Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©

014: "¡Aiden!"

AIDEN//DRAGON

Llevaba como dos horas dando vueltas en la cama como un idiota. No podía dormir, sabía que algo seguía mal, esa conversación con Hera no había sido del todo honesta, lo había sentido en su voz, dudaba mucho al responder. Se había quedado con las ganas de decirme algo.

Estaba empezando a desconfiar de ella.

No podía ser, hace un maldito día habíamos arreglado todo y ahora yo volvía a desconfiar de ella. Estaba más que claro que tenía problemas de confianza, pero no podía ser así, no con ella al menos, sabía su trauma y problemas, tenía que ser paciente. Tenía que relajarme, no podía saltar a conclusiones tan rápido.

Me voy a calmar.

—Voy a cerrar los ojos, dejar de pensar en ello y dormir de una maldita vez.

Un minuto pasó y mi cuerpo ya se había levantado de la cama para coger mi teléfono móvil.

Eran las una de la mañana y ni me importaba si está dormido o no, sabía que no iba a poder dormir hasta que se lo dijeran.

Marqué el número que él mismo me dio hace unos días con la mera intención de reírse en mi cara y espere a que respondiera. Lo iba a llamar hasta que lo hiciera, me daba igual si despertaba a todo el mundo.

Lo cogió después de unos segundos.

—¿Qué-

—Escúchame hijo de puta, te acercas a Hera un solo centímetro y te juro que te parto la cabeza. Estoy harto de tus juegos mentales, a Hera no la vas a tocar ni liar con tus estupideces, ella no te cree, ella no es como tú, nunca la será así que déjala en paz.

Escupí con toda mi rabia.

Un largo silencio llegó en donde solo escuchaba su respiración relajada. Después de eso escuché su risa de loco.

—Que ingenuo, ni si quiera voy a tener que acercarme a ella, ella solita vendrá a mi. Al fin y al cabo ella sabe muy bien quién es y lo que sientes. Aiden, por más que intentes negarlo tú también lo sabes.

—Hera no quiere ni verte, le das asco, se lo he contado absolutamente todo, así que sigue soñando. Ella nunca será como tú.

Volvió con su risa de psicopata.

—Muy bien Aiden, sigue engañándote, a lo mejor te lo acabas creyendo. Buenas noches.

Después de eso el payaso me colgó.

Apreté mis puños con fuerza haciendo que mi teléfono acabase en el suelo y solté un pequeño gruñido de frustración. Mi puño impactó contra una de las paredes, en el proceso acabé haciéndome daño, pero ni si quiera me importaba.

No, no había sido buena idea llamarlo, ahora sólo quiero matarlo y descuartizar su maldito cadáver.

{+}

En un par de horas Hera y yo teníamos que ir a la cárcel para ver a su madre. Estaba muy convencido de que todo esto era una trampa y por eso tuve que hacer algo al respecto.

—¡Aiden!— Gritó Hera al entrar en mi casa. — ¿A ti que te pasa?

Yo cogí una cerveza y tomé un trago sin darle mucha importancia.

—Te lo conté, te permití que vinieras conmigo, te dije que no quería que ellos lo supieran. — Me empujó suavemente para que reaccionase a sus gritos.

—Hera, ni madre se iba a entrar si o si, es su puta carcel.

—Me da igual, ahora mi madre no va a decir nada, ¿es que eres imbecil o que te pasa? — Me gritó.