48: "El fin"

540 31 12
                                    

HERA

Tenía que haberla envenenado a ella, no a mi, tenía que haber sido ella desde el principio.

Me odiaba por no haber pensado en esto mucho más antes. Tampoco sabía si podía vivir sabiendo que la había asesinado, no era como ella, no podía quitar una vida y dormir plácidamente en mi cama, ni sabiendo que esa persona me había hecho mucho daño. Aún así el hecho de envenenarla seguía en mi mente.

—Tengo que darte un gran aplauso mi querida niña. — Habló ella. — Al principio no dude de ello, dije "es débil, es normal que quiera quitarse la vida" no me parecía raro que de repente te hayas envenenado, pero luego me di cuenta de ello. Cuando el médico desapareció lo entendí todo. Había sido un truco, solo querías salir, que yo desactivara la bomba y así podía escapar. Por ello te aplaudo, pero a la vez te voy a decir lo idiota que has sido.

Mi madre se acercó más a Aiden y yo intenté colocarme enfrente de él con la intención de protegerlo, si me tenía en frente mi madre no se arriesgaría a disparar. Él no me dejó hacerlo, puso fuerza para que no pudiera moverme.

—Estaba planeando en dejarle ir de verdad, de no hacerle daño por ti, pero ahora ya no voy a ser tan amable, lo mataré y después de ello te mataré a ti también. Ya no eres mi hija, ahora haces parte de la panda de mentirosos, los que engañan y te dañan.

—Deje de ser tu hija hace tres años. — Le dije con rabia, no iba a dejar que gane esta conversación.

—No, no lo dejaste de ser, ¿y sabes por qué? — Negué. — Porque siempre tuviste dudas. Siempre tuviste dudas acerca de si Aiden te decía toda la verdad y cuando Jordan llegó tus dudas fueron incluso más grandes, te sentiste traicionada al igual que yo me sentí cuando su padre me dejó por la mierda de su madre.

—¿De que mierdas estás hablando? — Le pregunté con clara confusión.

¿Había acabado en otra dimensión o que mierda?

—¿No te lo ha contado? — Preguntó con evidente sorpresa. — Así que tenía razón, las mentiras corren por las venas de esta familia.

—Cállate. — Le dijo Aiden.

Ella soltó una risa.

—¿Por qué? ¿Es que acaso quieres engañarla como hizo tu padre conmigo?

—Mi padre nunca te engañó, todo lo contrario, te dejo con sinceridad, te dijo que estaba enamorado de otra persona y de que no podía continuar contigo, no es su culpa que tú te volvieras una loca demente.

—¿De que mierdas hablan? — Pregunté.

Mi pregunta fue completamente ignorada.

—Que poco respeto tienes. — Dijo mi madre con ira.

—Normalmente no le suelo tener respeto a las personas que me quieren matar, es lógica. — Le dijo Aiden con evidente sarcasmo en su voz.

—No tienes respeto por las personas que fueron dañadas.

No sabía muy bien de que iba esta charla, pero igualmente quería pegarle un balazo en la cabeza.

—Las personas normales se recuperan de una ruptura, no crean un plan para matar a una familia feliz y dejar a un hijo sin padres.

—¿Y yo merecía ser dañada? — Gritó mi madre.

Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

Y aunque la odiaba con todo mi alma no pude evitar derramar lágrimas cuando la vi en este estado. Nunca la había visto tan rota, nunca en mi vida, ni cuando murió nuestro perro, al que le tenía mucho cariño, nunca había presenciado esto. Por un momento quería hablarle y quería convencerla de que todo podía cambiar, de que podíamos volver a ser una familia, de que podíamos ser felices.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Where stories live. Discover now