Uno para el otro (Levi Ackerm...

By Cristillumibu

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Temporada 1: Terminada Temporada 2: En marcha Intenta no morir en un mundo en donde un movimiento en falso si... More

I Experience
II Star
III Control
IV Hurt
V Mission
VI Smile
VII Energy
VIII Daring
IX Child
X Dream
XI Free
XII Disaster
XIII Folder
XIV Truths
XV Doubts
XVI Torture
XVII Barn
XVIII Fear
XIX Limbo
XX Poisoning
XXI Blue
XXII Letter
XXIII Black tea
XXIV Green
XXV Trees
XXVI Souls
XXVII Destiny
XXVIII Motivation
XXIX Progress
XXX Promise
XXXI Hypothetical
XXXII Fire
XXXIII Welcome
XXXIV Inferno
XXXV Opportunity
XXXVI Mist
XXXVII Worthy
XXXVIII Impulse
XL She
XLI Melancholia
XLII Traitor
XLIII Rage
Epílogo
Segunda temportada
I Alive
II Old Friends
III War
IV Past
V Cruelty
VI Warmth

XXXIX Conviction

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By Cristillumibu

El convencimiento de parte de Reiner a Ymir es un acto que termina en una velocidad vertiginosa, con un resultado igual de increíble.

Era de mi conocimiento creer, por las lenguas entre la legión, sobre la apariencia inteligente de Ymir, siempre capacitada a pasar sobre las problemáticas de forma virtuosa, siguiendo, además, sus ideales.

Por ello mi sorpresa es mayúscula cuando soy testigo de su brazo a torcer con facilidad, apenas pensando su respuesta ante la mención de Krista.

Es la desilusión que corroe cada uno de mis sentidos, la fe que se ve atacada ante el exterminio de una potencial aliada, de una persona capaz de voltear la balanza al favor de la legión.

—¡Ymir! —. Luego de unos instantes donde Eren permaneció pasmado en escalofriante silencio, este le grita a la morena. —¿Quién es el enemigo en realidad? —. Insiste con vacíos ademanes que resaltan en humor ante sus miembros humeantes, todavía hechos muñones.

Varios temas se han dejado en el aire, con respuestas ambiguas.

Es como si ellos estuviesen hablando en clave, dispuestos a colocar unas fichas sobre la mesa, pero sin el mapa que sirve de guía.

—¿Quién sabe? —. Compaginada con los enemigos, hace que mi ceño frunza, no por el dolor de cabeza, si no que por el malestar psicológico de la situación.

—Reiner...—. Toso cuando la voz se me corta y apenas se escucha, intentando pronunciar aquel amargo nombre lo suficientemente fuerte como para él me escuche.

Un hilo de sangre cae desde las comisuras de los labios.

—¿Qué quieres? —. Sé que mi estado físico es deplorable, pero sus ojos fríos no presentan ninguna pizca real de preocuparse que llegue viva a su tan aclamado hogar.

—¿Por qué estoy aquí? —. "Guardar fuerzas" me exige el sentido común, pero la incertidumbre y curiosidad me ahoga de a poco, sumergiéndome en aguas turbias. Reiner, en una reacción que no esperaba, sonríe con pena. —Dijiste en el muro que no tenías tiempo, ahora veo que lo tenemos, ¿no? —. Es el único hilo lógico a que sostenerme en estos momentos, en un ganar o ganar. De un caso, obtendría información referente a su gusto de repente hacia mi y, al mismo tiempo, conseguir tiempo para la paulatina regeneración de mi amigo y, al parecer, único aliado. Eso sí, a cada minuto que pasa, mi estado físico se ve perjudicado, colindando en un malestar en ascenso.

—Eres un capricho en búsqueda desde hace mucho tiempo—. En un tintineo que hace el equipo tridimensional cuando mueve su torso hacia mi ya recostado cuerpo sobre la rama, agotado, soy testigo como sus claros orbes destallan en respuestas que no tiene.

—¿Puedes dejarte de juegos y dignarte a no hablar idioteces? —. Eren salta en un mal tono, acercándome a mí con rapidez y arrodillándose a mi lado. Su rostro, contraído en una molestia que no es dirigida hacia mi aunque sus orbes centellantes se centran en mí, de seguro, pálido rostro.

—Está bien, está bien—. Le digo en voz baja a Eren, dejando reposar mi palma en su muslo. Me duele el pecho y la garganta me pide agua. A pesar de ello, le dedico una leve sonrisa a mi amigo con la intención de no preocuparlo, a una de las personas mas importante en mi vida.

—¿A qué te referías con sicarios? —. No tengo que desperdiciar palabras, mi mente está deshecha en cansancio como para seguir perdiendo las oportunidades, por ello y al enterarme de la poca información que se escapan de los labios ajenos, soy directa con mis preguntas.

—Uhm—. Titubea Reiner, buscando la mirada de Bertolt, quien no parece interesado en realidad sobre el asunto. —Gente que con dinero es capaz a traicionar a su pueblo, dispuestos a asesinar por míseros trozos de pan—. En falsa gracia suelta.

Hincho el pecho, reteniendo todo el aire en los pulmones, soportando a la vez las ganas palpitantes de gritar de exasperación.

—¿Tú hablando de traición? —. Eren me abraza, incorporándome para posicionar mi rostro en su pecho, cosa que agradezco en silencio. Los latidos de su corazón logran desconcentrarme del dolor y su respiración guía la mía, otorgándome calor corporal a mi frío cuerpo.

—Lamento haberte mentido, (T/N), me siento culpable ahora que lo pienso. Te mentí en el muro—. El ángulo me permite observar el rostro desde debajo del rubio, que es retenido por un calmado Bertolt, apuntando como fuego su vista hacia su compañero, advirtiendo precaución. La boca del rubio se cerra de inmediato, cortando la conversación o revelaciones. Titubeando continúa: —S-Supongo que tendrás que acompañarnos para responder cada una de tus cuestiones, si es que...—. Retrocede en su decisión de soltar la lengua. —No seas impaciente, estás aquí y te llevaremos hacia tu verdadero hogar, con o en contra de tu voluntad—. Alza los hombros en símbolo de despreocupación.

Retenida y sin opciones a mis manos para escapar.

—Te protegeré, (T/N), aunque sea lo último que haga—. Me susurra Eren, aprisionándome en sus brazos en un gesto protector cálido. —No dejaré que estos idiotas te lastimen, que te lleven. No dejaré que mueras—. Sus palabras son amortiguadas por mi cabello.

—No seas tonto—. Agradezco su intención, su afán por estar a mi lado—. Yo debería decir aquello—. Estoy cansada, pero no puedo dormir.

—No puedo creer que tengas todavía la maltrecha bufanda—. Escucho su apagada risa sobre mi cabeza, sintiendo, además, el tirón en mi cuello, donde se enlaza en la parte posterior del cuello el tejido amarillo.

—Me recuerda que, al final del día, pertenezco a algo, a la legión, que tengo un... propósito—. Mascullo, con el peso en mis hombros, con la voz áspera y ronca.

Mis dígitos acarician la piel de sus brazos, pidiendo con todas mis energías permanecer a su lado, sin perder el conocimiento, por lo menos el tiempo suficiente como para ver a Eren a salvo.

—Lo tienes, ¿verdad?, entonces no te duermas, espera unos minutos a que tengamos la oportunidad—. Menciona, zarandándome hasta que me quejo en voz baja.

Perdida debe estar mi apariencia.

Dependeré de la adrenalina para levantarme, para seguir luchando sin desmayarme a la primera.

Me permito descansar mi cuerpo entre el agarre de Eren, quien susurra, contándome sucesos de su vida, historias que alguna vez escuchó en lugares borrosos, a veces inventando sucesos que no le da pena admitir al momento de terminar con el retrato.

En primera instancia le sigo la narrativa, contestándole, pero a cada lento minuto la voz se me pierde, solo escuchando.

Los movimientos percibidos por mi al sonar los equipos de maniobra llaman nuestra atención, pero él sigue.

—No es hora de darnos por vencidos—. Anima en una calma que reconozco como falsa, pero que si no lo conociese bien me habría convencido. No respondo. —Saldremos victoriosos de esta—. No le quiero decir las ínfimas posibilidades que tenemos, o que tengo, de sobrevivir. No quiero arruinar todo su esfuerzo de otorgándome tranquilidad artificial.

—Levántense, tenemos que partir—. Reiner se acerca hasta posicionarse en nuestra rama, estando tan cerca que mis ganas de propinarle un golpe certero en su rostro se multiplican. Alargo el cuello para verlo al rostro que llama por unos golpes.

—¿No dijeron que partiríamos en unas horas, donde la oscuridad se apoderase del cielo, con los titanes tranquilos? —. La imagen sobre nuestras cabezas rebosa de colores alegres, antecedente de la falta de sentido al cambio de planes, hasta que la ilusión estalla en mi ser.

No tengo una claridad sobre cuantas horas hemos permanecido aquí, en el enorme bosque, más, de seguro el suficiente para poder llamar como animal en celo con feromonas, a la legión, rápida y astuta.

Pero por eso necesitamos...

Tiempo.

—Levantémonos, no hay nada que podemos hacer, tenemos que aceptarlo—. Me escabullo en sus brazos, resintiendo cada extremidad de mi cuerpo cuando me levanto, tambaleante. Varias costillas deberé tener rotas por la fuerza del agarre de Bertolt, algunas quemaduras que podría tener a la exposición.

Dándole la espalda a Reiner, en total confianza, me veo guiñándole un ojo a Eren de forma cómplice, tendiéndole la mano para que se levante.

Sin embargo, dándole aprobación a su impulso, él se ve en la fuerza de estallar la pelota que se veía acumulando con el tiempo, terminando con la intercepción de su cuerpo contra el fornido pecho del rubio, en un limpio movimiento veloz.

Me preocupo al ver lo cerca que están del borde de la rama, pero casi no alcanzo a reaccionar cuando Eren es lanzado con brutalidad a un costado, donde lo recibo en una mala postura, en crujidos acompañados a dolores agudos.

Ignorando el suceso, mi amigo reitera los ataques, dirigiéndose al rostro masculino de uno de los enemigos de la humanidad, obligándolo a dejarlo inconsciente de un golpe en la nuca.

Retengo las malas palabras, viendo el lánguido cuerpo de Eren.

Lo hubiese acompañado a golpear a Reiner, solo para darles más opciones a la legión, que deben estar moviendo tierra y cielo para devolver el ataque.



Hola!!!!

El capítulo anterior no tuvo un mensaje porque mi plan era publicar un capítulo al otro día, pero una cosa llevó a la otra y recién aparecí. 

Tengo que explicar unas pequeñas cosas, o adelantar, más bien. 

Como podrán ver, ya casi estamos llegando al final de esta larga travesía de actualizar los capítulos, cosa que me provoca mucha felicidad y nostalgia, y bueno, tengo varios capítulos escritos que faltan por revisar, sin embargo, planeo publicar éstos rápidamente para ponernos al día. 

Esto me podría llevar algunos días, pues esta semana ingresé a mi segundo semestre de universidad y caos mental es el que tengo. 

Y otro anuncio que tengo es respecto el capítulo LEMMON, que tendré que borrar porque no coincide con la historia, no descarto, de todos modos, en un futuro escribir uno y mezclarlo en los capítulos. 

FALTA POQUITO!!!! <3 

Muchas gracias por leer y por sus mensajitos, amo mucho <3

Por cierto, Tokyo Revengers me tiene TT


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