—Es un comienzo.
La nueva casa de verano de los Valentine estaba cerca del lago Nescal, bastante lejos de la capital.
Stan se movió deliberadamente a lo largo de medio día para evitar ser atrapado por el duque Valentine.
Comenzando temprano en la mañana y apenas pasando por el lago Nescal, vio algo volando sobre la montaña.
—¿Qué es eso?
—¿El duque Valentine?
Pasó tan rápido que creyó ver algo. Los hombres no los reconocieron, pero Stan los reconoció.
El hombre de cabello castaño y la mujer rubia que vuelan en el aire eran obviamente el duque y la duquesa Valentine, los padres de Siel.
Él había estado acechando a Siel y demostrando su vista de águila, pero instintivamente se dio cuenta de que ahora era el momento.
—Su Alteza, recibº una llamada de la capital para volver pronto.
Algo debía de haber sucedido en la capital. Escuchó el obituario del marqués Valdur a través de un medio mágico.
El hermano menor, que iba a ser el próximo Marqués Valdur, tuvo una muy mala relación con su hermano, quien murió después de beber. Así que no tenía que ocuparse del funeral.
—Dile que estoy herido y que no puedo ir.
Stan ordenó a sus hombres que lo hicieran y se miró la pierna.
«Quiero acercarme a Siel, pero necesito una excusa para hacerlo.»
Sabía que había un riesgo, pero esa era la única forma que Stan podía pensar.
—No se alejaría de un paciente con una pierna rota.
Si el Gran Duque, que estaba cazando cerca, llegó a la villa con una lesión en la pierna y después le echara, entonces habría una buena posibilidad de que la Reina Lotte incluso la empujara a casarse, diciendo:
- Mi hijo está herido gracias a ti.
Si eso realmente sucediera, Stan no tendría nada que temer. Antes de que Siel realmente empezara a tener una relación especial con Alex, de alguna manera debían encontrarse y tener una conversación adecuada. Stan tragó la saliva y miró al caballo.
El sol se estaba poniendo sobre la montaña. No enviaría al Gran Duque herido de regreso a esta hora tardía.
—Huh.
Con un largo suspiro, Stan saltó deliberadamente debajo del caballo sin siquiera usar una algo para que la caída fuera algo más leve.
—¡Ugh!
—¡Su Alteza!
Una tremenda cantidad de dolor entró en sus sentidos con un grito. Entonces los hombres llegaron corriendo gritando. Gracias a la caída intencional, su tobillo estaba torcido correctamente.
Los hombres llevaron a Stan a cuestas y estaban perdidos.
—Hay una villa de los duques Valentine por aquí.
Ya lo sabía, pero actuó como si acabara de pensar en ello. En una emergencia, sus hombres llevaron rápidamente a Stan al carruaje imperial y corrieron a la villa de los Valentine.
No tenía que preocuparse por la excelente medicación de su hermana. Stan también sintió un gran dolor en el tobillo, pero pensando que la linda Siel cuidaría de él, se alivió un poco.
