44: "El golpe de la realidad"

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AIDEN//DRAGON

—¡Kayce! — Grité con dificultad.

Tenía una gran piedra encima de mi que me impedía respirar con normalidad o si quiera moverme. Todo a nuestro alrededor estaba hecho trizas.

Una explosión había destruido el techo y parte de la habitación, por no hablar de que nuestra única salida, la puerta, ahora estaba bloqueada por piedras. Luego estaba que entre el polvo y los escombros no podía ver a Kayce, no podía saber si estaba viva, si estaba bien.

—¿Estás bien? — Volví a gritar.

No obtuve una respuesta.

Tenía que salir de aquí, comenzaba a no sentir mis piernas, si seguía más tiempo probablemente las perdería.

Intenté empujar la piedra, pero lo único que hice es causarme más daño. Busqué algo a mi alrededor, algo que sirviera de palanca para quitármelo de encima. Tuve suerte ya que encontré un palo de hierro. Lo usé para hacer palanca, no tenía fuerzas necesarias para levantarla de encima así que no estaba haciendo un gran cambio.

Me rendí unos segundos después.

Esto era inútil, no podía salir de aquí, no podía defendernos en caso de que alguien bajara de ahí arriba y no podía asegurarme de que Kayce estaba bien.

¿Iba a morir aquí? ¿De esta manera?

No, no iba a morir aquí, no así, no hoy.

Volví a tomar el palo y, con todas mis fuerzas, volví a hacer palanca consiguiendo levantarla unos centímetros. Rápidamente, antes de que se pudiera volver a caer encima de mi, saqué la mitad de mi cuerpo que se encontraba bajo esta. Una vez fuera solté la palanca haciendo que la piedra cayera al suelo.

Solté un grito de dolor debido a mi pierna derecha, esta estaba llena de sangre, tenía un aspecto horrible.

Me levanté como pude, agarrándome a todo lo que podía para no caerme y empecé a buscar a Kayce.

—¡Kayce! — Volví a gritar. — Dime que estas bien.

Volví a no obtener respuesta.

Tenía miedo de lo peor, tenía miedo de que estuviera muerta. Me culpaba por no haberlo notado antes, por no haberme dado cuenta de que era una bomba, las había escuchado toda mi vida, de todos tipos, tenía que haberlo sabido mucho antes. Si algo le pasaba a-

—Aiden. — La voz débil de Kayce interrumpió mis pensamientos.

—¿Kayce? — Grité.

No sabía de donde había venido su voz así que necesitaba que hablara una vez más.

—Ayuda. — Ella volvió a hablar.

La voz estaba cerca, pero no tenía ni idea de donde venía.

—Kayce, ¿donde estas? — Pregunté sabiendo que no tendría sentido preguntarle aquello.

—Aquí. — Dijo ella.

Escuché una pila de rocas moverse, me giré hacia esta viendo como de ella, salía la mano de Kayce.

Con prisa camine hacia esta pila y comencé a quitar piedras empezando a ver la cara de esta.

—Detente. — Me dijo ella con dolor. — Duele mucho.

No comprendía a lo que se refería, hasta que vi su torso lleno de sangre con una tubería atravesando este.

—Dios mío.

Comencé a escuchar voces encima de nosotros y después vi unos cuatro cuerpos bajar desde arriba. Estos cuatro cuerpos vinieron con armas, apuntándome a la cabeza.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Where stories live. Discover now