que su pequeña sobrina, pero sumada por la repentina aparición de su hermana que chocó en su psique, las gotitas angustiantes que resbalaban de ella se secaban rápidamente en la arena caliente del mediodía.

Las Islas Hirvientes. Aproximadamente 15 años en el pasado.

Nada cambió en el paisaje respecto al presente dónde el pequeño escuadrón de Luz buscaba las míticas Piscinas del Tiempo. Una roca por aquí o allá, seguramente movidas por las olas, eran lo único distinto a su época. Eso, y la hora del día.

Raine y Amity emprendieron la senda a las 5 am junto a Luz, luego encontraron la playa y Lilith soltó la bomba, todo a tiempo de un poco más el mediodía. La época a la que entraron mediante el portal arenoso atravesaba un horario nocturno, aproximadamente las 7 pm según mediciones de Raine al observar las estrellas.

—Ganas de decirle la verdad a la mamá de Luz no me faltaron —bufó Amity, pateando encolerizada un par de montículos de arena.

—Entorpecería todo. Primero hallemos a Luz para... caramba —calmó Raine, pero no pudo evitar que un tic nervioso atacara su ojo derecho—. Titán... ¿qué será de mi familia una vez lleguemos a casa?

—No lo sé... pero detestaría que Luz sufra más, o su madre —murmuró Mittens. La imagen mental de caos que se llevaría a cabo en la Casa Búho, con tamaña sorpresa de por medio, no era nada bonita—. Ellas solo son víctimas...

Ahora que ninguna Clawthorne estaba cerca, Raine podría dejar salir pequeños gramos de su frustración por siempre haber tenido a la responsable frente suyo, peor aún, convivir tan campante y con confianza de que no le haría nada por la noche, cuando ya fue capaz de maldecir a su pareja cuando esta era joven.

—Mierda, ¿cómo pudo ser capaz? Ugh. Y SE MANTUVO CALLADA TANTO TIEMPO —masculló Whispers. Justo antes de que continúe, una voz familiar le interrumpió.

— ¿Quién se mantuvo callada? —cuestionó Edalyn, recién llegada del portal arenoso.

Amity tragó saliva, escondiéndose detrás de Whispers; Raine se tensó e hizo lo mismo, esconderse detrás de la peliverde. Pero cómo no quisieron seguir de ese modo, llegaron a un acuerdo de pararse de manera aledaña. Bajo su punto de vista, que siempre era ayudado por su instinto maternal y de mujer, la situación desde hace varios minutos le tenía con muchas dudas, sobre todo la de Lilith. Eda ya poseía varias suposiciones.

—Ustedes dos se portan de manera rara... pero comprendo sus motivos, por lo menos los de Amity —sentenció Edalyn.

— ¿Uh? —gimoteó la peliverde. La bruja se posó de cuclillas para tener un mejor diálogo con ella.

—Durante mis horas de trabajo... estuve pensando sobre todo lo que pasó en casa de Alador. Digo, tu padre —confesó Eda entre suspiros. Le era todavía difícil procesar el tema sin subirle un punto a su disgusto—. No fue el momento indicado, lo admito, y seguro me viste como "la peor madre del mundo"... pero Luz dice que eres muy lista. Te pido que lo veas desde mi perspectiva. Soy consciente de que no tengo pruebas. Ciertos aspectos y deducciones cuadran para mí, por eso solté la idea de que tu madre... fue la culpable de mi maldición. Sé que no será de tu completo agrado escucharlo cuando yo misma sigo viendo a Odalia como la mala; sin embargo... estoy dispuesta a brindar mi más sincero «Lo siento por arruinar la cena». Fue el contexto inadecuado para lanzar tal acusación.

—Oh —balbuceó Amity, levemente aturdida por el monólogo de la madre de Luz.

Muchos sentimientos e idea que procesar en tan corto tiempo no fueron bien recibidas por la estabilidad actual de la peliverde respecto al tema de la maldición, de su madre y cómo es que Lilith finalmente tenía que ver con TODO. A la espera de una respuesta, la Clawthorne tomó a la niña de hombro para moverla suavemente. El tacto y los pocos segundos que le dieron para soltar alguna conclusión, fueron suficiente para que un sollozo emane de su consternado ser.

—Uh... ¿fue muy pronto o dije algo peor? —se reprochó Eda, sintiendo que perdió el control de la conversación—. Creo que debí practicar mejor.

Lo último que deseaba era empeorar la relación con la familia Blight-Lavier y tener a una niña llorando en medio del importante sondeo de la ubicación de su hija. Con la última idea en mente, la bruja frunció el ceñó y clavó la mirada en Raine. Desde cierta perspectiva, teniendo en mente que Whispers no le notificó nada de la salida, debería estar sumamente molesta con su pareja, ya que no sacó a relucir responsabilidad mientras se hacía cargo de su pequeña búho.

Amity agachó la cabeza y atiesó violentamente sus brazos mientras sus manitos se aferraban de manera maciza a la parte baja de su arrugada blusa. Curiosa del comportamiento repentino de la peliverde, Edalyn dejó a Raine de lado y orientó su vista a ella. Se preocupó y su sexto sentido femenino/materno le lanzó una alerta luego de percibir como unas gotitas cayeron en sus tacones. Amity lagrimeaba y varios jadeos escapaban de su pecho. Raine trataba de calmarla con varias palmaditas en la cabeza.

Para Eda, todo el mundo se comportaba muy raro, como si le ocultaran información valiosa o, en todo caso, la situación con Luz hubiera sido más grave de lo que en principio le informaron.

—S-Señora Edalyn, tengo que confesarle algo... —murmuró Amity en medio de sus gimoteos—. L-La maldición fue obra de...

— ¡Miren, huellas! —señaló Whispers el camino que daba hacia el bosque. Con algo de buena fortuna pudo interrumpir a la peliverde sin morir en obviedad—. Son pequeñas y de suela lisa...

— ¡Son de Luz! —añadió Amity, espabilando nuevamente por unos segundos en la tarea de encontrar a su mejor amiga.

—Eso quiere decir que pasó por aquí hace menos de una hora y se adentró al bosque —dedujo Eda—. Niña, luego tendremos tiempo para manejar mejor este tema. Por favor, dejemos las diferencias de lado y ayúdame a encontrar a mi hija —pidió, pasando tiernamente su mano derecha para limpiar los rezagos cristalinos en los ojos de Amity antes de que se le corra el maquillaje elegante.

—D-De acuerdo —asintió la peliverde más calmada.

—Con que por acá —murmuró Edalyn pensativa, yendo a la entrada del bosque—. Estos caminos tienen dos brechas. Una se dirige a Bonesborought, otro a Latissa.

— ¿Quiere decir que Luz...? —preguntó Amity.

—Propongo que nos dividamos —interrumpió Eda.

—Yo voy con Amity a Latissa —se ofreció Raine. De por medio, era una forma de evitar que la niña esté a solas con Eda y suelte "accidentalmente" la sopa.

—Bien, entonces yo me dirijo a Bonesborought —expresó Eda. Justo antes de desviarse, se acercó a la peliverde y Whispers para otorgarles más tiempo en el encantamiento de búsqueda—. El hechizo durará 2 horas como máximo. Por favor... pónganle ganas a esto o dejaré salir todo mi enojo.

— ¿O sea que no está enfadada? —cuestionó la peliverde

—No creo que ese sea el término adecuado —respondió Edalyn, apretando ambas manos en puños mientras regulaba su respirar.

Luego tendrá tiempo para que le den explicaciones detalladas y así poder amargarse con fundamento. No antes de eso, Eda seguirá con el temor a mil dentro de sus entrañas de que algo malo le pueda pasar a su hija.

Curiosidades:

—Si bien Luz ha superado varios de sus problemas, todavía posee ciertas conductas que salen a flote cuando se estresa de más, como sus ataques de ansiedad.

—Si son observadores, habran notado este dato de la historia 💜

Desde que empecé a escribir tenía muy en claro un aspecto especial: La madurez, complejidad y densidad de los arcos irían acorde a la etapas de Luz y cómo es que ella va percibiendo el mundo. Asimismo, cómo es que Eda reacciona frente a ello, ya que en sí, esa es verdadera lucha.

#Emocionado por seguir escribiendo ❤️

Always Together se encuentra en pausa, me enfocaré mucho en Mamá Búho <3

Recuerden que el Preguntas & Respuestas está abierto c:

¡Gracias por leer! Si les gusta la historia, pueden apoyarla con una estrellita o siguiéndome para no perderte de próximas actualizaciones <33. Si la comparten, OMG, sería el pibe más feliz de este lado del mundo.

¡Nos vemos! :DD

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