Capitulo 4

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Oscar había dejado el salón encontrá de su voluntad. Su veredicto aún estaba en espera. Y aunque nosotros hayamos salido victoriosos, aún así teníamos también una sentencia que cumplir por a ver participado en el acto.

Se que es justo puesto que Tad y yo no hicimos nada más que defendernos. Las mujeres mandan en este mundo, así que no tenemos nada para poder defendernos. Solo nos queda obedecer.

Hekapoo, quien aún estaba en aquella pose de gloria, inclinó ligeramente su cabeza para observarme. Es el primer movimiento que ha echo después de a ver permanecido 2 minutos sin decir o hacer algo.

Jackie la miro y con un ligero inclinación de su cuello hacia aún lado también noto su acción.

Jackie: ¿Haz pensado ya como resolver esto? Hekapoo.

Le pregunto, ligeramente aburrida. Al parecer no tenía tanto interés en lo que fuera a pasar ya que lo interesante se esfumó demasiado rápido. En cambio a su pregunta hekapoo no le prestó atencion. Lo siguiente que hizo fue levantarse del trono. Después de todo esto aún me preguntaba cómo está mujer podía observar a una persona por tanto tiempo sin despegar la vista un segundo.

A diferencia de ella que permanece tranquila y callada, yo he estado sudando levemente y mirando de vez en cuando a otro lado para intentar evitar aquellos ojos rojos.

Hekapoo: ya tengo tu castigo.

Me dijo, sonriendo levemente. No sabía a qué había llegado su pensamiento. Tal ves era una tortura, o tal vez era limpiar los baños de hombres. Sea cual sea ,prefiero la tortura. Esos baños son horribles y a veces siento Pena por el hombre que trabaja en el aseo escolar.

¿Por qué pienso en eso ahora? Hacer bromas no es lo mío.

Yo: y.. ¿Cuál será nuestro castigo?—. Pregunte inseguro.

Hekapoo frunció levemente su bien alineada ceja.

Hekapoo: ¿Nuestro? Creo que estás hablando de más. Dije tu castigo. No estoy metiendo a nadie más.

Yo: ¿Que? Pero ¿Y Tad?

Hekapoo: ese chico no me interesa. El que me interesa eres tú, pequeño niño.

Expreso, ella se inclinó y con su dedo tocó mi nariz. Su rostro estaba a nada de tocar el mío. Esos ojos rojos eran más grandes a tan corta distancia. Di un paso atrás, me aclare la garganta para hablar.

Yo: ¿Y que será de mi amigo?

Tad: sería genial librarme del castigo.

Yo: gracias Tad, por darme la espalda. —dije molesto y Tad solo se rasco la nuca nervioso.

Kelly: puede que ha hekapoo no le interese esto. Es típico de ella tomarse todo a la ligera. Por lo que tendré que ocuparme de este tipo yo sola.

Lily: jaja, cierto. De echo, este interese de hekapoo por ese joven es ligeramente sospechoso.

Comento con una sonrisa de suspicacia. Así que ella no suele ser así eh. Entonces me preguntó que es lo que la motiva por tal interés en alguien como yo. No tengo tantas cualidades como para llamar la atención. Hekapoo arrugó el rostro y se enderezó, dejando ver sus pechos frente mío. Me sonroje y miré para otro lado.

Hekapoo: deja de molestar Lily. Bien marco, sígueme.

Ella camino y comenzó a bajar las escaleras. No me moví y solo la observé sin tener idea de a dónde iba.

Yo:¿Adónde vamos?

Hekapoo se detuvo y giro su cuerpo para Mirarme con una sonrisa. Entonces dijo lo siguiente....

Hekapoo: voy a darte tu castigó.

—0—

Las calles eran igual de siempre: sombrías. El simple echo de que los hombres estén atados a las mujeres como objetos de pertenecía es algo humillante. Algunos han aceptado ya la realidad de la actual vida.

Las mujeres son dominantes y son quienes hacen las reglas. En esta ciudad, desde que tengo memoria, ha llovido y siempre está nublado. Echo Creek ese es su nombre y es donde vivo. Nunca he visto el cielo soleado.

Por dónde sea que mires verás a hombres de traje escoltando a una mujer de Rango reina. Este rango es el más alto de todos y es al que solo pocas mujeres pueden llegar a tener. La mayoría son princesas o plebeyas como la mayoría de los hombres.

Dentro de una limosina me encontraba sentado en al asiento trasero, y a mi lado estaba nada más y nada menos que hekapoo. Estaba quieto, sin mover ni siquiera un dedo. Si no fuera por la calefacción del interior se notaría mis gotas de sudor callendo por mis mejillas.

Ella tenía una copa de vino en su mano que movia lentamente para que el líquido girará en círculos alrededor del cristal.  Solo estaba ahí, sin decir nada al respecto de a dónde nos dirigimos. Solo me saco de la preparatoria sin más. No quería hacerlo, pero si no hablo ahora no llegaré a ningún lado.

Yo: sacar a un estudiante durante las horas de estudio va contra las reglas.

De mi voz solo Salio un susurro. Ella logro escucharlo y cambio la trayectoria de su mirada de la copa a mi.

Hekapoo: puedo hacer lo yo quiera. —dijo simplemente.

Yo: que seas parte del comité que controla las reglas y la escuela lo entiendo. Pero ¿Por qué romper una regla que tú misma creaste?

Se hizo para atrás para recargar su espalda en el asiento seguido de cruzar sus piernas y evitar que lo que estaba de bajo de esa falda tan corta se asomará.

Hekapoo: por qué puedo hacerlo. Para eso son las reglas, para  romperse.

Yo: no te entiendo. —deje salir mi frustración.

Hekapoo: no es necesario que me entiendas. Pero déjame decirte que yo a ti te entiendo mejor que nadie.

Yo: ¿A mí? Una persona no puede entender a otra a menos que haya un contacto social lo suficientemente profundo.

Hekapoo: ¿Siempre usas dialectos tan aburridos? Alguien debería cambiar tu manera de hablar.

Ella sonrió levemente sin despegar el contacto conmigo. Mientras yo intentaba ocultar lo mejor posible mis nervios , ella llevo su copa a sus labios para darle un sorbo al vino rojo.

Yo: ¿Y a dónde me llevas?

Hekapoo: a un lugar.

Yo: a un lugar.... Vaya que específico.

Puse los ojos en blanco por su respuesta poco entendible. Hekapoo entrecerró su ojo visible, pero sin borrar esa sonrisa seductora de su lindo rostro.  Se me quedó viendo así por un buen rato.

Yo: ¿Q-que?

Hekapoo: es curioso ver qué tienes el valor para hablarle así a una reina y ponerle los ojos en blanco. ¿No se te habrá olvidado quien manda en este mundo?

Yo: que las mujeres manden no significa que yo no pueda expresarme. Además, no tengo dueña por lo que no obedezco a nadie.

Hekapoo: así que no tienes dueña. Bueno, hoy en día, puede que haya alguien que logré someterte y adueñarse de ti.

La conversación había terminado con una última mirada de su  parte. Ella no seguío observándome y en cambio dirigió su mirada a través de la ventanilla. Yo me quedé callado y solo observaba también la ventanilla como íbamos avanzando a quien sabe dónde.

Ares_123

>ADICCIÓN< (MARKAPOO). +18Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin