Capítulo 49. Parte de su corazón.

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Se abrieron las puertas del elevador del hospital. Di un hondo respiro y entré decidida aun jalándolo por la muñeca tras de mí.

-No entiendo a donde vamos. -Se quejó confundido en lo que íbamos por el ascensor.

-Te dije que quería mostrarte algo...-Dije viendo los números digitales avanzar. ¿Algo?...Mas bien a alguien.

-¿Te has decidido por estudiar medicina? -Me preguntó. Hice una leve mueca.

-Uhm...no, no se trata de eso, Samuel. -Admití en voz baja.

-¿Tiene que ver con Axel? ¿Qué hizo ahora? -Me preguntaba en lo que se abrieron las puertas y salí de ahí seguida por Samuel. -¿Eh? -insistió. Sólo negué apurándome por el pasillo.

-Ven...-susurré abriendo la puerta, me vio dudoso, pero me siguió. En cuanto entró tras de mí, cerré la puerta, incluso le puse seguro. Me miró extrañado. Yo miré la cama, entonces él igual lo hizo.

-Disculpe. -Se apuró a decir Samuel confundido. Me miró con regaño. Di un suspiro. Hombres. Tan zopencos. Le volví a señalar la cama.

-Está bien, Sam. Yo te invité. -Le dijo Rose. Y Samuel me había estado viendo confundido y en regaño, pero se estremeció. Quedó completamente quieto. Sus ojos verdes clavados en mí. Hice una mueca.

-Perdón...-Susurré consiente de las mentiras que había llevado todo este año y que hoy saldrían a la luz.

Samuel ni siquiera pareció escucharme. Seguía quieto, se veía nervioso.

-Sam...-Oí a Rose insistiendo en voz baja y esta vez Samuel cerró los ojos inmediatamente. Negó un poco. Me mordí el labio y lo fui tomando por la mano. Él ya había visto a una mujer enferma en la cama. Saber que era ella debía dolerle bastante.

-Vamos...-Susurré jalándolo por la mano. Abrió los ojos, pero sólo vio el suelo mientras nos acercamos hasta quedar al lado de la cama.

-Está bien...-Apenas y pude escuchar la cansada voz de Rose intentando consolar a Samuel que no juntaba el valor para verla. Eso bastó para que él relajara sus puños y soltara sus manos.

-¿Pequeña? -Preguntó Samuel extrañado y algo dolido, lo vi extrañada, pensé en decir "mande" pero no quería meterme en esto, realmente planeaba salir del cuarto y dejarlos solos.

-Ya no soy tan pequeña...-Se me adelantó el murmullo de Rose, la miré extrañada, pero ella veía a Samuel. Lo vi confundida.

-Yo...le pedí a Emi que te trajera...-Le contó Rose en voz baja. Samuel no podía ni hablar. Parpadeó un poco y aun con la vista baja fue agachándose hasta sentarse en la cama aun sin poderla ver.

-Necesito disculparme...-Murmuró Rose. Samuel dio un hondo respiro y finalmente fue levantando su atención lentamente. Quedó pálido y tieso al enfrentarse a esta realidad que incluso para mí era difícil. Yo que había visto a Rose decaer lentamente no podía creer lo débil que se veía ahora. No imaginaba para Samuel que la última vez que la vio ella apenas tenía veinte años y había sido joven, saludable y hermosa.

Él negó firmemente, como si se negar a lo que sus ojos le mostraban.

-No...-Susurró él. A mí me subió un dolor por la garganta y me ardieron los ojos al ver a Samuel llorando por primera vez en mi vida. Rose sonrió un poco también con los ojos humedeciéndose.

-Siempre lo supe...-Le dijo ella en voz baja. -Siempre lo supe, Sam, no podrías odiarme, no podrías odiarme de esa forma...-Lloraba ella. Él seguía viéndola asustado, no podía ni hablar, le temblaban las manos. -Si me odiaras tanto como temía, estarías feliz por verme así, pero siempre fuiste bueno...y eso sólo me hace peor a mí. -Le dijo ella.

Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)Where stories live. Discover now