017:"Rendirse no es una opción"

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HERA

—Voy a matarlo. — Escuché a Aiden de fondo.

Estaba enfadado, pero esto no era lo que necesitaba ahora mismo.

—Esto no es lo que ella necesita ahora mismo. — Habló su madre.

Kayce me estrechó en sus brazos y Ian acaricia mi cabello. Mis lágrimas seguían cayendo por mis mejillas y mis cuerpo seguía temblando.

—¿Cómo mierda ha entrado sin que te dieras cuenta? — Habló Aiden desesperado. — Podía haberle echo algo.

—Pero no lo hizo así que tranquilízate. — Volvió a hablar ella.

[Unas horas antes]

—No te veo muy bien hermanita.

Me giré del golpe aguantando mi respiración cuando lo vi.

—No te acerques a mi.

Retrocedí hacia atrás pegando me espalda a una de las paredes del baño. Mi mano derecha se apoyaba en el lava manos, en cualquier momento iba a desmayarme, mis piernas no dejaban de temblar.

—No voy a hacerte daño, somos la misma sangre. — Me enseñó una pequeña sonrisa cual se desvaneció unos segundos después. — Además, mamá me mataría si tocaría a mi perfecta hermana.

Eso último lo dijo con rabia, como si estuviera celoso de mi.

—Esto no es verdad, esto es un sueño. — Dije cerrando los ojos y intentando calmarme.

—Oh no hermanita, esto es lo más real que puede pasar en tu vida, querías respuestas así que aquí las tienes todas. — Sonrió apoyándose en una de las paredes.

Esto no podía ser mi vida, mi hermanastro no podía ser un maldito psicopata, no podía serlo. Me negaba a creer esto.

Deslice mi cuerpo por la pared hasta que me senté en el suelo y empecé a exhalar y inhalar. Jordan se acercó a mi y se agachó a mi nivel, mirándome a los ojos.

—¿Te da más miedo que yo sea tu hermano o que tú seas como yo? — Preguntó de repente.

No contesté.

Los dos sabíamos cuál era la respuesta. Él me dedicó una sonrisa como si pudiera leer mi mente.

—La verdad es que lo eres. — Mi pulso se volvió a acelerar y las ganas de vomitar volvieron. — Lo vi en tus ojos el primer día que te vi en persona, eres como yo, incluso peor.

—No lo soy.

—Cariño no sé si te has dado cuenta, pero nuestra madre es una enferma mental, yo también lo soy y te aseguro que tú también lo eres. He pasado toda mi vida entre psicopatas y tú tienes la misma mirada.

—¡Cállate!— Le grité.

Él levantó las manos en son de paz.

—Está bien, está bien. — Dijo él con una risa.

Mi mundo acaba de dar un giro completo y no comprendía nada, mi cabeza no quería funcionar y las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, todo era un agobio a mi alrededor. Solo quería irme lejos de aquí, muy lejos.

Otra cosa llegó a mi mente.

—¿Cómo has entrado aquí? — Pregunté.

—¿De verdad? — Me miró como si fuera idiota. — Pensaba que eras la lista. — Rodó sus ojos. — ¿Piensas que todos los que trabajan para su mamacita son buenos? Muchos de estos mierdas harían lo que fuera por dinero.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Where stories live. Discover now