El Libro De Yolot

Capítulo 27: Cupido parte 2

La noche llego rápidamente y justo ahora Austin se encontraba con nosotros. Para no llamar tanto la atención Kiefer utilizo un extraño hechizo llamado “abertura temporal” que como su nombre lo indica es un hechizo que permite detener por un instante el tiempo, cinco minutos para ser exactos lo suficiente para que esos dos entrenen hasta cansarse.

-Bien…- Hablo Austin quien justo ahora hacia de réferi. Tan lindo que me dan ganas de besarlo, contrólate Yoloth. –Esta será una pelea amistosa; está prohibido usar magia y los golpes bajos ¿Están de acuerdo con eso?-
Ambos brujos asintieron.
–De ser así comiencen con la pelea.

Antes de salir lastimado Austin regreso a mi lado y nos alejamos lo más que pudimos de los dos listos para observar la pelea que no duro mucho en comenzar y tampoco duro tanto en terminar.

Como imagine Kiefer estaba fuera de forma y difícilmente lograba seguirle el ritmo al líder de Albanorth. Aunque sus golpes eran potentes y llenos de energía como de costumbre Alai lo esquivo magistralmente, hizo eso por tan solo unos minutos y con lo temperamental que es Kiefer lo siguió de un lado a otro lanzando golpes y patadas a lo loco hasta que rápidamente se cansó. Se le hizo cada vez más difícil atacar y Alai aprovecho su cansancio para darle un golpe limpio en el estómago que lo dejo contra el suelo. Al menos no quedo inconsciente.

-Y con esto nuestra pelea término- Anuncio mi casi novio emocionado, de verdad le gustaba hacer de réferi. –El ganador es nada más y nada menos que Alai, el líder de Albanorth-

Me acerque a Austin dando suaves palmadas en su hombro para calmar la repentina emoción que se apodero de su cuerpo aunque logre ver por el rabillo del ojo la furia nacer en Kiefer, imagine que no le haría mucha gracia perder ni siquiera porque se trató de Alai. Su rostro decepcionado y verlo estrellar su puño contra el suelo me lo demostraron.

-No es una victoria si mi rival no se encuentra en buenas condiciones- Hablo Alai acercándose lentamente a Kiefer y deteniendo sus pasos a pocos centímetros de su cuerpo tirado en el suelo. –Sera un empate si te parece- Agrego extendiéndole su mano.

Por un instante que se me hizo eterno Kiefer paso su mirada de la mano extendida al rostro de Alai, llegue a pensar que no la tomaría e incluso cruzo por mi mente gritarle que la aceptara. Hasta que observe un poco sorprendida como rápidamente sus facciones molestas cambiaban por una pequeña sonrisa divertida y sin pensarlo más uso la mano de su enemigo para incorporarse.

-No te sientas la gran cosa- Murmuro Kiefer aun manteniendo sujetada la mano de Alai. –La próxima vez voy patearte el trasero, tan duro que no podrás caminar por un largo tiempo-

Alai sonrió de medio lado y mirándolo fijamente dijo algo que ni en mis más locos sueños espere escuchar.

-Ya veremos quien deja sin caminar al otro-

¿No estoy alucinando verdad? ¿Esto de verdad sucedió?

-Aún estamos hablando de la revancha ¿no es así?- Me pregunto Austin en un susurro con las mejillas enrojecidas.

En ese momento no pude más y comencé a reír a todo pulmón. Lo que acabo de escuchar es tan divertido, de verdad que no puedo con la inocencia de Austin, mucho menos con el descaro de Alai y Kiefer.

En definitiva mi plan salió mejor de lo planeado.

Una semana más paso desde eso y debo admitir que las cosas han mejorado. Las pequeñas luchas entre Alai y Kiefer continúan cada noche desde la otra vez y curiosamente ya no parece haber odio en sus ataques, hablan poco y siguen sin poder permanecer solos en el mismo lugar pero al menos de vez en cuando se dirigen la palabra, incluso Kiefer accedió a que Alai durmiera con él en el cuarto de mi hermano Joseph.