45: "Instinto de supervivencia"

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HERA

—¡Aiden¡Aiden! — Grité mientras corría hacia el niño que estaba sentado en el suelo jugando con un cohete.

Este dejó todo lo que hacía para levantarse y venir hacia mi.

—¿Qué sucede?— Preguntó al verme llorar.

—Riley me ha pegado.

Aiden juntó sus pequeñas manos formando un puño. Estaba enfadado.

—Ese estúpido. Voy a patalear su culpa hasta que llore como un bebé.

Este intentó ir hasta el chico que me había golpeado, pero lo detuve.

—No Aiden, no lo hagas.

—Si no lo hago no se detendrá.

Aiden pasó a mi lado corriendo sin escuchar mis súplicas.

—¡Riley! — Gritó él.

Antes de que el llamado pudiera hacer algo Aiden le soltó un puñetazo en la cara. No fue fuerte, aún así Riley comenzó a llorar y a gritar por su madre.

—No tenías que haber hecho eso. — Lo regañé por sus acciones.

—Si tenía que hacerlo, mientras yo esté vivo no voy a dejar que nadie te haga daño. Ni cuando muera, vendré como un fantasma y los perseguiré a todos.

Sonreí ante sus palabras.

Aiden siempre estaba dispuesto a defenderme, no importaba si tenía cinco años o si era un bebé, siempre se pondría delante mía y me defendería.

Tomé su pequeña mano.

—Vámonos antes de que la madre de Riley nos vea.

Me levanté de la cama dirigiéndome al baño.

Se me había ocurrido una idea, podía ser la idea más tonta que había tenido jamás, pero era una idea que podía funcionar, no iba a morir por intentarlo o bueno, esa era mi intención.

Rebusqué entre todos los cajones del baño hasta encontrar lo que iba a necesitar. Una vez encontrado le mande un mensaje a Carlo, el cual tardó dos minutos en llegar a mi habitación.

—Por favor dime que es eso tan importante que no podías decirme en la mañana y solo a las tres de la mañana. — Dijo este fingiendo que estaba enfadado.

—Cállate y ayúdame. — Le dije trayéndolo, con brusquedad, adentro de mi habitación.

—Wow, vas un poco rápido, nos hemos conocido hace dos días, primero hay que ir a una cita o algo. — Lo empujé a mi cama harta de sus bromas. — Las citas tampoco son lo mío así que podríamos empezar ya.

—¡Carlo! — Lo llamé para que se detuviera.

—Perdona, dime lo que querías. — Dijo parando sus bromas.

—Vale, se que esto probablemente sea estúpido, pero creo que puede funcionar, pero para ello necesito tu ayuda. — Comencé a moverme con nerviosismo. — Se que vas a decir que es estúpido y que no debería de hacerlo, pero hay que intentarlo.

Carlo se levantó de la cama y detuvo mis movimientos.

—Vale, cálmate. — Dijo deteniéndome por los hombros. — Antes de que pueda decirte si es una mala idea deberías de contarme cuál es la idea en primer lugar.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Where stories live. Discover now