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EXTRA 1.3– JJ MAYBANK Y RAFE CAMERON
Rafe reajustó su chaqueta color azul cielo mientras miraba a la puerta por la que iban a a salir. La estúpida corona de pinchos enormes que Rose llevaba en la cabeza no le dejaba mirar desde dentro si Charlie estaba fuera o no.
Su padre entrelazó su brazo con el de Rose y ambos posaron incluso antes de ser vistos para después comenzar a caminar fuera de la casa. Acababan de nombrar a Ward Guardián de los Caballeros del Rododendro. Todo un honor.
Rafe había mirado mil veces su móvil esperando la respuesta de Charlie a su mensaje en el que le exigía que moviese el culo para llegar cuanto antes al club. Todavía no había respondido. Tenía esa asquerosa manía que Rafe no soportaba de mirar los mensajes en notificaciones y, sin embargo, contestar horas después. Así conseguía que él estuviera comprobando cada dos minutos que ella le hubiese contestado al final o no.
Al llegar al exterior, todos comenzaron a aplaudir. Rafe sintió el peso de las miradas de todos y cada uno de los presentes mientras se imaginaba estando en el puesto de su padre en un futuro. ¿Quién sabía? A lo mejor de mayor tenía un puesto en la isla como el de su padre, casado con Charlotte Thornton, y siendo un hombre exitoso. Sonaba bien.
Sólo faltaba que su padre no lo tratara como si fuera estiércol en algunas ocasiones. Sólo tenía ojos para su hijita Sarah. Ella no merecía todo ese aprecio, ella no hacía nada por la familia. Rafe sí.
Wheezie y ella caminaban detrás de él, con los brazos entrelazados también. Ni siquiera era la opción de alguna de sus hermanas. Aunque si lo pensaba bien, se lo tenía bien merecido. Pero eso tampoco le quitaba el sueño, si era sincero.
Nada más salir, buscó a Charlie con la mirada. Sonrió en cuanto la vio. Estaba al lado de la valla del porche junto a Topper y a Kelce. Estaba deslumbrante.
Sarah y él fueron directos a ellos y su hermana no tardó en correr con una gran sonrisa hacia Charlie. La abrazó con fuerza y Charlie, cuando se separaron, miró a Sarah con los ojos muy abiertos.
—Estás preciosa.
Rafe pensó que aquel adjetivo se aplicaba más para ella que para su hermana.
—¿Pero te has visto? —replicó Sarah—. Vas increíble. Tengo que ir a saludar a algunos, ahora vengo.
Entonces, afortunadamente, se alejó de Charlie y la dejó sola para él. Mientras, Topper se acercó rápidamente a Sarah y la interceptó. Rafe a veces pensaba que Topper era muy pesado, no conseguiría nada si actuaba de esa manera con su hermana. Topper era muy pegajoso y se obsesionaba con las chicas que le gustaban. Sin embargo, Sarah se cansaba con facilidad de los chicos y solía desecharlos como si nada. La imagen que Rafe tenía de ella era una palabra que era mejor no pronunciar.
Rafe se acercó lentamente a Charlie, que dejó de mirar a su hermano y a Sarah hablar, y la miró de arriba a abajo sin poder evitarlo. Llevaba un vestido largo de tirantes. Era color beige y tenía encaje de flores muy pequeñas en algunas partes de color crema y azul. Era un vestido muy elegante, y le sentaba como anillo al dedo.
Llegó hasta ella y la miró a los ojos sin poder evitar sentirse emocionado de estar allí con ella.
—¿Cómo va la fiesta?
Su respuesta le sorprendió.
—Quiero apuñalar a todos.
Eso le hizo mucha gracia. Charlie, en realidad, no haría daño ni a una mosca. Pero algo parecía molestarla lo suficiente como para decir eso. Rafe supuso que se trataba de los Pogues. La noche anterior JJ Maybank le había hablado como si fuera una mierda y ni Kiara ni Pope la defendieron. Los dos últimos estaban allí presentes esa noche, y en ese momento miraban en esa dirección. Charlie debía referirse a ellos.
—No te llenes el vestido de sangre —le recomendó él, bromeando—. Sería un desperdicio teniendo en cuenta lo encantadora que te ves.
Ella sonrió con sinceridad al escuchar eso, mirándolo a los ojos. Rafe no se cansaría jamás de verla sonreír. Charlie se acercó a él y pasó sus manos por su espalda para juntarlo a ella, y después le dijo:
—Me alegro de que te guste el vestido. A mi me gusta el color de tu traje.
Rafe rascó su oreja mientras arrugaba la nariz, intentando no soltar una carcajada. Pues claro que le gustaba el color de su traje, lo había elegido por eso mismo. Sabía que el color favorito de Charlie era el azul cielo, era por eso que su esmoquin era de ese mismo color.
—Me gustas más sin vestido de todas formas —contestó él.
—Pues tendrás que esperar.
Él alzó las cejas con sorpresa y agarró su mano. Ahora que ella había dicho eso, no quería esperar.
—He escuchado que ahí dentro hay un baño de lo más cómodo, y...
Charlie soltó una carcajada genuina y tiró hacia el lado contrario del que le llevaba Rafe, sin soltar su mano.
—Vamos a beber algo, anda.
Pero Sarah volvió de hablar con Topper en un lugar más apartado con expresión enfadada y molesta. Los dos fruncieron el ceño y Rafe miró a Kelce, que también se había dado cuenta.
—Iré a hablar con él—avisó separándose de ella y encontrándose con Kelce para ir hacia Topper.
Llegaron hasta donde Topper se había quedado con expresión muy seria, y Kelce le entregó un vaso con alcohol.
—Tío, ¿qué ha pasado?
—Cállate, Kelce —le dijo Topper de mala manera mientras agarraba el vaso.
Rafe sabía que Topper no le hablaría así a él, así que, con otro vaso que había agarrado yendo hacia allí en la mano, se puso frente a Topper y le preguntó:
—¿Todo bien?
Topper bebió del vaso y Rafe palmeó su brazo.
—¿Todo en orden? ¿Eh? —sabía perfectamente que eso no era así.—Venga, esta noche vamos a ponernos ciegos.
Mientras anochecía esa misma tarde, John B y JJ sacaban el bote de la marisma mientras intentaban llegar a tiempo a la fiesta estival. Tenían todo preparado.
—¿Listo? —le preguntó JJ a John B mientras pisaban arena y comenzaban a andar.
—¿Te puedes creer lo de la fiesta? —preguntó ahora su amigo.
JJ, vestido con ropa barata y algo sucia y con una gorra en la cabeza, miró hacia el frente, donde, a unos metros de ellos se podía ver la casa donde se celebraba la fiesta estival en ese instante. Se escuchaba música y la voz y risas de mucha gente. También se podían ver las luces que salían de allí. Parecía divertido, pero era todo un mundo de falsedad.
Lottie estaba allí.
JJ se encogió de hombros.
—Pues claro. Como todos los años. —miró a su amigo—. Da igual lo jodidos que estemos los demás.
Comenzaron a andar de nuevo hacia ese punto, y JJ cuestionó:
—A ver, ¿cuál es el plan, exactamente?
—Tienes que darle esto a Sarah —John B le entregó un papel doblado.
—¿Puedo leerlo? —preguntó comenzando a deshacer el doblado para leer algo.
—No, no puedes leerlo —respondió John B con molestia.
Pero JJ leyó un poco igualmente, y frunció el ceño.
—¿Quién es Vlad?
—¡Tío! ¡Hazme caso!
Una luz se encendió en la cabeza de JJ y algunas de sus neuronas funcionaron en ese instante.
—Un momento, ¿estás con Sarah Cameron?
—¿Te quieres callar?
—¡Te la estás ligando!
—Oye, lo estoy haciendo por todos. ¿Vale?
JJ no respondió mientras seguían andando, pero sonrió con burla.
—¿Qué? —le gritó John B con impaciencia.
—Nada. Gracias por dar la cara por el equipo —dijo JJ sarcásticamente, sabiendo las verdaderas intenciones de su amigo.
—En fin...
JJ paró en seco para poder cambiarse de ropa antes de llegar a un punto donde le pudieran ver en la casa. Sacó la corbata negra y la puso en su nuca para después dejarla caer sobre su pecho. Debía disfrazarse de camarero y entrar en la fiesta para poder hablar con Sarah y darle el papel que John B le quería entregar.
¿La razón verdadera por la que JJ quería participar en ese plan? Fácil. Charlotte.
La noche anterior había sido muy duro, no había podido dormir apenas pensando en lo que ella pensaría de él en ese momento. Cuando vio que Rafe, Topper y Kelce se comportaban como lo hacían con ellos, y ver que Charlotte, aún así, seguía bien con ellos, le puso furioso. ¿Por qué? No lo sabía. Pero pensar en que Lottie lo defendía para después no estar en su bando al cien por cien simplemente lo enfadó.
Pero sabía que ella no era como ellos, y se había equivocado al gritarle lo que le gritó la noche anterior. Debía hablar con ella. Necesitaba hacerlo.
—Estate quieto —le dijo John B, y le ayudó a ponerse la corbata mientras JJ se abrochaba los botones de la camisa blanca.
—Se lo doy a Sarah y ya, ¿no?
—Sí, dáselo a Sarah. Es importante...
—Vlad, ¿verdad? —dijo JJ mirando a John B intentando no reír.
John B no respondió, se agachó y sacó la pistola de la mochila que JJ había traído.
—¿Estás de coña?
—No, no estoy de coña.
—¡Como te pillen con ella irás al trullo!
JJ miró a John B unos segundos y después se quitó la gorra.
—Vale. Pero si es una trampa, será tu culpa.
John B lo miró con los ojos entrecerrados y después elevó ligeramente su comisura derecha. JJ lo miró con confusión.
—¿Te crees que no te conozco lo suficiente para ver qué pasa? —le espetó John B.
JJ no entendió nada, así que se quedó callado y lo miró con esa expresión de incertidumbre y curiosidad.
—Lottie —aclaró John B—. Te gusta.
JJ abrió mucho los ojos. Entonces comenzó a reír de manera falsa y negó con la cabeza.
—¿Pero qué dices? —bufó—. Qué chorrada. Es una niña mimada.
—¿Y? Te mola.
JJ arrugó la nariz simulando que la sola idea de pensar eso le asqueaba. Pero John B, como era obvio, no fue engañado.
—Vamos, JJ. Eres mi mejor amigo desde tercero de primaria. ¿Crees que no sé cuando una chica te gusta? No te atrae, recalco, te gusta. —JJ iba a objetar, pero John B siguió hablando—. He visto cómo la miras.
—¿De qué coño hablas?
—Tío, no paras de ponerle ojitos siempre que no te mira. Y, créeme, ella te mira de la misma manera.
JJ intentó ignorar la manera en que de repente su corazón comenzó a latir con más rapidez. Y, por supuesto, también intentó controlarse para no preguntarle a John B con emoción cuándo había notado eso por parte de ella.
—No me gusta, y aunque lo hiciera, ella está con Rafe.
—¿Por qué importa eso? Tú puedes acabar con ella si quieres.
JJ sonrió con suficiencia. Eso podía ser cierto.
—Vamos —John B subió y bajó las cejas repetidas veces—. Te pone muchísimo. Te pone cachondo.
—John B, soy yo el que dice esas cosas. No me quites el puesto —puso los ojos en blanco.
—Es la realidad, amigo mío. —John B le entregó el chaqué negro que se tenía que poner. Estaban locos—. Lottie te la pone dura.
JJ no entendía por qué John B de repente le estaba diciendo todas esas cosas. ¿Eran ciertas? Posiblemente. Pero no se lo diría en voz alta.
—Y te sientes culpable porque ayer le hablaste mal. Ya me lo has dicho, así que no me lo puedes negar. Y algo me dice que no sólo te pasa eso. Si no que se trata de am...
No pudo decir nada más porque JJ le tiró la ropa que sobraba a la cara con mucha fuerza. John B rió, sintiéndose satisfecho de haberle enfadado. JJ le empujó y, sin decir nada más, comenzó a andar hacia la fiesta. Esperaba que el plan saliera bien.
Aunque más que nada, esperaba que Lottie le perdonara.
En ese instante, Rafe se dirigía hacia Charlie en la pista de baile. Ella en ese instante bailaba con Wheezie, Scarlet y Sarah. Las cuatro habían bebido a lo largo de la tarde y ahora reían mucho.
La canción que Rafe le acababa de pedir a la banda que tocaba en la fiesta comenzó a sonar y sonrió cuando vio la reacción de Charlie: sonrió con los ojos muy abiertos y aplaudió en voz baja emocionada. Le encantaba Steve Lacy.
Él le sobresaltó colocando sus manos en su cintura. La giró para obligarle a mirarlo y la miró de cerca con intensidad.
—¿Bailamos?
Ella asintió sin pensarlo dos veces y juntó sus manos con las de él. Se acercaron más el uno al otro y empezaron a moverse al ritmo de la música de un lado a otro.
—Es «Dark Red» de Steve Lacy —dijo ella, asombrada.
—Lo sé. Te gusta esta canción.
Comenzaron a dar vueltas alrededor de la pista de baile y entonces más personas se unieron a bailar aquello de manera más íntima y romántica. Aunque ellos no lo sabían, en ese momento Kiara miraba a ambos con cara de desprecio, no soportaba ver a Lottie con Rafe. Y Pope también miraba de reojo mientras negaba con la cabeza.
Wheezie y Sarah se miraban con diversión, y Cynthia bebía de su copa de champán sin quitarles los ojos de encima con una ceja alzada. No estaba escuchando a los Sanderson, que le hablaban de la empresa que habían fundado.
Charlotte no prestaba atención a todas esas miradas porque Rafe en ese instante le susurraba al oído la letra de la canción, y estaba cayendo en una hipnosis de la que sólo él podría sacarla.
Rafe cantaba la letra con voz ronca y baja, sonriendo cada palabra como suya. Sabía que era una de las canciones favoritas, y era por eso que se la sabía. Quizá a él al final también le gustaba porque se sentía identificado en el fondo.
Ella le siguió la letra, cantándole también a él, aunque ella reía de vez en cuando, y Rafe pensó que le habría gustado quedarse de ese modo para siempre.
Cuando la canción terminó, todos aplaudieron y pronto la banda que tocaba cambió de canción a una más movida. Charlie y Rafe salieron de su trance. Él sonrió y se acercó a ella para besarla en los labios delante de todos ellos.
—Voy a ver qué hace tu hermano. No queremos que se tire por la ventana porque Sarah no está con él.
Ella asintió sin decir nada, y Rafe se giró para ir en busca de Topper. El mayor de los hermanos Thornton era muy dependiente de la hermana mediana de Rafe. Quizá era hasta obsesión. Pero Rafe no dudaba que Sarah no era precisamente una buena novia para él.
En ese momento, JJ estaba ya dentro de la fiesta. Iba vestido como un camarero, aunque bastante diferente a los camareros reales que estaban allí presentes, y caminaba mirando q a todos lados. La primera persona que debía encontrar era Sarah, y si encontraba a Sarah, encontraría a Charlotte. Y si encontraba a Charlotte, podía disculparse con ella.
Caminó entre la gente intentando hacerse paso, pero el señor Dunleavy le paró y JJ quiso gritar de la frustración.
—¿Sí?
—Un whisky con tónica.—le pidió con amabilidad.
—Marchando, señor Dunleavy. Ahora mismo.
El señor Dunleavy asintió y se dirigió a su mujer de nuevo, así que JJ caminó hasta Sarah, que en ese instante bailaba junto a Wheezie, riendo.
Se acercó por detrás y le tocó el hombro. Sarah se sobresaltó y miró a JJ con sorpresa.
—¿JJ?
—Sí —asintió JJ poniendo su dedo índice en los labios indicándole que no hablara alto. Y se giró, dándole la espalda, para después sacar la nota de John B, o mejor dicho, Vlad. Se la enseñó mirándola por encima del hombro.
—¿Qué?
—Traigo... —la miró de frente y le dio el papel— una nota de Vlad.
Entonces le chistó bailando y colocándose detrás de ella, juntando sus espaldas, poniendo su dedo índice en los labios de nuevo. Le gustaba el dramatismo.
—De... —comenzó a decir Sarah.
—Sí.
Sarah también lo miró por encima del hombro sin separar sus espaldas, y entonces sonrió.
—¿De Vlad?
JJ finalmente se separó de ella y la miró de frente, asintiendo.
—Sí.
—Vale —Sarah rió.
—Tú léela —la señaló y le guiñó un ojo.
Sarah, ahora más emocionada que antes, se giró de nuevo a su hermana y sus amigas sin caber en su asomo.
JJ buscó con la mirada a Lottie y nada más comenzar a mirar alrededor, dio con ella. Pero lo mejor era que ella ya le estaba mirando. Estaba parada en mitad de la pista con la mirada fija en él.
JJ sonrió para sus adentros y caminó lentamente hacia ella. Se dio el capricho de analizarla de arriba a abajo y admirar lo guapa que iba. Ella solía ir guapa, incluso cuando no se arreglaba, pero esa noche era el triple.
Ella se cruzó de brazos mirándolo con incredulidad y JJ llegó hasta ella con una sonrisa pícara. Rezó mentalmente para que el enfado de Lottie no durara demasiado.
—Princesa —le encantaba llamarla así—, te ves decente esta noche.
Decente no era como ella se veía. Se veía espectacular. Pero por razones obvias no se lo diría en voz alta.
—No puedo decir lo mismo —respondió ella con desprecio.
Pero entonces vio que ella miraba su cara, y con ello, sus heridas. JJ era consciente de que debía tener las marcas del los golpes de la noche anterior y de esa mañana también. Su padre lo había recogido de la comisaría nada más le avisaron de que JJ estaba allí, y cuando entraron en el coche, le pegó una paliza. Incluso más fuerte que las anteriores.
Le seguían doliendo, eran muy recientes.
Pero como ella no sabía todo eso, simplemente cambió de tema y no preguntó.
—¿Qué le has dado a Sarah?
Él le tendió la mano sin dejar de sonreír.
—¿Te apuntas a un rato a solas conmigo?
Pudo ver lo nerviosa que se puso al escuchar eso. Miró la mano de JJ y después su rostro repetidas veces.
—¿Qué?
JJ se puso más serio que antes.
—Necesito hablar contigo, princesa.
Pero Lottie lo miraba con mucha desconfianza, y JJ lo entendía. Pero no tenía mucho tiempo y quería arreglar las cosas con ella enseguida. No bajó la mano.
—Vamos, Lottie. No te haré daño.
Nunca se lo haría.
¿Por qué? No lo sabia. Pero jamás querría hacerle daño. Quizá sí que le gustaba, quizá era más que atracción, como John B le había dicho. Pero eso daba miedo.
—No, sólo me gritarás y me dirás que estás harto de mi y no sé qué mierda más me dijiste el otro día.
Golpe bajo. Lo peor es que tenía razón. Tenía toda la razón del mundo. Él había sido demasiado duro, lo admitía.
Chasqueó la lengua y bajó la mano finalmente. Miró a otro lado colocando su cabello hacia atrás con la mano. Ella lo siguió mirando de manera juzgadora. Se lo merecía.
—Te quería hablar de eso —dijo él, confesándose—. Quizá me pasé un poco ayer.
No era del todo la disculpa que ella se merecía, pero era mucho viniendo de JJ Maybank. Lottie debía tomárselo como un cumplido.
Ella rió con amargura.
—¿Un poco? Te pasaste cinco pueblos, JJ. Me hiciste sentir como una mierda y tus amigos tampoco negaron nada de lo que dijiste.
—¡Estaba nervioso! Fueron tu novio y tu hermano los que nos golpearon, ¿recuerdas?
Le seguía enfureciendo que Lottie pasara por alto lo que los kooks hacían. No siempre era todo culpa suya.
—¡Pero yo no! —touché—. Y te recuerdo que en esta guerra que tenéis ninguno de los dos bandos sois precisamente inocentes. Sigo en mi línea, no me pondré de parte de nadie.
JJ comprendía que para ella no era fácil elegir un bando. Es decir, había empezado a juntarse con ellos desde hacía poco y JJ le pedía que se olvidara de su hermano y de su novio. Pero, n ¿cómo no podía ver ella la clase de personas que eran esos dos? ¿No lo veía o no quería verlo? Seguramente era la segunda opción.
Ella suspiró y agarró la mano de JJ tras mirar a todas direcciones, dándose cuenta de que todos los miraban con curiosidad en ese instante. Lo llevó un poco más lejos de la pista de baile, cerca de una ventana de la casa.
En ese mismo momento, Rafe, a lo lejos junto con sus amigos, miraba con los ojos entornados a Charlie y a JJ Maybank hablar juntos, más apartados, demasiado cerca.
—¿Nos acercamos? —dijo Kelce, enfadado.
—Espera —respondió Rafe sin perder la compostura, luego sonrió de lado—. Es mejor que se acerque él.
JJ miraba su mano entrelazada con la de Lottie y se sorprendió al sentir una punzada en el estómago. No era dolor, era como un cosquilleo. Ella soltó sus manos rápidamente, incómoda, y JJ salió de ese trance en el que había entrado. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué se había sentido así?
—Verás, puede que me sienta mal por lo que te dije... puede que no dijese lo que sentía. —definitivamente, no sabía cómo disculparse—. No me gustaría que me lo tengas en cuenta.
—¿Por qué iba a tener en cuenta que siempre me estés repitiendo que soy una kook de corazón que jamás cambiará? No veo razón.
JJ intentó no perder la paciencia ante el tono sarcástico que estaba empleando Lottie en él.
—JJ, estoy harta, y te lo digo en serio, harta, de que siempre se me juzgue por las acciones de otras personas. Soy mi propia persona.
Él asintió. Y habló con toda sinceridad posible.
—Lo sé, princesa. —después se acercó más a ella para que nadie le escuchara—. La busca del oro se ha retomado. Quiero que nos ayudes. Bueno, todos lo hacemos.
Esa mañana, antes de ser arrestado, había hablado con Pope y Kiara sobre lo que le diría a Lottie en cuanto la pudiese ver para que se uniera al grupo de nuevo. Lo de «Vlad y Val» había sido un aliciente para ello.
Pero Lottie era más orgullosa y tenía la cabeza más dura que los pectorales de Thor.
—¿Por qué haría yo eso?
Le gustaba hacerse de rogar, al parecer.
—Porque eres nuestra amiga, ¿no? Lottie en el arrabal —le recordó.
Ella entrecerró los ojos.
—Me siento mal, princesa. Pero no me hagas pedírtelo más veces porque me arrepentiré.
—Paso de ayudaros a encontrar un tesoro que ni siquiera me beneficiará a mi.
—Lo hará —respondió él rápidamente, acercándose más. Claro que ella se llevaría una parte—. Tú tendrás tu parte. Eres una más. Hasta Sarah está metida en todo este lío.
Aunque él tampoco quería darle una parte del oro muy grande a Sarah. Ella no lo necesitaba, y no la consideraba tanto del grupo como a Lottie.
—¿Sólo confías en mi porque John B lo ha hecho con Sarah? —ella sólo pensaba mal de él y le daba la vuelta a todo.
JJ resopló, cada vez más hastiado de la actitud de Lottie. Estaba siendo más difícil incluso de lo que se había imaginado que sería esa conversación antes de que sucediera.
—Verás, princesa, esta mañana he llegado a la conclusión de que realmente tú eres una Pogue más. Sólo te falta potenciarlo. ¿Vale? Confío en ti.
Decidió que era momento de irse y que si lo dejaba así, sin darle tiempo a responder, Lottie no podría evitar acabar perdonándole. Así que rápidamente le sonrió y se acercó a ella para después darle un beso en la mejilla, que era lo mínimo que quería hacerle después de verle con ese vestido.
Rafe, al ver eso, no aguantó más y comenzó a caminar hacia ellos sintiendo que su cabeza comenzaba a hervir de la ira. Lo iba a matar, lo iba a matar.
—Quedamos en Rixon's para hablar. —le decía JJ, muy sonriente.
Se giró y caminó hacia otra dirección, pero entonces se topó con Rafe y Kelce. Rafe puso sus manos en los hombros de JJ, y éste se tensó con nerviosismo. La había cagado.
—Me gustaría que me trajeras un Mai Tai, amigo.
De amigos no tenían nada. Eso era seguro.
—Sí, Pogue, que sean dos —asintió Kelce.
—Ya, es que ahora mismo estoy liado —JJ intentó salir de allí como podía—. Vais elegantes. Bueno, ah... tengo un par de pedidos que hacer, así que... ¿por qué no vais a esperar a la barra?
Rafe lo miró de reojo, queriendo parecer amigable, aunque por dentro quisiera destrozarle la cara a puñetazos.
—No... —dijo Kelce—. Preferimos que nos los traigas tú.
—Bueno, pues entonces tendréis que esperar. Hasta entonces, que disfrutéis del picoteo.
Pensó que eso serviría hasta que Rafe se giró hacia sus amigos y les indicó con la mano que se acercaran.
—¡JJ va a invitarnos a un picoteo! ¿Verdad?
JJ señaló la mesa de canapés.
—Sí, por aquí tenéis cosas para picar —mientras él la señalaba, caminaba más cerca de la casa para poder entrar. Pero más kooks le acechaban y Rafe estaba muy cerca—. ¿Vale? Ahora vuelvo.
—La verdad es que vamos a entrar contigo —dijo Rafe comenzando a mostrar su enojo— para asegurarnos.
Lo agarró de la camisa y JJ, al notar eso, comenzó a correr al interior de la casa.
—¡Ven aquí, desgraciado!
Iniciaron la persecución y JJ pensó que quizás los planes estúpidos no eran tan eficaces siempre. O sí.
Había besado a Lottie en la mejilla. No había salido tan mal.
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SÓLO QUEDA UN EXTRA
Ninguna dijo exactamente cuándo pregunté de qué iría este extra: «Midsummers» o «La fiesta estival» pero una de vosotras escribió que quizá era cuando JJ le gritaba esas cosas a Lottie y cuando Rafe le pide que sea su novia. No es ninguna de esas dos, pero era Justo lo que había entremedias, así que era lo que más se acercaba.
Por eso, @CarlaLanzani , este extra se te dedica.
No pasa nada porque no lo adivinarais, era difícil. Pero podemos volver a intentarlo para el último extra de esta temporada.
Así que, ¿qué escenas creéis que serán en el próximo extra? Pista: Volverá a ser de JJ y Rafe a la vez, y será por el final.