La lucha de una Madre Búho...

By JahirTemple

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Bajo una tormentosa lluvia en medio de un oscuro bosque, una recién nacida Luz fue abandonada por su madre en... More

Cap. 1 - Abandonada
Cap. 2 - Hogar y familia
Cap. 3 - Aprendiendo a ser madre
Cap. 4 - Tía Lilith
Cap. 5 - ¡La primera palabra de Luz!
Cap. 6 - Celos y el primer cumpleaños
Cap. 7 - La primera "amiga" de Luz
Cap. 8 - ¿Por qué no me parezco a mamá?
Cap. 9 - ¡La buena bruja Luzura!
Cap. 10 - Terrores nocturnos en una noche de locos
Cap. 11 - Hechizo de Luz
Cap. 12 - Amity, la nueva aprendiz
Cap. 13 - Camila Noceda
Cap. 14 - ¡El primer encuentro con la rival de Luz!
Cap. 15 - Duelo cancelado
Anécdotas de la madre búho
Cap. 16 - Ocultar los sentimientos, mantener las apariencias
Cap. 17 - Enfermedades humanas, no de brujas
Cap. 18 - Ser una mejor madre
Cap. 19 - Cumpleaños número trece de Luz
Cap. 20 - La aterradora bestia búho
Cap. 21 - Siempre seré tu madre
Cap. 22 - Lilith, Luz, y la crisis de los cuarenta
Cap. 23 - Quiero mi propia vida
Cap. 24 - Eda, búho espía maga bruja rebelde adolescente
Cap. 25 - Día de la madre's
Cap. 26 - Mi tierna morena de lentes
Cap. 27 - Derroquemos al tirano
Cap. 28 - Abuela Gwendolyn
Cap. 29 - Azura lovers
Cap. 30 - Biblioteca humana
Cap. 31 - ¡Raine Whispers, aléjate de mi mami!
Cap. 32 - Amity vs Boscha... ¿vs Luz?
Cap. 33 - Mi amigo imaginario
Cap. 34 - Friends in Azura's style (1/2)
Cap. 35 - Azura's Book Club (2/2)
Cap. 36 - Reencuentro
Cap. 37 - Envenenando a mi enemigo
Cap. 38 - Despierta, Luz
Cap. 39 - Lo siento, mi pequeña.
🎃Hallowen con Luz y mamá búho
Cap. 40 - Te extraño, mami.
Cap. 41 - Cambios y tiempo de luto
Cap. 42 - ¡Nerd enamorada, nerd enamorada!
Cap. 43 - Hospital humano
Cap. 44 - El otro lado de la historia
Cap. 45 - La triste chica basilisco
Cap. 46 - Encuentra un hogar para Vee (1/2)
Cap. 47 - Hey, mi pequeña búho (2/2)
Cap. 48 - Emperador Dorado es un nombre tonto
Cap. 49 - Beso no tan accidental
Cap. 50 - Luz, una señorita bruja casi adulta
Cap. 51 - Superación y hermanos, ¡muchos hermanos!
Cap. 52 - Investigaciones sobre criaturas no tan mágicas
Cap. 53 - Mi papá es cool, pero...
Cap. 54 - La peor cena de la historia
Cap. 55 - Una incomodidad antes que una verdad
Cap. 57 - Dos almas en pena
Cap. 58 - El destino de Luz
Cap. 59 - Querida hermana, ¿me odias?
Cap. 60 - Resentimiento
Cap. 61 - Cicatriz
Cap. 62 - El diario del emperador
Cap. 63 - Juicio
IMPORTANTE LEER. Dibujo de mamá búho incluido 🦉

Cap. 56 - La verdad siempre sale a la Luz

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By JahirTemple

Varias horas de caminata después.

Muchos apuntes, murmullos concentrados en ideas, cálculos matemáticos en la mente, algunos ayudados por una calculadora; Luz usaba toda la capacidad de su cabecita para analizar las únicas pruebas tangibles en los alrededores: troncos de robles arrugados.

Raine llevaba su mochila y la de Luz en sus hombros. Quería que su hijastra esté libre de algún peso o preocupación por sus pertenencias, de ese modo estaría completamente centrada en el estudio del bosque. Amity, por su parte, peinaba el largo cabello de Luz detrás de su oreja para asomarse y ver mejor los garabatos que su amiga creaba en el cuaderno.

—Uhmmm... —Luz se detuvo abruptamente, acción que chocó su espalda con la frente de Amity—. Si mis suposiciones y los apuntes previos de mi tía no están mal, tenemos que encontrar robles arrugados no tan arrugados.

Si descifraba bien la edad de cada tronco, podría localizar con exactitud las Piscinas del Tiempo.

— ¿Cómo diferenciarlos? —cuestionó la peliverde.

—Ugh. Mi espalda —bufó Raine detrás de ellas, reincorporándose con dolor por el peso extra de la mochila de Luz.

—Creo que llevamos mucho tiempo caminando. Sugiero una parada estratégica para recuperar energías —propuso la morena, yendo directa en socorro de Raine—. Dame mi mochila y busquemos una roca donde sentarnos.

— ¡Oh, comamos un aperitivo! —exclamó Amity, extrayendo de su mochila la estufa portátil que empacó—. Traje media docena de salchichas para cada un... ¿Luz? —ladeó su cabeza, extrañada por la repentina acción que hizo Luz al alejarse unos cuántos metros.

—Amity es una bruja preparada, listo —murmuró la morena, garabateando entre risillas una lista secreta de adjetivos calificativos en la última hoja de su cuaderno.

Media hora después, luego de que Raine tuviera que leer una guía rápida sobre cómo encender la estufa a gas portátil que trajo la peliverde, esta misma se apegó a Luz, que leía y releía sus notas mientras terminaba su salchicha bajo la frondosidad de un árbol de hojas naranjas.

En ese pequeño tiempo en el que Amity ayudaba a preparar los aperitivos, su consciencia no pudo evitar pensar en su razón de seguir a Luz en aquella labor de encontrar un mito. Deseaba limpiar el nombre de su madre, que Luz sepa que ella es una bruja adulta de pulcra conducta que no mataría más de una mosca.

—Sé que mi mamá no es culpable, pero ¿tú qué opinas? —preguntó, puesto que le interesaba mucho la palabra de Luz respecto a ello.

En caso de encontrar las piscinas, descartarían a varias personas y ganarían mucho tiempo.

—Tampoco lo creo —contestó Luz sin desviar la vista de su cuaderno.

—Me refiero a qué si sospechas de alguien o piensas que fue una bruja cualquiera que se quiso vengar de tu madre por alguna travesura

—En ese caso, sí, tengo sospechas —interrumpió la morena, volteando para conectar con la mirada preocupada de Mittens—. Mi madre me dijo que un día solo despertó, vistió para ir a Hexside... y ya de la nada se volvió una bestia iracunda que guardias y estudiantes apedrearon por miedo.

—Titán... —balbuceó. La imagen mental no fue nada bonita.

—Con eso quiero decir que mamá no es consciente cuándo se lo hicieron, por lo que sospecho que tuvo que ser alguien cercano a ella, lo suficiente como para maldecirla sin que se percate —explicó la morena.

—Es... una suposición bastante lógica —analizó una peliverde de arqueada ceja—. Sin embargo, no creo que solo sea de ese modo. Digo, ¿sabemos cómo funcionan las maldiciones? Tal vez fue accidentalmente al cruzarse en el camino de alguien, o probaron magia oscura en ella mediante muñecos, puede que haya tenido un accidente o...

— ¡Niñas, tenemos que continuar! —llamó Raine, terminando de ordenar las mochilas.

—Claro, Rainstorm.

Luz se separó de su amiga, reincorporándose con un terrible dolor de piernas para continuar con la caminata.

— ¡Un momento! —interrumpió la peliverde, tomando a Luz del brazo y evitando que se levante—. Dijiste que sospechabas de alguien cercano a tu madre, ¿puedo saber algunos nombres? Por fisss —imploró.

Sus miradas se cruzaron inconscientemente mientras Amity rozaba su mano con la de ella. Luz simplemente asintió embobada.

— ¿S-Sabes algo? —se separó, o sino jamás lograría concentrarse—. Al final pienso que cualquiera que conozca puede ser culpable, hasta hice una lista. —Misma que extrajo de su cabello—. Ten, pero evita mostrársela a...

— ¡Raine! —exclamó la peliverde, arrebatándole el papel. Pensó que era un error de caligrafía, pero no, hasta el apellido Whispers estaba escrito—. Por qué sospecharías de...

— ¡Shhh! —siseó la morena tapándole la boca. Para suerte de ambas, Raine solo las miró con extrañeza, regresando su atención en las mochilas—. ¿Por qué sospeché de Raine? No lo sé, tal vez porqué un día apareció de la nada espiando cerca de mi casa, excusándose de que rompió comunicación con mi madre por sus estudios. Aun sabiendo que le gustaba y que ella estaba maldecida, ¿por qué no se molestó siquiera en llamarla? Mínimamente una carta o algo cómo: ¡Suerte con tu maldición!

—Oh... —balbuceó Amity pensativa—. Pero ya no desconfías, por eso la marca.

—Literalmente Raine es la segunda persona más entusiasmada por este viaje. Si fuera su culpa, se estaría amarrando una soga al cuello —explicó Luz.

Fue grato enterarse de que Whispers estaría lejos de atentar contra su madre; ya sea pasado, presente o futuro, Luz estaba orgullosa de la persona con la que vive en casa. Además, le presentó a sus hermanastros. La morena apreciaba demasiado a Raine.

—Me sorprenden tus deducciones —burló Amity, ofreciéndole una mano a Luz para que se levante de la roca.

— ¡Hey! —reprochó la menor de un chillido, golpeándole tiernamente el hombro—. No solo soy buena para los estudios, las pociones y la cocina... y la moda —posó coqueta, pero Amity no le prestó atención, cosa que dibujó una mueca ofendida en la morena.

—Uhmmm... —La peliverde centró su atención en la lista que le dio Luz—. Descartaste a tus abuelos, a los padres de Willow, a mi papá, ¿al director Bump?

—Siempre me dice que mamá le sacaba canas verdes cuando era estudiante —rememoró Luz.

Le resultaba curioso que por lo menos una vez por semana Bump se lo hiciera recordar cada vez que pasaba cerca de los casilleros embrujados, cortesía obvia de Edalyn Clawthorne, que eran prácticamente imposibles de limpiar.

—Lilith... —nombró Amity, aliviada de observar una tacha en el nombre de su también amiga.

—Duuuh, obvio que sí —exclamó la morena en burla, quitándole el papel—. ¿Por qué sospechar de ella? Digo... es mi tía —alzó los hombros—. Apoyó a mi madre desde que tengo memoria y juró que algún día haría pagar al responsable.

Simplemente Luz no podía desconfiar de ella. Es su amada tía, una de las mujeres más importantes de su vida, la que le enseñó a leer, caminar, cocinar... ser más independiente. Estuvo a su lado en los momentos más bajos de su existencia, e incluso suspendió actividades en los aquelarres para mantenerse junto a ella. Lilith Clawthorne era una descartada sin lugar a duda para Luz.

—No conozco a los demás miembros de tu lista... solo a mi madre —señaló Amity.

—Lo siento, lo olvidé. —De su cabello, Luz extrajo un crayón rojo—. Puedo tacharla ahora si quieres.

—No, no. —Detuvo, arrebatándole la lista—. Mira, sé que mi madre no fue, pero medité lo me dijiste ayer y puede que tengas algo de razón. Las brujas cambian. Tal vez me digas «Amity, confío en tu madre y sé que ella no fue», y yo te lo podría asegurar, pero por lo menos tú necesitas pruebas reales... Espero que este viaje esclarezca todo.

—Yo también —murmuró cabizbaja.

Luz se sintió atrapada por la peliverde, agradeciendo que ella no se lo tome a mal. En síntesis, a menos que lo vea directamente, o su madre misma lo desmienta al decir que fue una suposición vacía, Luz todavía no se sentía capaz de eliminar definitivamente a Odalia de su lista.

Dos horas después.

La mañana, por consiguiente el frío, desapareció poco antes del mediodía. Cada integrante de la expedición búho tenía razones particulares por las que quejarse. La flojera y cansancio era un punto en común.

— ¿Cuánto falta? —susurró Amity con pesadez, ya casi arrastrando sus pies en el césped.

—Uhmmm... —Luz llevó una mano a su mentón, levantó la cabeza y entrecerró los ojos para la máxima concentración en su respuesta—. Ni idea —soltó.

—Llevamos más de 6 horas caminan...do —comentó Raine entre bostezos.

—Ya lo sé. Si me lo siguen recordando, me estresaré más —increpó la morena de un pisotón—. Puedo seguir con mis apuntes, pero a este aparato se le acaba la batería muy rápido y no puedo obtener resultados constantes. Necesito que mi tía llegue con la Sangre de Titán.

—De eso me encargo yo.

Voluntariamente, Raine invocó su pergamino y le pidió amablemente a Luz que le dicte lo que necesitaba para escribirle a Lilith.

Casa de los abuelos de Luz.

— ¡Mamá! —llamó Lilith cruzando el marco que daba a la cocina—. Digamos que por extrañas razones tienes Sangre de Titán en algún lado de tu sótano.

— ¿Para qué la necesitas? —cuestionó su madre, Gwendolyn, deteniendo sus funciones en la preparación de la cena para ayudar a su retoña.

—Oh, es para Luz.

Lilith señaló su pergamino. La pequeña, mediante Raine, le encargó de favor si le pudiera enviar aquel ingrediente en la posición GPS que le mandó. Raramente estaban en medio del bosque, casi cerca de Latissa, pero Lilith no le tomó demasiada importancia.

—No sé exactamente qué hará con eso, pero la feria mágica anual de Hexside se acerca. Supongo que ella y su amiga Amity harán algo asombroso.

—Amity... ¿no es ella la hija de Alador? —preguntó Gwendolyn pícara, esperando una respuesta. No con palabras, sino por una reacción natural de su hija—. Tu sonrojo es muuuy notorio.

—Mamá... —murmuró Lilith avergonzada, escondiendo sus labios con el pergamino.

—Hijita, no le temas a los sentimientos. Sé que tuvieron un pasado muy... triste. Tantas veces te vi llorando por ese brujo. A decir verdad, tu padre más de una vez se planteó maldecirlo o algo similar por hacerte sufrir tanto —burló, pero la marcada mueca de miedo por parte de Lilith hizo que se jactara—. Es broma, cariño.

— ¡No del todo! —exclamó su padre, Dell, asomándose desde la ventana de la cocina.

El brujo seguía con sus labores de riego de troncos de palismanes en el jardín.

—Oh, basta querido —reprochó Gwen, cerrándole la ventana con un hechizo. Era momento de chicas en suma privacidad—. La verdad es que hasta hace poco no me agradaba la idea de que quieras salir con él, pero ahora que me explicaste la situación... Mejor tarde que nunca, ¿no crees, pulguita?

—Eso pienso —murmuró sonrojada.

—Oh, ven aquí —-pidió Gwen con los brazos extendidos. Y pese a que Lilith se aconjonó, ella tomó la iniciativa para encerrarla en su abrazo—-. Estoy orgullosa por tener tan buena mujer como hija.

A Lilith se le calentó el corazón, recibiendo con amor el acto de su madre, que nunca quiso que acabara, pero el vibrar de su pergamino cortó de raíz el momento.

—Cierto, el pedido de la niña. Mami, ¿dónde tienes...?

—Creo que la poca Sangre de Titán está dentro de una pequeña esfera de cristal, metida en una caja de zapatos, debajo de ese ropero tuyo que desechamos porque se llenó de murciélagos —indicó Gwendolyn.

—Le escribiré a Luz.

Antes de dignarse a responder algunos mensajes de su sobrina, enviados desde el chat que tiene junto a Raine, Lilith empezó a analizar dónde y por qué la menor se encontraba a esas horas del día en el bosque. Sabe qué Edalyn trabajaba por esas horas del día y le era imposible estar con Luz; Raine más de lo mismo, a menos que no le hayan dicho que salieron a un picnic o algo por el estilo.

Algo preocupada, y con un sentimiento extraño en el pecho por la particularidad del pedido de su niña, Lilith agarró la llave del sótano colgada en un perchero de la cocina, y memorizó por última vez dónde tenía que buscar la Sangre de Titán. De paso, rezó para que ningún murciélago la muerda al ser el sótano un lugar oscuro y polvoriento.

Media hora después.

— ¡TÍA! —chilló Luz dando saltitos, llamando la atención de una Lilith que pisó tierra luego de llegar mediante su bastón—. ¡Gracias, eres nuestra salvadora!

—Ow, gracias. —Lilith meneó la mano, halagada por el agradecimiento de la niña—. Pero... por qué exactamente soy su salvadora... Y por qué elaboran su proyecto de magia en medio del bosque.

— ¿Uh? —Amity volteó por todos lados, dibujando una notoria mueca de confusión que a Lilith le extrañó.

—Raine, ¿qué exactamente pasa aquí? —cuestionó la Clawthorne en un tono más serio.

—Creo que no pensaste bien en esto—murmuró Mittens al oído de Luz.

Después de todo, que Lilith encuentre al equipo búho en medio del bosque, y que le pidan Sangre de Titán para el aparato especial que usó hace años para hallar las Piscinas Temporales... un proyecto destinado a la feria de magia no era lo que las niñas hacían.

—Eso es mío —señaló Lilith la máquina que la morena traía entre manos—. ¿De dónde lo sacaste?

—Lo encontré dentro de raras cajas en tu habitación —expuso Luz—. Quiero hacerlo funcionar a su máxima capacidad.

—Así que para eso necesitabas una gran fuente de energía —indicó Lilith, invocando la pequeña esfera de cristal que llevaba gotitas de la poderosa sangre—. Bien pensado, cariño.

—Luz nerd lo hizo de nuevo —se halagó Luz—. ¡Ahora dámelo! Necesitamos... terminar nuestro proyecto de magia.

—Claro.

Lilith extendió su mano, pero a último segundo la contrajo no queriendo darle el líquido a la morena. Sin embargo, la menor se adelantó y se lo arrebató de un forcejeo. Fue muy raro para Luz que su tía se haya medio arrepentido de dárselo.

—Un momento, ese invento yo lo hice para encontrar las... —pensó Lilith en voz alta.

—Piscinas temporales —añadió Amity de fondo—, Luz dijo que...

— ¡Shhh! —reprochó la morena—. ¡No arruines mi sorpresa, Mittens!

—Creo que la sorpresa ya no sirve —secundó Raine a la peliverde. Se acercó a Lilith, y esta le dio la esfera de cristal a su sobrina para que le quite el corcho y vierta el contenido—. Lilith, cuando vuelvas a casa dile a Edalyn que llevé a Luz a una expedición salvaje y volveremos muy tarde, puede que mañana. Dile también que no puedo responder al pergamino por qué... no hay cobertura.

—De acuerdo. —Ocultando su particular preocupación, Lilith asintió—. ¿Cuánto avanzaron? —preguntó intrigada, con un ligero dolor en el pecho.

—Ni idea, Luz es la que hace los apuntes.

Amity se alzó de hombros, acomodándose la gigantesca mochila para continuar el camino, ya que en ese momento Luz se mostraba demasiado optimista al dejar caer unas gotitas de la sangre dentro del invento de su tía.

— ¿Luz, me podrías decir la razón de esta inesperada búsqueda? —prosiguió Lilith con sus preguntas, pero la morena ni siquiera le regresó la mirada.

—Un segundo —balbuceó concentrada, cruzando los dedos porque funcione—. Y... ¡bingo! Los datos se están procesando, ¡síganme! —exclamó.

La pequeña consola por fin prendió y empezó a ejecutar varios números que la morena apuntaba a toda velocidad en su libreta. Con una mano escribía, con la otra sujetaba el invento; le faltaba una para señalar el camino por dónde ir.

La escena le resultó muy tierna a Lilith, se enorgullece de que su pequeña sea tan capacitada y trate de cumplir uno de sus sueños que tenía de pequeña. No obstante, una duda le impedía disfrutar plenamente las aptitudes sobresalientes de Luz. ¿Por qué su niña buscaría tan de repente las Piscinas Temporales? Buscar respuestas a pasajes raros de su vida, tal vez algún chisme escolar en el que no estuvo presente... o algo mucho peor, relacionado a Edalyn; para Lilith cuajaba perfectamente y sería la razón por la que Amity estaba presente, para limpiar el nombre de Odalia.

Era eso... o simplemente era un juego por parte de Luz y la culpa carcomía a Lilith, a tal punto que le hacía sobre pensar las cosas. «Cálmate, Lilith... solo es un juego de tu sobrina», reprodujo una y otra vez, siguiendo a Raine y Amity, que a la vez secundaban a Luz.

El pecho le dolía, cada vez le resultaba difícil respirar al querer mitigar sus jadeos. Asimismo, poseía un mal humor provocado por las ramas de los arbustos que se le atoraron en el vestido.

— ¡Miren, robles arrugados no tan arrugados! Algo los mantiene atrapados en el tiempo —señaló Luz con alegría.

Raine y Amity se acercaron a los árboles, con los ojos entrecerrados debido a varias horas de caminata sin descanso desde que comieron salchichas. Dirán la verdad, por lo menos en sus mentes, no encontraron ninguna diferencia entre si los troncos estaba rugosos o no.

—Entonces... —A toda velocidad, Luz anotaba las conclusiones en su cuadernito—... contando los patrones de pestes locales, violentos terremotos en los 30's, y la conversión de pueblos a cosas políticas; bla, bla, bla... ¡Observen! Las Piscinas Temporales están... ¡aquí!

Una vez anunció el descubrimiento, Luz quemó un arbusto con una poción de fuego que guardaba en el cabello, para mayor espectáculo. De ese modo, abrió el paso al sitio dónde estarían las míticas piscinas. Sin embargo, lo único que vieron... fue una playa normal, arena y constante oleaje, cosa que puso muy nerviosa a la morena.

— ¿Hurra? —Amity vaciló en si era el destino final.

— ¡Qué! —exclamó Luz, corriendo sin cuidado un par de metros por la playa—. P-Pero revisé 4 veces mis cálculos, las piscinas deberían estar... ¡Wah!

Luz no fue interrumpida por alguien, solo tropezó escandalosamente con una piedra que la hizo caer de cara en la arena. Amity emitió una risilla, Lilith presurosa fue a socorrerla mientras que Raine rondaba por el perímetro en busca de algo sobresaliente que les dé pistas sobre la ubicación de las piscinas.

—Entiérrenme en la arena y déjenme morir sola... —pidió Luz mullido por tener el rostro en el suelo. Para más dramatismo, cubrió su cabello con la arena para empezar a enterrarse viva.

—Vamos, corazón. Seguro no están muy lejos —animó Raine, cargándola del torso.

Luz se reincorporó llena de arena en los lentes. Su expresión alegre cambió en su totalidad; poseía los labios curvados hacia abajo y el ceño levemente fruncido, como si la angustia de fallar la tratara de consumir en un próximo sollozo.

—Uhmmm —balbuceó Amity meditabunda.

En medio de su pensar, pateó una piedrita desinteresadamente. De reojo, la peliverde se percató de que esta se hundió en la arena. Primero creyó que se trataba de un pequeño hueco, luego al meter su dedo se dio cuenta de que esa hipótesis era incorrecta. La situación se aclaró luego de que se arriesgara y metiera toda su cabeza en la arena.

—Oh, santo Titán —murmuró Mittens anonadada, observando otro paisaje caótico lleno de lava y un animal gigantesco que se transformó en roca al dormir.

— ¿Acaso la Sangre de Titán que trajo mi tía era de baja calidad? Tal vez debí probarla antes, no importase que tan fea supiera —se reprochó Luz desesperada, culpándose de haber arruinado la misión —. ¡Puede que no sea temporada de algas! ¿Y si las herramientas están rotas? Y si yo estoy... —espabiló, puesto que desde hace tiempo prometió jamás volver a menospreciarse—. No, ¡esta cosa debe estar rota! ¡Maldita chatarra!

Frustrada, y a espalda de su tía porque seguramente se molestaría con ella, Luz arrancó el cable de la consola que procesaba los datos recibidos del aparato que llevaba la Sangre de Titán y lo estampó contra el suelo, unos metros más adelante. Para su sorpresa, lejos de romperse, el invento traspasó la arena, desapareciendo. Aún más confundida, Luz volteó por si alguien había visto eso, pero se topó con una Amity

—Qué mier...

— ¡Luz! —llamó Amity de un grito, sacando su cabeza de la arena. Con su mano derecha abanderó un cangrejo raro hecho de piedra—. ¡ENCONTRASTE LAS PISCINAS TEMPORALES!

La morena tambaleó por tamaña revelación. Dubitativa, se arrodilló al lado de Amity. Sus manos temblaban y mantenía la mirada perdida. Pese a ello, se armó de valor y metió su cabeza dentro de la arena. Grata fue su impresión... que simplemente estalló en júbilo.

—Lo hice... ¡LO HICE! ¡Lo hice, lo hice, lo hice, lo hice! ¡En su cara, exploradores bobos! —chilló empedernida en su baile, apuntando a una pila de huesos con ropa desgarrada que señalaban "okey" con sus pulgares—. ¡Una niña de 14 años logró lo inimaginable! ¡SOY UN GENIO!

— ¡Bien hecho, Luz! —felicitó Raine, de prisa para enredar a su niña en un masivo abrazo.

— ¡Bravo, bravo! —continuó Amity, saltando de puntillas mientras movía ansiosamente a Luz del hombro derecho.

Pero a la morena, muy aparte de agradecer el cariño de Raine y su amiga, le importaba demasiado la opinión de la mujer a la que también se le atribuye el crédito de su crianza, a la bruja que le tiene un amor incondicional.

—Tía... por fin las encontré —murmuró ilusionada, encerrando a la bruja en un abrazo por la cintura. Lejos de ser recíproco, el acto ocasionó mucho temor en Lilith—. I-Iba a ser una sorpresa, pero ya no le veo sentido ocultarla. Señorita Clawthorne, prepárate, porque no descansaremos hasta hallar la época adecuada y saber qué estúpido brujo fue el que maldijo a mi mamá.

—Eso le haría saber a la señora Eda que mi mami no fue —añadió Mittens.

—Yo solo quiero tranquilidad en ambas familias —argumentó Raine su punto por el que acompaña a las niñas—. ¿Ahora qué sigue, pequeña genio?

—Establecer perímetros —indicó Luz, corriendo hasta el pequeño montículo de ramitas a unos metros—. Incrusten palitos alrededor de cada piscina. Tengan cuidado con caerse. Haremos un conteo y las dividiremos por épocas. La maldición de mi madre fue hace unos... 25 años. Raine, ¿qué estaba de moda en ese tiempo? Podríamos guiarnos por eso.

—Creo que los sombreros largos —señaló Whispers—. Solo busquemos la fecha en los diarios de la época.

—Veamos —murmuró Luz.

La opción de Raine si bien sería de gran ayuda, significaba que tendrían que atravesar las piscinas, buscar un puesto de diarios y leerlo, lo que tomaría un poco más de tiempo del que tal vez disponían.

—Según el nivel de la marea y la luna llena dentro de 4 días... —La morena entrecerró los ojos para máxima concentración—. En 3 días las olas inundarán la playa, lo que desaparecerá a las piscinas.

—Ouch —se quejó Amity de fondo.

De curiosa metió su cabeza en una de las piscinas y algo le dio un tremendo golpazo en la frente. Lo último que escuchó del otro lado fue «Solo entiérrenme en la arena y déjenme morir». Le resultó bastante familiar.

«No creo que encuentren algo relevante», se escuchó apenas un susurro.

— ¿Uh? —Luz volteó, percibiendo apenas lo dicho por ella—. ¿Dijiste algo, tía?

—Uhhh —dudó en repetirlo.

Aun así, de sus temblorosos labios brotó la inseguridad que la rodeaba y oprimía el corazón. Luz mantiene una imagen magnífica de ella; pulcra, amable, inteligente, nada impulsiva y una bruja que aprecia a su familia... ¿qué pensaría si es que se entera de la verdad? ¿Cómo reaccionaría Eda? ¿Su madre? ¿Su padre? Si Lilith se odia por hacerlo... no quiere ni seguir imaginando la carita decepcionada y aterrada que dibujaría su pequeña Luz Luz.

—Sí, dije algo. Por favor, Luz, ¿piensas qué encontrarás al responsable? —cuestionó punzante. Al instante las orejitas de la morena... decayeron —. Es absurdo, las Piscinas Temporales te llevan a épocas al azar en el tiempo. La probabilidad de que justo te muestre el día en el que yo... Es decir, la probabilidad de hallar el día exacto cuándo tu madre fue maldecida es 1 en 20 millones.

—N-No creo que sean 20 millones —murmuró Luz, frunciendo el ceño.

El gesto dado por Lilith causó incomodidad en Luz, que se acumuló con una tristeza anterior al ni siquiera recibir un abrazó o halagó por la maravillosa hazaña de encontrar uno de los más grandes mitos de las Islas. La morena casi sentía que su tía le lanzaba un reproche, ¿le estaría llamando la atención? Sea la intención con la que Lilith le dijo eso, a la morena le daba muy mala espina el desinterés de su tía por apoyarla. Es cómo sí...

—Vale la pena intentarlo —animó Amity, tomando el hombro de su amiga. Sin embargo, no dejó atrás el lado lógico de la situación—. Aunque sí... puede que lleve unas cuántas horas.

— ¡Lo ven! ¡No vale perder su tiempo! —continúo Lilith en su afán porque desistan—. P-Por qué no volvemos a casa y... ¿vemos algo en la bola de cristal? Tal vez puedas intentar una nueva receta para tu lasaña.

—No. Quiero hacer esto —interrumpió Luz, muy decidida, enterrando palitos que separaban perímetros por cada piscina.

—Lilith, ¿me regalas un minuto de tu tiempo? —pidió Raine, tomándola del hombro para alejarla unos metros—. Oye, tu sobrina hizo algo espectacular. En vez de alegrarte y ayudarla, ¿por qué tratas de demeritar su logro? Es como si... quisieras obstaculizar su misión —comentó Whispers con sospechas.

—Por supuesto que... —Quiso excusarse, pero vio por encima del hombro de Raine. Su sobrina seguía decidida en cavar la arena en busca de más piscinas—. Luz, por favor, eres una niña lista. Vayamos a casa... esto no lo vale. Por favor, no vale la pena.

— ¡Cómo que no lo vale! —increpó la morena, reincorporándose para acercarse a Lilith entre varios pisotones que camuflaban perfectamente el temblor de sus piernas de gelatina—. ¡Mi madre sufrió más de 20 años una maldición impuesta injustamente¡ ¡Ahora por fin tengo la oportunidad de hallar al responsable que arruinó gran parte de su vida, sus relaciones! ¡Mi vida también fue afectada por eso! Y ahora los problemas con la mamá de Amity. ¡Quién sabe si cosas peores sucederán en un futuro! ¡¿Siquiera el búho de la maldición está vacunado?! —continuó la morena, levantando su tono por cada expresión exaltada que le dificultaba un correcto respirar.

El agitar de su pecho se hizo notorio, cristalizados sus ojitos se tornaron por increpar de ese modo a su tía, que poseía una la mirada rota fijada en ella. Es como si su amada tía estuviera al borde de un colapso que no le dejaba soltar palabra o que inutilizaban sus músculos al mantenerse tensa en su mismo sitio.

Luz tenía... una muy mala espina. El lenguaje corporal de Lilith decía más que mil palabras, y el sonrojo de vergüenza fue un añadido demasiado notorio que lentamente destrozaba el corazón de la morena niña.

—Mami merece saber la verdad. Así que no... n-no me digas que... No, por favor. No me digas que no vale la pena el intento cuando estamos tan cerca de saber qué estúpida, malvada y... y... ¡y egoísta bruja arruinó la vida de mi mami!

— ¡FUI YO! —exclamó en un desahogo que hizo retumbar el corazón de los presentes.

Y si como de una verdad obvia para todos, Luz conectó sus ojos llorosos con los de su tía, entendiendo que solo alguien culpable podría tener la capacidad de querer intervenir cuando están tan cerca de descubrirla.

Ante la impresión y toda la avalancha emocional que conllevó desgarrar su garganta por tremenda confesión que brotó de sus temblorosos labios, Lilith Clawthorne cayó rendida de rodillas en la arena, cubriéndose fuertemente el rostro con ambas manos mientras la marea sentimental la abrumaba en forma de un catarata infinita que se alimentaba de su remordimiento y cobardía.

Ahora Luz lo sabe; Raine, Amity, prácticamente el mundo entero se enteró que ella era una cobarde, que arruinó la vida de su hermana por un tonto miedo que al final no resultó en nada más que dolor, sangre y odio.

Curiosidades:

—Lilith visita constantemente a sus padres. Eda no va tan seguido, aunque Gwen la visita en la Casa Búho. Eda aún se siente culpable por herir a su papá en el ojo y la mano.

Terminando de editar el capítulo, puedo decir que... me achicopalé con solo imaginar la carita de terror que Luz puso una vez su tía se reveló como el mayor monstruo que casi arruina la vida de su madre.

Se viene... se vienen GRANDES MOMENTOS.

Y cómo Always Together se encuentra en pausa, me enfocaré mucho en Mamá Búho <3

Recuerden que el Preguntas & Respuestas está abierto c:

¡Gracias por leer! Si les gusta la historia, pueden apoyarla con una estrellita o siguiéndome para no perderte de próximas actualizaciones <33. Si la comparten, OMG, sería el pibe más feliz de este lado del mundo.

¡Nos vemos! :DD

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