028:"Lucha"

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HERA

No veía la hora de que Jordan llegará, quería pedirle que me enseñara a luchar, quería aprender a defenderme. Desde aquella noche no podía dormir bien, no salía mucho de mi habitación, no si Jordan no estaba conmigo, tenía miedo de cruzármelo. Hasta mi madre se empezaba a preocupar y eso era raro ya que desde que he llegado solo habla de su dinero y la mafia y de cómo tendré que matar pronto.

Odiaba esta casa, quería quemarla entera.

Eso no era mala idea, si la quemaba todos se podían morir, yo podría escapar antes de que sucediera todo. ¿Por qué no había pensado en eso antes? Por dios, es un plan perfecto. Tenía que contarle esto a Jordan

Alguien tocó a la puerta haciéndome sobresaltar.

—¿Quién es? — Pregunté antes de abrir.

—Tu increíble madre.

Rodé los ojos ante su voz.

Le abrí la puerta con asco y odio. Esta señora no era mi madre, era una psicopata que merecía la pena de muerte junto a todos los de la casa.

—Ven conmigo, tengo que enseñarte algo. — Dijo ella con una sonrisa.

—No tengo ganas.

Iba a cerrar la puerta, pero ella me detuvo.

—Si no lo haces en menos de diez minutos alguien llegará a la casa de Aiden y lo matará.

Esas palabras fueron suficientes para hacerme obedecer.

Asentí con la cabeza luchando contra las lágrimas que querían salir.

—Esa es mi niña, ahora ven.

Salí de mi habitación cerrando está con llave, ni si quiera me fiaba de dejarla abierta cuando yo no estaba adentro.

Mi madre comenzó a caminar y yo la seguí.

Llevaba un vestido blanco de seda con tacones de mismo color, su pelo estaba amarrado en una coleta. Parecía un ángel, pero en realidad era un puro demonio. Su alma era oscura, su aura de igual forma, sus palabras y acciones eran veneno, todo a su alrededor era violencia, ni ella ni lo que la rodeaba era angelical.

Esto está el infierno y yo estaba hundida en lo más hondo.

Podía ser una egoísta y decir que me arrepentía de elegir esto, de haberme rendido, de que podíamos haber luchado, de que podía haberme salvado toda esta amargura. Pero estaría diciendo que hubiera preferido ver a mis amigos muertos antes que salvarlos.

Era mejor si una persona sufría y cinco eran libres.

Solo espero que Aiden me haya escuchado.

Me di cuenta de a donde íbamos. Hacia ella sala de entrenamiento. Podía llamarla gimnasio, pero era más que un simple gimnasio. Aquí entrenaban a los asesinos de la mafia y no lo hacían con un simple saco de boxeo, no, era mucho más. Había muerte.

Mi madre entró en la sala y yo la seguí.

—¿Qué hacemos aquí? — Le pregunté, pero tenía miedo de saber la respuesta.

—Vas a luchar por primera vez. — Contestó ella con orgullo.

Yo negué rápidamente.

—No, dijiste que me darías tiempo, un año por lo mínimo.

—El plan ha cambiado.

Ella empezó a caminar al centro de la sala dejándome sin palabras y casi temblando.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Where stories live. Discover now