Nubes de tormenta [LCS #2]

Od Ineskyblue

67.3K 11.2K 7.7K

Unos meses después del día que lo cambió todo, los chicos intentan volver a sentirse fuertes. Para ninguno es... Více

Epígrafe y Booktrailer
Capítulo 1: Lejos
Capítulo 2: Intenciones ocultas
Capítulo 3: Ocultos
Capítulo 4: Independiente
Capítulo 5: Fingir
Capítulo 6: La canción
Capítulo 7: Hermético
Capítulo 8: Amigos
Capítulo 9: Reencuentro
Capítulo 10: Shots
Capítulo 11: Pertenecer
Capítulo 12: Dudas
Capítulo 13: Un mal día
Capítulo 15: Nube
Capítulo 16: Adiós
Capítulo 17: Okay
Capítulo 18: Diferentes pero reales
Capítulo 19: Opciones
Capítulo 20: Estar mejor
Capítulo 21: Esperar
Capítulo 22: Inseguro
Capítulo 23: Cambios
Capítulo 24: Besties
Capítulo 25: Ella
Capítulo 26: Mejor
Capítulo 27: Nostalgia y caos
Capítulo 28: No puedo
Capítulo 29: Terco
Capítulo 30: Por ti
Capítulo 31: Paz
Capítulo 32: Sin constelaciones
Capítulo 33: Un beso
Capítulo 34: Siempre
Capítulo 35: Respaldo
Capítulo 36: Lo correcto
Capítulo 37: Colores verdaderos
Capítulo 38: Superhéroes
Capítulo 39: Dos opciones
Capítulo 40: En casa
Capítulo 41: Aventura
Capítulo 42: Declaraciones
Capítulo 43: Orgullo
Epílogo
Nota
Especial Navidad ★

Capítulo 14: Espacio

1.8K 252 244
Od Ineskyblue


LAURA

—¿Estamos solas? —pregunto al cruzar su puerta y ver que todas las luces están apagadas.

—Sí —asiente quitándose el abrigo.

Creo que no hacen falta más vueltas que las que ya dimos, ambas sabemos por qué estamos aquí y el alcohol en mi cuerpo me ha hecho olvidar lo nerviosa que me tiene mi falta de experiencia.

Después de todo, no puede ser tan diferente, salgo con dos chicos bisexuales y siempre le he dado buen uso a mis dedos.

Dejo a mi cerebro vaciarse de cualquier tipo de pensamiento y, dejando lugar solo a los impulsos, la tomo de la mano para acercarla a donde estoy.

Observo sus ojos oscuros, muy bien delineados, a pocos centímetros de los míos desafiarme con la mirada. Ella dijo que dominaría la situación, pero ahora no estoy tan segura de querer dejar que lo haga.

Levanto mi mano para pasar los dedos por su hombro, su piel color canela es muy suave, demasiado, provoca muchas ganas de lamerla por todos lados.

Quiero quitarle la ropa, necesito verla, pero comencemos con un beso.

Llevo mi mano por su cuello hasta la parte de atrás de su cabeza y la atraigo hacia mí con un solo movimiento rápido, al que su cuerpo reacciona de inmediato tomándome por la cintura para pegarme a ella.

Tal vez yo tomé la iniciativa, pero ella se encarga de poner el ritmo de inmediato, uno muy lento y caliente, enredando su lengua con la mía y caminando mientras me besa para hacerme llegar a su habitación.

Su mano se mete suavemente por debajo de mi ropa, a la altura de mi cintura siento sus dedos acariciar mi piel mientras se meten hacia mi espalda y una vez dentro de su habitación, con la puerta cerrada, me atrae desde atrás para que no haya distancia.

Baja su mano por sobre mi pantalón hasta mi trasero para enterrar sus dedos allí, fue muy directo, como si ya lo hubiese pensado, como si lo estuviera deseando.

Me aparto de su boca para bajar mis besos por su cuello, solo trae un sujetador, sus pechos se ven muy presionados allí como si quisieran escapar, me encanta cómo se mueven cuando ella lo hace, he estado viéndola desde que se quitó la camiseta en la fiesta y voy a aprovechar mi libertad para probarlos ahora.

Uso mis manos para, con una caricia lenta hacia su espalda, desabrochar el sujetador y sentarme en la cama con ella sobre mí. En cuanto sus pechos quedan a la altura de mi rostro siento la humedad en mi entrepierna, junto con el cosquilleo intenso que me hace presionar las piernas para intentar aliviarlo.

Paso mi lengua por su pezón y ella gime muy bajito de inmediato, se pone duro, creo que los míos también lo están porque la ropa ya comienza a molestar, necesito que las dos estemos desnudas y tengamos acceso a todo el cuerpo de la otra.

Me aparto para quitarme el abrigo y el top, apenas lo paso por mi cabeza ella me empuja para que me recueste en la cama y juntar mis pechos al centro para poder pasar su lengua de uno a otro con más facilidad.

Los chupa fuerte, al punto justo en el que el placer es grande pero no duele. Eso es lo increíble de esto, las dos sabemos cómo es perfecto, cuál es la fuerza, el ritmo y los puntos exactos de mayor placer.

Se aleja para quitarme los pantalones y las bragas, y en cuanto lo consigue me voltea para dejar mi trasero hacia arriba y volver a subirse sobre mí.

Comienza por besar mi espalda, es lenta y decidida, los rastros de su lengua se sienten húmedos y calientes a la vez. Pero eso solo es preámbulo, a ella solo le interesaba llegar a mis nalgas para besarlas y morderlas a su antojo, se siente muy bien ese pequeño dolor de sentir sus dientes en mi piel, me está excitando mucho más de lo que ya estaba, por lo que no pasa mucho tiempo para que mis caderas se muevan sin mi consentimiento.

En cuanto lo nota se levanta y me jala para dejarme sobre mis rodillas, me indica que me ponga más atrás así que apoyo mis manos en el respaldo de su cama mientras ella separa mis piernas y mete su cabeza entre ellas por debajo.

Su lengua me encuentra demasiado rápido, me toma por sorpresa y casi dejo caer mi peso sobre su cara, aunque creo que eso era lo que pretendía.

Sus manos van otra vez a mis nalgas, creo que quedó claro cuál es su parte de mi cuerpo favorita, las sujeta con fuerza mientras mueve mis caderas hacia adelante y hacia atrás acompañando los movimientos perfectos de su lengua recorriendo cada rincón.

Mis ojos ya se cerraron, me encanta la forma en la que sus manos me tocan, con seguridad y firmeza, y quiero tocarla de la misma forma.

Volteo mi posición, volviendo a sentarme sobre su cara, pero esta vez viendo hacia donde está su cuerpo, ella acomoda sus brazos para poder volver a poner sus manos en mi trasero, que ahora tiene a su vista, me dejo caer hacia adelante, ella aún trae su falda y no tengo la libertad de movimiento para quitársela, apenas soy consciente de lo que hago porque el placer me tiene la mente bastante anulada.

Mis movimientos no son certeros, pero de todos modos me las arreglo para subirla y hacer a un lado sus bragas.

Dejo a mis ojos observar la humedad escurrir de su interior, quiero probarla, tocarla y todo lo que pueda hacer con ella.

Entre mis propios gemidos y con los ojos entrecerrados deslizo mis dos dedos por el sitio de dónde proviene toda esa humedad, los dejo deslizarse dentro muy lentamente y en cuanto ella gime en mi propio coño es que llevo mi lengua al suyo.

Es increíblemente excitante sentir su cuerpo retorcerse debajo del mío, y lo es aún más que entre los gemidos y las contorsiones no detenga el movimiento de su lengua. Observo a mis dedos entrar y salir de ella, el ruidito que hacen, lo mucho que parece disfrutarlo, y mis propias caderas aceleran sus movimientos sobre su boca.

Me quiero correr, y quiero hacerlo ya, mientras nos comemos el coño una a la otra.

Ella desliza sus dedos en mi interior por primera vez, lo mojada que estoy se lo hace muy fácil y ella sabe perfectamente dónde tocar para hacer que me corra rápidamente. Pierdo un poco el ritmo de lo que hago para ella porque el intenso orgasmo estalla de pronto sin dejar lugar a más nada, solo a mí, moviendo mis caderas sobre su lengua mientras ella sigue metiendo y sacando sus dedos muy intensamente.

Es increíble como cuando tienes un orgasmo tu respiración se detiene, y solo puedes recuperarla en cuanto te apartas, así que eso hago. Me doy un minuto de recuperación mientras me dedico a ella por completo, vuelvo a meterle los dedos, y a moverlos dentro mientras recupero el ritmo con la lengua.

Ella vuelve a acomodarme para poder tocar mi trasero, sujetarlo con fuerza, darle algunos azotes. Eso me enciende nuevamente, en un instante, siento el cosquilleo entre mis piernas otra vez justo al tiempo en que intensifico el movimiento de mis dedos y la hago correrse casi sin darme cuenta.

Sus piernas se cierran, y sentir sus muslos alrededor de mi cabeza solo hizo que me excite más.

Quiero más, hacerlo otra vez, sentir su lengua y sus dedos, pero ella tiene otros planes.

Se pone de pie para quitarse las bragas y la falda, y me empuja a la cama de regreso, con mis piernas abiertas y completamente expuesta.

La imagen de su cuerpo desnudo, sus labios inflamados y su cabello desordenado es perfecta, y entonces todo es claro:

Amo a las mujeres.

Se sube sobre mí entrecruzando nuestras piernas, tengo mucha flexibilidad para abrirlas y eso lo hace fácil, así que no puedo evitar el gemido en cuanto mueve sus caderas y nuestros coños mojados se tocan uno con el otro.

La sensación es perfecta, entre más se mueve más cerca estoy de perder el control. Sus pechos se mueven contra mis muslos, sus caderas hacia atrás y hacia adelante y sus ojos fijos en mi rostro mientras con su mano va directo a mi trasero otra vez.

Mis caderas también se mueven un poco, la forma en la que nos estamos frotando encontró su ritmo perfecto y las dos estamos gimiendo bastante fuerte, siento que es muy pronto para volver a correrme, pero al mismo tiempo no aguanto más.

Lo hacemos a la vez, los espasmos de nuestros cuerpos nos delatan al igual que los gemidos acompasados, y en cuanto ella detiene los movimientos siento que ya no puedo más.

Fue increíble, mucho más de lo que esperaba.

Ella se deja caer a mi lado con su pecho subiendo y bajando por su inestable respiración.

—Eres adictiva, Laurita —murmura soltando una risita.

Sí, no te acostumbres, no volverá a ocurrir. —pienso, pero me río como única respuesta mientras intento acompasar también los latidos de mi corazón acelerado.

______

Dormimos poco, ella más que yo porque a mí me costó mucho dormir sin los chicos. Consideré varias veces subir los tres pisos que nos dividen, pero pensé que sería un poco grosero para ella cuando le dije que me quedaría aquí. La idea no es generar incomodidad, y mucho menos ahora que seremos compañeras de trabajo.

Además ella me cae bien como amiga, tuvimos mucha química anoche y estuvo muy bien, pero tengo muy claro dónde está mi corazón y no quiero que ella confunda las cosas.

No sé cómo decirlo sin que se sienta mal, tal vez solo esperar a ver cómo reacciona y de qué forma me trata, y si veo que sus intenciones son otras ya se lo aclararé.

Debí hacerlo antes, lo tengo claro, pero ahora ya es tarde para pensar con claridad.

A lo Laura, primero la cago y luego veo cómo lo arreglo.

El primer día de trabajo estuvo bien, es una galería de arte a la que suelen venir los grupos de colegios, y lo que tenemos que hacer es una visita guiada, como soy nueva y aún no me aprendo el recorrido Alanna lo hizo todo hoy, yo solo la acompañé y fui muy simpática y agradable.

Tuve un rato para el almuerzo y luego al instituto, para cuando Leandro pasa por mí siento que llevo siglos sin dormir, pero de todos modos me ofrezco a hacerle la cena al llegar a casa porque además de cansado se ve triste por pelear con Elai.

—¿Cómo estuvo tu noche? —pregunta Aimée dejando un beso en mi mejilla cuando viene a la cocina por un poco de agua.

—Super bien, ¿la tuya? —respondo obviando la insinuación.

—Lo normal, dormir acompañada, despertar sola y con mentiras, cosa de todos los días —murmura con ironía.

—Deberíamos seguirlo —propongo, en tono despreocupado.

—No estoy tan loca, gracias —niega con una risa.

—A ver, aquí nadie piensa que él te engañe, sabemos que no, por lo tanto lo que oculta puede ser algo peligroso para él, tenemos que cuidarlo.

—Prefiero no llegar a eso, pero si decido enloquecer y volverme una psicópata te avisaré y lo haremos juntas. —Vuelve a reír mientras deja el vaso en su sitio otra vez, y mientras se detiene a ver como pongo agua en una cacerola agrega—: No cocines, ya pedimos comida, Elai escogió por ustedes.

Ella regresa a la sala y mis ojos se pierden allí por un momento, Elai y Aidan están sentados en el mismo sofá, no hay distancia de cortesía, de hecho sus piernas están una contra la otra con total comodidad, se ve la confianza.

¿Será que ya tuvieron sexo? No tengo idea de cómo terminó la noche para ellos porque yo no estaba y Lean se durmió, pero no tengo derecho a preguntar, cada uno con su libertad y...

Mierda, es que Aidan es una competencia demasiado fuerte. Es muy hermoso, es inteligente y tan tierno que hasta yo quiero abrazarlo.

Pero a Elai no le gusta eso, ¿verdad? Los chicos tiernos no son lo suyo... ¿O sí? Bueno, Lean es muy tierno y sí es lo suyo, creo que más bien las chicas tiernas no le van, ¿hay diferencias en sus gustos entre chicos y chicas? Ojalá y no le gusten así, justo como Aidan.

Qué hipócrita soy... no me merezco estas dudas, como sea me las tragaré y no diré absolutamente nada.

Actúa natural, Laura, los tres somos libres pero seguiremos amándonos.

Aimée y Santi bajaron por la comida, Lean aún está en el baño, lo que dejó a Elai y Aidan solos por un momento.

Quiero escuchar de qué hablan, qué es lo que los hace reír tanto, por qué siento su química desde aquí, y entender la sensación tan fea que genera eso en mi interior.

El chico mira a Elai como si fuera el ser más maravilloso del universo, lo ve con admiración, le brillan los ojos y se siente nervioso solo por su presencia. Lo entiendo, eso genera Elai, es inevitable.

Pero de algún modo es recíproco, a Elai le agrada, se siente cómodo, y me preocupa porque es obvio que si el chico se enamora de él y se lo demuestra, es probable que consiga el mismo sentimiento de su parte.

Él mismo me lo dijo, no sabe rechazar el amor, sentirse amado le despierta sentimientos de inmediato.

Suena a que es egocéntrico y narcisista, pero lo conozco, y por eso me preocupa la situación, porque para enamorar a Elai solo hace falta demostrarle tu amor.

¿Cuánto tiempo pasará para que ese chico se enamore de él? Me siento estúpida por generar esta situación solo para acostarme con Alanna.

Pensar en que Elai iba a acostarse con cualquier tipo por ahí, me tocaba un poquito el ego, pero no me preocupaba. Esto es diferente, es muy peligroso.

Sin embargo, calladita me voy a quedar, no seré tan hipócrita de hacer una escena de celos cuando pasé la noche con otra persona. Si él quiere tener algo con ese chico, me tendré que aguantar.

Dejo de hacer ruido para poder escuchar un poco lo que dicen mientras busco unas bebidas.

—¿Estás seguro? —pregunta Aidan, riendo.

—Completamente —afirma Elai—. No te rías, es verdad.

Sin embargo, el rubio no deja de reír.

—Tendrás que demostrarlo, no lo creeré hasta que no lo experimente.

Eso sonó sugerente, o no sé, tal vez solo tengo la mente sucia.

—¿Y qué me darás si tengo razón? —provoca Elai, seguro de lo que sea que está diciendo.

—Lo que me pidas, lo juro.

—¿Seguro? —insiste.

—Sí, si lo que dices llega a ser verdad te daré lo que me pidas, sin excepción.

Elai se ríe, ese tipo de risa confiada que te hace dudar hasta de tu propia existencia.

—Eso fue poco inteligente de tu parte, eres muy ingenuo.

—¿Y eso acaso es un defecto? —se defiende fingiendo indignación.

—En este ambiente sí, voy a tener que enseñarte a mentir —afirma su punto Elai.

—Seré un buen alumno de lo que sea que quieras enseñarme.

Ya, eso sí fue con doble intención, esta vez no estoy imaginando nada.

Soy idiota, definitivamente, ¿Para qué estoy escuchando esto? No solo estoy invadiendo su privacidad, también estoy potenciando mis propias inseguridades.

No tengo derecho a decir nada, ni a molestarme, ni a emitir opinión. Solo silencio y aguantar, es lo justo, así tiene que ser.

—¿Qué pasa, Sirenita? —me interroga Lean irrumpiendo en la cocina, viendo que estoy parada allí sin hacer nada.

—No... quería interrumpir —murmuro haciendo un gesto hacia la sala con mi cabeza.

—Elai me dijo que no tendría nada con Aidan, por el trabajo —me comenta tomando las botellas de jugo que dejé sobre la mesa.

—Tiene derecho igual, ¿No?

—Sí, claro —afirma, pero suena igual de inseguro que yo.

—Lo vi seguirte a la habitación, ¿Lo arreglaron?

—Sí, ya está todo bien —sonríe levemente.

—¿Cómo lo haces? Conmigo se molesta por más tiempo, no es justo.

—No lo sé, él fue a buscarme para arreglarlo, porque nosotros no peleamos —presume sacándome la lengua como niño pequeño.

—Son bien cursis, ya lo imagino —digo, para de inmediato imitar sus voces—: "Lo siento", "no, yo lo siento más, te amo, no sé vivir sin ti", "también te amo, bebecito hermoso".

—¿Celosa de que a mí me perdona rápido y a ti no? Soy su favorito, todos lo sabemos.

—Yo soy la favorita de los dos, cállate —protesto, arrojándole un paño de cocina que había sobre la barra.

—¿Y quién es tu favorito? —inquiere antes de dar su veredicto.

—Tú, pero no se lo digas, porque si él pregunta la respuesta cambia.

Leandro se ríe y me arroja el paño de regreso, dándome justo en medio de la cara.

Por fin salimos a la sala, los chicos siguen riendo y no dejan de hacerlo cuando llegamos, por suerte, sería incómodo que cortaran el clima.

—Hola —saluda Lean a Aidan, ya que cuando entró no lo hizo.

—Hola —le responde con mucha más timidez de la que estaba expresando hace solo un momento.

De hecho, hasta le baja la mirada, su actitud corporal ha cambiado por completo, se ve demasiado intimidado ahora.

—¿Cómo va la canción? —se interesa Lean, siendo sociable como siempre, ocupa su lugar junto a Elai y pasa un brazo por su hombro para atraerlo a él.

—Va muy bien, pero es muy personal la letra y me hace sentir expuesto.

—Nadie sabrá que es personal si tú no lo dices —le responde Lean, volviéndolo simple.

—Hay canciones de Aimée que tienen significados que nadie sabe —lo apoyo metiéndome en la conversación.

—Constelaciones habla sobre sexo —confiesa Elai, y el chico cambia su expresión por completo.

—Acabas de arruinar mi canción favorita.

Todos nos reímos, pero él parece intentar procesar la información.

—Pero... ¿cómo es que...? —intenta buscar la lógica.

—Fue una metáfora que surgió en un viaje que hicimos —explica Elai—. Tal vez le dije que alguien la haría ver las estrellas, y le mostraría todas las constelaciones.

—Cuando dices "alguien", ¿Te refieres a Santiago? —pregunta para sorpresa de todos.

—Yo no... dije nada —se excusa el pelirrojo rápidamente.

—Vi a Santiago ese día, ¿Recuerdas? Yo sé que él es el chico de la sudadera roja que las fans están desesperadas por encontrar.

—¿Y aún así dijiste que te gusta Aimée frente a todos? —pregunto sin ocultar la sorpresa—. Eso es tener valor...

—Estaba borracho, no me lo recuerdes, gracias —murmura volviendo a bajar la mirada, justo en el incómodo momento en que Santi y Aimée llegan con la comida.

Como que se tardaron mucho, ¿No? Sé que son diez pisos, pero el ascensor es rápido.

——————

Después de la cena Elai se ofrece a llevar a Aidan hasta el hotel, solo queda a dos calles, pero dos calles a una hora que aún está medio concurrida son complicadas para un chico con el nivel de reconocimiento que tiene Aidan.

Bueno, espero que sea por eso, no lo sé, me genera como una sensación de presión en el estómago que intento disimular con toda mi fuerza de voluntad.

"Él tiene derecho de hacer lo que quiera" —me repito una y otra vez dentro de mi cabeza—. "Te ama, no dejará de hacerlo".

—¿Todo bien? —pregunta Elai antes de salir.

Ya, no estoy siendo buena en disimular.

—Super cansada, ya nos vamos a la cama —le sonrío y le robo un besito aprovechando que Aidan está en el baño—. Abrígate bien que está helado afuera, y ten cuidado al regresar.

Él no está nada convencido con mi respuesta, no me correspondió el beso y no parece nada contento con la situación.

Mierda, es que de verdad lo estoy intentando, ¿Por qué tengo que ser tan evidente?

—Te esperamos —agrega Lean con una media sonrisa, tan fingida como la mía.

—No, no me esperen —responde de forma fría y distante—. No sé por qué me están haciendo esto, pero se están equivocando, los dos.

—¿De qué hablas? —pregunto, sorprendida por su cambio de humor.

—Fue idea de ustedes, no mía. Les dije que no lo necesitaba, pero ustedes quisieron fingir que lo hacían por mí y que todos éramos lo suficientemente maduros, y ahora el tipo de manipulación que están intentando sobre mí es horrible.

—Nadie intenta manipularte, no te hemos dicho nada, eres libre de hacer lo que elijas —lo contradice Lean, y aunque yo encuentro que Elai tiene razón, obviamente no fue intencional.

—¿En serio? ¿Y entonces por qué parece que van a llorar? ¿Por qué me miran como si les estuviera rompiendo el corazón cuando solo estoy hablando con alguien?

—Tú puedes hacer lo que quieras y nadie te hará ningún reclamo, no eres responsable de lo que sintamos —aclara Lean, que obviamente se siente en la misma situación que yo.

—Ese es el punto ¿Sabes? Si ella lo hace, te da morbo, si yo lo hago te pongo inseguro —responde, con mucha seguridad en sus palabras—. Desde que me fui solo siento que ustedes van por un lado, y yo voy por otro, ustedes confían uno en el otro con los ojos cerrados, pero si yo hablo con otra persona ya creen que me voy a enamorar de él y los voy a dejar de querer.

—Es que... Elai, tú eres increíble, eres demasiado para quien sea, incluso para nosotros —digo, al ver que todo este planteo va en serio.

—¿Y qué culpa tengo de que me idealicen? ¡No confían en mí! Me están haciendo sentir culpable por algo que ni siquiera hice.

—No tienes la culpa de nada, tal vez solo no estábamos listos para esto... Yo creí que sí, y me equivoqué, lo siento —se disculpa Leandro, pero no es suficiente para la molestia de Elai.

—Pero con ella no te equivocaste, ¿Verdad? De hecho, tú no tenías inquietud de estar con otras personas, solo aceptaste porque era lo que ella quería y ahora te arrepientes.

En cuanto lo dice volteo a ver a Lean, que baja su mirada a sus pies dejando en evidencia que las palabras de Elai son ciertas, lo que me hace sentir peor, porque otra vez el drama se trata de mí.

—No te haré cargo de mis inseguridades, lo siento, de verdad —murmura aún sin levantar la mirada.

—No, lo siento yo —se disculpa Elai, pero su tono aún es frío—. Me esfuerzo muchísimo porque todo esté bien, pero estoy cansado de tener que estar demostrando todo el tiempo que los amo de verdad, que no confíen en mí me duele.

—Yo confío en ti... —aseguro sintiendo bien fuerte el nudo en el estómago, esto no acabará bien, e incluso antes de que lo diga ya me duele.

—Y por eso te quedaste escuchando lo que hablábamos desde la cocina, ¿Verdad?

—No tiene nada que ver, yo confío en ti, que sea chismosa es otro asunto.

No responde, pero su expresión denota claramente que le vale mierda mi argumento. Luego de lo que pareció una eternidad, da un paso atrás, con la mirada en el suelo y un tono demasiado triste.

—Lo siento, pero no me estoy sintiendo cómodo, necesito espacio.

—¿Espacio? —pregunta Lean sin esconder lo rota que se oye su voz.

—Sí, espacio, distancia, un poco de tiempo —especifica Elai, viéndose igual de triste pero sin llorar.

El nudo que estaba en mi estómago ahora está en mi garganta, y mis ojos se vuelven húmedos muy rápido sin mi permiso.

—Nos estás dejando —lo corrijo limpiando mi rostro con ambas manos.

—No, o sí, no lo sé... No me siento parte de ustedes, y esto no tenía que ser así.

—Está bien, tenemos un problema, ¿Entonces te vas? ¿Ni siquiera intentas solucionarlo? —reclama Lean, que no se molesta en ocultar el dolor que esto le genera.

—Intento solucionarlo, por eso necesito distancia.

—¿Cómo...? ¿Cómo lo solucionaríamos a la distancia? ¡Si eso fue lo que nos dividió! ¿Qué estás haciendo, Elai?

Aidan sale del baño y ya no podemos hablar, pero aquí nada ha quedado resuelto.

Él no puede dejarnos así, no es posible.

—Hablamos mañana... —murmura dándose la vuelta sin decir nada más.

Bueno, en realidad sí puede, él no tiene apego por nadie, si algo lo daña simplemente... se va.

Y nosotros lo dañamos.

—¿Sabes qué es lo peor? —pregunta Lean en cuanto la puerta se cierra y solo somos él y yo—. Que él tiene razón, no ha dicho ni una sola mentira.

—Lo sé, lo arruinamos... —coincido con apenas un hilo de voz. 

________

Hola Pollitos 🐣

Que capítulo tan... ni sé, todo bien y luego todo mal :( 

Deja un emoji de color  verde si tienes la esperanza de que nuestra bello trío sobreviva a esto 🐢💚

Los quiero ♥

Besos mil besitos 💋

Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

72.4K 6.2K 27
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
220 65 17
Y ella vivía en una de esas burbujas, creadas para protegerse del exterior y su maldad. Pero ella olvidó que las burbujas se rompen y te dejan caer e...
83.8K 22.4K 99
2️⃣ ⚜SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA LEGENDARIOS⚜ ⛔⛔⛔Prohibido leer sin haber terminado "Mientras te Observo", primera novela de la saga. Obra protegida por...
1.3K 71 32
Un día como cualquier otro, Robin despertó sobre el pasto con los ojos pesados. No recordaba nada, ni si quiera su nombre. Lo único que la hizo levan...