Capítulo 4: Colgando en sus manos

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Cuando algo me interesa hago todo lo que está en mis manos para obtenerlo, y leer la continuación de esta historia no sería la excepción. Me gusta mucho como para dejarla en el olvido, rara vez encuentro un libro (no bl) que me llame la atención y este la tuvo desde que lo vi por primera vez en la tienda.

Fue amor a primera vista.

Y cuando me enamoró de algo no lo dejo ir tan fácilmente. Esa es la razón por la que ahora me creo Sherlock Holmes y estoy llevando a cabo una búsqueda exhaustiva por internet sobre mi libro.

Pero lamentablemente este Sherlock Holmes no tiene ni un poco de la suerte que caracteriza al original porque he abierto más de 20 pestañas y sigo sin encontrar nada de utilidad. Aunque tampoco es como que la tenga fácil; el libro no tiene un título y si lo tiene supongo que son las extrañas letras escritas en la portada.

Letras, que cabe destacar no entiendo.

Con eso en mente me tome el tiempo (que rara vez tengo) para comparar ese idioma con los del traductor de google; pero después del idioma numero 10 me canse, era demasiado aburrido sin mencionar que tambien dudo que se encuentre ahí.

Estoy llegando a sospechar que este libro no es nada común y mucho menos corriente.

Pero son simples sospechas.

Solté un suspiro cansado y acomodando mejor la laptop en mi regazo mire el reloj de pared, quien ahora marcaba las 7:24 pm, algo extraño porque pensé que era más tarde.

Por un largo rato mantuve mi mirada en la pared, pensando en la posibilidad de llamar a mi fiel amigo Austin. Él es muy hábil en esto de armar rompecabezas y descifrar cosas, sin mencionar que hasta alguien tan bueno como Sherlock necesita a su fiel amiga y asistente que en mi caso sería Austin.

Pero inmediatamente deseche esa idea al recordar que el pobre tiene injerto de gallina y ya debe estar dormido.

Sí, es muy temprano pero quien no terminaría agotado después de soportar a los cuatro demonios que tiene como hermanas.

Porque si, Austin es el hermano mayor de cuatro niñas que cuando se unen son capaz de hacer que alguien se suicide. Son peores que yo y he de admitir que no es algo de lo que me sienta orgullosa.

Moví mi cabeza de un lado a otro tratando de hacer a un lado el asunto de Austin y concentrarme en lo importante aquí, mi libro.
Tal vez la mayoría considera el estudio como algo más importante que esto pero para mí no lo es, no lo voy a negar, aun temo reprobar y que mis padres me asesinen pero ya luego resuelvo eso.

Mejor aún, mañana voy a despertar antes de que salga el sol, iré a casa de Austin y le pediré sus apuntes, él están bueno que estoy seguro no tendrá problema en prestármelos. Es el mejor amigo que una chica floja como yo puede tener.

Siendo consciente de que no obtendré nada si sigo revisando todos los libros de fantasías y guerras que se parezcan a la historia de mi libro me decidí hacer un cambio por algo un poco loco y tenebroso. He decidido buscar en algunas páginas de brujería o hechicería para que no se escuche tan tétrico.  

¿La razón? Fácil, la estrella de cinco picos dibujada en el centro del libro que si no me equivoco (algo normal en mí) es un pentagrama.

Y fue así como termine aquí. Revisando todos los libros de brujería que existen, dándome cuenta de algo tonto y es que según esas páginas web existen libros de magia blanca y magia negra.

Digo tonto porque para mí la magia es magia y ya, además sigo pensando que es puro cuento de ficción.

Hasta no verlo no creerlo.

El Libro De YolotWhere stories live. Discover now