Tres x Tres (omegaverse)

Par VRSadame

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Estamos acostumbrados a que la sociedad marca quienes somos y como deberíamos vivir. Si eres alfa, eres de l... Plus

El trabajo es el trabajo
Amistad inquebrantable
Rodaje accidentado
Nuevo comienzo
Cuando el pasado llama
Desafíos
El "poder" alfa
Caliente
Más caliente
Aún más caliente
Hermanos
Pasado y presente
Instintos
Ardiendo
Ardiendo II
Golpe de realidad
No quiero, pero...
Dominación alfa
Consecuencias
Toma de posesión
Reacciones omega
Cambios ineludibles
Descifrando lo desconocido
Asaltos independientes
Decisiones in extremis
Poniendo algo de orden
Limando asperezas
Solo una copa
Cambios
Instintos desconocidos
Completando el trío
La deuda
Algo de sinceridad
Instintos potenciados
Contracorriente imposible
No todo sale según lo planeado
Encuentros nocturnos
Opción inesperada
Ataque furtivo
Verdadera naturaleza
Una nueva realidad
Omega dominante
Debilidades
Dos por uno
Cuando menos te lo esperas
La realidad te hará libre
Cediendo a la necesidad
Vida en trio
Vida en trio II
Sacrificio alfa
Felicidad por triplicado
EPILOGO

Destinados

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Par VRSadame

Cierro los ojos y respiro profundamente para intentar controlar la intensa punzada que llevo sintiendo desde hace un par de horas. Termino de escribir mi ultimo informe con los resultados de las ultimas pruebas realizadas en el laboratorio cuando una nueva patada de uno de mis pequeños me hace doblarme.

-¡Ah!- Me sostengo el vientre con algo de temor mientras un par de compañeros de trabajo se me acercan para ver como estoy.

-Kuchiki san ¿Se encuentra bien?¿Necesita que llamemos a alguien?- Dice una de mis ayudantes beta. Es joven, pero muy inteligente, y siempre se ha mostrado muy interesada en mi estado.

-No... yo solo... ¡Ah!- Una nueva punzada, esta vez tan fuerte que me deja clavado sin respiración y por primera vez siento como el terror se abre paso en mi mente.- Yo... es demasiado pronto... ah... No están listos...- le digo a la chica que me mira con preocupación, pero al momento saca su teléfono movil y marca.

-Sí, hola, necesitamos una ambulancia. Sí, es un parto omega. Sí. Es urgente se trata de...- En cuanto sé lo que le va a decir, niego tomándola del brazo.

-Alfas...- digo luchando por respirar- Necesito a mis... alfas...


***Mugetsu***


Sonrio de forma picara a una de las enfermeras que siempre anda detrás de mi para quedar cuando siento una angustia dentro que me hace contener el aliento.

Byakuya.

Sí. Algo va mal con él.

Sin decir nada, me alejo de la chica a la que dejo con la palabra en la boca y cuando quiero darme cuenta, voy corriendo por los pasillos, esquivando pacientes y trabajadores que no dudan en llamar mi atención molestos cuando no logro esquivarlos del todo.

El telefono me suena y contesto sin necesidad de ver quien llama.

-Sí, yo también lo he notado. No es normal ¿no?- Le digo a Renji escuchando su angustia al contestarme.

-Es demasiado intenso. Casi no puedo respirar y el dolor, a pesar de no ser físico es muy fuerte. Creo que ha llegado el momento ¡y no estamos con él!¡JODER!- grita desesperado.

Sé que por su vinculo, Renji percibe mucho mas claramente y mucho más intensamente cualquier conexión con nuestro omega de lo que yo pueda llegar a sentir nunca, pero si yo me encuentro tan mal, es porque realmente debe ser grave.

-¿Donde estas?

-Estaba en quirófano, he tenido que salirme y...

-No te preocupes por nada. Esto ya lo hemos hablado.- Digo volando por el parking hasta una de las ambulancias que hay aparcadas listas para salir. En cuanto entro el conductor pega un salto que le tira el sandwich que se estaba comiendo.- Arranca, es una emergencia.

-Pero tu no eres...

-¡QUE ARRANQUES TE HE DICHO!

Por suerte parece que el conductor se acojona lo suficiente como para no preguntar nada mas y nos ponemos en marcha. Esta bien, solo quince minutos. Estamos a solo quince minutos.


***Byakuya***


Respira. Ressssspiiiiiraaaaa. Es lo que mi mente grita mientras siento que soy incapaz de meter aire en mis pulmones por culpa del intenso dolor. Me han bajado a la entrada del laboratorio con la intención de llevarme al hospital. Ni siquiera sé donde esta mi movil. Necesito llamarlos. Necesito avisarles de que ha llegado el momento.

Antes de que me metan en un coche, el sonido de la ambulancia me llega cada vez mas nítido. Mierda, ¿al final la han llamado? No quería ambulancias. Si termino en cualquier otro hospital podrían no enterarse de mi estado y entonces...

En cuanto la ambulancia se detiene veo saltar de ella a Mugetsu que corre hacia mi con la cara descompuesta, pero en cuanto ve mi estado, parece enmascararla tan bien como siempre.

-Hey, precioso, parece que necesitas algo de ayuda ¿no?- Bromea haciéndome gruñir justo cuando otro chico abre la puerta de atrás para que podamos subir.

-Al hospital ¡ya!- Le grita de una forma tan profunda que el otro no dice nada mas antes de desaparecer.- Ya está, Byakuya... nuestros pequeños son unos adelantados, pero todo saldrá bien.- Dice mirándome con convicción, aunque puedo ver algo de duda en el fondo de sus ojos rojos. Su aroma se expande y me ayuda a respirar un poco mejor.- Eso es, respira, Byakuya. Tu solo respira.


***Renji***


Veo llegar la ambulancia que por fin trae a mi omega y apresuro a los enfermeros que tenia preparados para atender a Byakuya en cuanto llegara. Mugetsu ha sido muy rápido, tal como lo planeamos, y me ha avisado que ya lo tenía de camino.

Al ver su estado cuando lo bajan en la camilla, siento que se me corta la respiración. Su piel está mucho más pálida de lo normal. El pelo se le pega al rostro por el sudor. Los labios parecen demasiado secos y el dolor se le refleja en el rostro igual que lo siento en mi interior.

-Está bien.- Digo empujando la camilla.- Al quirófano seis. Lo tengo todo preparado.

-Todos los médicos de urgencias están ocupados con el accidente del bus.- Dice una enfermera.

-Mierda.- Gruño mirando a Mugetsu.- Llama a la doctora Kaede, no está en urgencias, pero es pediatra y he hablado con ella antes sobre este paciente.

Sí. El embarazo de Byakuya lo hemos llevado con sumo secretismo entre los tres, para algo somos médicos, aunque Mu y yo aun no tengamos oficialmente nuestra especialidad, pero no es el primer embarazo que atendemos, ni el primer parto omega con posibles complicaciones, aunque si el primero de trillizos. Y también el primero en el que la vida del omega me importa más que mi propia vida.

Ya habíamos acordado que el parto seria complicado y previsiblemente prematuro, así que había localizado a varios especialistas de nuestro hospital a los que acudir cuando llegara el momento. No tengo a mano al cirujano que había escogido, pero si la pediatra. Ella sabrá que hacer con los pequeños mientras Mugetsu y yo nos encargamos de Byakuya.


***Mugetsu***


Volamos por el pasillo hasta llegar al quirófano donde las enfermeras lo tienen todo preparado. El quejido de Byakuya al cambiarlo de camilla me parte por dentro, y más su grito desgarrado cuando un nuevo dolor le sobreviene.

-Hay que sedarlo.- Le digo a Renji mirándolo a los ojos.

-¿Donde está el anestesista?- Grita Renji mirando a nuestro alrededor, pero solo obtenemos ojos desorientados a nuestro alrededor.- Joder, esta bien.- Verlo tomar el mando, dando indicaciones al resto de que medicamentos administrarle mientras se prepara para atender a Byakuya me hace admirarlo aun más.- Vamos Byakuya, tu puedes hacerlo.- Le dice una vez posicionado entre sus piernas.- Nuestros pequeños ya están aqui. Tienes que empujar, ¿de acuerdo?

-¿Donde está ese pequeño?- Dice la doctora Kaede entrando al quirófano. En cuanto nos ve y ve la que tenemos liada, su rostro cambia a uno mas serio.- Abarai... ¿es tu omega?- Renji asiente y ella nos observa analítica.- Sabes que no se nos permite atender a familiares por...

-¡AH!- El grito de Byakuya va seguido de varias indicaciones de la enfermera que indican que sus constantes no están estables.

-Se que no es lo habitual, pero...

-¿Que no me has contado?- Dice acercándose y mirando fijamente la enorme barriga de nuestro omega.

-Trillizos. Embarazo prematuro. Aun le faltan tres semanas para finalizar los cinco meses. Tamaño y peso normal para su desarrollo.

-¿Que?¿Se han desarrollado a tiempo a pesar de ser tres dentro de un pequeño omega?

-¡No soy pequeño!- Grita Byakuya haciendo que todos lo miremos. El fuego en sus ojos podría fulminar a cualquiera y Kaede sabe que un omega en trabajo de parto, es como un animal salvaje arrinconado.

-Esta bien. ¿Constantes de los pequeños?


***Byakuya***


El ajetreo a mi alrededor se mezcla con el dolor intenso de sentir como mi cuerpo parece querer estallar en llamas a la vez que abrirse por la mitad. Mis pequeños están moviéndose en mi interior, tirando de mi y empujando a la vez, dejándome sin respiración a pesar de que intento concentrarme en ello. La mente se me nubla, aunque los ojos rojos de Mugetsu y las voces constantes de Renji me traen de la niebla una y otra vez para empujar desgarrándome la voz.

El llanto de un bebé me hace tomar aire con un leve respiro de calma y una increíble sensación de plenitud y felicidad.

-Ya tenemos aqui al primero.- La pediatra toma al primer bebe de brazos de un Renji que no puede contener las lagrimas al contemplar un pequeño de piel pálida, completamente manchado de sangre y demás líquidos, pero que muestra una clara pelusilla pelirroja coronando su pequeña cabeza.- Saluda a tu padre, pequeño.

Cuando dice eso, me lo acerca para que pueda verlo y acariciarlo. Es tan pequeño... tan perfecto. La risa de Mugetsu a mi lado me hace mirarlo cuando se alejan con el bebe para atenderlo y mi alfa de ojos rojos me mira con lagrimas en ellos.

-Lo has hecho bien, Byakuya...- Dice haciéndome sentir muy bien al escucharle llamarme por mi nombre. Lo hace tan pocas veces...

Cuando se acerca para besar mi frente un nuevo dolor me hace gritar, apretando las sabanas bajo mi cuerpo y dejándome sin respiración de nuevo.

-Ahí viene el segundo. Mierda. ¿No hay demasiada sangre?- La voz de una enfermera me avisa de que algo no va como debería y por la cara de Renji, creo que es así.


***Renji***


El impacto de plena felicidad y orgullo de ver a un pequeño que he creado con mi omega, se oscurece en cuanto veo como sale demasiada sangre del cuerpo de Byakuya. Mierda. En los partos hay sangre, pero no debería ser tan intensa ni tan oscura.

Miro a Mugetsu que aprieta los labios. No es buena señal.

-Tienes que sacarlos rapido, Ren.- Dice confirmando lo que ya sé. Si esto dura mucho, Byakuya se desangrará.

-Está bien... Byakuya empuja, noto al segundo.- Digo rozando con los dedos la siguiente cabecita.

Unos minutos después, el llanto de otro pequeño pelirrojo se abre paso en el quirófano para llenarme de un orgullo y una plenitud que ni siquiera podía imaginar que existieran. Cuando miro a Mugetsu, puedo ver como mira maravillado a mi segundo hijo, aunque algo en su mirada cambia sutilmente cuando la mano de Byakuya deja de apretar la suya.

-Las constantes del omega caen.- Dice la enfermera que controla los aparatos que tenemos controlando a Byakuya.

Los segundos siguientes son un caos de ordenes entre Mugetsu y yo. No puedo permitir que Byakuya se nos vaya. Seguramente solo sea la inconsciencia por el dolor, o por la perdida de sangre. No se va a morir. Él no se puede morir, aunque en mi interior, un pequeño agujero negro vacío y doloroso ha comenzado a formarse. Yo... no me encuentro bien...


***Byakuya***


Oscuridad. Todo es oscuridad, pero al fin no hay dolor. ¿Dolor?¿Por que había dolor? Sí. Había dolor, pero también había felicidad. Ahora solo hay silencio, aunque puedo escuchar un rumor lejano. Alguien grita mientras el frio se extiende.

-Vaya...- Me giro en la oscuridad, pero no veo a nadie.- Así que eres tu...

-¿Yo?¿Quien soy yo?

En mi mente, los pensamientos cuestan demasiado. Estoy cansado y pensar es difícil.

-Tu eres mi sustituto.- La voz suena jovial, pero siento algo de ira en ella.

Me giro de nuevo y veo a alguien frente a mi. La oscuridad ya no es tan intensa y puedo ver como la persona frente a mi, es casi de mi misma estatura. Sus ojos, azules oscuro me miran con un brillo que no logro identificar, pero me hace sentir mal.

-No te entiendo. Yo... no soy sustituto de nadie... yo soy...

"Byakuya".

El nombre llega como arrastrado por el viento y en ese preciso instante sé que es mi nombre. El chico que tengo delante de mi, ahora está nítido por completo y puedo reconocer algo en él. No sé qué es, pero me recuerda a alguien. Me es tan familiar...

-No eres como pensaba.- Dice caminando a mi alrededor. Para este momento puedo ver que viste una bata de hospital. ¿Por que lleva eso?¿Estamos en un hospital?

"Tienes que abrirlo. Si no lo abres, el niño morirá y él se desangrará".

De nuevo ese rumor lejano que me provoca cierta angustia. El niño... ¿que niño? Instintivamente me llevo la mano al vientre, pero está plano. No hay nada aqui. ¿Debería haber algo?

-¿Buscas a tus hijos?- Cuando dice eso con una medio sonrisa, de nuevo demasiado familiar, abro los ojos sintiendo un ligero dolor en el pecho.

Al mirar hacia abajo, veo mi cuerpo, desnudo, pálido, y de mi pecho, puedo ver un hilo rojo que sale y se pierde en la oscuridad. Alzo la mano y lo toco, sintiéndolo cálido, preciado.

-Renji...- El nombre sale de mis labios sin siquiera saber porque o a quien pertenece, pero me gusta el color rojo. Es importante para mi...

"Vamos, dámelo, tenemos que cerrarlo".

Giro mi rostro hacia arriba, al sitio por el que se pierde el hilo rojo y por el que me viene ese rumor. Esas voces... creo que me suenan... yo las conozco...

-¿Sabes?- Dice el chico parado frente a mi.- Siempre quise saber como eras.

-¿Yo?¿Por que?


-Porque tu eras todo lo que yo quería ser.

-No te entiendo.

-¿De verdad no te imaginas quien soy?- Dice mirando hacia un lado. Cuando lo imito, veo un espejo y en él nuestro reflejo.

-Somos... iguales...- le digo sintiendo como ese resquemor va intensificándose.

"No consigo encontrar el origen de la hemorragia. Lo perdemos".

-¿No te imaginas por que somos tan parecidos?

El recuerdo de otro hombre muy parecido a mi, me asalta, pero no es tan parecido con este chico y yo. Cuando lo miro de nuevo, puedo verlo aun más joven que antes. Es solo un adolescente y ahora su mirada no está teñida de ira, sino de tristeza.

-Somos... eres mi hermano...- digo sintiendo que mis palabras son ciertas.

-Uno de los más pequeños.

-¿Por que estas aqui?¿Y por que siento...?

-Tu eres mi sustituto.- Dice de nuevo haciendo que lo sienta como una molestia. Yo no soy un sustituto. Nunca he sido un sustituto de nadie ¿o sí?- No vayas a ponerte orgulloso. Yo... no fui bueno...- Dice mirando hacia arriba, justo hacia donde mi hilo rojo roza con otro que al mirar hacia abajo, puedo ver como sale de su pecho desnudo.

Su mirada es triste. Muy triste. Y su sonrisa al acariciar el hilo me hace sentir mucho más que un resquemor. Duele.

-¿Con quien no fuiste bueno?

-Con mi alfa.- Dice mirándome con una sonrisa triste.- Le hice daño. No le di lo que necesitaba. Yo... no era para él.

-Si era tu alfa, tu eras para él.

-No. Lo abandoné. Lo traicioné. Lo condené a una vida incompleta. A una vida de culpa.- Dice mientras las lagrimas corren por sus mejillas.- Pero ahora te he encontrado. Y él también.
"No te puedes ir, Byakuya".

Esta vez la voz es más fuerte. Está llena de tristeza y desesperación. La siento tan cerca mientras otras voces gritan cosas que no comprendo.

Al mirar al chico de nuevo, veo que estaba mirando hacia arriba con esa sonrisa triste y por primera vez siento que él la conoce. Conoce esa voz. Cuando me mira, lo hace con tranquilidad. Es como si por fin pudiera verlo como realmente es. Sin ira. Sin rencor. Sin esa inmensa tristeza.

-Esa persona... Tu eras su omega.- Digo casi sin saber porque. Él sonríe y toma el hilo de forma decidida, tirando de él con fuerza. En el momento en que lo hace, se separa de su cuerpo y puedo ver como eso lo vuelve menos definido.

-Has conseguido despertarlo de nuevo. Yo casi lo maté. Tu le has dado lo que yo debí darle.

"Aguanta, por favor. No nos dejes. No puedes dejarnos".

Esta vez la voz está angustiada y es diferente. La conozco y siento el ardor en mi interior. Mi alfa.

-Ren...- Digo mirando el hilo que mantengo atrapado en mi mano. El chico mira el hilo que sostiene en su mano y habla con la voz rota, pero sin perder la sonrisa triste.

-Mugetsu...- Dice haciendo que algo en mi interior se active. Ese nombre, también lo conozco. Sé quien es. De nuevo el rojo viene a mi mente. Un rojo más oscuro, más intenso.- Cuidalo, Byakuya. Amalo como yo lo amé y dale todo lo que no fui capaz de darle.- Dice haciendo que no comprenda de qué habla, hasta que me golpea con su mano en el pecho haciendo que un intenso dolor me abrase por dentro haciéndome apretar los ojos y gritar con tanta fuerza que me siento casi desfallecer.

Cuando abro los ojos, estoy solo. De nuevo solo hay oscuridad aunque un punto de luz parece ir abriéndose delante de mi. Siento paz en la luz, mientras aqui, en la oscuridad, el frio se expande excepto en mi pecho. Justo el punto del que brotan los dos hilos rojos entrelazados.

"No te vayas".

Llanto. Dolor. Miro hacia arriba, donde se pierden los dos hilos.

"¡No me dejes, no de nuevo!¡HARUKA!"

En cuanto ese grito, mucho mas fuerte me llega, siento un tirón hacia atrás y abro los ojos tomando aire tan profundamente que siento que no podré soltarlo todo. Unos ojos rojos se clavan en los míos, tan abiertos y húmedos que cuando un par de lagrimas caen sobre mi rostro sé que está llorando.

Y como si por primera vez lo viera, algo en mi se conecta a él haciéndose tan fuerte que es como si siempre hubiera esta ahí. Solo para mi. Mi alfa.


***Mugetsu***


Sabía que el parto de Byakuya sería difícil. Sabía que tendría ciertas complicaciones, pero jamas pensé que tendría una hemorragia interna tan aguda, que eso arrastraría a Renji a un estado de debilidad, conforme Byakuya también se debilitaba. Y mucho menos pensé que verlo tan pálido, tumbado como muerto, me recordaría tanto a ese día. El día en que volví a casa y me encontré a Haruka dentro de nuestra bañera con las muñecas cortadas. Aun puedo oler la sangre desbordada de la bañera. Aun puedo leer las palabras escritas con su sangre en la pared del baño... "¿morirías por mi? Yo sí".

Solo de pensar en ello, me descompongo, pero revivirlo a través de este momento con Byakuya me ha hecho mucho más daño. Si él moría, no solo lo perdería a él como me sucedió con Haruka, sino que Renji lo seguiría. Lo sé. Podía verlo en su rostro, en sus ojos, en como se iba debilitando hasta que tuvieron que tumbarlo en el suelo cuando el corazón de Byakuya se detuvo por un par de minutos.

Ni siquiera sé la suerte que hemos tenido de que justo en ese momento apareciera uno de los cirujanos de urgencias y tomara el relevo, salvando la vida de nuestro omega y, por consiguiente, de mi alfa.

-Es tan bonita.

Miro a Renji como sostiene a la unica niña de nuestros tres pequeños. Una niña con el pelo tan negro como el de Byakuya o el mío, con la piel pálida como la mi omega, y con unos ojos tan rojos como los míos que solo me hacen sentir totalmente completo. Mi hija. Nuestra hija.

Sé que es extraño, pero desde el parto, es como si mi vinculo con Byakuya se hubiera reforzado. Lo siento mucho más dentro, mucho más intenso. Casi es como si volviera a sentir lo que sentía cuando veía a Haruka en el hospital, o luego en nuestro apartamento.

Podría ser solo la consecuencia de haber estado a punto de perderlo, como lo perdí a él. O tal vez, el tener a esa pequeña como punto de union. Pero sé que hay algo que es diferente. Algo tan intenso que apenas puedo explicarlo.

El llanto de uno de los pequeños pelirrojos me hace levantarme de la cama para ir hacia él y darle el chupete que coge con unas ganas que me hacen sonreír.

-Este va a tener tu apetito, Ren.- Le digo a Renji que sonríe antes de bajar a rozar su nariz por el suave cabello negro de mi pequeña.

-Me encanta como huele.- Dice aspirando levemente.

-Todos los bebés huelen igual.- Le digo viendo como Renji la mira negando.

-Nuestros bebés huelen infinitamente mejor.

-Vaya cursilada acabas de soltar.- Le digo riendo y contagiándolo.


***Byakuya***


Abro los ojos escuchando varias risas y a continuación un leve llanto que me pone en alerta. Visualizo la habitación donde me encuentro y no tardo ni dos segundos en localizar a mis dos alfas. Ver a Renji sostener un pequeño bulto, me hace sentir un nudo en la garganta y es cuando ambos se vuelven a la vez para mirarme con sorpresa.

-Byakuya...- Renji se acerca y Mugetsu lo hace un poco más lentamente.- ¿Estas bien?¿Como te encuentras?¿Te duele algo?

-Me duele todo...- Gruño arrugando el entrecejo cuando intento incorporarme un poco.- ¿Que me habéis hecho?

-El parto se complicó y hubo que operarte.- En cuanto dice eso, miro a Mugetsu que es el que ha hablado.- Hemorragia interna. Cesarea. Ya lo veras en el informe.

-Oh.- Digo tragando. Por alguna extraña razón, no soy capaz de mantenerle la mirada como lo hacía antes. Mi interior es un atentico caos de sentimientos ahora mismo.

-Mira.- Dice Renji acercándome al bebe que sostiene.- Es nuestra hija.- En cuanto la menciona me la pasa con delicadeza y siento que no puedo contener las lagrimas.- Hemos pensado llamarla Ren. Bueno, lo ha pensado Mu, ya que es el padre biológico.

-Ya hemos hablado de eso.- Observo a la pequeña que me ha pasado, tan delicada, blandita y con esos increíbles ojos rojos que se mantienen clavados en mi, analítica, casi como si pudiera estar pensando en algo lógico, mientras mis alfas no dejan de hablar.- Aunque sean biológicamente de uno de los dos, todos son nuestros.

Alzo la vista y veo los ojos de Mu, idénticos a los de la pequeña, llenos de orgullo y amor incondicional mientras la observa en mis brazos. Sí. Es suya. Es nuestra. Y por extraño que pueda parecerme, siento tal felicidad por haberle dado a esta preciosidad, que me sorprende.

-Aqui están Sora y Nova.- Dice Renji apareciendo con los otros dos pequeños. Ambos se mueven en sus brazos, agitando sus manitas hasta que uno de ellos rompe a llorar.

Ver como lo mece, arrullándolo contra su pecho hasta hacer que se calme, me enternece. Ha intensificado su aroma y eso parece que le afecta directamente. Dioses. Yo no soy tan sentimental, pero ver a estos dos alfas, orgullosos con sus hijos es como alcanzar la felicidad plena.

-Ellos han sacado el pelo de Renji, pero tienen tus ojos.- Dice Mugetsu sin terminar de acercarse a mi.

Entonces, como si de un habito se tratara, alzo la mano hacia él y cuando la toma, algo sorprendido, tiro de él suavemente haciendo que se me acerque para besarlo lentamente. La sensación de necesidad es asfixiante.

En el instante en que nuestros labios se tocan, todo cobra sentido. Él. Yo. Renji. Ahora los siento por igual. Ambos alfas están en mi interior, anclados a mi tan profundamente que puedo sentirles a la perfección. Y es entonces cuando la imagen borrosa de un rostro parecido a mi, sonriendo tristemente, acude a mi memoria para escaparse tan rápido como llegó.

Cuando Mu se separa, me mira con los ojos abiertos de la sorpresa antes de bajar a besarme de nuevo. Sin demasiada pasión, pero vertiendo en mi tantos sentimientos que apenas puedo retener las lagrimas.

-Oye, Mu. No lo molestes. ¿No ves que lo has hecho llorar?- Dice Renji apartando para acercarse y secarme el rostro.

-Os quiero.- Digo sin querer retenerlo. Sé que no es propio de mi, pero lo que siento es tan grande, que no puedo seguir conteniéndolo.- A los dos.- Digo mirando de Renji a Mugetsu que aprieta los labios en un burdo intento de contener sus emociones tras esa mascara que ahora, apenas puedo ver. Ahora por fin lo veo. Mugetsu. El verdadero Mugetsu que se mantenía oculto y ahora, se revela ante mi como si siempre hubiera estado ahí, esperando.

Mis alfas. Mis destinados.


***NOTAS AUTORA: Pues por fin el parto de Byakuya ya ha pasado y tenemos a nuestros trillizos jajajajaj se que muchos habiais hecho vuestras apuestas a ver de quienes eran cada uno, pues dos pelirrojos identidos para Renji y una niña preciosa para Mu jejejejejeje aunque lo mas importante era la conciliacion de vinculos y equilibrar el trio a nivel union. Espero haberlo hecho bien y que haya quedado logico y creible dentro de tooooooda la fantasia.

Para el siguiente seguiremos cerrando parejas. Noooo aun no se termina, pero si en breve, por lo que hay que ir cerrando los trios poco a poco. En el siguiente iremos con el ZanSenTensa ^^que ya les toca.

Muchisimas gracias a todos los que me seguis, a los que leeis esta ( y otras) historia viviendola y disfrutandola, dejandome votos y como siempre, a todos aquellos que me dejais comentarios.

Nos leemos!!


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