Capítulo 10. Día de gracias.

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El jueves desperté tarde, pues era día de gracias y Hawtz nos daba jueves y viernes libre. Me quedé en cama un rato entreteniéndome con mi celular. A las once de la mañana el hambre ya me molestaba. Me cepillé el cabello y me lavé cara y dientes. Bajé aun en mi pijama y un tanto aflojerada.

Quedé quieta cuando llegué al primer piso y casi inmediatamente se abrió la puerta del patio trasero llenándome de frío y ruido, pues Axel había entrado riendo con alguna chica que también reía.

-Es enserio. -Le aseguraba él.

-Según tú. -Dijo ella. Yo me apuré al comedor al no querer ser atrapada en mi pijama.

-Pregúntale a Nicholas. -Pedía Axel de buen humor, por lo que me asomé curiosa.

-Entre Grothon y tú, no sé quién es más mentiroso. -Advirtió Eloína. Entrecerré los ojos ¿Qué hacía ella aquí? ¿Por qué tan temprano? Apenas eran las once y ella ya estaba vestida, y con un poco de maquillaje. Seguro también se había peinado, pero al estar afuera se le habían movido algunos de los castaños cabellos de lugar.

-Axel. -Escuché a Belle que al parecer iba bajando las escaleras. Axel perdió su sonrisa de inmediato. Miró sobre su hombro con algo de preocupación. Belle iba bajando, pero quedó quieta al notar a la inesperada visita.

-Oh. -Dijo ella.

-Ah...tía, ella es...mi amiga, Eloína Pardo. -Presentó Axel con un discreto tono de advertencia para que Belle no lo fuera a avergonzar de alguna forma.

-Buenos días. -Saludó Eloína amablemente. Belle la inspeccionaba atentamente. Eloína usaba ajustados jeans oscuros y se cubría el suéter rosa con una gruesa chamarra blanca, usaba zapatos deportivos blancos y yo sabía que eso sería mal juzgado por Belle que siempre se quejaba de la gente que usaba zapatos deportivos cuando no estaba haciendo ejercicio o dando largas caminatas. Decía que era muy informal.

-Hm...buenos días. -Dijo con un tono de aprobación y un asentimiento. Supuse que no notó los zapatos.

-Ella es mi tía Belle, esposa del director Rutz. -Le explicaba Axel casi aburrido.

-Un placer, señora Rutz. -Aseguró Eloína.

-El placer es mío, bonita. Llámame sólo Belle. -Le pidió.

-Gracias, yo...puede llamarme Eli, Axel lo hace. -Decía Eloína señalando con discreción a Axel. Belle le asintió.

-¿y ya desayunaron, chicos? -Previno ella con preocupación. Vaya, sí que Eloína era de su gusto.

-Sí, llevé a Eli por wafles ¿cierto? -Le preguntó Axel a Eloína quien le sonrió y miró a Belle para asentirle.

-Estamos bien, gracias. -Dijo ella.

-Vaya que madrugador, Axel. -Decía Belle con sospecha, pues Axel nunca había sido de despertar temprano. Su interés en Eloína era muy obvio. Él vio a Belle con advertencia, pero Eloína rio un poco haciendo a Axel suspirar.

-Ah...y ¿para qué me buscabas, tía? -Pidió él.

-Ah nada, olvídalo, no sabía que tenías visitas. Le pediré ayuda a Hakon. -Dijo ella. Axel asintió de inmediato. -Me buscan si necesitan algo. -Le pidió eso más bien a Eloína.

-Gracias. -Susurró ella asintiendo. Belle asintió y se dio la vuelta subiendo otra vez.

-Toda tu familia es muy amable. -Decía Eloína en lo que ambos caminaban al baño.

-Mm sólo contigo. -Creo que oí a Axel decir. Ambos se habían metido al baño y prendieron la llave para lavarse las manos, por lo que ya no escuchaba lo que se estaban diciendo. Di un suspiro y salí a prisa del comedor para ir a la cocina. Recalenté los huevos revueltos de la estufa y tosté un pan para ponerle mantequilla y comer ambas cosas.

Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora