>ADICCIÓN< (MARKAPOO). +18

capitulo 2

Los pasillos eran cada vez más largos mientras avanzamos. Cada paso que daba me sentía más pesado, más afligido. Una gota de sudor callo por mi cien hasta mi barbilla donde finalmente callo hasta el suelo.

Nuestros pasos razonaban con un fuerte repiqueteo. Los zapatos de Tom lucitor sonaban como la manija de un reloj marcando los segundos. El atardecer se asomaba por las ventanas a nuestra izquierda.

Tad se mostraba nervioso igual que yo. Aunque, en el fondo no importaba que tuviera una cara sería todo el tiempo que nos dirigíamos a la sala del consejo estudiantil; por dentro me estaba muriendo de miedo a lo desconocido. No tenía una idea clara de lo que me iba a ocurrir una vez que entrara en contacto directo con las que juzgaban a todos en este colegio.

—por aquí. —dijo Tom de repente.

Dio la vuelta a la derecha donde se hallaba un ascensor. Presiono el botón y las puertas no tardaron en abrirse. Se dió la vuelta para mirarnos, dejando el pase para entrar en el interior del ascensor.

—bien, entren caballeros.

Tad y yo nos miramos, luego asentimos con la cabeza armados  de valor y fuimos los primeros en entrar al ascensor. Oscar nos miró irritado y el sudor empapaba su rostro.

—¿Y bien? No tenemos mucho tiempo Óscar. Mi señora y sus amigas nos esperan para iniciar el juicio.

—esto es una tontería. ¿Por qué hacer tanto teatro si bien ellos son los culpables? Unos simples plebeyos...

—no importa el rango que sea uno, hay reglas que seguir. Si tú dices la verdad no tendrías por qué estar dudando. O ¿Acaso marco está diciendo la verdad?

—¡De ninguna manera!—exclamo Tad enfadado.

—entonces no debes temer. Entra por favor o eso será una duda en tu contra . —tom afirmó, con una mirada sería y gris hacia Óscar.

—tsk.

Finalmente Óscar entro al interior del ascensor. Me dirigió una mirada asesina y se puso al otro lado. Tom entro suspirando colocándose en medio de ambos. Luego tocó el botón del segundo piso y las puertas se cerraron.

Según tengo entendido el segundo piso solo tienen acceso los que son reyes o reinas. Aquí solo los sirvientes de las reinas son los que tienen autorización para subir a ese piso. Después de unos segundos incómodos dentro del ascensor se detuvo y las puertas se abrieron.

Otro pasillo apareció frente a nosotros. Pero este era diferente. Una alfombra roja estaba sobre el suelo extendiéndose hasta unas puertas grandes de color rojo. Entonces Tom dió un paso y comenzó a caminar, dirigiéndose a las puertas. Tad y yo no tardamos nada en seguirlo, siendo conscientes de las miradas de desprecio que los sirvientes y algunas reinas nos dirigían a ambos.

Oscar por su parte nos seguía por de tras. Mire de reojo y note que miraba a todas direcciones nervioso. Eso quiere decir que esta dudando sobre lo que va a ocurrir, tenemos una oportunidad de demostrar nuestra inocencia y librarnos del castigo. Finalmente llegamos y Tom saludo a dos guardias que vigilaban la entrada. Una de ellas tenía pecas en su rostro y unos ojos verdes, y su cabello era de color anaranjado. Nos miraba fijamente con una cara sería.

Por el otro lado estaba una mujer grande y musculosa con el cabello recogido en una coleta. Sus ojos hicieron contacto con los míos y yo bajé la mirada.

—principe lucitor dime ¿Que hacen estos plebeyos en este lugar sagrado? Sabes bien que no se permiten personas de su rango aquí. —la baja fue la primera en preguntar.