001: "Huele a quemado"

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HERA

—Aiden para, están en la otra habitación. — Dije entre suspiros mientras este no dejaba de besar mi cuello.

—Tienen la música a tope, ni si quiera se van a enterar.

Suspiré cuando su boca besó uno de mis pechos por encima de mi camiseta.

—Eso no es lo que me preocupa. — Dije en un susurro.

Aiden me calló con un besó.

No podíamos dejar a los locos de nuestros amigos solos ni por un minuto, es solo darse la vuelta y ellos ya están vendiendo drogas entre ellos o llenando nuestras coca-colas con mentos.

Aún así no quería detener esto, llevábamos una semana sin relaciones sexuales, pues yo había estado en mi periodo y no hubo manera alguna.

Aiden se quitó su camiseta mostrando su tonificado abdomen.

Se había tirado el último año entrenando como nunca, le encantaba entrenar, pero este último año había abusado de ello.

—Puedes tocar. — Me dijo con orgullo.

No rechacé su invitación y llevé mis manos por todo su torso, tocándolo lentamente. Él se estremeció ante mi tacto.

A los pocos segundos no pudo más y simplemente me arrancó la camiseta. Como siempre todo un encanto.

Volvió a besar mis labios, luego mi cuello y después bajo a mis pechos, los cuales acariciaba y besaba por encima del sujetador.

Llevó sus manos atrás de este y me lo quitó rápidamente.

Estaba desesperado y no lo culpaba porque yo estaba igual que él. Lo había extrañado.

—Eres un maldito ángel. — Me miró a los ojos mientras sus manos acariciaban mi pequeña cintura. — Dios eres perfecta.

Miró mi piel descubierta por unos segundos y luego bajó su boca a mis pechos.

En cuanto sus labios tocaron mi piel, mi espalda se arqueó pidiendo por más y atrayéndolo más hacia a mi.

Como había extrañado esto.

Sus manos fueron a mi espalda, acariciandola y atrayéndome más hacia él. Mientras sus labios seguían en mis pechos, mis manos subieron a su cabello.

Cuando iba a decir algo un grito nos hizo separarnos de golpe.

Un grito estruendoso provino de la cocina.

—Tienes que estar jodiendome. — Maldijo Aiden.

Cogí su camiseta y me la coloqué rápidamente saliendo de la habitación con él detrás mía.

No podía creer lo que estaba viendo.

Los dejamos 5 minutos solos y hacen esto.

La cortina estaba en llamas, al igual que otras cosas de la mesa. Una enorme llama salía de una cacerola.

Steve gritaba alrededor de esta como si fuera un orangután mientras que Kayce y Ian intentaba apagar el fuego. Nick estaba en el suelo comiendo un bote de Nutella, como si fuera un bebé, por no decir que su cara estaba llena de chocolate.

Me siento como una madre.

—¿Qué mierda hacéis? — Pregunté mientras Aiden apagaba el fuego con agua. — 5 minutos. Solo 5 y ya habéis destruido medía casa.

Creo que era la cuarta vez que los regañaba hoy, me sentía como una madre con 4 niños adolescentes, con cerebro de un niño de 5.

—Nick nos retó a que no podíamos hacer un huevo con un litro de aceite. La cosa salió mal intentamos apagarlo y resultó en que casi quemamos vuestra casa. — Respondió Steve con una sonrisa.

Dragon II : "Para siempre es poco tiempo" ©Where stories live. Discover now