—Nadie puede garantizar la vida de Clara a menos que yo misma entre al palacio.
En la historia original, la Reina Lotte hizo todo lo posible para dañar a la familia Valentine y, por extensión, al Príncipe Heredero.
De hecho, Clara, que se encargaba de identificar el veneno, fue acusada y envuelta en las conspiraciones imperiales y sufrió bastantes veces.
Irónicamente, fue Siel, quien había estado acosando a su hermana, la persona salvó a Clara.
Era una razón ridícula que odiara verla caer en manos de una reina que no fuera ella misma, pero no era exagerado decir que la mayor parte de los beneficios de la protagonista de Clara era estar bajo la protección de Ciel.
—¿No deberíamos simplemente retirar el apoyo al Príncipe Heredero?
Un suspiro salió de mi boca ante el contundente comentario de Lewis. Solo sabe una cosa y pero a la vez no lo sabe.
Al menos deberíamos endeudarnos con Alex para que podamos deshacernos de él sin problemas y estemos bien. Quizás porque todavía era joven, Lewis era torpe en todo.
—La reina imperial es el enemigo de nuestra familia.
—Así es. Si el Gran Duque Winterbaum asciende al trono, entonces realmente intentará usar su poder para tener a Siel, así que será mejor que lo apoyemos.
Izak, que odió durante mucho tiempo al gran duque Winterbaum, fue el primero en eliminar la opción.
Lo sentí desde el momento en que me miró, pero podía decir con solo mirar la actitud de Izak, el radar humano, cuánto le disgustaba Stan.
—¿Por qué le gusta nuestra idiota? No lo entiendo.
Mientras lo decía, Lewis estuvo de acuerdo con Izak.
—Cuando me asegure que esté bien y estable, me iré a casa.
No sabía cuándo, pero tenía el deber de ser el guardián de Clara.
Hasta ahora, cuánto esfuerzo he puesto en criar a mi hermana tan felizmente, para que pudiera sentirme aliviada viendo el final con seguridad mientras juegaba un juego de crianza de hijas.
—Creo que me sentiré aliviada cuando vea a hermana casarse sana y salva con una vida tranquila.
Mientras que mi hermana se casara con alguien, mi cuello estaría unido y el juego habría terminado. Qué plan tan perfecto era este.
—¿Eres la madre de Clara o algo así?
Lewis me miró fijamente en silencio. Tenía mucho que decir sobre eso.
—Entonces, ¿quieres que la vea ser estafada por otro bicho raro?
Lewis realmente sabe una cosa pero dos no. El talento de Clara, que podía parecer torpe pero incluso podía hacer que esa droga engañosa florezca, ciertamente generaría dinero. Si estuviera en manos de villanos, podría crear un enorme valor para ellos.
Si cayera en manos de Lotte, podría convertirse en la esclava de un traficante de drogas y ser manipulada por el resto de su vida.
Y no terminaría con solo la tragedia que le pudiera pasar a mi hermana. Si hubiera un tipo de droga en el mercado, este país sería un desastre en poco tiempo.
Todo lo que quería, era disfrutar de esta vida de cuchara de oro en paz. Para hacerlo, debía eliminar la más mínima amenaza para mi felicidad.
