Capítulo 25: Me gustas

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Austin se removió nuevamente en su cama y miro fijamente el techo. Llevaba más de tres horas tratando de dormirse pero el sueño seguía sin tocar su puerta, el reloj marcaba las 11: 13 pm y parecía que nuevamente viviría una noche llena de desvelo.

Bufo por lo bajo...

Aunque habían pasado cuatro días desde que corto lazos con Yoloth el dolor en su pecho seguía doliendo igual o más que el primer dia. A parte de eso tambien se sentía preocupado, aunque dijo que no quería volver a ver su rostro no pudo evitar buscarla con la mirada en el colegio y nunca logro dar con ella, incluso se atrevió a preguntarle a una de sus compañeras enterándose de que Yoloth ha faltado desde entonces.

Eso lo alerto e incluso trato de ir a visitarla para saber cómo estaba pero antes de poder salir de su casa entendió rápidamente la locura que estaba por cometer. Fue el quien corto su amistad y no le correspondía echarse para atrás.

Restregó con mucha frustración su rostro y se levantó de la cama, encendió todas las luces y luego de tomar su libro favorito, uno sobre la mentalidad de los asesinos psicópatas arrastro una silla hasta la ventana, la abrió un poco y se sentó junto a esta.

Abrió el libro en la primera hoja y sin más comenzó a leer esperando que así el sueño llegara.

Casi 30 minutos después Austin estaba por terminar el quinto capítulo de su tan preciado libro y aun el sueño no hacia acto de presencia por lo que continuo con su lectura hasta que al otro lado de su ventana pudo notar algo que llamo su atención.

Entrecerró los ojos al ver como uno a uno los faroles que iluminaban la calle se apagaban. No le pareció extraño, era normal que en esa zona hubiera constantes apagones de luz lo que no fue para nada normal es que solamente las calles quedaran a oscuras y no las viviendas cuando se supone que la energía eléctrica de la calle y la de su casa provenían del mismo lugar.

Si Austin pensó que no podía estar más confundido todo se volvió mucho más extraño cuando lentamente algo en las calles comenzó a tomar forma.

Fuego...

Una llama de fuego hizo acto de presencia en la oscuridad bailando al compás de la noche comenzó a escribirse algo en la acera, algo que al principio no entendió hasta que se terminó de escribir y pudo leer perfectamente los que decía:

"Austin perdóname"

Casi se va de espaldas en cuanto vio su nombre escrito con fuego en el suelo. Era una completa locura que no podía estar sucediendo, probablemente estaba alucinando debido a la falta de sueño.

A menos que...

De entre las sombras una figura hizo acto de presencia parándose en el centro de aquella frase que pese al viento se mantenía firme sobre el suelo. Aunque estaba oscuro el fuego era suficiente para iluminarla de lleno y reconocerla como:

-Yoloth...- Murmuro entre extrañado y sorprendido.

¿Esa de verdad era Yoloth?

Austin se vio obligado a dejar todas sus preguntas a un lado al ver como su ex amiga movía su mano derecha de un lado a otro mientras daba saltos para que la notara. Austin agudizo su mirada tratando de ver que traía en su otra mano pero no pudo reconocer que era.
Por un instante se planteó si bajar o dejarla ahí. Después de todo su asunto con Yoloth había terminado hace tiempo y ya no había más que decir, a menos en su caso.

-¡Austin...!- Los fuertes gritos de su amiga fueron tan fuertes que traspasaron el cristal y le permitió escucharla perfectamente.

Austin debía admitir que de verdad extraño verla y escuchar su voz tan escandalosa y llena de vida.

El Libro De YolotWhere stories live. Discover now