Becka y yo quedamos en el abrazo por quizás diez minutos enteros, o más, porque ella lloraba desconsolada, y luego sólo se calmaba.
-Estoy bien...-La oí susurrar en medio de nuestro abrazo cuando ya había recuperado su respiración y había logrado varios minutos sin sollozar.
-Muy bien...ahora...ve con Alec. Yo...puedo venir mañana, más temprano para no intervenir con Mandy. -Le propuse a Becka.
-¿vendrás? ¿Estás segura? -Me preguntó ella alejándose un poco del abrazo para verme atenta.
-Puedo contra el malhumor de Alec. -La tranquilicé. Me sonrió y asintió un poco.
-Gracias. -Me dijo.
-No es nada. Anda, ve con él. Y...no le digas que vendré mañana. -Le pedí. Asintió de inmediato y tras sonreírme una vez más, susurró un agradecimiento y se dio la vuelta limpiándose las lágrimas para regresar a la habitación de Rose.
Yo di un hondo respiro perdiendo la tranquilidad. Estaba asustada, estaba triste y desconcertada, pero...debía mantenerme firme y positiva. Me di la vuelta para ir al baño y también limpiarme las lágrimas. Di un hondo respiro para controlar el repentino llanto que yo había estado ahogando desde que había llegado aquí y visto a Rose tan débil, a Alec tan mal, y luego a Becka también destrozada.
Entre más tiempo pasaba, peor me ponía. No podía dejar de pensar en ellos, no podía dejar de intentar ahogar mi llanto, y esas dos cosas sólo me ponían más inestable. Sentí una llamada en mi celular. Lo saqué de mi bolsa notando que era Axel. Di un hondo respiro para contestarle bien.
-Hola...-Dije nada más.
-Linda, ya estoy aquí. -Me dijo él. ¡No! No podía verme de esta forma ¿Cómo le explicaría esto?
-Pero pero ah...es...dime algo...algo divertido. -Le pedí. Él quedó en silencio.
-¿qué? -Preguntó finalmente.
-Ah o dime cualquier cosa, cuéntame algo. -Pedí sabiendo que hablar con él siempre me distraía. Dejaría de llorar en cualquier minuto si él me estaba hablando.
-¿por...qué? -Preguntó confundido.
-Cuéntame de eh tus planes con tus amigos, dijiste que saldrían el fin de semana. -Le dije ya limpiándome las mejillas sintiéndome menos emocional.
-¿Qué? ¿Estás bien? -Preguntó confundido.
-Sí...muy bien, sólo me dio curiosidad. -Dije mirando al espejo mi deprimente expresión.
-¿No quieres que te cuente en el auto? -Preguntó curioso.
-No, no, háblame aquí, sólo quería...hablar. -Le pedí.
-¿Qué?... ¿sabes? Voy a subir, ¿Dónde nos vemos? -Dijo confundido.
-¡no!...ya no estoy eh...es que estoy con Dante, me voy a despedir y bajo. -Le mentí.
-Fresco está...frente a mí. -Dijo Axel con sospecha ¡Rayos!
-¿Ah sí? -Pregunté nerviosa. -Qué tonta, subí...eh buscándolo para despedirme. - Mentí nerviosa.
-Ah...pues él está aquí, vino a saludar, no sé porque piensa que me cae bien.
-No seas grosero...-Pedí riendo un poco, pues supuse que Dante estaba frente a él. Axel también rio un poco. Sonreí más alegre.
-Sabe que es en juego, yo lo adoro, amo a Fresco, me encanta que se lleve toda tu atención y que se crea mucho con su uniforme de niña. -Decía Axel con sarcasmo haciéndome reír.
YOU ARE READING
Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)
Teen FictionCon Axel en la universidad, Emi se da el tiempo de conocer a sus compañeros de Hawtz, y se hace más cercana a Alec y su familia. Axel regresa para las fechas festivas. Se esforzará por recuperar el interés de Emi, pero quizás ya es tarde.