Capítulo 14: Cayendo en la oscuridad.

18 7 2
                                    

Tuve que romperme la cabeza por horas pero luego de mucho tiempo estaba decidida, haríamos el hechizo. No tenía otra opción, como dije antes no tengo forma de mantener las necesidades de estos dos cuando ni siquiera puede mantenerme a mí misma, incluso llegue a pensar que existía un hechizo capaz de crear dinero y no me equivoque, si existe pero lamentablemente el tonto de Kiefer no lo sabe.

“Falte a esa clase. No me pareció importante aprender un hechizo como eso, no sería de ayuda en el campo de batalla”

Justamente esas fueron sus palabras. Algo estúpido a mi parecer pero… por favor estamos hablando de Kiefer es normal que piense de esa manera lo extraño aquí seria que no lo hiciera.

Bueno…

Ahora estamos en la habitación de mis padres a punto de comenzar y cuando eso suceda dudo mucho que haya vuelta atrás.

-¿Estás seguro de que no es peligroso?-

Repetí por quinta vez la misma pregunta ganándome una mirada furiosa de Kiefer quien justo ahora se encontraba parado junto a mi madre.

-Pregúntame lo mismo de nuevo y te tiro por la ventana-

-Ok… lo siento pero estoy muy nerviosa-

En realidad hay una vocecita en mi cabeza diciéndome: “Yoloth no lo hagas, te arrepentirás luego”

-Si sigues hablando voy a perder la concentración y eso de verdad es malo. No es lo mismo trabajar con una persona despierta que con alguien inconsciente-

Ante semejante argumento no pude hacer nada más que obedecer y permanecer estática admirando el trabajo de Kiefer, cuyas manos se encontraban puestas a ambos extremos de la cabeza de mi madre. Sus ojos estaban cerrados murmurando algo que no alcance a entender por lo lejos que estábamos el uno del otro.

-Está listo-

Dijo tanto solo unos segundos después. Sin poder evitarlo le mire con asombro, eso había sido rápido.

-¿Qué le dijiste?-

-Las estupideces que me pediste que dijera-

Maldito enano.....

Preferí guardarme ese comentario solamente para mí y seguí con la mirada las acciones de Kiefer quien ahora se encontraba parado junto a mi padre. Hizo lo mismo que con mi madre colocando sus manos en ambos extremos de su cabeza para luego susurrar las que supuse eran las mismas palabras.

Todo parecía estar bien. Mi madre dormía tranquilamente y sobre todas las cosas estaba respirando, mi padre igual pero comencé a notar algo extraño en Kiefer.

Su rostro estaba pálido como un papel.

-Termine con el- Dijo colocando el cuerpo de mi papa en su actual posición. –No olvides nuestro trato-

Asentí no muy convencida, no por nuestro trato sino por lo que estaba sucediendo con Kiefer. Poco a poco su rostro iba perdiendo el color y cuando dio unos pasos hacia delante su cuerpo se tambaleo cayendo de rodillas al suelo.

-¡Kiefer…!-

Puse el grito en el cielo y rápidamente me coloque de rodillas junto a él. Aún estaba consciente pero su cuerpo parecía haberse vuelto débil de repente.

-¿Qué te sucede? ¿Debo llamar a un doctor?-

Sintiendo la preocupación nacer en lo más profundo de mi ser trate de tomar a Kiefer para ayudarlo a levantarse pero antes de poder intentarlo coloco una de sus manos en mi hombre y me empujo, haciendo que mi espalda golpeara la cama.

El Libro De YolotМесто, где живут истории. Откройте их для себя