Capítulo 13

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***

El carruaje que llevaba a mi familia pasó por una enorme puerta. Desde la ventana pude ver el emblema de un águila que simbolizaba la autoridad del imperio.

El palacio visto a plena luz del día era magnífico. Mirando el muro que retenía la historia del gran imperio, no podía sentirme más a gusto.

Por supuesto, no había razón para arrodillarse. Cuando entró el carro del duque Valentine que sostenía el eje del imperio, los soldados despejaron el camino sin siquiera comprobarlo.

—Así que ha pasado mucho tiempo desde que nuestra Siel ha visto el palacio, ¿no?

En realidad, había venifo aquí hace unos días, pero como era un secreto para mi padre, asentí con fuerza. Se decía que había entrado y salido varias veces antes de cumplir los cinco años, pero desde entonces, apenas lo recordaba.

—No recuerdo nada de mi infancia.

El Palacio Imperial era un lugar aterrador. Todavía no sabía de quién será la voluntad de Clara, pero no sabía qué pasaría si la dejara ir sola.

No podía evitarlo. No tenía más remedio que comprobar y protegerla. Me subí por la pierna de mi papá hasta llegar al lugar de mi hermana que estaba asustada y nerviosa.

—Quiero ver el interior del palacio. 

—Sí, echemos un vistazo por ti. 

Conocer a un emperador era tanto una crisis como una oportunidad. Si Clara, que carecía de nivel social, llamaba la atención del emperador, sería al menos mucho más fácil pasar al siguiente nivel.

En comparación, nuestra tímida hermana se miraba las manos con una cara muy sombría.

—¿No habré cometido un error el día del baile?

¿Qué era tan perturbador? Miré a Clara, sosteniéndola en su regazo.

A diferencia de mí, que culpaba a los demás solo por soplar el viento, Clara solía culparse por todo lo que le sucedió.

¿Qué podía hacer si estaba frustrada y nerviosa? A este ritmo, las cosas iban a ir muy mal. 

—¡No! No cometiste ningún error. 

—¿Cómo sabe eso Siel?

—Eso es lo que vi de principio a fin...

No debería haber dicho con orgullo que había observado, pero ante mi respuesta, mi padre inclinó la cabeza por un momento y se levantó y se sentó en frente de mí.

Mierda, me atraparon. Con una mirada sospechosa en sus ojos, papá entró en la interrogación, mirándome directamente a los ojos, que evitaban sigilosamente el contacto visual.

—Escuché de tu madre que Siel estaba en casa con Lewis ese día. ¿Qué está pasando aquí?

—¡Padre, eso!

Mamá podía engañarme más fácil, pero papá no podía engañarme. Quizás escuchó lo que estábamos diciendo, pero papá sacó la respuesta tan naturalmente sin mostrar ninguna sorpresa.

Me atraparon allí, y tuve que confesar todo lo que hice mientras estaba agitando las manos.

—Realmente quería verla debutar. Lo siento. 

—Padre, el Príncipe nos ayudó a pasar el día sin ningún problema. 

No me hagas esto, hermana dijo una cosa más sin ninguna razón.

—¿Su Alteza te ayudó?

Me alegro de no haberle hecho saber que conocí al conde Rubén en el proceso de encontrar los documentos.

El Men Se Me Propuso Where stories live. Discover now