037:"El escape"

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JORDAN

Saqué el cuchillo del último cuerpo que había matado para después limpiarlo y volver a colocarlo en mi arnés.

Había dejado casi cuarenta cuerpos por el suelo, pero eso era lo que menos me importaba, necesitaba salir de aquí cuanto antes.

Mi madre me había engañado, pero no era una sorpresa, mis padres me consideraban una máquina de matar, no su hijo.

Me había traído a un Gulag, me dieron un par de hostias dejándome inconsciente y al despertarme vi que estaba en un Gulag donde todo el puto mundo me quiere matar. La última vez que estuve aquí maté a muchos amigos de estos asesinos, ahora querían la revancha.

Llevaba días viviendo en constante lucha, escondiéndome por donde pillaba, comiendo y bebiendo lo que encontraba.

Hoy esta pesadilla acababa.

Había encontrado un helicóptero, un helicóptero que llegaba esta noche trayendo alguna mercancía. Mi plan era matar a todo el puto mundo que se interponía en mi camino y llegar hasta ese helicóptero cuanto antes. Iba a matar a toda mi familia en cuanto llegara, ninguno iba a salir de esta vivo.

Salí corriendo por el pasillo que llevaba hasta la habitación por la que iba a escapar de toda esta locura.

Al encontrar la puerta entré por esta rápidamente.

Una figura masculina me sobresaltó haciendo que le apuntara con la pistola.

—No dispares por favor. — Me dijo él chico levantando sus manos. — No voy armado y tampoco quiero hacerte daño.

Bajé el arma rápidamente y él sus manos, relajándose.

—¿Qué haces aquí?

—Me escondo de todo lo que pasa ahí afuera. — Dijo con voz tímida, parecía un niño inocente de diez años.

—¿Cómo has llegado al Gulag?

—Hice unos cuantos trabajos para una mafia y los traicione al trabajar con la policía para encerrarlos, se enteraron y me mandaron aquí.

Estaba asustado.

Lo veía en su mirada y en la forma en la que hablaba y se movía. No quería estar aquí.

—¿Cómo te llamas? — Le dije dando unos pasos hacia adelante.

—Miguel. — Respondió él.

—Jordan. — Me presenté yo.

—Lo sé, eres algo famoso aquí adentro. — Dijo con ironía.

Todos tenían la intención de matarme.

—Si, un poco.

Nos quedamos en silencio por unos segundos y mi mirada se dirigió al reloj de la pared. Debía de salir en diez minutos de aquí si quería llegar a tiempo.

—Miguel, estoy a punto de escapar de aquí, ¿te apuntas?

No quería dejarlo aquí, me recordaba a mí cuando era un niño y mi madre me mandó a luchar por primera vez. Estaba cagado de miedo, no quería luchar, quería ir a casa y dormir.

Él asintió rápidamente.

—¿Pero como?

—Por ahí. — Señale la raja de la ventacilacion.

Me acerqué a esta y comencé a quitarle los tornillos rápidamente, en un par de segundos ya estábamos adentro de esta. Yo delante, guiando el camino mientras Miguel me seguía.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora