Lunes. El tan esperado día llegó, mi maleta está lista, aunque vuelvo a revisar por si se me llegara a quedar algo. Bajo mi maleta y una mochila, me encuentro con mis padres y mi hermana, me esperan para desayunar juntos. Muy tierno por parte de ellos, me tienen un pastel riquísimo esperando por mí.
El desayuno es alegre, pero por momentos un poco nostálgico, pareciera que me fuera por un semestre completo. Voy a darme los últimos arreglos, para ya irme a la universidad, desde ahí nos llevará un bus hasta el aeropuerto.
-Estoy lista –digo con una sonrisa. –Ya es hora de irme…
-Yo te iré a dejar –dice mi madre. –Despídete de tú padre y Jess. –corre un mechón de mi cara. Asiento.
-Pastelito –dice con cariño mi padre. –Te voy a extrañar, debes cuidarte mucho –arquea su ceja. –Debes disfrutar, conocer, divertirte y obviamente estudiar… Te amo hija, te lo mereces –besa mi frente.
-Gracias papá –sonrío enternecida. –Lamento no estar en tu recuperación, debes de seguir las indicaciones, eh –le advierto. –Obedece a mamá –lo abrazo fuerte.
-Basta… tampoco se va de la casa –interrumpe Jess. –_____, ¡Tienes que traerme algo! Un italiano no estaría mal –ríe picara. –que te vaya bien hermana, disfrútalo, que sea una experiencia INOLVIDABLE –me abraza.
-Gracias Jess –digo riendo. –Un italiano tendrás –mi padre me mira de manera acusatoria. –Te quiero idiota.
Les doy un último abrazo y camino al auto, no quiero imaginarme cuando me vaya de la casa, eso sí que será triste. Mamá ya me está esperando dentro del auto, me sonríe y arranca.
El trayecto a la universidad, es diferente al ambiente que estaba en la casa, es silencioso por ratos y por otros conversamos de algún tema en particular, cantamos también. Cuando llegamos ya puedo ver el bus que nos trasladará al aeropuerto, se puede ver que hay padres despidiéndose de sus hijos igualmente.
Busco a la jefa de mi carrera, es ella quien nos da las instrucciones, somos un grupo grande, mientras estamos reunidos ahí, dos chicas corren hasta mi para abrazarme y obviamente extiendo mis brazos para contemplar aquel abrazo.
-¡No podías irte sin despedirte! –exclama Cora. -¡Te vamos a extrañar!
Isa hace puchero. –Y yo a ustedes, no se les ocurra reemplazarme -las miro a ambas.
-¡Jamás! No podrás librarte de nosotras, te quiero ____ -Isa me dice tiernamente.
Las vuelvo a abrazar. –Las quiero amigas –digo.
-Disfruta por mí, anda a todos lados –Cora me dice. –Si no es mucho pedir tráenos unos italianos –dice con picardía.
Reímos. –Ya es segunda vez que me lo dicen…
Se quedan conmigo unos minutos, pero ya tienen que irse a sus clases, si que nos despedimos nuevamente y ellas se van. Firmamos unas últimas cosas, para ya comenzar a subir al bus, miro constantemente mi celular buscando algún mensaje de Zayn, pero nada aparece. ¿Por qué no me llama o me manda algún mensaje?, ¿se habrá olvidado?
Mamá me mira con ojos expectantes, ella debe haberse dado cuenta del por qué mi cara, bueno… debo de subirme al bus. Jeff pasa por mi lado y saluda a mi madre, ¡¿En serio?!
Me despido de mamá, le doy un abrazo apretado, al parecer ella no quiere soltarme, porque me cuesta despegarme de ella o tal vez soy yo. Quedo en llamarla cuando llegue.
Me siento al lado de una chica rubia con ojos verdes, sonríe amable cuando me siento a su lado. Sigo esperando algún mensaje y nada, me pongo los audífonos y la música comienza a sonar. Sin querer miro hacia atrás y veo a Jeff guiñarme, ¿De verdad?, ¿Qué se cree este tipo?, y más atrás está Ronald, lo saludo alegremente.
Tras veinte minutos de viaje para llegar al aeropuerto nos encontramos entregando nuestros boletos y los documentos necesarios, hacemos una fila para avanzar más rápido y entregar nuestro equipaje. Miro alrededor por si mi novio se le ocurriera aparecer, me decepciono al ver que eso no pasará, por mi parte decido mandarle un mensaje.
“Estoy a punto de subir al avión, ¡Te amo!”
Termino de mandarlo y sigo a los demás, para ya poder subir al avión, voy hacia donde está Ronald. Nos sentamos juntos, ambos estamos emocionados por el viaje, nos entrenemos viendo una película: “Los juegos del hambre.”
Pronto siento que hay mucho movimiento y varias personas hablando, alguien susurrando mi nombre, es Ronald tratando de despertarme.
-____, despierta –dice con voz suave. –Aterrizamos.
Me enderezo. -¿Tan luego? –claramente confundida.
Asiente. –Dormiste al menos dos horas. –ríe.
Sonrío. –Ya veo…
Tomo mi mochila, para así ya descender del avión, vamos detrás de la tutora, todos vamos por nuestros equipajes.
Ya una vez que todos tenemos nuestros equipajes, salimos del aeropuerto para subirnos aún mini bus que nos llevará al internado, nuevamente me siento con Ronald, vemos las calles de Roma, que por cierto es bellísimo. Me estoy enamorando de la ciudad, más de lo que estaba y sin ni siquiera conocerla, la arquitectura antigua que posee es atrayente, llena de historia.
Llegamos.
Bajamos del mini bus, la tutora que vino con nosotros se para en frente de nosotros y comienza dividirnos en los grupos. Son tres grupos de cinco, uno donde hay hombres, en el cual quedó Ronald, otro mixto, ya que no alcanzaba para dividirlo por géneros, y otro de mujeres, en cual estoy yo. El internado tiene diferentes bloques, el A, B, C y D.
Debemos ir al A, ese es nuestro bloque. Una chica sale a recibirnos, ella nos guía a nuestras habitaciones, seremos tres en una y otras dos estarán en otra habitación.
Nos entrega un calendario con las actividades, y horarios de las clases. Acomodamos nuestras cosas, para luego ir a hacer un tour por el lugar.
Una vez que volvemos a la habitación, llamo a mamá para decirle que llegué y contarle algunas cosas, cuando terminé de hablar con ella, me fijé que había un mensaje.
“Lo siento, quería irme a despedir, pero me quedé dormido. De verdad lo lamento. Te amo.” -Zayn
¿Dormido?, admito que me enoja saber que se quedó dormido, quizás sea dramática, pero… mi subconsciente y yo estamos enfurecidos.
-Nos harán una fiesta de bienvenida –dice alegremente Jane, una de mis compañeras de cuarto. -¿Van? –la otra chica asiente, y yo también.
-¿A qué hora comenzará? –pregunto.
-A las nueve. –contesta amable la chica.
-Tengo al menos tiempo para dormir. –respondo.
Tengo sueño, el mensaje de Zayn me gastó lo poco de energía que tenía. Sin más que decir duermo, cuando vuelvo a despertar ya son las siete de la tarde, solo hay una chica, cristine, me queda viendo cuando me levanto.
-Tienes mucha suerte –comenta ella. –Digo, por tener un novio como Zayn. –explica, seguramente por ver mi cara confundida.
-Sí, la tengo. –digo un poco indiferente.
-No quise incomodarte. –se disculpa.
La observo. –No, no te preocupes, es que aún tengo sueño. –sonrío. Finjo la sonrisa.
Voy al baño, para darme una ducha y aprovecho de hacer mis necesidades. El agua corre por mi cuerpo y me satisface, se siente bien, al terminar de secarme, vuelvo a la habitación, porque se me olvidó llevar la ropa. Al parecer no hay nadie, busco un vestido blanco que traje, lo complemento con zapatos bajos negros y una chaqueta negra.
Las dos chicas vuelven a la habitación y nos maquillamos juntas, para así ya bajar y comenzar con la fiesta.
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Gracias por leer, espero que les haya gustado. Estoy muy feliz, porque mi semana de inducción en la universidad, fue ¡Increíble!, espero poder escribir, porque ya saben se complica esto con los estudios :(