No se porque me escapó de ti, y si lo sé, no quiero aceptarlo.
Pasar delante de ti como si no estuvieras ahí... Se ha vuelto una necesidad.
Puedo seguir fingiendo que no me importa, pero, ¿que hay de ti?
[...]
—Señor Kim, insistentemente alguien pregunta por usted en recepción, ¿le hago pasar?
Taehyung levantó la vista cuando su asistente entró en su oficina. Frunció el ceño, mientras negaba. —No tengo ninguna cita programada para hoy. Dile que saque una y vuelva después.
Sin embargo, Choi Yeonjun parecía renuente a irse. Taehyung le dio una mirada cuestionante y este volvió a hablar.
—Mhh, él, parece no querer marchaste hasta hablar con usted. Lo ha dicho. —Dio un pequeño suspiró. —Me han informado que desde que llegó, ha estado preguntando por Kim Taehyung a todo el personal. Hasta que alguien lo dirigió hacia acá.
Taehyung volvió a negar, haciendo un gesto con la mano para despedir a su asistente. —Cómo sea Yeonjun, creo que eres capaz de hacer que el hombre se vaya. Sin cita no puedo atenderle. Ahora por favor, no quiero mas distracciones, tengo mucho trabajo por hacer.
—No es un hombre, es un chico...
Taehyung le detuvo. —No me importa si es el mismísimo papa, si no tiene cita no lo atenderé.
El menor asintió y finalmente le dejo solo, sin embargo, fue cuestión de minutos cuando volvió a su oficina con una expresión apenada.
—Señor, ese chico insiste en no marcharse hasta verlo. Dijo que usted le conocía, y que se trataba del señor Park, quien por cierto, no sabe que está aquí.
Finalmente ello llamó su atención, por lo que por fin se puso de pie para salir a la recepción. Esta vez no dijo nada a su asistente.
Y cuando llegó, no espero encontrarse a un malhumorado kim SeokJin, discutiendo con los guardias de seguridad. Más que dispuesto a pelear si intentaban sacarle.
—Déjenlo. —Habló fuerte, haciendo que los guardias por fin soltara al pequeño insolente que le miró de mala gana. —¿SeokJin? ¿Qué te trae por aquí?
...
[...]
SeokJin estaba harto. Harto de ser ignorado como la peste, porque justo ahora, era eso lo que parecía para Jimin.
Desde su último encuentro, el hombre parecía aún más distante de lo que había estado siendo. Ni siquiera le dirigía una mínima palabra, toda comunicación se reducía a pequeñas notas post it en el refrigerador.
Pero estaba cansado del trato distante. SeokJin sólo necesitaba respuestas y Jimin continuaba negándose a hablar. Si él había sido tan malo, ¿por qué no enfrentarlo?
Jin estaba seguro de que había sido su culpa, pero no lograba entender el porqué. Quería llamar la atención del mayor, pero incluso eso no parecía funcionar. Si le hacía enojar, solo recibiría una mala mirada, y después, escucharía la puerta de la habitación de Jimin cerrarse con fuerza para no verle más.
Pero ya no estaba dispuesto a dejarlo pasar. Necesitaba respuestas, y las obtendría como fuera...
[...]
—Pensé que eras idiota pero nunca imagine a qué grado.
Jimin frunció el ceño antes de rodar los ojos. Ni siquiera levantó la mirada para ver a Taehyung, quien de brazos cruzados se le miraba recargado en el marco de la puerta.
—¿No crees que es muy temprano para llamarme idiota? —Levantó una ceja, mirando por fin a su amigo, quien terminó de irrumpir en su oficina.
—Nunca es muy temprano ni muy tarde para recordártelo.
—¿Ahora que hice? Claro, si se puede saber.
—Eso mismo te pregunto yo a ti, Park.
Jimin frunció el ceño. Difícilmente Taehyung le hablaba tan seriamente.
—¿Qué pasa? Solo dilo.
Taehyung le miró todavía de brazos cruzados, indispuesto a hablar, como si estuviera pensando la mejor forma de decir las cosas.
—Tú... —Negó suspirando. —Sabes que nunca me ha importado lo que hagas con tu vida privada. Y que siempre te dije que debías buscar a alguien. Has estado solo la mayor parte del tiempo, y cuando Kim SeokJin apareció, siempre te repetí que no era buena idea...
—... Aún así te apoye, porque me importas. Pero te dije que cuidar así de él jodería tu cabeza.
—¿De qué hablas, Taehyung?
Su amigo rio levemente sin gracia. —No juegues conmigo Jimin, no como lo haces con él. No soy idiota y sabes a lo que me refiero. Te di tu espacio cuando no quisiste decirme nada de lo que pasaba con ese chico. Respete tu decisión porque es tu maldita vida y solo tú sabes lo que haces. Pero ya no puedo quedarme de brazos cruzados cuando continuas siendo un imbécil sin escrúpulos.
—No lo entiendo...
—¡Por supuesto que lo haces!
Jimin gruñó bajo, pero no reprochó nada. Sabía cómo era Taehyung cuando se enojaba, por lo que no deseaba desatar más su furia.
SeokJin. A su mente llegó la imagen del menor. Pero eventualmente negó, no podría saberlo, ¿o sí?
—Se lo que estas pensando, y si, lo sé todo.
Ello hizo que levantara su cabeza rápidamente, mirando a Taehyung con sorpresa y duda.
Su castaño amigo avanzó hasta sentarse descudiadsmente frente a él. Lo vio suspirar, antes de pasar sus manos por su rostro frustrado y fastidiado. —Ni siquiera quise quedar en medio de esto, no lo pedí, pero tampoco puedo hacerme el que nada pasa.
—¿Cómo...?
—¿Qué cómo lo se? —Enarcó una ceja en su dirección. —Adivina...
—... Te has comportado como un idiota, él tenía que buscar respuestas. —Se inclinó hacia el frente, mirándole fijamente. —No me importa lo que hagas con tu vida ni lo que hagas con él. —Hizo una mueca. —Supongo que, de una u otra forma, ya sabía que esto terminaría así. Sin embargo, no puedes seguir tratandole así. Jimin, sabes cuando lo odio, el que jueguen así con las personas. Tu estuviste a mi lado cuando...
Jimin sintió la tensión en su cuerpo aun cuando Taehyung no terminó la frase. Era verdad, Taehyung podría parecer un experto seductor, pero nunca había lastimado a una persona de esa forma, prefería ser claro y no dar falsas esperanzas. Una vez le habían roto el corazón y Jimin recordó como su amigo casi había terminado en el peor de los fines. Pero, no entendía porque le decía eso justo ahora.
—Estoy seguro de que la maldita ardilla en tu cerebro intenta seguirme el paso. Pero no es tan difícil, ¿sabes? —Bufó. —Parece que tu exuberante inteligencia no se extiende a otras áreas de tu vida. —... —Lo digo en serio Jimin, no puedes seguir jugando con él. Kim SeokJin podrá ser un insolente de primera, pero ni siquiera él se merece ser tratado así.
—¿Cómo te enteraste? —La pregunta aún flotaba a su alrededor, porque aquello era algo que sólo él y el mismo SeokJin sabían.
—Has lo que desees con tu vida, no me importa si es con él o con cualquier otra persona. Pero te estás aprovechando de su situación.
Lo sé, joder. Lo sé. Quiso decir.
–No me malinterpretes. SeokJin es lo suficientemente mayor para consentir lo que sea que ustedes tienen... Pero no podes seguir haciéndote el imbécil, ir, buscarle, y luego ignorarle como si no existiera, solo porque tu "moral" —Hizo énfasis con sus dedos. —No te lo permite.
—Pero tú lo dijiste. Tsk. —Chasqueó la lengua. —Me estoy aprovechando de él. —Dijo con molestia.
—No de él. De su situación desfavorable, si. No es un niño pero tampoco tiene experiencia. Si tan solo no le ignoraras y resolvieras sus dudas, eso estaría bien... Dejar en claro lo que quieres de él, y esperar si esta de acuerdo y lo acepta.
—Pero él...
Taehyung se puso repentinamente de pie, dando un pequeño golpe en el escritorio con la palma de su mano. —Nada de peros. Comportarte cómo el jodido hombre que eres y habla con él. Deja de ignorarlo. SeokJin consiente cada cosa que has hecho. ¡Le agradas, maldita sea! Incluso si él no lo sabe. Solo confrontalo y resuelve sus dudas.
Se dio la vuelta para marcharse, pero antes de que pudiera hacerlo, se detuvo. —Ah... Primero pregúntate qué es lo que tú quieres. Porque apuesto que ni siquiera lo sabes. Y habla con él...
Fue lo último que dijo y por fin dejó oficina.
Y finalmente, un par de minutos después, el mismo SeokJin le miró parado desde la entrada se su oficina...
...
—¿Pero estas de acuerdo con eso?
Él chico frente a él no le miró, pero pudo apreciar las mejillas sonrojadas cuando preguntó.
Finalmente, el menor asintió despacio, antes de susurrar. —Lo hago... Pero supongo que Hyung no... Por eso me evita siempre, aunque no entiendo porqué vuelve a hacerlo. Solo estoy confundido. —Frunció el ceño. —Él se niega a hablarme y por más que intento llamar su atención...
—¿Por eso viniste hasta aquí? ¿Necesitabas mi ayuda?
Nuevamente evitó su mirada, asintiendo. —Tú eres cercano a él. —Gruñó bajo.
Taehyung quiso reír por la forma celosa en que SeokJin dijo aquellas palabras, sin embargo, sabía que no era el momento.
Suspiró. Sin pedirlo, se había metido entre un lío sentimental, donde ningún de las partes estaba segura de lo que quería. O bueno, quizás sólo era el idiota de su mejor amigo, porque incluso si no lo aceptaba abiertamente, Kim SeokJin parecía tener certeza de lo que quería de Jimin.
Bien, incluso si no lo quería, tampoco se quedaría de brazos cruzados sobre la situación.
Se puso de pie, dirigiéndose hacia SeokJin. —Cómo sea. Intentaré ayudarte. Vamos...