En el brillo de las estrellas// Jimin

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Hubiese podido imaginar miles de escenarios en donde él se encontraría sentado en la verde grama de un lugar despejado y su omega tendría su cabeza recostada cómodamente en su regazo y ambos con sus corazones latiendo al compás del viento que viajaría despeinando suavemente sus cabellos, disfrutarían de la agradable vista que ofrecía el basto cielo estrellado, pero en lugar de un omega, tenía a Min Yoongi durmiendo sobre sus piernas como si nada más existiera en el mundo.

Lo extraño de toda esa situación, era que aun asi, el corazón de Jimin estaba latiendo con suma tranquilidad y la paz y armonía que reinaba en ese momento, pensó que no la encontraría en ninguna otra parte, aunque en lugar de la cabeza de Yoongi se encontrara la de una omega y aunque parecía descabellado todo el asunto por tratarse de dos alfas, a Jimin ya ni siquiera le importaba eso.

-¿Realmente estas dormido? -preguntó al aire, pues, los ronquidos que resonaban en aquel espacio abierto solo podían ser de ese alfa -. Me duelen las piernas.

Entonces recordó el porqué de todo, después de haber ido al gimnasio, había tartamudeado en respuesta a uno de los tantos sentimientos que Yoongi le provoco estando muy cerca de su rostro, así que tuvieron que regresar y él tuvo que levantar las pesas al menos unas 50 veces por ser su primera vez levantando aquellos "Instrumentos de sufrimiento" como las había catalogado, escuchando las roncas carcajadas del alfa que lo estaba haciendo sufrir, como única música para sus oídos.

Luego de alguna forma, la tarde se hizo presente y las clases, no tenía sentido ir por ellas ahora, así que se dirigieron a un lugar que Yoongi le contó era mucho más especial para él que el gimnasio en el que habían estado y con la excusa de tener sueño se recostó en sus piernas, claro, primero las había amasado haciéndole un poco de cosquillas, afirmando que estas eran cómodas y se quedó dormido al instante; de aquello pasaron cuarenta minutos y sus piernas comenzaban a doler.

Una pequeña colina se alzaba en lo mas alto del pueblo, en donde no había construcción alguna que obstaculizara observar el inmenso cielo azul que poco a poco se fue adornando de las lindas lumbreras que indicaban la noche, escondiendo al sol para traer a la diosa del lobo en todo su esplendor.

-Esta vista es espectacular -murmuro Jimin admirando la maravilla que se creaba en el cielo -. Quisiera vivir aquí para siempre.

Jimin en el fondo de su corazón tenia grabado ese sueño, vivir en una linda casa rodeado de hijos corriendo por doquier con su pareja, cuando se sintieran cansados de tanto trabajar, pudieran salir de la casa todos juntos, los niños corriendo por delante animados y cambiando entusiasmados a su forma animal y él iría detrás, pero un poco más despacio, tomado de la cálida mano de quien sería su compañera de vida.

-Es espectacular, ¿cierto? -escucho la ronca voz de Yoongi, cosa que lo exalto un poco y a la vez le lleno de un sentimiento nuevo -. Mi sueño también es vivir aquí, lejos de todos en una casa sencilla, no me importa si tengo a alguien a mi lado o no, con solo separarme de las grandes multitudes de la ciudad, para mi es suficiente.

Jimin noto una mirada determinada en Yoongi supo que realmente ese era uno de los sueños que el lobo en sus piernas deseaba cumplir.

-Nunca te había escuchado hablar de algo tan seriamente como en esta ocasión -le hizo saber al chico -. Quisiera que me contaras más seguido lo que pasa por esta cabeza tuya.

Entonces, seguido de sus palabras, dirigió lentamente una de sus manos al cabello negro del alfa de lobo y comenzó a acariciar el pelo sedoso y esponjado de Yoongi, sinceramente, Jimin se sorprendía en ese momento, de que la cabellera del chico fuera muy suave y no como aparentaba ser, siempre dirigido en puntas hacia cualquier dirección.

Se ensimismo tanto en acariciar el pelo de Yoongi y a sentir su belleza, que cuando bajo un poco más su mirada, se sorprendió de ver al alfa con los ojos cerrados y sus mejillas blancas, un poco sonrojadas, como si disfrutara de sus atenciones en la cabeza y eso, en definitiva, hizo que las furiosas olas en su corazón amenazaran con convertirse en un imponente tsunami.

Y paró.

-Sigue -se quejó y exigió Yoongi con un puchero que a Jimin le pareció lindo -, lo que hacías se sentía demasiado bien.

-Me duelen las piernas -dijo entonces, con las piernas comenzando a hormiguear de forma extraña -. Levanta tu cabeza, debemos irnos -dijo nervioso.

-Debes hacer ejercicio, tus piernas están blandas y tu trasero no es firme -escuchó decir al lobo y podía decir que estaba resentido por la seriedad con la que Yoongi había dicho aquello que le hizo gruñir enojado e indignado, con su Leoncito interior molesto también por aquella afirmación que, aunque cierta, le daba vergüenza admitir -. ¿Ahora gruñes, gatito? -interrogó aquel sin pena que le había sacado los trapos al sol con sus piernas.

-Rawr - gruñó nuevamente -. Eres molesto, quita tu pesada cabeza de mis flácidas piernas si tanto te molestan -seguido de sus palabras, se puso de pie dejando caer la cabeza de Yoongi al piso.

De alguna manera, que Yoongi dijera que sus piernas estaban feas, rompía su corazón un poco y ponía a su león interno a hacer drama en su conciencia.

-¡Auch! -se quejó el alfa al sentir como su cabeza impactaba con el duro suelo -. ¿Por qué estas tan molesto? Solo dije la verdad -pero Yoongi no fue escuchado, porque en la mente de Jimin llegó una pregunta que lo tenía pensando seriamente y es que por estar prestando atención al lobo se había olvidado por completo de eso... o mejor dicho, de ella.

-¿Crees que a mi Omega le guste mucho más si hago ejercicio? -exteriorizo con un poco de pánico a la respuesta, cosas que lo hacían pensar seriamente, tenían ese efecto en él -. Se que me ama, pero quiero hacer que me ame muchísimo más y nunca me olvide.

La sonrisa de Jimin era sincera y su mirada tenía un brillo mucho más elegante y esplendoroso que el de las hermosas luces que habitaban en el cielo, demasiado para el corazón que al escuchar aquello había quedado de piedra y con una pequeña fisura. La inocencia de lo dicho ante el brillo de las estrellas, había quedado grabado profundamente en la mente y alma de un alfa que cada vez sentía su cuerpo más de su animal interior que suyo propio, boquiabierto Yoongi solo pudo preguntar: -. ¿Tienes novia?

Compañeros/ YoonminWhere stories live. Discover now