Un accidente animal

sin escape

Se quedó inmóvil, miró a todos y una alarma sonó

-¡uno de los héroes a entrado al campamento! -los gritos se hicieron presentes en segundos y todos comenzaron a correr en dirección al Lolito con espadas, arcos y flechas

Sin pensarlo dos veces dio la vuelta y comenzó a ir por donde había venido, tomó varias vueltas para perderlos pero aunque esquivara las flechas una que otra llegó a enterrarse en su piel, sus alas se movían desesperadamente, pero por la mochila y porque su ropa no estaba adecuada para su cambió era difícil alzar vuelo, sin otra opción tiro su mochila en el suelo, tomó una de las flechas que lo rozaban y se encerró en una pequeña abertura. 

Ya al fin oculto de ellos, tomo su camisa y la rasgo donde sus alas pudieran salir, busco en su inventario su arco y un escudo, debía salir y si picaba para arriba se quedaría a la mitad ya que sus picos estaban muy gastados, debía salir por donde estaba mordisquitos, pero si iba por ahí era probable que encontraran a su niño, no podía arriesgarse así, a lo mejor tomaba el camino largo por los túneles que sus amigos ya habían creado al minar, pero se arriesgaba a que encontraran sus casas o una entrada al pueblo... debía huir sin arriesgar a todos, lo pensó unos segundos más cuando el ruido de unas voces se acercaba a su escondite, rápido, que debía hacer ¿crear otra salida?, no, lo seguirían y tal vez lo atrapen antes de que pudiera escapar, los murmullos cada vez eran más, la única forma de escapar era arriesgar al gigante de metal o que tuviera suerte de encontrar una salida alternativa.

Tomo aire, tenso la cuerda de su arco y salió frente del grupo de rapitoriis, sus ojos verdes enfocaron a uno de ellos, soltó la cuerda y la flecha logro darle a su objetivo, provocando que callera como peso muerto hacia atrás, atrasando a sus compañeros, un tiro limpio de parte del pelirrojo.

Dio la vuelta y siguió derecho, corría lo más rápido que sus piernas le daban, llego hasta una grieta y sin pensarlo salto y sus alas que ahora eran más grandes lo impulsaron para que llegara al otro lado prácticamente ileso.

Los rapitorii, al no poder saltar la grieta solo lo vieron alejarse en la oscuridad perdiéndolo de vista eventualmente. Lolito que ya se había alejado lo suficiente como para salir de su rango de visión, se puso a buscar una mina o algún lado para salir de aquel lugar tan oscuro, no era tan difícil ¿Qué problemas habría en estar en una cueva llena de zombies, esqueletos y brujas por todos lados esperando la oportunidad de poder ponerle un dedo encima? agregando que sus picos estaban a nada de reventar, ya no le quedaban flechas y su espada la había dejado en su mochila que perdió en la carrera.

Con las antorchas que le quedaban trato de seguir caminando, evitando cualquier tipo de batalla que se pudiera desatar, por suerte había encontrado otra grieta que daba a la superficie que lo había dejado bastante cerca de la primer entrada a la cueva que llevaba a mordisquitos. La noche estaba bastante avanzada, lo suficientemente como para que los monstruos fueran bastante fuertes y la luna estuviera muy en alto.

Sin pensarlo dos veces se movió directo a la casa de ese búho asqueroso y le daría un golpe que hasta sus antepasados lo sentirían. 

_..._

Llego una mañana fría, las aves no cantaban y el rio poco a poco se iba congelando y la mente de Rubius estaba muy intranquila, tenían que decirle a los demás ¿pero como sin que sospecharan de que ellos eran la hermandad oscura? bueno, realmente se preocupaba más por Willy y Fargan que por si mismo. Vegetta ya sabía que él era de la hermandad del que no sabia era de Willy y tal vez eso traería problemas, y con Fargan, lo más probable era que Alexby supiera y fingiera que no,  pero aún así le costaría su puesto en la policía.

Se levanto de la cama dejando a Fargan dormido, tenía que avisarle a Willy sobre esto, ya después se preocuparían de ver como arreglar todo.

Rubius: Willy podrías venir a la casa de Fargan?

Dejo el mensaje enviado, esperando que pronto lo leyera y rogando que viniera solo, lentamente se dirigió a la cocina y empezó a preparar el desayuno, algo ligero, solo para que el búho recuperara sus fuerzas por el llanto de ayer y tener una mañana relajada, debía mantener a ese hibrido lo más calmado que pudiera.

El olor de pan recién horneado y galletas lo levantaron de su cama, sentía todo su cuerpo pesado y adolorido, sus ojos le ardían y el no poder sentir la calidez de Alex a su lado le provocaba escalofríos, poco a poco los recuerdos volvieron a su cabeza, uno por uno, provocando que de nuevo la frustración y la furia se mostrara en su alma, en su piel que se erizaba, sus alas se movían inquietas volviendo a hundirse en ese mar de odio que lo jalaba más a la profundidad, su corazón sentía una punzada tras otra, el nudo crecía en su garganta no lo dejaba gritar y cuando creyó no poder escapar una calidez lo invadió, rodeándolo, y esa tormenta en la que estaba sumido se esparció lentamente, la luz de nuevo se asomaba y se relajo, dejándose hacer.

Rubius había olido la preocupación y furia de su compañero, al entrar al cuarto, su parte animal le advirtió que se alejara o no saldría de ahí vivo, pero el sabía que si le hacia caso a ese instinto Fargan sería una bestia incontrolable en unos minutos, así que se acerco y lo abrazo, la calidez de su pecho choco con la fría piel del búho, pero poco le importo al ver como el cuerpo contrario se relajaba y se derretía en sus brazos, en silencio, Fargan agradeció el abrazo y se quedaron así hasta que el chat de Rubius sonó.

Willy: Que pasa?

Rubius: te cuento cuando llegues

Rubius: ven solo

Willy: voy, llego en diez minutos

Heeeeeeeeeee.... tres días para que empiece el primer origen mmm veremos que se cuece por esos radares XD