>ADICCIÓN< (MARKAPOO). +18

capitulo 29

Mi cuerpo se siente cansado. Aunque mis ojos están cerrados, los sentidos son tan presentes que puedo sentir cada dolor en mi piel, en mi rostro... aquellas palabras aun retumban en mi mente con exaltación. Una voz femenina que me susurraba al oído de manera dulce, pero que a la vez era terrorífica, tanto que me erizaba la piel con tal de escucharla en mi cabeza.

Poco a poco fui siendo consciente de mi, por lo que mis parpados se comenzaban abrir. Mi visión era borrosa, aunque poco a poco todo a mi alrededor comenzó a ser mas claro. Estaba en mi habitación. Lo primero que hice fue girar mis ojos hacia la ventana, era de noche y la lluvia no dejaba de caer tan fuerte que el vidrio sonaba cada que las gotas de agua lo golpeaban.

Yo: que...—deje salir ese susurro, pero mi voz era débil y ronca.

¿que me había  pasado? Siento mi cabeza tan sacudida que solo la confusión me invade. Intente mover los brazos pero note que algo estaba en mi brazo derecho. Era una manguera blanca que estaba conectada a una bolsa blanca. Leí las palabras "suero" en el plástico de la bolsa.

Al mirar mas detenidamente estaba en mi cama con una camisa de tirantes y un short negro. Tenia vendas alrededor de mi frente, también mi brazo izquierdo tenia yeso y estaba sujetado con una funda sobre mi cuello.

Al mover un poco mi pierna derecha note que tenia una venda alrededor de mi rodilla. ¿que me había pasado? Todo me dolía, entre mas consciente estaba mas dolor sentía por varias partes de mi cuerpo.

Yo: ¿que me paso?... lo ultimo que recuerdo es que estaba en una incursión importante con la reina lily...

de pronto, el pastillo de mi puerta en la habitación sonó. Alguien entraba, por lo que al fijarme note una figura femenina entre la oscuridad. Unos ojos rojos como la sangre brillaban como pequeños orbes brillantes. Un trueno sonó a las fueras iluminando por segundos la habitación, por lo que su apariencia fue visible.

Era ella, con aquella camisa blanca de botones dejando ver su escote despreocupadamente, con una corbata negra mal puesta y floja, una falda negra corta y ese flequillo que hace verla mas intimidante y hermosa.

Camino a paso lento hasta mi, no se por que, pero notaba cada ligero movimiento de su cuerpo. Las curvas de su cintura, sus pechos que rebotaban ligeramente, su cabello que se ondeaba a los lados a cada paso que daba... era hermosa, no me canso de pensarlo.

Yo: eres tu...—dije en un susurro leve. Sonreí aunque mis mejillas me dolían un poco.

Hekapoo: si, soy yo. ¿como te encuentras?—me pregunto. Su voz era seductora como siempre, pero note ligera preocupación.

Yo: bueno... me duele todo.

Hekapoo: me lo imagino. Hace poco los doctores a los que llame te atendieron. Te dieron unas pastillas para el dolor, te trataron el brazo y te pusieron suero. Estabas deshidratado.

Hekapoo rodeo la cama para sentarse a un lado de mi con delicadeza. Tenia miedo de no moverme por temor a lastimarme. Era tan gentil. Agarro mi mano y la llevo a sus labios para depositar un leve beso.

Hekapoo: ¿recuerdas algo? —pregunto sin mirarme.

Yo: no. Mi mente esta muy confundida ahora. ¿que me paso? Solo recuerdo el viaje y... nada mas. De repente aparezco en mi habitación en este estado deplorable, aunque con un lado positivo.

Hekapoo: ¿lado positivo? ¿que tiene de positivo que estés lastimado?

Yo: que estas conmigo ahora.

Ella me miro. No podía saber que es lo que pensaba. Sus ojos lucían tristes. Llevo su mano a mi mejilla para acariciarme. Sus manos son tan frías como el hielo, aunque tal vez es por que mi cuerpo ahora esta caliente. Es como si un cubo de hielo se derritiera lentamente sobre el suelo caliente.