>ADICCIÓN< (MARKAPOO). +18

capitulo 14

estaba dentro de los baños para hombres. Abrí el grifo y llene mis palmas de agua fría y me moje la cara mas de una vez. Pero aun así, aunque me mojara una y otra vez, en el espejo mi cara aun estaba roja.

Yo: ha esa pelirroja como le gusta molestarme. —dije con una cara nerviosa y enojada a la vez.

Me espere unos minutos mas a que mi rostro volviera mas o menos decente. Cuando lo logre salí y fui a la cafetería. Se que iba a llevarles un baso de agua , pero creo que con este clima un café es mejor. Y mas para hekapoo quien tiene la piel mas helada que el hielo.

Con una sonrisa camine hasta llegar a la puerta del cuarto donde estaba mi madre y ella. Abrí la puerta y hekapoo al notarme giro su mirada y se alejo un poco de mi madre.

Angie: oh, te tardaste un poco cielo.

Yo: si, es que fui al baño primero. Traje café, espero que te guste.

Le entregue el café a mi madre quien lo acepto con gusto. Mire hekapoo que me daba la espalda.

Angie: espero que te guste el café hekapoo. Mi hijo es bueno con eso.

Yo: que va. Ten, espero que te guste.

Hekapoo giro un poco su cuello para mirarme. Me quede confundido al ver enfado en aquellos ojos rojos como la sangre. Así que, instintivamente retrocedí unos pasos atrás.

Hekapoo: no quiero, gracias. —dijo, volviendo a ver por la ventana que mostraba la cuidad.

¿que mosca le a picado? No se por que, pero siento un mal presentimiento sobre esto. Mire a mi madre quien estaba soplando a su café para que se enfriara un poco. Al parecer mi madre no sabe que mosca le pico.

Angie: hijo, quiero hablar contigo.

Yo: ¿he? ¿de que? —tome una silla y me senté a su lado.

Angie: antes que nada, quiero decirte que estoy orgullosa de ti. La directora de la universidad me llamo y me dijo que estas muy bien en tus materias.

Yo: ha, jaja bueno es por que he tenido mucho tiempo para estudiar.

Angie: ya veo. Dime hijo ¿que piensas hacer en el futuro?

Mire a mi madre con el ceño fruncido. No se por que me pregunta esto tan de repente. Me lleve la mano al mentón ya que es algo que hago involuntariamente cuando pienso seriamente.

Yo: bueno, creo que primero seria terminar la universidad. Luego quiero ser profesor y, no se, conocer a una chica que me quiera por lo que soy y tener una familia... tal vez.—dije medio sonrojado mientras me rascaba la nuca.

Hekapoo giro un poco su mirada hacia mi. Yo la mire igual pero ella rompió el contacto a los pocos segundos. ¿que le pasa?

Angie: bueno, cariño, tengo sueño y ya es demasiado tarde. Tienen que volver a casa temprano.

Yo: he, jo, pero quería estar mas contigo mama.

Angie: jaja, no seas llorón marco. Puedes venir mañana como siempre. —dijo con una sonrisa.

Yo: esta bien mama.

Me despedí dándole un abrazo. Luego, hekapoo y yo nos subimos al elevador. Cuando las puertas se cerraron comenzamos a bajar a los pisos inferiores, pero justo cuando bajo un piso hekapoo de una menara rápida le puso paro automático, haciendo que el ascensor se detuviera de golpe entre dos pisos.

Yo: ¡¿que estas haciendo?!—dije mirándola asustado y nervioso.

Hekapoo: este ascensor no se va a mover hasta que me respondas algunas preguntas.

Con un tono de voz frio y furioso, me miro directamente a los ojos. Mi piel se erizo y sentí un extraño presentimiento.

Yo: ¿p-preguntas?

Hekapoo: así es. Pensaba que eras un chico ingenuo, pero veo que eres mas listo de lo que imaginaba. Ja, utilizar una fachada como esa si que logro incluso engañarme a mi.

Yo: hekapoo, la verdad no tengo idea de que me estas hablando.

Era la verdad, pues no entiendo su extraño comportamiento. No se si es por mi mala experiencia con las mujeres o por que ella es un demonio. Empiezo a crees que los demonios sufren de bipolaridad. Hekapoo camino lentamente hacia mi. Yo retrocedía, pero el pequeño espacio en el ascensor no era lo suficientemente ancho para escapar de ella.

Hekapoo: ¿por que..?—susurro mientras caminaba lentamente a mi sin despegar su mirada.

Yo: en serio, ¿que te pasa?

Hekapoo: ¿¡por que me mentiste?!—exclamo al poner su brazo aun lado de mi cabeza para recargarse.

Yo: n-no se de que estas hablando.

Hekapoo: ¡tu nunca me dijiste que en realidad eras un rey! Mentiste. A pesar de que yo releve mi pasado, que me abrí a ti ¡y tu te guardaste todo eso!

Me quede sorprendido, agache la mirada. ¿como supo sobre eso? Era algo que nunca he querido hablar de ello. Mi madre... ella seguramente le hablo. Maldición, ¿por que hizo eso? Cerré las manos en puños y rete a hekapoo mirándola fijamente sin apartar la mirada de esos ojos rojos.

Yo: ¿como sabes eso?

Hekapoo: ¿a caso importa? Responde.

Yo: ¡no lo haré! Es un tema que a ti no te incumbe. Así que pon el ascensor en marcha.

Hekapoo: oh, lo siento tesoro pero no nos vamos de aquí hasta que me digas lo que quiero.

Yo: oh, pues que lastima por que no te diré nada. Y si tu no aprensas el botón para mover esta cosa he irnos pues lo puedo hacer yo solo.

Me aparte de hekapoo y camine hasta el tablero para aprensar el botón verde y comenzar el descenso una vez mas. Pero antes de hacerlo hekapoo agarro mi mano mirándome enfadada.

Hekapoo: marco diaz ni se te ocurra desobedecerme.

Yo: ja ¿y que pasara si lo hago? No es como si fuera tuyo, no te pertenezco.

Hekapoo: marco dime lo que quiero, es mi ultima advertencia.

Yo: no lo haré. Solo quiero irme a casa.

Entonces, en un segundo me encontraba tirado sobre el suelo y hekapoo se sentó arriba de mi, colocando sus manos en mis muñecas y pegándolas al suelo para dejarme inmovilizado. Intente moverme pero no pude. Mierda, es mas fuerte que yo cuando debería ser al revés. Todo por esa condición de demonio que le da ventaja.

Ella se movió un poco y pude sentir sus muslos sobre mi cintura y me puso incomodo y nervioso, pero intente disimularlo poniendo una cara de molestia. Sin embargo la incomodidad aumento cuando ella se inclino hasta estar a un centímetro de mi cara, de echo casi nuestras narices se rozaban. Con mencionar que sus pechos estaban apoyados en mi pecho.

Mi respiración se detuvo por unos segundos y pude sentir su aroma. Hekapoo miro mis labios, sentía como mi pecho subía y bajaba al respirar entre cortadamente. Luego nos miramos directamente a los ojos.

Hekapoo: dime o tendré que ponerme seria para sacarte lo que quiero saber. —susurro, y por primera vez hoy esa fue la amenaza mas dulce y terrorífica que me dijo.

a este paso perderé ante ella.

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