Capítulo 40. El mejor Domingo.

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Esto es una locura. -Dije dándome la vuelta de inmediato para alejarme de Axel. Lo oí dando un suspiro.

-No sería tan raro si sólo aceptaras mis sentimientos...y los tuyos. -Lo oí decirme. Hice una mueca aun dándole la espalda.

-Es complicado...-Susurré entrelazando mis dedos nerviosamente.

-¿por qué? -Preguntaba aun tras de mí.

-Por...porque tú y yo nos conocemos desde niños, siempre fuimos mejores amigos, y sólo eso.

-Estás ignorando que fuimos novios hace unos meses.

-Demasiados meses. -Le dije yo dándome la vuelta a prisa, pero de inmediato me arrepentí porque verlo de frente era tentador, era extraño. Sólo por verlo me sentía tranquila, me sentía segura, y una fuerza invisible me jalaba hacia él.

-¿qué? -Preguntó por la forma tan perdida en la que quedé mirándolo. Di un suspiro y me apuré a saltar a sus brazos besándolo otra vez, porque tenía que comprobarlo. Tenía que estar segura de que ese sentimiento de emoción, alegría, pertenencia y cariño no había sido sólo por la adrenalina del momento. Y no parecía haberlo sido, pues incluso ahora que estábamos más calmados, sentí lo mismo, y a parte más alegría cuando en medio del beso, él me rodeó acercándome más en un abrazo. También subí mis brazos por sus hombros. Y el beso se iba haciendo más cómodo, como si fuera lo más natural por hacer.

Y entonces se escuchó el llamado en la puerta principal. Me alejé un poco de Axel confundida por quien podría estar en nuestra casa, pero el recuerdo me llegó como un rayo. Cerré los ojos con horror y dejé mi frente caer al hombre de Axel maldiciendo mi mala suerte. Lo había olvidado todo otra vez. Que tenía novio, y que él vendría a la casa.

-Tranquila...ya veremos la forma...-Oí a Axel diciéndome en voz baja. Di un suspiro y negué abrazándome a él con más fuerza, temiendo que algo nos separara.

-Esto es una locura...-Murmuré desanimada.

-Sólo tenemos que pensar cómo tratar la situación ¿sí? -Me proponía tranquilizante, como si eso fuera la cosa más sencilla.

-Ya quiero terminar con todo esto. -Murmuré negando. Me alejé del abrazo de Axel llevándome las manos a la frente. -No lo entiendes, todo con Ángelo ha sido confuso. En veces sentía que debía darle una oportunidad, y otras veces me siento tan atrapada e incómoda con él. Es un buen chico, pero no es para mí.

-No. Yo soy para ti. -Dijo él tranquilamente haciéndome suspirar. Lo vi en regaño porque enserio estaba tan estresada que no tenía humor para sus bromas. Se escuchó el timbre de la casa otra vez haciéndome suspirar.

-Quiero terminar con él...pero no sé cómo. Todo está bien entre nosotros y es muy lindo conmigo...apenas tenemos una semana, un poco menos, no quiero hacerlo sentir mal. No sé cómo darle a entender que no hay ningún problema con él...-Traté de explicarle a Axel, quien me veía atento. Asintió.

-¿Por qué no sólo le dices eso? -Preguntó.

-¿Qué?

-Que él no ha hecho nada malo, que no tienes ningún problema con él, pero que no lo ves como un novio, sino un amigo.

-Es tan fácil que tú sólo lo digas, yo no sabría ni por dónde empezar. Y ver su cara mientras se lo digo va a ser aún peor. Fue horrible terminar contigo. -Y de pronto me arrepentí de haber dicho eso ultimo. Enserio no me gustaba hablar de aquellos tiempos.

-Ah...bueno, yo puedo hacerlo. -Me propuso. Lo vi confundida. -Yo puedo bajar y terminarlo por ti.

-¡Ni de chiste, Axel! -Me quejé.

Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)Where stories live. Discover now