Capítulo 11. ¡Pero era sólo una comida!

375 55 33
                                    


El viernes desperté temprano, antes del desayuno, por lo que me bañé y peiné para después ya desayunar con la familia. Belle quería seguir hablando de Eloína, pero Samuel le pidió que no se hiciera muchas ilusiones con ella, pues según él no veía a Axel muy interesado. Axel seguía durmiendo por lo que no pudo dar su opinión. Al menos por el resto del desayuno no se volvió a mencionar a esa niña.

Me fui a recostar en el sillón de la sala de televisión revisando mi celular para responderle unos mensajes a Dante, pero pude ver de reojo que alguien iba a entrar a la sala, pero se detuvo de inmediato. Elevé la vista. Axel se quedó quieto mirándome de esa forma que siempre que no sabía si yo estaba molesta o no. Me empezó a llamar la conciencia suponiendo que anoche me había portado muy mal con Eloína y quizás por eso Axel suponía que hoy debía seguir molesta. Di un rendido suspiro.

-Hola. -Lo saludé. Hizo una mueca.

-¿Cómo estás? -Preguntó seriamente. Hice una mueca.

-Perdón por lo de anoche. -Fui al grano. Se vio curioso. -¿me porté muy mal con Eloína? -Quise saber. Negó un poco.

-Para nada. -Aseguró él tranquilamente.

-¿Seguro?

-No hiciste ni dijiste nada malo. -Me calmó.

-Eso espero. -Admití en voz baja. -Espero que la haya pasado bien, eso de...de que su familia no estuviera con ella en una fecha importante...es muy triste. -Admití yo.

-Dijo que no es la gran cosa, en México no celebran esas cosas, ella creció allá. Para ella y su padre, día de gracias es sólo un día más en el año. -Aseguró él.

-Pues ella...hizo postre de calabaza y especias. Y se vistió muy bien...el día de gracias no parecía poca cosa para ella. -Le recordé. Negó un poco.

-Sólo quería encajar. De todas formas, dice que la pasó bien. Y que...que le da ternura nuestra familia. -Admitió eso ultimo algo avergonzado. Lo vi confundida.

-¿Esta familia? -Pregunté segura de que éramos más bien fastidiosos y aburridos, nada adorables.

-Sí.

-Bueno porque...quizás porque la tía Belle estuvo demasiado halagadora con ella. -Supuse. Asintió.

-Sí lo notó, piensa que Belle es un poco rara. -Admitió haciéndome reír. -Pero le agrada, y siempre le has agradado tú, y ahora también Hakon y Edith. -Decía él. -Incluso Abellina, qué horror...-Murmuró él haciéndome reír un poco más.

-Bueno...pues me alegra que tu amiga la haya pasado bien con nuestra adorable familia. -Dije con algo de sarcasmo, pero entonces lo miré más seria acercando mi mano para ponerla en la suya.

-Y me alegra que hayas venido a pasar día de gracias con nosotros. Habías estado tan incomunicado que pensé que este sería mi primer día de gracias sin ti. -Admití haciéndolo verme con desaprobación apretando mi mano en la suya.

-No te dejaría sola en una fecha importante, Emi. -Me regañó él antes de subir mi mano para dar un beso en mis dedos. -Nunca ¿sí?

-Pues...-Decía yo dudosa. Me vio curioso. -La pasas tan bien en Seattle que no me sorprendería que de poco en poco dejaras de venir. -Admití.

-Claro que no. -Se quejó él.

-Pero no importa, mientras estés feliz, yo igual. - Confesé pensando que la próxima vez que me encontrara extrañando a Axel sólo pensaría en lo contento que él debía de estar en Seattle y con eso debería de tener suficiente para saber que todo estaba bien.

Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)Where stories live. Discover now