[Episodio 13] Historial sospechoso
—¡Ahhh!
Desperté gritando. La vista de la habitación de día me hizo sentir una sensación de deja vú y miré a mi alrededor.
Ya había pasado mucho tiempo desde que entré en el palacio del Príncipe Heredero, así que era hora de acostumbrarme, pero tuve una mala pesadilla.
Era el día en que Siel murió en la novela original. Alex, con una mirada de desánimo, sostuvo una espada contra mi cuello. Tan pronto como la cuchilla fría tocó mi cuello, incluso supliqué ayuda.
¿Por qué soñé con eso? Me agaché en la cama, temblando. Aún así, la conmoción del sueño aún persistía, sacudiendo mi cuerpo.
—¡Siel!
Alex corrió a mi habitación, tal vez escuchó un grito. Ni siquiera me había lavado la cara todavía, así que fue vergonzoso.
—¿Su Alteza?
Alex solo llevaba solo pantalones y con el pelo mojado. Tal vez acababa de salir de la ducha y corrió hacia aquí, olí un olor refrescante con mi nariz.
No quería mostrarle mi cara en lágrimas.
Me enterré debajo de la manta y escondí mi rostro.
—Nada, estoy bien.
—¿Qué quieres decir con que está bien? Parecías seguir teniendo pesadillas anoche.
Ahora que nos habíamos acercado, estaba asustada por las manos de Alex. Usualmente no era consciente de ello, pero estaba muy nerviosa.
Fue aterrador. Las escenas que vi en mi sueño aún estaban claras.
La mano de Alex se movió gradualmente hacia mí. Cuando una serpiente te muerde una vez, la segunda vez ya no querrás. Sabía en mi cabeza que Alex estaba a favor de mí ahora, pero mi cuerpo alejó a Alex por reflejo.
—¿Siel?
—Estoy bien, Alteza.
Lo siento. No estoy de buen humor hoy. Evité a Alex con mi mano en mi cuello.
Su cara se torció mientras estiraba su mano hacia mí. Estaba muy sorprendido y parecía bastante herido. Justo cuando Alex iba a volver a hablar, la puerta se abrió de repente y entró Maryl.
—Mi señora, es hora de despertar… ¡Saludos al Príncipe Heredero!
Maryl vino a despertarme como siempre, pero pareció sorprendida de ver a Alex en la habitación.
—¡E-esto!
—Nos vemos en el comedor más tarde.
La frente de Alex estaba distorsionada sin piedad. Luego se dio la vuelta fríamente sin decir ninguna excusa. Algo parecía estar mal, pero era demasiado tarde para detenerlo.
La puerta central se cerró de golpe. Además, la puerta se cerró con un clic.
Me pregunto si hice algo desagradable frente al preocupado Alex. Mi corazón se hundió porque pensé que estaba muy enojado.
—Señorita, ¿estás bien? ¿Por qué Su Alteza estaba aquí?
De hecho, técnicamente solo el prometido de alguien podía entrar a su habitación de esta manera, a pesar de que ni siquiera se había terminado de preparar el desayuno.
Pero yo no era más que una invitada valiosa. Maryl parecía muy sorprendida cuando el Príncipe Heredero estaba en mi habitación, sabiendo que entré en el palacio por mi hermana.
