Capítulo 7. Ilusión.

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¿qué haces? -Preguntó Edith al dejarse caer a mi lado en la cama haciendo el colchón rebotar junto con el libro que yo estaba leyendo.

-Tarea...-Murmuré sin quitar los ojos de sobre las letras.

-Ay Emi. -Me regañó Edith en voz baja poniendo su mano en mi cabeza para acariciar mi cabello. -Suenas muy triste, no es buena idea abrumarte con tarea todo el día. -Me decía ella.

-Me mantiene distraída. -Dije yo.

-¿distraída de qué? -Preguntó aun acariciando mi cabello.

-No lo sé, me entretiene. -Me justifiqué. Ella quedó en silencio aun acariciando mi cabello como hacía desde que yo era niña. La miré, parecía preocupada por mí.

-¿Por qué no vamos al centro comercial? Podemos hacer compras navideñas. -Me sugirió ella.

-Deja que pase el día de gracias, y luego podemos pensar en navidad. -Pedí porque la verdad no tenía la energía para estarme paseando y comprando cosas toda la tarde.

-Pero será divertido, tú adoras las compras navideñas. -Me recordó.

-Pues sí, pero...pero hoy no. -Dije con un cansado suspiro. Ella sólo hizo una mueca y desvió la vista. Se quedó mirando a la pared mordiéndose el labio inferior y después suspiró para verme.

-Vamos, mereces un regalo. -Me intentó animar.

-Oh no..., gracias, Edith, de verdad quiero quedarme hoy en casa. No he terminado mi tarea y no quiero estar ocupada el fin de semana. -Me justifiqué. Ella lo pensó y asintió.

-Bueno, entonces yo te compraré algo y no podrás quejarte si no te gusta. -Me advirtió.

-Está bien...-Asentí. Ella sonrió y se puso de pie.

-Nos vemos en la noche. Anímate pequeña, todo estará increíble. -Aseguró antes de salir de la recamara.

Decidí avanzar un poco de la tarea de artes, pero ese poco se convirtió en una hora, y no fue hasta la siguiente hora cuando logré liberarme de las tareas. Entonces me di cuenta de que llevaba casi cinco horas acostada en la cama con mis libros y la computadora. Me levanté para estirarme un poco y caminar a mi espejo. Me cepillé el cabello y me volví a acostar con flojera. Realmente no tenía nada más que hacer, así que volví a acercar mis libros para terminar la tarea del fin de semana.

Entonces escuché que alguien había llegado a la casa. Me pregunté quién sería, pero en cuanto comencé a escuchar apresurados tacones moviéndose supe que Edith había regresado. Lo que no me explicaba era por qué estaba corriendo.

-¡Tranquila Edith, puedes tropezar!-Escuché que decía Belle desde abajo, sin embargo se oía contenta.

-¡Emi, Pequeña, pequeña Emi!-Me llamó Edith emocionada. Miré a la puerta para ver como llegaba corriendo y se recargaba del marco. Entonces me sonrió recuperando el aire. Le sonreí curiosa. Ella entró al cuarto y se sentó a mi lado en la cama, se quitó las botas de tacón y se acercó a mí emocionada.
-¿Pequeña? -Me llamó alegre. Regresé la mirada a mí tarea.

-Pasa. -Dije con la mirada en mi cuaderno.

-Ya estoy dentro...-Dijo emocionada. -¿Haces tarea? -Preguntó acercándose. Asentí escribiendo. -Tómate un descanso, ve abajo, te he adelantado un poco la Navidad. -Me dijo poniendo su mano en mi espalda. Apoyé mi sien en su hombro y suspiré soltando mi pluma.

-Te lo agradezco, Edith, pero prefiero que no me compres cosas...mejor gasta el dinero en ti, lo necesitas viviendo tu sola. -Le dije en voz baja.

-No gasté mucho, ve a verlo, estoy segura de que te encantará. -Me dijo. Lo pensé unos segundos y me puse de pie.

Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)Where stories live. Discover now